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Por una cabeza

Sus corazones empiezan a latir fuertemente sin razón alguna, jamás habían estado tan cerca con alguien del sexo opuesto. No pueden despegar la mirada del otro, es como si hubieran quedado hipnotizados. Joory y Daniel contemplan la escena con evidente disgusto.

—Castigados —pronuncia el maestro mientras retira la circunferencia de goma, haciendo que la pareja se reincorpore—. Presentarán un tango.

—No haremos nada —anuncia Becky —. Antes será despedido.

—Eso lo veremos muchachita. —El maestro tomas sus cosas guiñándole un ojo—. Para la próxima clase presentan sus castigos. Utilicen los atuendos adecuados —se despide con la mano. Becky se va furiosa de la cancha ante la mirada de sus compañeros.

—Si no quieres no tienes que hacerlo. —Joory se aproxima a Theo—. Hablaré con mi padre para que despidan a ese maestro.

—No veo una razón justa para que sea despedido. —Theo también toma sus cosas y deja el lugar.

—Theo, espera —intenta detenerlo.

🐝🐝🐝

—¡Papá! —grita con fuerza Becky en cuanto pone un pie en su casa.

—¿Ocurrió algo? —La intercepta la abuela preocupada.

—¿Dónde está papá?

—Aquí estoy —le habla de atrás, tomándola por sorpresa—. Recién llego. ¿Qué ocurre?

La chica de gira para hablarle frente a frente.

—Papá no me gusta el nuevo maestro de deporte, quiero que sea despedido.

La expresión que adopta su padre no le gusta para nada.

—Hum, lo lamento pero me temo que esta vez tampoco accederé a tu petición.

—¿Qué?

La abuela da un profundo suspiro.

—Tal y como lo oyes. Aquel maestro, ¿sabes cuánto me costó traerlo?

—Es un tipo igualado, se atrevió a desafiarme y desobedecer mis órdenes. —"La peor equivocación".

Antes de la llegada de Joory, le permitía despedir a quien quisiese para darle el gusto, para mantenerla tranquila, pero no más.

—En mis tiempos de estudiante solía ser el alumno quien seguía las ordenes del maestro, ¿cuándo fue que cambio? Deberías aprender Becky — habla calmadamente, dejando sin palabras a la joven. Es más, con una sonrisa desaparece sin darle tiempo a reaccionar.

Becky reacciona en unos instantes.

—Abuela, ¿qué le ocurre a mi padre?

—Creo que empieza a despertar.

—Uff, todos están enloqueciendo.

Decide subir a su habitación, ve su cama y se lanza a ella boca arriba. De pronto el recuerdo de lo que pasó en la cancha viene a su memoria.

—Bailar —bufa—. ¿Acaso está loco?

Le entran ganas de leer algún libro , se pone de pie y busca en el almacén que guarda cosas antiguas, encuentra lo que buscaba, "orgullo y prejuicio".
Solo lee literatura clásica, novelas históricas. Le encanta imaginar como vivían en los tiempos de antes. Está segura que ella habría sido princesa y luego reina.

—Señor Darcy, indudablemente me habría casado con él. ¿Cómo es que se enamora de esa chica pobre?. Eso de combinar las clases sociales solo existe en los libros, jamás me enamoraría de alguien que no sea de mi nivel. —Da vuelta a la pagina y algo cae de en medio, se sienta y lo recoge. Es una foto donde aparece su papá, mamá, ella y Joory cuando eran niñas, se ven muy contentos posando en un yate, de pronto los recuerdos vienen a su mente.

Años atrás

— ¿Quieres pescado hermanita? —le pregunta Becky a Joory.

—Becky, tu hermana ya comió su parte, acábate la tuya —la reta su madre.

—Sí mamá.

Mientras su madre se distrae, Joory rápidamente come el pescado de Becky.

—Gracias —sonríe ésta—. Acabé mamá.

Su madre las mira con recelo.

—Qué extraño. Ustedes dos pequeñas, ¿no está haciendo trampa no?

Las dos mueven la cabeza al mismo tiempo.

— ¿Podemos jugar? —pregunta Joory.

—Sí cariño, pero no hagan ruido para no despertar a papá.

—Sí mamá —corean las dos.

