Abrazando un sueño - Parte 6 (por Handimar)

-"Oí que usaste mi nombre para batirte a duelo con el general Efinbe."-

-"Y yo oí que pusiste un precio a mi cabeza."- esas fueron las primeras palabras que intercambiamos Suou y yo al cruzarnos en uno de los pasillos del palacio luego de aquella reunión.

-"Me alegro que no te mataran. Hubiese sido una pena tener que utilizar fondos de Gran Corona para pagar por la cabeza de una general propia."- me respondió al pasar. Saludó con cortesía a Stila que estaba junto a mí, y prosiguió su camino. El único momento en que se detuvo fue cuando se volteó brevemente para decirme con una leve sonrisa en su rostro: -"Por cierto Handimar, la flota Lefieru agradece la donación que enviaste durante varios meses."-

Sentía bronca e impotencia, ¡se estaba burlando de mí! No obstante dicha sensación duró sólo un instante ya que regresé a mí misma cuando escuché que mi colega me hablaba con un tono de sorpresa. -"Parece que le caes bien."- ¿en serio? Mejor no quiero pensar cómo sería su trato si le cayera mal.

Como podrán darse una idea, todo finalizó tal cual Suou tenía pensado. Los reyes accedieron a darle el mando temporal de cinco mil hombres, entre los cuales también estaba incluida la Vormaft, por lo que yo también debería hacer acto de presencia en aquel escenario. Era la primera vez que un civil tomaba el mando del erobe, y también sería mi primera experiencia en recibir órdenes de parte de un tercero en pleno campo de batalla desde que me convertí en general.

En menos de un mes, aquella incursión no prevista en los planes originales ya estaba lista para llevarse a cabo. Fue días antes que partiésemos hacia Anang que mi compañera mandó a llamarme para conversar conmigo. Supuse que su intención sería pedirme algún que otro consejo para la lucha que nos aguardaba en los días por venir.

-"Así que no es la primera vez que irás a Anang."- no, definitivamente no estaba empezando para nada bien aquello. -"Dime, ¿cómo fue esa sensación?"-

-"¿Te refieres a qué sentí al ser derrotada?"- pregunté en vano, pues suponía que de eso mismo hablaba.

-"No me interesa eso, después de todo puede que sea la primera vez que te vencieran pero seguramente no será la última."- me molestaba lo que decía, a pesar de que ella no le daba relevancia alguna a esas palabras. -"Lo que te estoy preguntando es, ¿qué se siente haber peleado contra el hombre más fuerte del mundo?"-

Permanecí muda, no sabía qué decir ni cómo reaccionar. No tenía dudas de que Lagbar era fuerte comparado conmigo, pero jamás me hubiese pasado por la cabeza llamarlo así o al menos considerarlo de tal manera. Al ver que no respondía, Suou no se inmutó y simplemente comenzó a advertirme:

-"Dime que ahora que sabes eso, no estás pensando en que tienes alguna posibilidad de ganar contra él por el simple hecho de que seas mujer."- ¿para qué mentirles? Esa idea sí había cruzado por mi mente. -"Hace tiempo, leí una historia sobre un gran mal que asolaba al mundo, un mal que ningún hombre sería capaz de derrotar. Como estarás suponiendo fue una mujer la que llegado el momento puso fin a tal calamidad."

"Sin embargo aquí viene lo más interesante. Hubo una época en la que las mujeres tomaron a esa heroína como un ejemplo a seguir, y asumieron que por su mera condición de no ser hombre había logrado lo que aquellos no pudieron. ¿Qué piensas tú Handimar?"- le di a entender que no sabía qué responder por lo que ella prosiguió. -"Dicha guerrera venció, no porque fuese mujer, sino porque era fuerte."

"Una persona débil jamás hubiese podido derrotar aquel mal. E incluso a pesar de poseer tal fortaleza, luego de su victoria la mujer no salió ilesa."- no era la burgués que conocía quien me hablaba, sino una compañera de clan que se preocupaba por mí y que estaba intentado evitar que realice algo estúpido. -"En fin, lo más gracioso de todo es que aquella historia no se trataba de un acontecimiento real, formaba parte de un libro de fantasía."-

-"¿Entonces no debo tomar en serio tus palabras?"- dije con dudas.

-"Que algo esté escrito en un libro de fantasía no significa que no sea real."- respondió de inmediato. -"Si te interesan los libros deberías ir a una biblioteca. Allí tal vez puedas conocer gente interesante."-

-"¿Qué hay sobre Lagbar entonces? ¿Si no puedo vencerlo, lo harás tú?"-

-"Soy una burgués, no un guerrera."- respondió con total tranquilidad y cambió enseguida el tema de conversación al consultarme: -"¿Qué opinión te merece el sueño de Gran Corona?"-

-"Cuando me enteré de eso, me sentí atrapada. Fue lo que me motivó a conquistar el norte."- la sentía sobre mí. Definitivamente desde que ingresé en su oficina ella no había apartado sus ojos de mí en ningún momento.

-"¿Te gustaría que Gran Corona abrace su sueño?"- al escuchar mi respuesta positiva sonrió, y agregó: -"Entonces tendrás que hacer todo lo que te diga. Necesito tu cooperación para poner fin a esta guerra."-