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Capítulo 16: Almuerzo con los suegros

Punto de Vista de Kentin:

Sucrette me invitó a almorzar con su familia y casi entré en pánico, no somos novios todavía, ¿cómo me presento? ¿Cómo su amigo? Pero ya la vieron abrazándome y creo que me escucharon decirle 'te quiero' cuando fui a dejarla, estoy seguro de que los gemelos no le dicen frases así en un tono de voz cursi.

Fuera de eso, hice lo posible por verme presentable. Cuando iba saliendo de mi casa, me topé con Nathaniel, quise hacerme el loco para que no me saludara, sin embargo, cambió de acera y se colocó frente a mí.

— ¿Puedes hablar un segundo?

— ¿Me viniste a buscar a mi casa? —Retrocedí, ¿qué mierda?

— Cuando salimos del departamento de Sucrette vi que doblaste en esta calle y me fijé en qué casa vivías —Se rascó la nuca, incómodo y hablando sin modular, si no supiera leer labios, no sabría qué mierda me dijo.

— Mierda, andas en serio —Alcé la ceja.

— Quiero pedirte disculpas.

— ¿Por? —No es que desconozca motivos para recibir disculpas, requiero especificaciones.

— Por haber desconfiado de ti y no dimensionar la gravedad de los problemas que causó Amber, yo también sería un enfermito si viviera una vida así.

— ¿Gracias? Supongo —Fruncí el ceño, que mierda de disculpa, la verdad.

— Tú sólo quisiste hacer justicia por mano propia y ahora quieres vivir tranquilo.

— Menos mal ahora me crees.

— Perdona por las cosas que le dije a Sucrette y asumí de ti sin conocerte —Extendió la mano—. ¿Hacemos las paces?

Asentí y acepté el gesto, dando un apretón firme.

— Mandamos a Amber a terapia.

— ¿Cómo?

— Si siendo una adulta sigue molestando a los demás, teniendo todos los lujos y caprichos en casa, es porque hay alguna carencia o problema que quiera suplir en su vida. Cometió cosas horribles y ella no es consciente de que esas cosas están mal —Explicó e hice una mueca de frustración—. Por otra parte, en la universidad están evaluando realizar un sumario contra ella y las chicas.

— Menos mal —Suspiré—... ¿Amber sabe que yo soy la misma persona a la que le tiró un estante encima?

— No estoy seguro, creo que no lo sabe.

— Dile, y que no olvide nunca el daño irreparable que dejó en nosotros —Levantó el pulgar.

— Lo haré.

— Si no te molesta, voy camino a casa de Sucrette.

— Que te vaya bien.

— Gracias —Sonreí, sintiendo como un enorme peso se desprendía de mis hombros.

Llegué justo a la hora al departamento. Chequee mi aliento y mi olor corporal antes de tocar la puerta. Fue a abrir su padre y me paralicé, nos saludamos con un apretón de manos.

— Por ahí escuché que estás interesado en mi hija —Comentó mientras me dejaba pasar.

De repente, me puse pálido por esa frase. Tampoco es que me haya dicho un gran descubrimiento, el contexto me sorprendió.

— Ah, bueno... Se puede decir que sí —Esbocé una mueca.

— ¿Cuáles son tus intenciones con ella? —Miré buscando apoyo en la habitación, ahhhh, ni Su ni su madre están aquí.

— Pues... Pretendo seguirla conociendo y cuidar de ella, y hacerla sentir segura.

¿Qué se responde en estas situaciones? Si digo que quiero casarme con ella y tener seis hijos, igual y me pega un balazo.

— Luces humilde, 'soldado'. Espero que la hagas feliz.

Asentí frenético, mientras aclaraba mi garganta. Él llamó al resto de la familia. Saludé a su esposa cordial y a Su le di un beso en la mejilla. Nuestras miradas llenas de ternura podían leerse a kilómetros, no estoy seguro de qué tan estricta sea su familia y todavía no formalizamos, entonces, preferí mantenerme al margen.

Si fuera por mí, ya le pediría que sea mi novia, sobre todo porque parece que el ambiente ya no luce tenso como antes. Supongo que deberé analizar bien nuestro rumbo para estar seguro de que ella quiera hacerlo oficial.

Nos sentamos a almorzar y a estas alturas, mi estómago dejó de revolverse porque las preguntas que me hacían no eran del tipo 'trampa', de hecho, eran de ese tipo de que tienen curiosidad por conocerme mejor.

— Si ya tienes una carrera militar hecha, ¿por qué estudiar?

No iba a decir 'para vengarme de la bruja que me rompió la pierna y la cadera, y pedir la mano de mi amiga de la infancia'.

— Creo que soy demasiado joven para no hacer nada más —No era falso. Me gusta leer y escribir como afición muy lejana al entrenamiento físico—. Cuando te retiras se siente como si ya no te queda nada más y pienso que todavía queda mucho por probar, aunque viva cómodo con lo que tengo.

