¿Hace calor aquí?¿No crees? Bienvenidos y bienvenidas al Desierto Seco-Seco, un páramo desolado al oeste del río Blooperssippi, un lugar dominado por las reglas de la ya antigua Fiebre del Oro de 1848, aunque bueno, localmente se llama la Fiebre de los Champiñones, pues son estos los que dan el tan ansiado metal, como sea, si alguien sabe un poco de aquella época por haber visto alguna película del oeste o sobre los pioneros, sabrán que fuera de las ciudades, los caminos eran cualquier cosa menos algo seguro, por la gran cantidad de bandidos y criminales que los acechaban, además estaba muy arraigado el...

Ya me entendéis, nos trasladamos a la ciudad Champi Meza, un poblado clásico de este tipo de sitios, es extraño, las ciudad está extrañamente tranquila, cuando un Koopa con sombrero vaquero y poncho sale volando de las ventanas de la cantina, para protegerse, en una fracción de segundo se metió en su caparazón para caer al suelo sano y salvo, parece que hay un altercado en la cantina, como siempre, este es el punto de reunión más común entre los habitantes del pueblo, algunos sólo van a beber después de una jornada de trabajo mientras escuchan el dulce sonido del piano del Zombie Pianista.

Y otros.... Bueno, beben de más y se meten en altercados peligrosos, como estaba pasando, había una pelea entre varios personajes que no vale la pena detallar, con el Barman, que era un Toad, escondido temeroso bajo la barra, en ese momento, entró por la puerta un Roco matón, llevaba un poncho al ser lo único de su talla y un pequeño sombrero sobre su cabeza, cuando el susodicho matón se presentó, toda la cantina se detuvo de sus peleas y hasta el pianista dejó de tocar.

Topo Monty del bar: Es él....

Goomba aficionado a la bebida: Ya nos metimos en un lío....

Zombie pianista: Con lo que me cuesta sacar tajada hoy en día y ahora viene este....

El recién llegado se acercó a la barra y como llegaba perfectamente de pie y venía para algo rápido se apoyó en la barra.

BarToad:¿Q-qué desea señor?

Roco bandido: Venía por lo de la cosecha, pero ya que estamos, un trago de Jack-Daniels, y rapidito.

BarToad: E-entendido.

El Toad se dió la vuelta hecho un manojo de nervios y empezó a buscar la bebida pedida, mientras, el Roco era el centro de todas las miradas del local, cosa de la que este era consciente y no le gustaba.

Roco bandido:¿¡A qué estáis esperando!?¿¡Un beso en la mejilla!?¡Qué corra el aire!

A la frase del Roco los presentes volvieron a lo que estaban y el Zombie Pianista volvió a tocar, en ese momento el Toad se asomó con un vaso de Jack-Daniels y un saco con el símbolo de dólar, un brillo de satisfacción pasó por los ojos del bandido, abrió la bolsa y vió un buen montón de monedas de oro, cosa que parecía un buen botín, pero algo no gusto al bandido que miró enfadado al Toad de la barra.

Roco bandido:¿Y esta birria? Es menos de la mitad de lo prometido

BarToad: E-es que t-tenia que pagar la renta, a-asi puedo mantener la escritura de mi cantina.

Roco bandido:¡Me importa un rábano lo que sea tu vida!¡A mí sólo me importa mi dinero! Y como no lo tenga....

El bandido agarró de la cabeza al Toad y lo elevó a la altura de sus ojos cómo rendijas.

Roco bandido: Me pagarás con tu vida.

BarToad: P-por favor, todo menos eso, tengo esposa e hijos.

Roco bandido: Tu familia no me importa.

???: Yo si fuera tú bajaría a ese Toad compadre.

El Roco se giró a la dirección de donde vino la amenaza y vió a un vaquero que tenía las patas apoyadas en la mesa, un jarra de cerveza vacía al lado, su cara la cubría su sombrero, pues parecía que estaba echando la siesta.

Roco bandido:¿O qué Vaquero?¿Te crees el Sheriff de este pueblo?¡¡Métete en tus asuntos!

En ese momento, el vaquero se levantó de su asiento y sin todavía alzar la vista encaró al Roco, ya se podía ver por su composición física que era un Yoshi celeste, con una chaqueta de cuero y botas con espuelas, llevaba ceñido a la cintura un cinturón que tenía dos pistoleras con sendos revólveres a cada lado, tenía un pequeño pañuelo rojo al cuello y en su pecho brillaba una placa en forma de Sol de Super Mario Sunshine.

???: Lamento decirte que si, efectivamente, soy el Sheriff de este pueblo.

Roco bandido: Oh, adorable, el pequeño dinosaurio con sus pistolitas,¡Vete a tu isla y piérdete en ella!

Ante estás palabras el sheriff alzó su sombrero de un capirotazo para revelar su cara, era la igual a otros miembros de su especie, con los ojos ligeramente cubiertos por su redonda nariz.