Las niñas juegan a ser piratas, y luego a ser sirenas.

—Me subiré a la baranda.

—Mamá dijo que no lo hagamos —la advierte Becky.

—Mamá no está viendo. —Sin esperar más Joory sube a la baranda del yate.

—¡Joory! — riñe su madre al verla—. ¡Bájate inmediatamente!

—Es divertido no quiero.

¡Es peligroso! —Se pone nerviosa.

—No lo es, mira. —Sube un peldaño más.

—¡No lo hagas! —se desespera.

La pequeña Becky empieza asustarse, su madre avanza en dirección de Joory y ésta sube un peldaño más.

—¡Detente Joory!

El yate es golpeado por una fuerte ola haciendo que la niña pierda el equilibrio y caiga al mar.

—¡Joory! —grita su madre desgarrándose la garganta.

Fue desde ese momento que todo empezó a ir mal.

Una lágrima gruesa resbala en la mejilla de Becky recordando el pasado.

—Fue su culpa —solloza—. Mi madre se sintió culpable por su culpa. —Se forma un nudo en su garganta—.  Fue su culpa —repite una vez más.

🐝🐝🐝

El maestro ingresa con los exámenes en mano ante la queja de algunos, Becky, Joory y Theo resuelven el examen con rapidez. Al momento de entregarlos se cruzan los tres observándose con recelo.

—Pueden salir —indica el maestro—, y ustedes terminen rápido —se dirige al resto.

Los tres muchachos obedecen la orden del mestro. Becky se adelanta a ellos, pero logra escuchar la propuesta de su melliza.

—Theo ¿vamos a comer? —pregunta Joory.

—Becky —la sorprende ignorando la pregunta de la pelirroja.

—¿Qué? —Voltea  sin ninguna emoción.

— ¿Cuándo debemos ensayar?

— ¿Ensayar qué? —finge no entender.

—Aquello que dejó el maestro de deportes.

—¿En serio crees que haré eso? Olvídalo. —Le da la espalda.

—Hey no quiero tener problemas con el maestro, ¿crees que quiero hacer el ridículo junto a ti?

—Entonces no lo hagamos — determina, dejando atrás a los jóvenes.

—Ya te dije que no tienes que hacerlo, no te preocupes, mejor vamos a comer. —Joory arrastra a Theo al comedor.

🐝🐝🐝

Joory y Becky llegan a su casa, cada quien entra a su habitación.

Joory enciende su portátil, para realizar su trabajo, de pronto le llega un mensaje a facebook, lo abre, se trata de las tres chicas que la siguen a todos lados, la agregaron a un grupo que creó una de ellas, y la invitan a una fiesta. No está segura de ir, mas accede cuando dicen que invitarán a todos de el salón. Espera que Theo vaya.

—¡Por cierto! ¿Theo tiene facebook? —se pregunta en voz alta. Busca a Theo por su nombre mas no lo encuentra, ¿estará con un sobre nombre? Lo busca durante largo tiempo más se da por vencida al no encontrarlo—. ¿Cómo un chico de 19 años no tiene Facebook? Tan antisocial. Bueno al menos puedo verlo en la fotos que le tomé desprevenido. —Va hacia su cama y toma su teléfono, suspira al ver las fotos de Theo.

—Señorita su baño de espuma está listo —anuncia una doméstica.

—Bien, puedes retirarte.

La chica asiente y desaparece de su campo visual.

Joory entra a su baño dispuesta a tomar un buen relajo.

Becky sale de su habitación y observa la puerta de la habitación de su hermana. Toma la perilla y la abre. Tiene curiosidad de como luce su habitación, entra en silencio y la observa detalladamente.

—No es mejor que la mía.

Está por irse pero se da cuenta del teléfono de Joory, duda en tomarlo , mas se deja llevar y lo toma. Lo enciende y sonríe al ver que no tiene contraseña, está abierta la aplicación de galería, revisa algunas fotos hasta que se topa con las fotos de Theo.

—¿Qué es esto? —se sorprende. Hay muchas fotos de él en la escuela que al parecer son tomadas mientras el no lo nota—. Qué extraño, ¿acaso le gusta? —Recuerda lo amable que es ella con él. De pronto una sonrisa se le dibuja en el rostro.

