Escena Final:

Leonardo observa a Howard, Osiel y Flor alejarse, dejándolo solo en Industrias QuantumZen. Con una mezcla de determinación y melancolía en su mirada, se encamina por el pasillo hasta detenerse en un punto específico. Coloca su mano en el muro, que se abre revelando un cuarto secreto. Adentro, un cuarto blanco lo espera, y se dirige hacia un pedestal del mismo color.

Al colocar su mano en el pedestal, un holograma de una mujer se materializa frente a él, preguntando:
"¿Todo bien, señor Leonardo?" Leonardo responde con seguridad:
— Todo bien, S.I.R.A.—  Con una voz vibrante, Leonardo continúa— La primera parte de mi plan para regresar a casa, a mi tiempo, salió bien. Es hora de llevar a cabo la segunda y última parte de mi plan.

En un movimiento fluido, un armario escondido se abre, dejando al descubierto un traje verde de velocista. Leonardo contempla el traje con una mezcla de nostalgia y determinación, recordando su pasado como el velocista malvado que una vez aterrorizó a la ciudad. Con una sonrisa decidida en su rostro, se prepara para asumir su verdadera identidad y completar su misión.