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‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎- I WANNA BE YOUR SLAVE

Donde Mina está dispuesta a serlo todo para Nayeon.

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Mina Bottom - Nayeon Top.
Mencion de:
dirty talk, infidelidad.

Hace rato que en el estudio solamente se escuchan los sonidos de sus salivas mezclarse. De como Nayeon chupa su boca y su lengua y Mina se deja maltratar a su gusto.

Se supone que no debía volver a suceder. Se supone que todo lo que quería hacer era verla, solo eso, estar a su lado y disfrutar la compañía que la otra le da.

Pero Nayeon nunca ha sido buena en estar lejos de Mina. Y menos aún, nunca fue buena en controlar sus deseos. Lo que comenzó como bromas y risitas, terminó con Mina apoyada contra la pared y Nayeon usando sus manos para levantarle la tela de su falda para acariciar sus muslos blancos y apretables.

Nayeon estaba pintando otra vez, algo que se volvió costumbre. Por eso regresó a su estudio, por continuar con un trabajo que tenía pendiente. Mas una Mina luciendo más hermosa que nunca en la puerta no logró hacer que se concetrara en algo más que en las medias de red abrazando sus lechosas piernas.

Pero eso siempre fue así. Una Mina ardiente apareciendo frente a una Nayeon deseosa de ella todo el tiempo terminaba en toqueteos para nada inocentes y besos con mordidas. Marcas en las pieles, dejando claro que se pertenecen aunque a los ojos de los demas Mina no sea más que la hermana de la novia de Nayeon.

Tal vez Nayeon dejaría todo atrás por Mina si tan solo no estuviera en una relación con Momo por puro capricho. Es decir, Momo es caliente como la mierda, mas Nayeon no logra cumplir sus deseos con ella. Momo no es más que la fachada, la que es "bien vista" porque trabaja con el padre de Nayeon. Momo ni siquiera la ama, está segura de que hay alguien más en su vida tambien. A Nayeon no le importa.

No han roto porque sería mal visto para la empresa de los Im, asi que están pretendiendo ser algo que no son y jamás serán. Nayeon no siente más que alguna pizca de lujuria cuando se obliga a pasar el rato con Momo.

Pero Momo es delicada. A ella le gusta el sexo suave, el sexo vainilla. Y Nayeon simplemente no puede con eso. Ella es ruda. Demandante. Firme. Le gusta dar ordenes y ser obedecida.

Mina apareció como la solución a sus problemas. Desde su primer encuentro, dejó claro que adora ser tratada como la mierda si eso la lleva a tales orgasmos, a tales puntos donde su cuerpo y mente llegan al límite. Mina quiere ser azotada, mordida. Y Nayeon no es nadie para negarse a tales peticiones.

-Mgh, Nayeon-gime en su oído cuando chupa ese punto sensible en su cuello al mismo tiempo que una mano sube más hasta llegar a agarrar su culo con fuerza.

Nayeon escucha música ahora. Melodías que suenan en sus fantacias más profundas. Los gemidos de Mina son su canción favorita.

-¿Te gusta, bebé?

Mina asiente y Nayeon decide que es momento de ir a su parte favorita; sin molestarse por el hecho de que los botones salieron volando, ella abre la camisa de Mina y se maravilla con la vista de la piel palida de los pechos descubiertos de Mina.

-¿Vienes a verme así?-Nayeon susurra sobre su boca con una sonrisa-. Como una putita sin ropa interior solo para mí.

La menor no se sorprende cuando Nayeon se ocupa de esa parte sensible suya. Se toma su tiempo para jugar, su lengua rodea el pezón rosadito y Mina quiere agarrar su cabeza y apretarla dirigiendose a ese punto con exactitud. Mas no lo hace, ambas manos suyas ahora son sostenidas por Nayeon, quietas en su lugar con fuerza para que no se atreva a tocarla sin permiso.

La castaña deja humedas ambas tetas, les da la atención necesaria a cada una. Usando hasta los dientes lo más suave que puede. Mina es un desastre entre sus piernas, la humedad goteando por lo bien atendido que su pecho está.

-Dime, Mina, ¿qué quieres ser hoy?

Nayeon le pregunta con seriedad, su tono de voz bajo y ronco. Mina aún tiene las manos sostenidas pero se las arregla para mover su cabeza y besar a Nayeon una vez más.

-Quiero ser tu esclava-confiesa con tal determinación que Nayeon casi gime por la satisfacción.

La mujer mayor la suelta, mas sus manos van a sus costados. Los dedos acarician la piel de su cinturita, Mina ve la lujuria en los ojos brillantes de Nayeon. Ella entonces la mueve del lugar, separandola de la pared. Es así que cambian de posiciones, con Nayeon ahora apoyada en su espalda y pone la palma en la cabeza de Mina, bajando lentamente hasta que la pelinegra está arrodillada.

-Te voy a pintar la cara como la maldita Mona Lisa.

Con un movimiento de cabeza, Nayeon le da permiso a que le quite los pantalones y la ropa interior. Mina no tarda en hacer caso, sabiendo que si lo hace bien será recompensada luego.

La visión de Mina con las tetas al aire, brillantes por su saliva, arrodillada y besando sus muslos es suficiente para Nayeon para hacerla sentir en tal nivel de exitación que puede llegar al climax con solo eso. Sin embargo se obliga a suspirar cuando el aliento de Mina llega a donde más la necesita.

-Ni un puto juego, mierda, vas a comerme como si fuera la ultima comida de tu vida.

Enredó sus dedos en la cabellera azabache con un poco de presión, su mente demasiado ocupada en querer la lengua de Mina dentro suya. Le encanta cuando la penetra con la punta y luego usa sus manos para estimularla.

El primer contacto le deja escapar un gemido que hace sentir a Mina orgullosa de provocarlo. Ella quiere sonreír y verla a los ojos, mas a Nayeon no le gusta el contacto visual en las mamadas. Prefiere cerrar los ojos y dejarse llevar por la magia de su boca y dedos. Mina lo entiende, aunque eso no evita que la curiosidad le gane algunas veces y le de rapidas miradas.

La expresión de Nayeon con la boca abierta goteando saliva de una esquina, sus cejas fruncidas y la expresión de puro placer hace que Mina se esfuerze más. Es tan hermosa que necesita verla siempre así, hecha un lío de gemidos porque su boquita le hace maravillas en la vagina.

-Ahí, así, bebé, así-dice la mayor con dificultad. Mina se apresura en su trabajo para hacerla llegar.

Además de su lengua, Mina comienza con los dedos y mete dos de una. No llega tan profundo, mas siente la saliva de su musculo mezclarse con los fluidos entre sus dedos.

Nayeon murmura maldiciones, es ruidosa, le gusta sacar todo lo que siente. Por eso no le importa una mierda que probablemente su vecino esté escuchando, aunque no sería ni la primera ni última vez.

Mina levanta una de las piernas de Nayeon y la apoya en su hombro, ahora teniendo mejor acceso con las manos y usando su boca para estimular su clítoris. Sabe que Nayeon está cerca, está dando todo de sí para que su compañera tenga el tan deseado orgasmo.

Y lo hace, Nayeon se viene en la boca de Mina. La menor se ocupa de tragar sus fluidos, alejandose justo a tiempo para que la castaña suspire viendola.

-Esa boquita mojada me encanta-se sincera con una sonrisa.

Mina tiene hasta las mejillas cubiertas de los fluidos de Nayeon.

-¿Sabes qué quiero ser yo hoy?-Nayeon vuelve a levantarla una vez que se siente un poco recuperada, no la deja responder-. Quiero ser tu juguete sexual.

Mina es empujada a otro beso ambriento y sin cuidado. La lengua de Nayeon se encuentra en su boca y ella la deja controlar, muerde y chupa, le encanta.

La mayor las mueve hasta llegar al sillón, Nayeon se sienta trayendo a Mina sobre su regazo. Sus manos no pueden estar quietas y pronto quiere sentir qué tan lista está Mina para ella.

No, Mina tampoco trajo bragas. Nayeon siente lo mojada que está y no quiere hacerla esperar, Mina fue una buena esclava y cumplió perfectamente.

-Yo no me voy a mover-Nayeon advierte-, vas a saltar y me importa un carajo si te cansas.

Tomando uno de los pechos en su palma, Nayeon acomoda sus dedos en la entrada goteante de Mina. Primero tanteando para prepararla, en movimientos lentos pero firmes. Una vez que están en la posición perfecta y sabe que no le hará daño, Nayeon asiente para que Mina monte sus dedos.

Impulsandose de sus rodillas y sus brazos en los hombros de Nayeon, pronto Mina no puede detener los gemidos que salen de su garganta. No importa la cantidad de veces que han hecho esto, Mina encuentra mejor placer en los dedos dentro de ella.

-Ah, ah-cierra los ojos con fuerza, aunque pronto Nayeon le da una bofetada que resuena.

-No cierres los ojos, mirame.

Mina no lo suele hacer porque, según Nayeon, eso es intimo de otra forma que aún es peligrosa para ambas. Mas adora cuando es ruda con esos azotes.

Nayeon deja ir su pecho y pone sus dedos en las mejillas de Mina, sosteniendola para que la mire. Mina se concentra en saltar y mirarla, sus movimientos comenzando a cansarla mas no le importa, ella quiere seguir así.

La mayor abre los labios y Mina entiende el mensaje, juntando saliva con dificultad y luego escupiendo en su boca. Nayeon gime ante la sensación.

Sus rodillas duelen de sostenerla, sus muslos queman, sus brazos se sienten pesados. Mina está cansada de saltar y cree que Nayeon la ayudará, pero la mayor está decidida a no hacer nada y dejar que Mina se folle con sus dedos.

Suspirando, finalmente se desploma en brazos de Nayeon cuando logra la liberación.

-Lo hiciste bien, cariño-felicita Nayeon acariciando su cabello lentamente. Mina a penas puede respirar bien.

En momentos como esos, Nayeon y Mina no piensan en lo que se supone que deben ser. Ellas simplemente disfrutan de lo que tienen. Y Nayeon jura que no dejará ir a Mina tan facilmente, mientras que Mina está segura de luchar junto a Nayeon.

adapte mi propio os y kee
perdonen q no me aparecía por acá es q tenia como un bloqueo con escribir smut y bueno ajá

voy a intentar terminar los 37488282 os q tengo empezados en borradores, se me cuidan

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