Joory sale del baño y se topa con con Becky. Esta suelta su teléfono ágilmente.

—¿Qué haces aquí? —Se indigna.

—Nada —responde dejando a su hermana con muchas dudas.

Becky entra a su habitación y toma su teléfono, llama al director de la escuela.

—Señorita Becky, ¿en qué puedo ayudarla?

—Necesito el número de un estudiante.

—¿De quién?

—Theo Britter.

Voy a matar dos pájaros de un tiro.

🐝🐝🐝

Theo observa a su amigo Mario y compañera practicar una canción  del dúo pimpinela, "valiente". Se equivocan una y otra vez.

—¿Qué tan difícil puede ser una fonomimíca? —se queja Mario.

—Deben aprender primero la letra de la canción —opina Theo.

—El guapo tiene razón —lo apoya la chica.

—Guapo mi trasero. Oye tú no estás ensayando con la abeja  reina. —Se sienta junto a él, sudoroso y mal oliente.

—No quiere hacerlo.

—Ese maestro no es ninguna broma —opina la chica arreglando su cabello.

—Tiene razón.

El teléfono de Theo suena, es un número desconocido. ¿De quién será?

Decide responder.

—¿Quién es?

—Soy Becky. ¿Dónde ensayamos?

Theo queda atónito, ¿porqué cambió  de opinión?

—¿Eh?

—Pagaré a un maestro que nos enseñe. Te veo en "always dance". Es un buen lugar para aprender a bailar. En la sección tango a las seis —sin decir más corta la llamada, sin dar oportunidad de responder Theo.

—Chica loca —expresa extrañado.

🐝🐝🐝

Joory se maquilla como lo aprendió de la cosmetóloga. Le queda perfecto. Baja las escaleras de su enorme casa haciendo sonar sus incómodos tacones. En la sala la esperan sus tres amigas.

—Joory —la saludan al unísono.

—¿Qué hacen aquí?

—Venimos a llevarte a la diversión.

—No recuerdo sus nombres.

—Diana. —Levanta la mano la chica de flequillo.

—Rita. —La chica rubia.

—Miranda. —La chica de cabello corto.

—Bien, vamos.

El sonido de tacones llama la atención de las chicas, es Becky que baja las escaleras. Las tres chicas se quedan mirándola asombradas por su buen estilo. Blusa blanca, pantalón jean, chaqueta rosa y tacones negros punta fina. Su caro perfume huele a kilómetros.

—Realmente son hermanas —habla Miranda.

—¿Qué hacen en mi casa?

—Esta también es mi casa —responde Joory.

—Tú eres una arrimada no tienes derecho de traer a nadie aquí.

Joory está por responder pero ve a su  padre entrar a la sala y agacha su cabeza.

—Lo siento Becky, no traeré a nadie.

Su reacción sorprende a Becky, incluso a las muchachas.

—Al fin empiezas a ver tu lugar. Ustedes fuera.

—¡Nadie va a salir! —grita enfadado su padre. La pelinegra se sorprende al verlo—. Joory tiene tantos derechos como tú. Retráctate de tus palabras.

Ahora Becky  comprende la jugada de Joory. La mira y ésta  sonríe de medio lado mientras su padre no la ve. Becky suelta una sonrisa irónica también.

—Hipócrita —suelta mientras sale de casa.

—Becky,  vuelve —la llama su padre en vano—. Disculpa a tu hermana —es lo único que dice el señor  Coleman.

—No se preocupe. —Joory finge tristeza. Una vez que se va sonríe frívola.

—Guau te admiramos —comenta la rubia.

—Vamos —ordena la pelirroja.

En el auto discuten a donde ir, de pronto a Joory se le ocurre invitar a Theo, gracias a Mario sabe que vive con él, así que se dirige ahí.

En cuanto llegan, Joory mira hacia el enorme edificio.

—Esperen aquí, ahora vuelvo.

— ¿A dónde vas? —pregunta Diana.

Joory ignora la pregunta y entra al edifico,  recuerda el número de departamento que le dio Mario y en unos segundos está frente a la puerta. Respira profundamente y toca el timbre, Mario observa por el vídeo portero y se sorprende al ver a Joory. Inmediatamente abre la puerta.

—Joory, ¿qué haces aquí?

—¿Está Theo? 

—No, acaba de salir.

—¿A dónde?

—No lo sé, estaba ensayando, sólo me dijo ya vuelvo.

Joory chasque la lengua preguntándose a donde pudo haber ido.

🐝🐝🐝

Theo llega a lugar indicado por Becky, es un edificio de siete plantas. Entra y pregunta por la sección tango, y sube por el ascensor al segundo piso. Hay varios jóvenes entre hombres y mujeres en el pasadizo. El ascensor se abre nuevamente y de el baja Becky frente a la mirada de todos, formando un gran "o" en su boca.

—Es realmente hermosa —comenta uno de los chicos.

—No la conocen como es —expresa Theo.

El maestro llega también debe tener entre 30 a 35 años, junto a él una joven que no pasa los 30.

—Entren —indica mientras abre el enorme salón con un espejo en una pared.

—Eres puntual. —Becky le habla a Theo.

—¿Vas a ensayar así? —Le señala su atuendo.

—Es mejor que tu ropa barata.

Theo se mira y resopla.

—Mi ropa barata es adecuada para ensayar.

— ¿Ensayas todos los días?

—Sólo me ves con uniforme todos los días.

—A ver todos vengan por aquí —indica el maestro interrumpiéndolos—. Hagan cuatro filas detrás de mí.

El maestro enseña los pasos básicos de tango, Becky lo hace muy bien pero Theo parece tener problemas.

🐝🐝🐝

—Me pregunto cuando llegará el presidente —se inquieta la madre de Mario.

—Estas reuniones están siendo aburridas —comenta la madre de Daniel.

—Estoy aquí —entra con una gran sonrisa el señor Coleman. Todos los padres le saludan cordialmente—. Lamento haber llegado tarde.

—No se preocupe. —La madre de Daniel le muestra su asiento.

—Bien, secretaria muestre los puntos —indica el director de la escuela.

La madre de Daniel asiente.

—Claro, el primer punto es el viaje de campamento, es el último año de nuestros hijos así que tiene que ser perfecto. Pronto irán a la universidad, mi Daniel está muy estresado, así que me imagino que los demás también.

—Así es, quedamos que sería en Escocia, creo que es un buen lugar. Están en plena primavera por lo que considero oportuno —indica la rubia madre de Charlotte.

—Exactamente. Bueno otro punto a tratar es sobre el ingreso de dos nuevos estudiantes, uno es Theo Britter y la otra...

—Joory Coleman —la interrumpe el presidente—. Quizá muchos de ustedes no lo saben pero es mi hija. —El asombro se dibuja en el rostro de los padres—. Es la melliza de Becky. Los padres que tuvieron a sus hijos en San Idelfonso desde el kinder deben recordarla, estuvo desaparecida durante muchos años más ahora la encontramos.

Los padres de familia cuchichean entre ellos.

—Estoy  sorprendida, qué bueno señor Coleman. Entonces ¿qué hay del otro jovencito?, ¿no fueron avisados sus padres de la reunión? —pregunta la madre de Daniel.

—Aquel muchacho es becado, no tiene padres —responde.

—Es un problema con los becados, no sé si es bueno que estudie con nuestros hijos,  debe tener ciertas costumbres, pobre mi Daniel.

Los demás padres murmuran nuevamente entre ellos.

—Es un muchacho destacado que trabaja y estudia, además de ser un excelente alumno. Mas bien estoy preocupado por las costumbres holgazanes que puede aprender de nuestros hijos —protesta el señor Coleman ofendiendo a todos.

Una de las madres ríe y opina también.

—Es cierto. Lo conozco desde hace años, desde que está en secundaria media, es una gran ejemplo. Ya quisiera que mi hijo sea un tanto de lo que es él —interviene la madre de Mario.

—Bueno de igual manera estoy preocupada por sus gastos, ¿quién se ocupará del viaje a Escocia? —protesta la madre de Daniel.

🐝🐝🐝

—Tomen a sus parejas —indica el maestro—, y colóquense frente a frente, tomen la mano de su pareja.

Theo y Becky se quedan mirando sin expresión alguna.

—Tómense de la mano, de este modo —señala el maestro tomando a su delgada compañera de baile.

