— ¿Así qué creíste que el callado y tímido Severus se dejaría follar?— Susurró Severus en el cuello de Harry, una de sus manos sostenía los brazos de su acompañante sobre su cabeza y la otra se posaba en la cadera de Harry fijándolo a la pared.

El más alto, se separó solo un poco del menor y una sonrisa malvada se formó en su rostro.

Las mejillas de Harry se tiñeron de carmín rápidamente al ver la expresión hambrienta de Severus.

El mayor regreso su atención al cuello de Harry, dejando un camino de besos hasta el oído de este.

— Pues tenías razón— Susurró, y luego mordió suavemente el lóbulo de la oreja— Pero hoy, quiero estar dentro de ti.

Harry soltó un jadeo entre cortado, que se convirtió en gemido cuando las manos de  Severus se encontraron con sus glúteos.

El menor enredó sus piernas en la cadera de Severus y sus  ahora libres manos se aferraron a los hombros del hombre que lo cargaba.

— Harry— El sonido de su nombre hizo que el nombrado abriera los ojos, para encontrarse cara a cara con Severus.

Los ojos de Severus brillaban, infinitamente profundo. Y Harry solo puedo hacer la única cosa lógica.

Besó a Severus.

A pesar que ambos sentían las erecciones del contrario, la unión de sus labios lo era todo. Ni siquiera había contacto de lengua, solo pausada y dulce coordinación.

Las manos de Harry encontraron sus camino hacia el cabello largo y negro, regalando caricias con infinita ternura.

El contacto de labios se rompió y los hombres apoyaron sus frentes, aun con los ojos cerrados.

— Esperé 8 años por ese beso— Susurró Harry.

—Yo también— Respondió Severus con voz rota.

Con cuidado, el más alto depósito en el suelo al menor. Entrelazó sus dedos los de Harry y con una sonrisa lo invito a continuar su camino.

Apenas llegaron a la habitación de Severus, Harry enredo sus piernas otra vez en él. Y atacó sus boca.

El nuevo beso, era diferente en varios sentidos. Más demandante, rudo y húmedo.

Con Harry en brazos, Severus se dirigió a la cama torpemente, demasiado concentrado en la lengua invasora.

Una vez en la cama, el menor se arrodilló en el borde de esta y empezó a desabrochar los botones de la túnica negra del hombre parado frente a él.

Mirando a la cara de su amante, la túnica fue empujada al suelo.

La cara del menor se tintó de indignada diversión cuando una nueva hilera de botones entró en su campo visual.

Con un resoplido que sacó una risita de Severus, Harry pasó uno de sus dedo por los botones haciendo que estos cayeran al instante.

— Era mi camisa favorita— Aunque el deseo y la diversión no habían desaparecido de Severus.

—Te regalaré otra— Harry empujó la camisa por sobre los hombros del mayor y por fin reveló el pálido pecho— Una que no sea negra, tal vez una naranja.

La réplica sobre colores gryffindortescos murió antes de ser pronunciada, por causa de los labios de Harry sobre el pezón del mayor.

Harry se dedicó a explorar el torso frente él, sus manos siguieron los músculo del abdomen hasta el comienzo del pantalón y se desviaron a los costados para regalar caricias en su ascenso; todo mientras endurecía uno de los pezones con su boca.

Las manos del mayor, fueron a parar en el cabello castaño y muy desordenado de su amante, alentándolo a continuar.

El más bajo, se separó de la pequeña protuberancia y sonrío a Severus, se dirigió al pezón desatendido y simplemente dio un pequeño lengüetazo.

Riendo, Harry se alejó y se posiciono en el centro de la enorme cama. Y por inercia Severus lo siguió, hasta lograr juntar sus labios otra vez.

— Me encanta tu risa— Musitó entre besos Severus— Me encanta tu pelo— Su mano jaló mechones de la nuca, exponiendo el cuello de Harry— Me encanta tu piel— Y paso a besar desde la barbilla hasta donde el cuello de la túnica le permitió.

Harry registraba pobremente las palabras, demasiado distraído como para contestar, sus mejillas sonrojadas y sus pupilas dilatas.

