Bebé
—¿Escuchaste eso? — dijo mi madre mirando para todas partes — no hay energía, no puedo ver nada.
—Déjalo cariño, debe ser algún animal, tú sigue moviéndote — susurró mi padre sin mostrarle ninguna importancia al asunto.
—No, escucha bien Morgan — musitó ella dejando un silencio antes de volver a hablar — ¿Lo escuchaste?
—Es un... ¿Bebé? — masculló con ironía — ¿Cómo es posible?
Mis padres dejaron de hacer lo suyo y se vistieron en medio de la oscuridad, sacaron una linterna un poco opaca y salieron en busca de aquel llanto de bebé. Mis padres habían asegurado que alguien había abandona un bebé en la puerta para que ellos ahora ricos se hicieran cargo, pero claramente no iba a ser así, tenían el corazón tan podrido que me sorprendía las cantidades de maldades que salían de sus bocas ¿Todo éste tiempo fueron así? ¿Qué pasó con los padres amorosos y estrictos que luchaban por mi bienestar? Al parecer todo era una máscara para conseguir la cantidad de dinero dentro de la cartera de mis abuelos.
Seguían buscando al supuesto bebé por toda la casa, les sorprendía el hecho de que cada vez que se acercaban al lugar el llanto rápidamente cambiaba de sitio. Ambos subían por las escaleras con pasos lentos pero firmes, las tablas crujían con cada pisada dada por ellos, pero quedaron helados al oír las tablas crujir cuando ellos no se estaban movimiento. Había un tercero.
El llanto del bebé empezaba a subir por las escaleras como si pudiera caminar por si solo, mis padres se negaban a mirara para atrás, así que empezaron a correr hacia adelante como si sus vidas dependieran de ello. Mi padre soltó un grito al caer al suelo siendo arrastrado de sus piernas a una habitación totalmente oscura alumbrada por una pequeña media luna en el cielo, mi madre rápidamente corrió para ayudarlo, pero la puerta rápidamente se cerró haciendo que ella cayera sentada con un fuerte golpe en la frente.
—¡Morgan! Cariño, ten cuidado — gritó mi madre empezando a llorar.
—Tranquila nena — oro mi padre — nadie me hará daño.
—Yo no estaría tan segura de eso, papá — susurré alterando los sentidos de mi padre, quien con su linterna empezó a alumbrar para todas partes hasta llegar a mi rostro pálido y verdoso.
—¿L-Lucí? — titubeó con asombro — no, tú estás muerta.
—Sí papito, gracias a ti y a mamá — empecé a acercarme a él — ¿No creen que merecen un castigo? Pap... — no dije más al ver un arma en su poder.
—Alto ahí loca o debería decir mi querido aborto fallido, no sabes el odio que sentía hacia ti cuando tu madre no pudo abortarte — murmuró tan fuerte para que yo lo oyera con toda la intención —, pero si debo matarte por segunda vez con gusto lo haré.
Alistó la pistola dando un pequeño tirón a la parte trasera para quitarle el seguro y apunto hacia mi rostro sin el mínimo arrepentimiento, con una sonrisa superior jaló del gatillo y disparó dando en uno de mis ojos, éste ahora estaba hueco con sangre por todo mi rostro, ahora era mi turno de sonreír. La sonrisa de mi padre se desvaneció y empezó a disparar por todo mi cuerpo, pero éste seguía sin doler a pesar de haber recibido como mínimo veinte balazos.
Con gritos anormales y aullidos me fui acercando a mi padre viendo cómo su rostro pálido se inundaba de miedo, me lancé a él haciendo que cerrara los ojos y se tapara con sus brazos, pero el ataque que esperaba nunca llegó, su único problema ahora era el incendio que se empezaba a crecer por la habitación cerrada.
—¡Mierda! — gritó — ¡Margaret ayudame!
Últimos capítulos ✨✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro