Por Anika:

—Ashton ¿Qué te pasa?—tomó una posición amenazante porque Crons podrá estar muy bueno con ese pecho musculoso, ese abdomen trabajado y esa cara de Adonis, pero eso no le quita aver atacado a mi amigo—si le hiciste algo te juro que no respondo por mis actos, quizás no se pelear pero...

—Eso mi bella, se quien en realidad eres y no te ocultes tras ese devil e ingenuo hombre—dice con veneno contando mi intento de amenaza. —Se que te debes sentir mal por verlo tumbado en el suelo inconciente, también se que lo quieres mucho, a lo que respondo que solo me defendía, el tomo la espada no yo.

—Estoy arta de tus juegos... —desaparece de mi vista y en un parpadeo está pegado a mí espalda agarandome del cuello—sueltame.

—Sirvientes llevense a Sparky a sus aposentos y llevenle una mujer, es para cuando se despierte se le quite el estrés y dolor de cabeza—no puedo creer lo último que dijo, será qué todo lo resuelve así.

—Quita lo último, retira la última orden y hablaré contigo si gustas, y sueltame de una maldita vez—lo enfrento mirándolo se los ojos notando que arden al verme y me confunden, también suelta su agarre que no estaba para nada ajustado. En cuanto a sus ojos no se si es ira, celos, pasión, deceo¿Qué es lo que reflejan en realidad? ¿Qué pasa por la mente de este demonio al pensar en mi? O peor¿Por qué pienso en él?

—¿Esas palabras y ese tono son conmigo solamente? ¿Por qué? —me agarra el mentón—¿Quiéres sufrir las consecuencias y arder junto conmigo? Será divertido.

—Has lo que desees Crons, no se que te pasa pero no es mi problema.

—Llevenlo a su avitasión y dejelo allí, descarten la mujeres que Sparky tiene su una protectora que no lo deja disfrutar—dice con veneno a los súbditos que estaban petrificados ante aquella ecena, no era común estos show por aquí—tomate tu tiempo para arreglarte en la habitación que te preparé mi bella, pero quiero que sepas que yo voy a cenar contigo hoy en mi jardín a las quince horas y no quiero que escapes de este encuentro porque a ti más que a nadie te conviene que sea en privado, hay recuerdos en tú pasado que poseo.

—No tenemos nada de que hablar tú y yo—ladea una sonrisa ante mi comentario—¿Qué es lo que quieres con nosotros?

—Te quiero a ti mi bella, sabes que tú no eres lo que aparentas, lo se porque yo te creé. Tengo mucha información que dar. Si te interesa nos vemos a las quince horas—este hombre si sabe perturbar mi mente y dejarme con más dudas de las que ya tenía.

—No puedo ir, sin él, si se despierta yo...—me interrumpe con facciones muy cerradas.

—Vas a ir, bella y nadie lo va a impedir, tú sola llegaras a mi y yo no voy a mover ni un dedo para que ocurra, además Sparky estará bien atendido. Francis te llevará a tú recámara a cambiarte y luego te mostrará todo. Espero que sea de tú agrado o tendré que matar a quien lo hizo.

Su forma de mirarme me aterra y no sólo eso, también me exita saber lo mucho que puede llegar a hacerme con semejante cuerpo y tan imponente carácter. ¿Qué estoy pensando por dios? Ahora si creo que enloquecí.

Nada puedes hacer, Anika, le deseas.

Silencio vocecilla traviesa yo solo tengo ojos para él y mi amor y deceo esta guardado bajo llave. Aunque veo a Crons alejarse  y su figura es exquisita, esos borsers le quedan de maravilla y su espalda es de aquellas que una mujer araña tras un buen polvo.

—Hola señorita Anika—me saluda una voz gentil y muy joven, como de niño.

—Hola pequeño—Asumo que tiene dies o doce, no más.

—Soy Francis, asistente de él señor Lucifer y organizador de cuartos personificados.

