Abrazando un sueño - Parte 14 (por Handimar)

El mar, la última frontera. Una ruta impredecible que puede ofrecer el viaje más placentero y maravilloso del mundo, o convertirse en la peor de nuestras pesadillas cuando se las ensaña con nosotros. A decir verdad no conozco tanto las aguas como para poder explayarme demasiado más, mi experiencia apenas se limita a cuando abandoné mi hogar para llegar a Gran Corona.

Espero que la próxima vez que me toque embarcarme no sea en solitario al menos. Y contrariamente a lo que estarán pensando, no, no iré a ningún lado de momento. Tan sólo estoy en el puerto de Berhandel presenciando como se despide la primera de nuestras naves que emprenderá una travesía hacia el otro lado del mar.

Porque luego de una semana de deliberaciones que parecían no tener fin, las autoridades decidieron enviar una misión diplomática hacia Sirelet. Sería bastante acertado decir que fue gracias al rey Sharfer que se tomó ese camino. Fue interesante ver como incitaba a sus iguales para que votaran por esa opción, había una extraña luz en sus ojos cuando hablaba.

Si tuviese que suponer, diría que desde el discurso que les dio Suou para firmar la paz con Anang una llama se había encendido en la mayoría de los reyes, especialmente en Sharfer. Parecía como si hubiesen estado dormitando durante demasiado tiempo, y ahora llenos de energía no vacilaban en tomar la espada o dejarla de lado para disfrutar del sueño que habían anhelado por demasiado tiempo.

Era algo curioso de ver, y que inspiraba seguridad en nosotros los generales, ya que las vacilaciones entre nuestros líderes no se tornaban profundas, apenas resultaban ser temores superfluos propios de alguien que se adentra por primera vez en un nuevo camino. Sin embargo, también entre los reyes mismos siempre surgía alguien que tomaba las riendas y les daba la confianza necesaria al resto. Estábamos siendo testigos de un proceso de madurez único, que no había sido necesario en muchos años en Gran Corona.

Suou por su parte recomendó que la comitiva que se dirigiría a entablar el contacto con el bloque del Bevozui estuviera integrada completamente por una nueva camada de oficiales. No sólo por el hecho de una posible trampa en tierras extranjeras, sino también porque era menester que la nueva generación del reino fuese la primera en experimentar el mundo exterior, para así poder prepararse para lo que vendría a futuro.

A principios del 822 EMD Gran Corona hizo realidad su sueño. Su gente se lanzaba al mar yendo más allá del archipiélago occidental. Fue apenas días después que aquel barco hubiese zarpado que me di cuenta de un llamativo detalle que era desconocido por el resto de las personas.

El norte del continente había sido conquistado gracias a mí, Handimar, mientras que la paz con Anang fue fruto de la intervención directa de Suou. Y el paso inaugural en esta nueva era se estaba dando gracias a la información ofrecida por Vitina. Por primera vez me percaté de la tremenda influencia que nuestro clan tuvo en el destino de Gran Corona. Sólo tres de nosotras estábamos allí, y viendo lo que conseguimos no pude evitar recordar de manera fugaz las palabras de Lagbar.