La molesta túnica desapareció un segundo después de que expertos y largos dedos desabrocharon el primer botón, apareciendo al otro lado de la habitación.

Sin detenerse en su camino de besos, la mano que no se aferraba al cabello de Harry encontró su destino en los pantalones del menor, que soltó todo el aire de sus pulmones, cuando Severus asió el bulto que se formaba dentro de sus pantalones.

— Por favor—gimió el menor, mientras se aferraba a los hombros de su amante.

— ¿Por favor, qué?

— Más.

La voz entre cortada de Harry, fue el estimuló que lo impulsó a desaparecer la ropa restante del chico de ojos verdes.

Al desaparecer la ropa, Severus subió nuevamente a los labios de Harry, quien al ser nuevamente besado se recostó sobre la suave cama, quedando bajo el mayor.

Sin romper el beso, Harry llevó sus manos a los glúteos de Severus sobre el molesto pantalón, un beso después, sus manos tocaban la piel suave.

— Amo la magia— Harry soltó entre sus bocas, y apretujó las nalgas de Severus para mostrar su punto — Tú eres magia.

Harry se lanzó a invadir la cavidad que gustoso lo recibió. El beso avanzó, Harry exploró la espalda de su amante con sus dedos y Severus se encargó de que las piernas de Harry lo rodearan, para provocar el contacto entre sus erecciones.

El primer contacto, mando electricidad por la espina dorsal de Severus, provocando que el beso se rompiera.

Ambos chicos, se detuvieron un segundo llenando de oxigeno sus necesitados pulmones.

Harry al bajar la mirada, contemplo su erecciones juntas y con una sonrisa lobuna las tomo con su mano derecha, desencadenado un gemido de Severus y uno propio.

Sin despegar la vista de su obra, empezó a masajear arriba-abajo. La mano de Severus que se aferraba a la cadera del menor se afianzo y su otra mano al lado de la cabeza de Harry se cerró.

Estimulado por los gemidos que Severus no podía contener, Harry aumentó el ritmo ayudado por el líquido preseminal que goteaba de ambos glandes.

Sin soltar a  Harry, el mayor llevó su mano sobre la del menor y detuvo sus movimientos.

— Harry, quiero más ¿quieres continuar?— Con su respiración acelerada y mirando directo a lo ojos de Harry, Severus preguntó.

Los ojos verdes se llenaron de lágrimas, pero con una enorme sonrisa asintió frenéticamente.

El mayor posó una de sus manos en la mejilla de su amante y con su pulgar limpió la gotita de agua que escapó.

— Son lágrimas buenas, soy feliz al estar aquí— Susurró el menor acercándose más al toque de Severus.

Harry recibió gustoso los suaves besos que Severus dejó sobre sus parpados, antes de sentirlo bajar por su cuerpo, hasta sentir la cálida boca alrededor de su glande.

Mientras su lengua trabajaba círculos sobre la sensible piel, Severus invocó dos cosas con un poquito de magia.

Harry observó, como el frasco de lubricante llegaba directamente hacía la mano extendida de su amante y antes de poder asombrarse por la muestra de poder, rompió a reír cuando una almohada golpeaba en la cara a Severus provocando que liberará su erección.

El mayor fulminó con sus ojos negros al menor, alimentado las carcajadas que inundaban la habitación. Sin poder evitarlo, Severus se unió a la risa de su amante, dejando caer su sonrojada cara sobre el marcado abdomen frente a él.

Así que por un instante los amantes rieron, desnudos, sudorosos y duros.

Con el calor se la risa un en su pecho, Severus beso el abdomen y bajo hasta los testículos para juguetear con su boca, mientras levantaba la pelvis de su amante y colocaba la almohada bajo Harry.

El chico de ojos verdes, enredó sus dedos en los largos mechones de Severus y con suaves caricias lo alentó a seguir.

Un hechizo de lubricación, fue suavemente susurrado frente el esfínter del menor, provocando que se arqueara y suplicará el nombre de Severus.