Pienso en mi amigo Evan, que lo último que supe de él antes de retirarme, es que vivía de fiesta en fiesta, sin ningún propósito en la vida. Y no lo juzgo, es difícil pensar que vale la pena existir después de lo que experimentamos. Yo lo único en lo que podía pensar hace un año era en vengarme de Amber, hace unos meses era proteger desde la distancia a Sucrette y ahora me siento confiado para vivir por mi cuenta en compañía de ella y mis nuevos amigos, lejos del pasado, aceptando lo que fui y lo que soy.

— Eso es muy noble, hijo. Tienes más proyecciones que nuestra hija —Señaló su madre y Sucrette rió por lo bajo, yo con suerte pude mantener la cara seria.

El resto de la comida transcurrió con normalidad. Me ofrecí para ayudar a la madre de Su en lavar los trastes, donde me siguió metiendo conversa, ella parecía mucho más comprensiva. En un momento dado, pegué un salto porque la pelirrosa me abrazó por detrás. Por poco y se me caía un plato.

— Veeen —Murmuró con un puchero, apoyándose en mi hombro—. Veamos algo en Netflix.

— Vayan, yo termino de secar aquí —Permitió su mamá. Asentí y acomodé el plato junto a la loza seca.

En la sala, nos acurrucamos en el sillón mientras Sucrette buscaba alguna película en Netflix. Yo le proporcioné varios besos en su cabecita. Llevaba aguantándome las ganas de hace rato, y ella sonreía cada vez que repetía ese gesto.

— ¿Viste esta?

— Uhh... Creo que no.

Era Kissing Booth. No soy de ver comedias románticas, por ella lo haría.

Y confieso que perdí le interés en el filme después de los primeros veinte minutos. Admiré su rostro. Se dio el tiempo de peinar los mechones largos de su cabello en trenzas. Incluso retocó sus raíces. Noté que se esfuerza cada vez que vamos a vernos. Yo no he dejado de pensar que es hermosa desde que me fijé en ella, ni quiero dejar de hacerlo.

— Te ves hermosa con esas trenzas —Señalé a medida que deslizaba mis dedos por su pelo, sedoso.

Sus mejillas tomaron calor y coloqué un beso allí.

— Y hueles rico —Su cara parecía un tomate ahora.

— Kentin... —Murmuró nerviosa, apartando la vista y tomando mi mano con fuerza.

— Qué.

— Desde hace rato mi papá no viene a vigilar —Acotó.

— Oh, verdad —Mi expresión facial cambió radicalmente.

— ¿Habrá pasado algo?

— ¿Tú crees, linda?

— Iré a revisar —Advirtió antes de levantarse, yo le extendí su bastón y lo recibió.

Revisé las notificaciones de mi celular entretanto ella veía qué pasaba. Tenía un mensaje de Alexy.

Alexy🏳️‍🌈🤔  15:32

Pásalo bien Kentinito

Y me pasas el número de tu suegro después *guiño*

Kentin 15:48

No voy a hacer eso, pendejo.

Alexy 🏳️‍🌈🤔 15:49

Qué haces revisando el celular?

No ignores a Su!!!


Lo dejé en visto porque ella justo regresó, le tomé la mano para que se apoyara en mí al sentarse.

— Mis papás se quedaron dormidos con la puerta cerrada —Murmuró entre risas.

— A lo mejor veían la misma película que nosotros.

Rodó los ojos.

— ¿Y por qué no me dijiste que no te gustaba? —Agarró mis dos manos.

— Es que prefería mirarte a ti —Mi vista bajó a sus labios y le robé un beso corto, pero muy tierno.

Nos acomodamos mejor contra el sofá y levanté su barbilla con mi pulgar, con objeto de que me mirara fijo. Sus pupilas estaban dilatadas y con un brillo especial.

— Tienes una marca de gloss ahí —Deslizó un dedo por mi mejilla izquierda—. De cuando te saludé.

— ¿No quieres que sea una chica linda como tú? —Bromee y del bolsillo de su chamarra sacó un gloss.

— Tal vez no lo probaste lo suficiente —Abrió el pequeño recipiente y se aplicó el gloss transparente con glitter, despacio, y sin romper el contacto visual.

Juré ser una persona racional, dentro de lo posible, no obstante, juro que ese acto me hizo perder los estribos en un segundo. En el instante en que guardó el gloss, la tomé de la cintura para acercarla contra mi cuerpo y la besé, hambriento de ella. Correspondió a mi acto, colocando sus manos en mi nuca.

Espero que sus padres duerman por bastante rato, porque siento que debo expresar mi amor y no puedo detenerme.

Un hormigueo me recorrió de cuerpo completo cuando Sucrette rozó la punta de su lengua con la mía. Mordí su labio inferior vehemente como primera reacción y ella hizo lo mismo. Volví a jugar con su lengua y Dios, juro que me siento en el paraíso. Similar a ese día en que nos besamos en el baño, ahora lo percibía el doble de intenso.