Él es tan adorable, tiene un cuerpo tan delgado que parece que se va a romper, pecas bajo unos ojos verdes hermosos y un cabello negro que es tan oscuro como la noche misma. Tés morena que se le ve genial y una sonrisa que puede pasar por inocente a no ser por lo calculadora que es al ver cada parte de esta casa, como si pensara en cada detalle que b puede diseñar.

—Tú serás el encargado de mostrarme  la habitación que también creaste tú mismo—río con él y noto como le falta el aire en medio de cada carcajada.

—En verdad solo trabajé en el plano de Lucifer. El diseñó tú cuarto completo, cada detalle, ropas creadas con piel de bestias salvajes y, además de todo, una sorpresa.

—Sorpresa¿Qué sorpresa? —acabo de hacer el ridículo tomando la mano al pequeño Francis como si fuera una niña más.

—Tranquila, no tienes ni que subir escaleras para hacer este descubrimiento—Chusquea los dedos para hacer una especie de transportación donde mi cuerpo se siente denso y no tengo tiempo de pensar porque ya me encuentro en la puerta de un lugar.

En el pomo de la puerta encuentro una nota que Francis imbita a que yo lea.

—Bella, nena, dentro de poco esposa, eso te lo aseguró. Esta es tu habitación hasta que decidas mudarte a la mia o escaparte en las noches para iniciar una noche de poción. Y lo mejor es que no me debes nada. A no ser que quieras pagarme, solo notificame.

Este Lucifer si sabe como hacer sentir si una mujer feliz, s ver que hay en el interior.

—Entre por favor, su cuarto le espera.

Al entrar en el mismo veo una gran cantidad de ropa soplado en un armario de oro, que exagerado. S continuación un jollero lleno de cosas que puedo tocar y también se encuentra el cofrecito que tenia el anillo de antes, no le respondí nunca es cierto¡Que pena me da!

—por favor mierda hacia la la techo, aquí está la tan esperada sorpresa.

El techo tenía incrustado rubíes color rojizo con unas palabras«Bella, casate conmigo y hazme el hombre más afortunado»Es la cosa más linda que me han hecho jamás y no puedo evitar soltar una lágrima de felicidad ante este gesto, sin ligera dudes voy a asistir a esa cena.

—¿Francis estas a mis servicios también no? —Si necesito q alguien que me ayude quiero que sea él, es respetuoso, responsable y hábil en la traslación de objetos y persones con su magia.

—Si mi reina, hoy, mañana y siempre seré aliado y defensor aún cuando no sepa cómo hacerlo.

Recojo todo su pequeño cuerpo en un abrazo y me dedico a frotarle su largo cabello como agradecimiento a tener a alguien en quien confiar en este nuevo lugar donde no se ni para que estámos.

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— Lista, son las trece y treinta minutos, ya debería estar aquí vestida y arreglada— escucho la voz de Francis en los bajos del vestidor esperándome. No hay manera de ver mi reflejo, eso me entristece porque no se como me veré con este vestido.

Es negro con un corte de corazón en mi escote, me llega a los tobillos con perlas de oro reluciendo el dobladillo, tiene plumas de cuervos malditos en la terminación de la espalda formando una cola de pavo real negra con mucho estilo. ¿Por qué me visto así para verlo q él? No se, es una sensación nueva para mi. Acomodo mi pelo corto que llega a mis hombros y debo admitir que este tono rojo en mi es especial ya que jamás he conocido se alguien con este tono. Voy a por respuestas y quizás a ser traviesa también.

—Esperame en el lugar indicado, voy a por Lucifer yo misma—Grito para que mi nuevo amigo salga de la habitación y yo pueda ir de curiosa.

Recorro aquel lugar de pies a cabeza para selciorarme de lo que allí pueda encontrar, pistas, debilidades, quisas argumentos sólidos para destruirlo. Aquel hombre esta esculpido a mano pero eso no significa que mi Ashton merezca una traición por tentaciones agenas.
Una sala de aquella mansión estaba custodiada por guardias bien armados por los cuales deducí que algo importante llacía allí, pero me pregunto ¿Qué será? Retumban catorce doce campanadas para dar para dar la hora y recuerdo nuestro encuentro en los jardínes, lo más lógico es que valla a ver Ashton pero necesito que Crons se mantenga con ánimos de dar explicaciones de mi vida anterior, lo que sea¿Por qué le creo? Tampoco se.