El mayor, lubricó sus dedos con el frasquito que aún tenía en la mano y sin resistencia su dedo anular se deslizo a la cálida cavidad, sin perderse de las reacciones de Harry que cerró sus ojos e hizo puños las manos en la tela bajo él, empezó a simular pequeñas embestidas tanteando en busca de la espléndida glándula.

Al no ver signos de molestias en su amante, deslizó un dedo más y con un golpe de suerte, dio con la próstata del menor, quien solo atino a arquearse y gemir ruidosamente.

— Más.

Y como buen amante, Severus complació a su pareja deslizado otro de sus dedos al apretado y cálido interior.

Harry uso una de sus manos para detener los movimientos de Severus y mirándolo a lo ojos gimió.

— Más.

Ni corto, ni perezoso, el mayor lubricó generosamente su erección. Harry enredó sus piernas en la cadera del mayor.

Severus entrelazó su mano derecha con la mano de Harry, y con su mano libre posicionó su erección.

— ¿Seguro? ¿Quieres continuar?

— Sí, Severus ¿Quieres continuar tú?

— Sí.

Y mirando la cara del chico bajo él, Severus empezó a entrar lentamente. La estrecha cavidad llevaba al cielo al mayor, pero aún así mantuvo su movimiento constate y lento.

Completamente llenó de Severus, Harry luchó contra todas las sensaciones que lo abrumaban; un pequeño pinchazo de incomodidad, el placer de su pene al contacto con el duro abdomen de su amante, la ternura con la que sostenían su mano y el amor que veía en los ojos negros.

Los labios de Harry atraparon los labios del mayor sin separar sus intimidades.

— Puedes moverte.— Susurró en en beso Harry.

Sin detener su ósculo, Severus se retiró casi por completo y en un movimiento firme se volvió a enterrar. El beso terminó por los gemidos de los chicos, el movimiento se repitió y el placer recorrió a los dos cuerpos. Aumentando el ritmo, Severus sujeto la erección de su amante y sincronizo sus embestidas con su caricias.

— Severus...

— Harry...

La habitación se lleno de lascivos sonidos; el choque de piel contra piel, gemidos, respiraciones entre cortadas y palabras incomprensibles.

Harry se sintió volar, cada estocada produciendo visiones de colores al dar en ese punto dulce.

— Severus... Yo... Casi...

La visión de su amante perdido en placer, alimentó la velocidad de los movimientos del mayor.

—Aguanta... Harry... Más...

Saboreando el nombre del mayor, Harry se corrió manchando abdomen del mayor y el propio. Al sentir el orgasmo de su pareja, traducido como una deliciosa estrechez, Severus se liberó en el interior del menor.

Con la respiración descontrolada y librando su ahora flácido miembro del interior de su amante, Severus se dejo caer al lado de Harry, para tomar su manos y sonreirle.

Acostado de lado, manchado de semen y mirando a la cara de Severus, Harry correspondió la sonrisa.

†...†

¡Y aquí esta el capítulo más largo que he escrito en mi vida! También es el primer smut que escribo. Y me gustaría saber su opinión.

Porque he tratado de hacerlo lo menos pornográfico posible; con esto me refiero, a exagerar situaciones que no son reales en la vida real. Los juegos previos son super importante en todo tipo de sexo. El consentimiento es clave; sí en este capítulo Harry hubiera querido echarse para atrás, Severus le hubiera sonreído y se abría alejado.

También estuve super tentada a poner condón a toda la acción, porque en la vida real es super super importante, tanto en el sexo homosexual  como en el heterosexual, no porque no se puede dar un embarazo significa que las enfermedades no aparecerán.

Persona que esta leyendo esto, no idealice el sexo. Es mucho más que meter y sacar, usa medios de protección y manten en cualquier momento la comunicación con tu pareja y no hagas cosas que no quieres.

¡Esperó que les haya gustado!

Dato tal vez inútil:  La próstata se encuentras ubicada hacía la vejiga, de hecho rodea la uretra, así que para encontrarla se debe buscar para el techo de la cavidad anal.

Estudio medicina... XD