Todos obedecen las indicaciones menos la pareja más joven, son tan orgullosos que esperan que el otro tome la iniciativas, mas ninguno se atreve hacerlo.

—Ustedes dos, ¿que rayos están haciendo? —Se acerca el maestro indignado—. ¿Acaso tienen lepra? Háganlo de este modo mocosos. —Les obliga tomarse de las manos, la pareja lo hace a duras penas—. Bien continuemos.

El maestro hace una serie de pasos, Theo es realmente tosco y pisa de rato en rato a Becky.

— ¿No, vas a dejar de matarme los pies? Tonto.

—Jamás he bailado.

—No sé porqué acepté bailar contigo. 

— ¿Acaso te obligué?

—Tengo mis razones.

Mientras discuten la clase termina, el maestro deja a todos irse menos a los jóvenes.

—Si continúan así  mi clase será miserable.

—Lo sentimos —se disculpa Theo.

—Profesor, ¿por qué no nos da clases particulares? 

—¿Qué dices niña?, ¿sabes cuánto cobro por clases particulares?

—El dinero es lo de menos, no es problema.

—Para mi lo es —se apresura Theo.

—Tú solo ocúpate de no pisarme los pies.

—Bien entonces, toma mi tarjeta, estamos en contacto niña. 

Becky se limita a guardar la tarjeta y salir del salón seguida de Theo.

—Abeja reina —lo llama éste, cuando está apunto de subir a su lujoso auto. Ella lo mira furiosa—. No es necesario tomar clases privadas.

—No pienso hacer el ridículo frente a todos. Bailas desastroso —sin decir mas se sube a su auto.

—Tampoco bailas estupendo —dice Theo sin que la oiga.

🐝🐝🐝

Becky  llega a casa y se cruza con su hermana en la puerta, inmediatamente una idea se le viene a la mente. Saca su teléfono y marca a Theo.

—Theo —habla lo suficientemente fuerte para que Joory la escuche—. ¿Llegaste a casa?

El muchacho se sorprende por la pregunta de la abeja.

— ¿Por qué de pronto estás preguntando eso?

—Solo porque sí. Te trasladas en bicicleta, es peligroso.

— ¿Desde cuando te preocupas por mi?

—¿No puedo?

—Debes tener fiebre.

—Oh no estoy bien, no te preocupes — habla en un tono meloso.

Joory frunce el ceño.

—¿Por qué habría de preocuparme?

—Adiós, te veo mañana —corta la llamada.

—Qué chica tan extraña —dice únicamente Theo mientras la agrega a sus contactos.

Becky sonríe frente a  Joory quien luce molesta.

—Hey, ¿acaso te reuniste con Theo? —la detiene.

—No sé —sonríe una vez haciendo enfadar a su hermana, logrando su acometido.

🐝🐝🐝

Las jóvenes hermanas bajan al comedor, se sientan a los extremos, y sus miradas no pueden ser más despectivas. Las domésticas se apresuran a servir el desayuno de Becky primero, y Joory se enfada, no va a permitir ese desaire.

—¿Por qué son tan ineptas? —Golpea la mesa, asustándolas y captando la atención de su hermana—. ¿Por qué no me sirven primero? —Las jóvenes se apresuran a servirle.

—Las despediré si le sirven a ella primero —la voz de Becky las hace detenerse, dejan de servirle a Joory y vienen hacia la chica de cerquillo.

—Las despediré yo, si le sirven a ella. —Las jóvenes se quedan a media mesa en total incertidumbre, ¿a quién deberían elegir?

—¡Renuncio! —La chica mayor deja la fuente en la mesa de golpe.

— ¡Yo también! —continúa la otra—. Par de odiosas. —Suelta lo que llevaba en mano y sigue a su compañera.

Las hermanas las miran confundidas luego se miran entre ellas sin emoción alguna.

🐝🐝🐝

Theo se ajusta la corbata mientras su amigo Mario mete un chupete a su boca.

—¿Qué están haciendo esas locas? — Mario se sienta en la mesa a observar detalladamente a Charlotte y Jane quienes bailan cerca del pizarrón. La última se saca la chaqueta negra y la hace girar en un dedo. Mario retira el chupete de su boca deslumbrado, jamás la había visto tan linda, una baba cae de sus labios directo al libro de Theo.