Sus manos bajaron por mi torso y se refugiaron bajo mi camisa, en los costados, cuando menos lo esperaba, mi camisa yacía en el piso y sus manos rozaban por debajo de mi camiseta sin mangas. No me resistí y la aparté para quitarle la sudadera. Llevaba un croptop de tubo y esa piel a la vista requería probarla. Repartí besos desde su cuello hasta los hombros, dejando un visible rastro de saliva. La agarré de la cadera con dureza de modo que bajé para lamer la piel de su pecho que estaba al descubierto. Su cuerpo se tensó por esta acción y opté por bajar la intensidad para asegurarme de que se sintiera cómoda. Se dejó caer contra el respaldo y yo la atraje hacia mí, colocándola sobre mi regazo. Ahora podía sentir a profundidad el tacto. Mordisquee la zona del escote sin bajar la prenda, casi como tentándola a más. Su respiración se tornaba agitada y mis manos escalaron por sus piernas hasta detenerme en sus muslos, traspasando su minifalda. Acaricié con profundidad aquella área y Sucrette me separó ligeramente de su pecho, sus ojos ardían de pasión segundos antes de que me devorara a besos. Aferré mis uñas contra ella, percatándome de que me costaba respirar a mí también.

Inconscientemente, comencé a mover mis caderas contra la suya pausadamente y me siguió el ritmo moviéndose a voluntad. Carraspeé, en busca de aire, y la cogí de las caderas para aumentar la fricción. Oí un pequeño gemido ahogado escapar a mitad del beso, lo que provocó un desequilibrio en mi interior y nació la necesidad de querer hacerla mía a como dé lugar.

Y justo en nuestro momento más lujurioso, escuchamos ruidos a la distancia. Ni en la milicia corrí tan rápido. Como pude me coloqué mi camisa y Sucrette su sudadera, justo cuando apareció su madre y disimulamos lo mejor posible. La pelirrosa hacía como que buscaba alguna película en Netflix y con mi brazo cubrí mi erección, aunque del puro susto se me bajó.

— Iré a comprar snacks para picar —Advirtió encaminándose a la entrada del departamento.

— Mm... Ya —Respondió Su, tratando de cubrir su respiración pesada.

La mujer se retiró y nosotros echamos unas carcajadas.

— ¿Estás bien? —Consulté.

— S-sí... ¿Y tú? —Asentí.

Besé su frente con suavidad. Ella se recostó en mi pecho y acaricié su pelo.

— Ahora no pararé de besarte en la universidad —Declaré.

— Oh, no podré resistirme... —Susurró, juguetona.

— Dios te salve de mí —Y nos besamos en los labios, pero mucho más calmados.

Posterior a ese episodio de hormonas alborotadas, continuamos como si nada y vimos un par de capítulos de Stranger Things antes de cenar con sus padres. No quise tomar la conversación que tuve con Nathaniel porque todavía estaba en 'verde' el asunto, prefiero hablar del tema cuando el sumario contra ese trío de brujas se efectúe. Por una situación de violencia de ese tipo las pueden hasta expulsar a la universidad, mejor guardar el postre para el final.

Regresé a casa y me di una ducha apenas llegué. Estando todavía con una toalla alrededor de mi cintura, retomé la conversación por WhatsApp que tenía con Su mientras caminaba de vuelta.

Su 💖💕 21:53

Que ganas de verte el lunesss 🥰

Kentin 22:01

Siii

Su 💖💕  22:04

Por cierto

La pasé muy bonito hoy ❤️

Me hiciste sentir... cosas que no había sentido antes

Kentin 22:06

Yo también la pasé muy bonito hoy uwu

A qué te refieres?

Su 💖💕  22:08

Cuando estuve encima tuyo

Ya sabes...

Se sintió demasiado bien

Tanto que ya estoy necesitándote de nuevo... 🙈


Casi me atraganté con mi propia saliva.


Kentin 22:09

No te sentiste incómoda ni presionada?

No quiero forzarte a nada que no quieras

Su 💖💕 22:10

Para nada bb

Me pregunto qué más habremos hecho si mi mamá no se hubiera levantado 🫣


Oh, Dios... Necesito otra ducha, y con agua bien fría por el sólo imaginarlo.


Kentin 22:13

Pero que sucia eres, Su 🤭

Me vas a obligar a pecar 🫣🫣

Su 💖💕  22:14

Va a ser difícil dormir esta noche sola, sin tu compañía 😳


Inhalé hondo y activé la cámara para enfocar mi anatomía desde la orilla de la toalla, poniendo mi torso desnudo en primer plano, y tomé la foto para enviársela.

Kentin 22:16

*foto*

Toma, para que no te sientas tan sola, princesa ❤️



Y aquí, vamos de nuevo.

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