—¿Piensas en mi? —me interrumpe los pensamientos—se que no es fácil tener a alguien como yo de invitado.

—Invitado, compañero, amante. Nada de eso nos pega, solo soy una pricionera de tus juegos. —Al parecer ya había llegado a los jardines.

—Muy curiosa por cierto, te interesa saber que hay en ese cuarto, te vi mirando allí desde el jardín y quice hacercarme, te ves hermosa con ese vestido sin duda esta hecho para tí—me coquetea sin ningún tipo de tabú y espero no sucumbir.

—¿Me interesa tener tu corazón sabes? Podría exprimirlo, matarlo, pisotearlo, pero no, planeó guardarlo para mí— me lanza una sonrisa pícara y procede a agarrarme de la cintura de un tirón—¿por qué actúas así? ¿No me crees?

—coquetea con su vos y gestos sin dejar de notar cada movimiento qué ago—Pues a mi no me imprecionas con nada de eso, no eres la primera ni la última que lo intenta.

—Que pena para mí—finjo tristeza—¿Qué te hace pensar que yo seré tu esposa y aceptaré pasar la eternidad contigo si ni siquiera quiero estar cerca?

—Mira de nuevo bella, estoy a un centímetros de tú boca y no me has alejado y además nuestra química es mayor de lo que ambos queramos aceptar —¿Cuando sucedió?¿Acaso yo no me respeto? ¿Qué pensará mi Ashton si me ve así?—deja de pensar bella, es hora de que sientas.

Mezcla sus labios con los mios de una manera salvaje, su lengua danza con la mía y para cuando me doy cuenta ya estoy más qué a gusto con él y todo mi cuerpo lo llama.

—No, no puedo hacer esto, tú y yo no podemos.

—Besarnos, no es nada del otro mundo.

—¿Qué?

—Si, me explico—dice riendo—me dio curiosidad qué era besar una fantasma y punto.

—¿Osea no te gusto? No me gustas en lo absoluto y aún así sucedió, pero no soy una cualquiera. —Miento porque se que si me gusta más de lo que quisiera admitir y eso que no lo he visto antes.

—Eso es lo que sucede, quiero que cambie y me puedes ayudar—se burla de mi y se le ve en el rostro y yo todavía no se como puede confundirme por él.

Corro a toda velocidad de esa sala hacia el jardín, me gustan las flores y es dramático porque morí en un campo de ellas pero no recuerdo si fue en paz o me mataron. De igual manera la tranquilidad que me dan me basta para olvidar esa ecena, no creo tampoco que allá sido tan malo porque grasias a eso conocí a mi compañero pero que hacer con este sentimiento contradictorio.

—¡Hey muchacha¡—me llaman desde un arbusto—sigueme por aquí, tengo algo de información de tú muerte que te puede interesar.

No se de quien se trata o si es alguna broma de mal gusto, pero no creo que sea un buen momento, conozco que los demonios pueden cambiar de forma y quizás es Lucifer para molestarme y burlarse.

—Sígueme y quisas te revele la verdadera razón de porque te siente también diferente de los demás muertos que te rodean —admito que eso si me llamó la atención porque es una de las mayores incógnitas de mi vida.

—Espera, no corras tan rápido que me pesar él vestido al flotar —sea quien sea esa mujer quiero averiguar qué tiene para decirme.

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¿Qué les ha parecido el capítulo? ¿Pudieron descubrir algo?
Quiero confesarles que me ha costado mucho trabajo escribir este capítulo y describir a Lucifer y sus ecenas...

—Claro que te es difícil una criatura tan perfecta como yo no es fácil de contar.

—Has silencio o morirás, recuerda que es mi novela.

—Si me eliminas te buscaré y me encargaré de tí.

—Ok tú te quedas si me llamas público.

—Es un trato. Y para ustedes voten o se las verán conmigo y no a las buenas y sabes que tengo tú alma escritor.