—Hey. —Le tira un manotazo en la cabeza. Mario voltea lentamente hacia su amigo con una sonrisa boba—. Estoy enamorado. —Pestañea rápidamente. Theo arruga la nariz negando con la cabeza.

—Becky —saluda Daniel al verla entrar—. ¿Irás al campamento en Escocia?

—No quiero ir.

—Pero eres la presidenta de clase, no puedes faltar, si no vas tampoco iré.

—¡Becky! —La saludan su par de amigas dejando de bailar.

—Tienes que ir con nosotras a Escocia. —Jane hace un puchero, acomodando su pupitre.

Becky toma asiento abrumada por sus compañeros.

—Mejor si no va. —Aparece Joory sentándose de manera elegante—. Nadie la necesita.

—Es cierto —continúan sus tres seguidoras, parándose al costado de Becky cruzadas de brazos—. No la queremos en el campamento.

—¿A quién le hablas así? —Charlotte sale en su defensa mientras Becky abre su libro dispuesta a leer.

—Habla la cola. —Se acerca Miranda junto a las tres. Joory sonríe desde su asiento.

Theo y Mario concentran su atención en ellas, el primero se aburre y saca su libro de álgebra.

—Realmente dan pena,  Joory es la reina de esta escuela —prosigue Rita.

Becky se pone de pie sin previo aviso asustando a las tres haciéndolas retroceder, inmediatamente Jane y Charlotte se posicionan detrás de ellas con pose altanera.

—Mírense están temblando, patéticas —pronuncia suavemente Becky. El trío ni siquiera puede sostenerle su penetrante mirada. La morena empuja a Miranda quien tapa a Joory, que permanece sentada sin expresión alguna—. No son nada, ni ustedes ni esta usurpadora.

Joory sonríe con cinismo y se pone de pie. Todos sus compañeros se aproximan a ver la disputa, salvo Theo quien finge dormir sobre su pupitre ya que no logró concentrarse en su libro.

—¿Acaso te consideras valiosa? —ataca la pelirroja—. Me provocas asco, no tienes idea de cuanto te detesto. —Se acerca a ella frente a frente.

Todos esperan que se agarren de las mechas.

—Me tienes envidia, anhelas ser como yo, tener lo que es mío, pero no eres más que un pedazo de hortiga intentando ser flor.

Joory está a punto de responder pero es interrumpida por su tutor.

—Buen día muchachos traigo la nota de los exámenes. —Jane y Charlotte sonríen triunfantes junto a Becky, y Joory parce una bomba a punto de estallar. Theo se incorpora al escuchar  la voz del tutor—. Hay muchos desaprobados, solo dos estudiantes obtuvieron nota perfecta. Acérquense a firmar sus notas.

Los estudiantes vuelan hacia el pupitre del maestro.

Theo y Becky aparecen en el primer puesto con puntuación perfecta. Los dos firman con expresión fría. La muchacha se fija en el segundo puesto, Joory Coleman.

—Muy bien Theo y Becky —habla el tutor—. Lo estás haciendo muy bien Joory —se dirige a la pelirroja—. Nuestros nuevos alumnos están destacando notablemente.

—Nuestra Becky es más inteligente que Joory —comenta Charlotte exagerando sus palabras fastidiando al trío. Joory aprieta su puño, no está dispuesta a perder contra su hermana.

—Tomen asiento muchachos —indica el tutor—. Necesito llevar la relación de los estudiantes que irán al campamento, levanten la mano los alumnos que irán.

Todos lo hacen menos Theo y Becky.

—Becky, ¿no irás? —pregunta el tutor.

—Becky, vamos —la anima Jane.

Theo se pregunta la razón de la cual Becky no irá al viaje. Si tiene dinero hasta para nadar en el.

—No puedes dejarnos con esas arpías —continúa Charlotte refiriéndose a Joory y sus amigas. Becky mira a su hermana quien la mira con desprecio.

—Si iré —suelta de repente. Sus amigas dan un fuerte grito.

—Bien. ¿Britter no irás? —continúa el tutor. Este niega con la cabeza, no tiene suficiente dinero para ir.

—Theo, vamos —lo anima Mario en vano.

Joory no permitirá que Theo falte, ya verá el modo de convencerlo.

Las clases transcurren aburridas como siempre, el timbre anunciando la hora de salida es el sonido más deleitoso que pueden escuchar los estudiantes.

Joory toma su bolso y se apresura tras Theo colgándose de su brazo.

— ¿Vamos a comer? Yo invito —lo toma por  sorpresa, haciéndolo retroceder.

Becky sale tras ellos y está dispuesta a estropearle el plan.

—Britter —lo llama. Los jóvenes voltean, y Joory frunce el ceño al tratarse de Becky—. Te veo en el mismo lugar. —Pasa junto a ellos moviendo su cabello hacia tras.

—¿Eh? —El castaño se extraña intentando comprenderla, finalmente se acuerda de la única razón por la que la morena lo llamaría—. Ah eso. Lo siento Joory será para la próxima.

Se suelta de su agarre y va tras Becky. La pelirroja se queda hechando fuego.
Maldita Becky no te saldrás con la tuya, se dice para si misma intentando tranquilizarse.

🐝🐝🐝

—Ya están aquí niños. Bien empecemos, he buscado un tango que podrían hacerlo bien. —El profesor de danza utiliza una pantaletas ridículas.

—¿Cuál?

—Por una cabeza mi querida Becky.

—¿Por una cabeza? —se inquieta Theo.

—Así es jovencito. Norma y yo les haremos una demostración luego les enseñaremos adecuadamente. Tienen hasta el viernes ¿no es así?

—Sí, enséñenos bien, no queremos hacer el ridículo.

—Bueno depende del esfuerzo que pongan niña. Tu amigo se ve fuerte, no tendrá dificultad para cargarte.

—No lo sé. —Becky le dirige una mirada burlona a Theo.

La joven pareja se concentra como si se tratase de una competencia de baile, y el ensayo se torna divertido, gracias a los fallidas cargadas de Theo  con su compañera. Por momentos se olvidan que no se llevan bien y disfrutan de la compañía del otro.

—Eres un pésimo bailarín —comenta la joven mientras bebe una botella de agua.

—Hey, tú tampoco te destacas abeja. — Becky se limita a resoplar.

Salen juntos del edificio. Theo sube a su bicicleta mientras Becky lo hace en su auto. Avanzan hasta la avenida. La muchacha lo observa desde la ventana, ya no le cae tan mal como antes, viéndolo trasladarse en su bicicleta piensa que su vida debe ser dura, quizá se olvidará de hacerle mal y dejará que estudie tranquilamente aunque no permitirá que sea mejor que ella.

🐝🐝🐝

—Papá que bueno que llegas. —Joory sale a recibirlo con una enorme sonrisa.

—¿Qué ocurre querida?

—Papá creo que no me va muy bien, ¿puedes contratarme un profesor particular?

Joory detestado tener el segundo lugar, sobre todo si Becky está sobre ella.

—Pero que dices cariño, te va excelente.

—Creo que no estoy en el nivel de enseñanza. He estudiado mi secundaria en una escuela pública, la diferencia de enseñanza es muy notoria.

—Bueno si lo ves de ese modo no hay problema, me da gusto que te preocupes por tu rendimiento, desde mañana tendrás clases particulares con los mejores profesores.

—Gracias papá.

—Bien ahora subiré a descansar.

—Bien, descansa.

Los días pasan con rapidez, el viernes anuncia su llegada con un espléndido sol de verano. Los alumnos se apresuran a entrar a clases.

—¿Trajiste los disfraces? —Mario baja de su auto ni bien ve a su compañera.

—Claro que si, no vayas a equivocarte.

—Seré un buen Joaquín. —Guiña el ojo, pansándole un brazo por el hombro.

En grupitos empiezan a llegar al estrado. El maestro enciende las luces y el micrófono. Las amigas de Joory se apresuran a limpiar el asiento para ella.

—El uniforme de deportes te queda muy bien Joory.

—Ya me lo has dicho muchas veces Rita.

—Cierto.

Los chicos que presentarán el espectáculo se alistan entre risas por lo gracioso que se ven el trío Pandora.

— ¿Ya están listos chicos? —El ayudante del maestro no puede aguantarse la risa al verlos.

—No puedo creer que voy hacer el ridículo. Esta peluca maldita, ni siquiera puedo usar tacones —se queja uno de los chicos.

—Yo encontré mi razón de ser, luzco mejor cualquier mujer. —Se arregla la peluca con estilo el chico más bajito.

—La barba me sienta bien —habla Mario pasándose la mano por el rostro.b¿Theo ya sales? —Toca la puerta.

—Esto es sofocante. —Sale el joven, acomodándose el traje de Mario. Un particular silbido se hace notar.

—Mira nada más,  si fuera mujer me caso contigo.

—No hables de más Mario. —Le da una pequeña patada en la pierna entre risas.

—Realmente guapo, un príncipe — habla la compañera de Mario.

— ¿Ya están listos muchachos? —La intimidante voz del maestro hace que las risas desaparezcan.

—Sólo falta Becky —responde Theo.

—Ya está lista. —Jane abre la puerta, sale primero Charlotte haciendo paso a Becky.

—Guau —abre la boca uno del trío Pandora al verla.

Becky luce un precioso vestido rojo ceñido a su esbelta figura, hermosa. Inconscientemente busca los ojos de Theo que la miran alucinantes, rápidamente cambia su mirada al toparse con los de ella.

—Bien ahora están todos listos, comenzaremos con el trío Pandora — anuncia el maestro.

—Te demoraste mucho abeja. —Se para junto a ella.

—Mírate ya no pareces un vagabundo señor Britter.

—Como sea, vamos.

Los estudiantes esperan ansiosos el espectáculo, aunque su diversión cueste la dignidad de sus compañeros.

—Bienvenidos al espectáculo de los castigados —anuncia el ayudante del maestro—. Presentamos al trío  Pandora  con el famoso popurrí, los recibimos con un fuerte aplauso.

Uno de los chicos sale intentando modelar, usando un vestido negro, los estudiantes silban gritando lo bella que se ve, los otros dos se jalan las medias en negro que les causa incomodidad.

—Avancen salgan —los anima Mario detrás del escenario. Los muchachos se niegan salir vestidos de mujeres—. Vamos no se ven tan mal.

Los jóvenes salen a duras penas, como era de esperarse sus compañeros silban avergonzándolos. Respiran hondo y se posicionan junto a su compañero. Ponen la música,  empiezan a bailar y cantar como el verdadero trío Pandora, todos ríen mucho.

—Es nuestro turno. —La pareja de Mario se estruja las manos nerviosa.

—Lo haremos bien descuida, lo importante es hacer reír —la anima Mario.

—Bien un aplauso para el trío Pandora, ahora presentamos al dúo Pimpinela con la canción "valiente".

La pareja canta frente a las risas de todos. Cantan horrible.

—Un aplauso para el dúo pimpinela. Ahora como número final tenemos un baile titulado, "por una cabeza".

Todos reciben con aplausos a Theo y Becky. La joven lleva una rosa en su boca, empieza dando giros mientras Theo se acerca y la tumba en sus brazos y recibe la rosa en la suya. Un baile seductor y elegante. Todos los miran con asombro, tensos por los trucos y movimientos que realizan. Joory detesta la cercanía que tienen, la irrita. Finalmente el baile termina con la rosa en Becky, y los aplausos estallan, mientras la pareja sonríe.

—Buen trabajo Britter, nos salvamos del ridículo.

—Igual modo abeja.

—Bien hecho —habla el profesor—. Espero que hoy no haya castigados, vamos todos en dirección del campo de fútbol.

🐝🐝🐝

El campamento finalmente llega. Todos suben y buscan sus asientos en el avión privado para los alumnos de San Idelfonso.

Becky se sienta sola como lo pidió, detesta que duerman a su costado. Joory se sienta junto a Diana y Mario con Daniel.

—Estamos listos —habla el tutor—. Están todos en la lista, podemos despegar.

—Un momento. —Sube el profesor de deportes que viajará con los de tercer año—. Falta alguien.

—Ya están todos completos —indica el tutor.

—Falto yo. —Entra el alumno frente a la admiración de todos y se sienta junto a Becky.

—¿Theo Britter? —Se sorprenden todos.

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