Abrazando un sueño - Parte 1
Abrazando un sueño - Parte 1 (por Handimar)
Se suponía que este debía ser nuestro día de gloria, que hoy tendría lugar ese fugaz instante en el que la felicidad comienza a esparcirse por todo nuestro reino. Algo esta mal aquí, muy mal. ¿Será una pésima broma del destino lo que está ocurriendo? Tal vez fue algo que yo misma provoqué hace tiempo atrás, no lo sé. Debo encontrar una solución pero no veo una posible salida.
Estoy de rodillas sobre la hierba, mi escudo yace en el suelo alejado de mí y mi espada me ha sido arrebatada de las manos. No tengo la menor idea de quién es la persona que se encuentra enfrente mío, pero he perdido. La general más fuerte de Gran Corona ha sido vencida por un completo desconocido. Siento como que ya he vivido esto, aunque en aquella ocasión yo era quién estaba de pie.
Me pregunto como irá la batalla... ¿acaso importa? Aún si vamos venciendo, seguramente mi caída condicionará a las tropas. ¿Rovi habrá pensado lo mismo que yo? ¿Y Agchell? ¿Y Zulas? Los cuatro siendo derrotados por el mismo rival, imposibilitados de advertir al próximo general que los reyes decidan enviar. Deberían saber que hay alguien extremadamente fuerte en Anang.
¿Fuerte? No, no es fuerte. En ningún momento sentí que emanara presión alguna, ni siquiera cuando me desarmaba. Mi mente se detiene, deja de pensar, porque ha encontrado una posible respuesta. Debo avisarles pero a su vez tengo miedo, y siento como un frío recorre mi cuerpo. No es que este sujeto no sea fuerte, sino que nosotros apenas hemos sido un simple juego para él, o quizás mucho menos que eso.
¿Fue por eso que me dijo aquello antes de chocar nuestras espadas? "Siento lástima por ti."- seguiría divagando, pero algo extraño sucede, no debería tener tiempo de pensar todo esto. ¿Por qué aún sigo viva? Esa es la gran pregunta. Levanto la mirada buscándolo, y me encuentro con sus ojos, está vacilando. ¿Quizás nunca antes ha tenido que matar a una mujer?
"¡Tonta! ¡Estamos en guerra! Ese tipo de cuestionamientos no son posibles a estas alturas..."- es lo que me digo a mí misma cuando siento como la afilada hoja de su arma me atraviesa el pecho saliendo por mi espalda. "¿Qué pasó con esa duda que tenías, oh amable rival? Al menos me hubieses matado de una vez..."- pienso a la vez que mi cuerpo cae rendido sobre la hierba.
Siento como la sangre comienza a brotar de mi espalda y pecho, no hay nada que pueda hacer, tan sólo quedarme recostada agonizando. Mi vista se nubla con rapidez y estoy a punto de perder el conocimiento, cuando lo último que escucho es una potente voz que irrumpe en el campo de batalla diciendo:
-"¡Soldados de Gran Corona! ¡Su general ha caído en combate! ¡Pueden reclamar su cuerpo y retirarse!"-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro