Sol: Estrella con luz propia alrededor de la cual gira la Tierra.
Era un día soleado y fresco tanjiro iba caminado a paso lento estaba cansado y nezuko pesa mucho, iban a visitar a senjuro.
Llegaron a la entrada de la finca, toco la gran puerta de madera y espero respuesta, un minuto después abrió senjuro con una sonrisa de oreja a oreja.
- Buen día tanjiro - saludo el rubio - veo que trajiste a a nezuko -
- si, hoy vino ¿Tines alguna habitación obscura así lo puedo dejar? - pregunto tanjiro.
- si claro, pasa - se corrió de la entrada, permitiéndole el paso a la finca
Senjuro lo guío hacia una habitación con una ventana pequeña la puerta no era iluminada por el sol así que esa era la habitación más oscura. Abrió la puerta corrediza.
- Aquí puedes dejar a nezuko - hablo en menor.
- gracias - entro en la habitación junto a senjuro. Dejo la caja en el piso.
Poco a poco se abrió la puerta de la caja, dejando ver a una pequeña nezuko adormilada.
- hola nezuko ¿Dormiste bien? - pergunto senjuro
Nezuko tarareo.
- me alegra - respondió. - dime tanjiro ¿Quieres tomar té? - pergunto el rubio
- si, mucha gracias - sonrió el mayor
Sanjuro salió de la habitación y preparo dos tazas de té. Las llevo junto a tanjiro que estaba sentado enfrente de la habitación en el enegwa.
- gracias - tomo el te entre sus manos - nezuko se fue a dormir -
- espero que descanse bien - sonrió el rubio y miro hacia el frente. - no es hermoso el atardecer - dijo
Tanjiro miro el atardecer reflejado en los grandes ojos de senjuro, los ojos de este mismo eran tan hermosos como el mismo sol.
- no tan hermoso como tus ojos - dijo el pelirrojo y giró su cabeza un tanto avergonzado.
- G... Gracias - trarmudeo el menor. Hubo un silencio incómodo.
- con que está tanjiro - hablo shinjuro que pasaba por allí. Menos mal por que si había un minuto más de silencio sería catastrófico.
- hola shinjuro-san - saludo tanjiro.
- los dejo con su charla, un placer verte tanjiro - sin más se fue.
- tu padre a cambiado mucho - dijo el mayor
- si desde que le diste ese cabezazo dejo un poco el sake y me trata mejor - hablo feliz el rubio.
- me alegro - tanjiro giró la cabeza y quedó cara a cara con senjuro.
Con la cara tan cerca del menor podía apreciar mejor esos enormes ojos de dos colores que se asemejaban al sol. Tan cerca estaban que podían sentir sus respiraciones chocar, el sol se fue poniendo lentamente, sus labios se estaban acercando.
Pero derrepente se abrió la puerta de la habitación de nezuko, este gesto hizo que los dos chicos se alejaran y se pusieran muy rojos.
Nezuko salió feliz de cuarto oscuro ya que no había más sol. La pequeña demonio se sentó entre medio de los dos chicos, los miro a cada uno no cruzaban miradas y estaban rojos como tomate. Nezuko no entedia nada.
Palabras:490
Especial [2/4]
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