???: Lo siento, pero es en serio.

Roco bandido: Oh, ¿Quieres pelea acaso? Te aplastaré como si fueras un mosquito.

El vaquero en ese momento desenfundó uno de sus revólveres y apuntó con él al bandido que dejó en el suelo al pobre Toad, todos se habían detenido de nuevo y otra vez el pobre Zombie Pianista había tenido que dejar de tocar.

Tirofijo: Me presentaré, me llamo Tirofijo, soy el Sheriff de este pueblo, y algunos de mis enemigos me llaman el Sheriff del Sol, y yo me encargo de que gente como tú lamente el haber empezado a delinquir.

Roco bandido:¿Y tú me vas a detener? Eres un alfeñique y yo soy pura ROCA.

Tirofijo: Bueno, a todo cerdo como tú le llega su San Martín.

Roco bandido:

Tirofijo: Tú lo pediste, las damas primero.

La batalla empezó antes de que todos se dieran cuenta, el Roco corrió a por su enemigo y usando su clásica estrategia le saltó encima para aplastarlo con la cara, lo que el bandido no esperaba es que él cuando llegó al suelo, su enemigo ya estaba fuera de su alcance, en el aire y disparó 5 veces en el punto débil de los Rocos, la marca que tienen en la espalda, al aterrizar, sopló el humo que humeaba del cañón.

Tirofijo: Bien intento amigo, pero estás en mi territorio, y nadie comete crímenes en esta ciudad mientras yo siga en pie.

En ese momento, el vaquero pensó que el Roco se iba a desvanecer, pero lo que vió lo dejó atónito, pues los agujeros que le hizo al bandido con las balas se cerraron en un abrir y cerrar de ojos, acción tras la cual se levantó del suelo y se sacudió el polvo.

Roco bandido: Cosquillitas, ¿Eso es todo lo que sabes? Me han bendecido con el don de la regeneración, no hay nada que me pueda matar, ni si quiera un golpe en mi punto débil natural.

Tirofijo: La verdad, me alegra oír eso, así no me aburro.

Roco bandido: Lamentarás el haber metido tu narizota en el asunto.

Tirofijo: Ya veremos dijo el ciego.

Empezó esa batalla encarnizada, el Roco atacaba con sus aplastamientos y sus impestuosas acometidas, mientras que Tirofijo jugaba la carta a su favor de que era exponencialmente más rápido que ese coloso de piedra, pero la capacidad de regeneración del Roco jugaba en contra del Sheriff, que con el avance de la batalla se encontraba más cansado, pero un Koopa de la audiencia se fijó en un detalle de la estrella del sombrero del forajido.

Koopa del bar:¡Sheriff, apunte a la estrella!

Tirofijo: Creo que sé por dónde vas, ahí está el origen de su don, por lo menos en este tío.

Roco bandido: Intenta hacerlo si quieres

Tirofijo: No he fallado un tiro en toda mi vida ¡Y NO PIENSO EMPEZAR HOY!

En una jugada magistral el sheriff saltó mientras el Roco le atacaba y disparó con su revólver a la estrella, que se desintegró al mínimo contacto con la bala, lo que provocó que el forajido cayese cuan largo era al suelo, mientras Tirofijo aterrizaba detrás suya y soplaba el humo del cañón de su revólver.

Roco bandido: Maldita sea.

Tirofijo:*Saca unas esposas* Bien, señor mío, está usted detenido.

El Sheriff colocó en las muñecas del Roco las esposas (Eran tamaño XXL las esposas) y lo sacó de la cantina, pero antes giró y le preguntó al Koopa del consejo.

Tirofijo:¿Cómo te fijaste en lo de la estrella?

Koopa del bar: Tengo buen ojo Sheriff.

Tirofijo:¿Nada más?

Koopa del bar:

Tirofijo: Bueno, tranquilo, si esa es tu explicación me conformo con eso.

BarToad:¿Qué hará con él?

Tirofijo: Evidentemente, encerrarlo mientras espero que los del Sindicato me digan que hacer con este tipejo, por mí le metía seis tiros y lo mataba de una vez, pero son las normas.

BarToad: Entiendo, no sé cómo agradecerle lo que hizo....

Tirofijo: El llevar a gente como esta bajo la sombra de la ley no tiene ningún.

Topo Monty marrullero:¿Valen la pena estos numeritos?

Tirofijo:

Con estas palabras el vaquero sacó su sombrero en señal de despedida, lo que hizo que su piel celeste se revelara y se marchó arrastrando con él al bandido, el pueblo de Champi Meza hacía vida normal, con sus problemas de la sociedad del momento, algunos saludaban al Sheriff y otros miraban estuperfactos a su detenido en el camino a la Oficina del Sheriff, está era un edificio de madera blanca con una efigie de los Soles de Mario Sunshine, el sheriff sacó unas llaves y abrió con cuidado la puerta, la sala principal consistía de un escritorio de madera delante de dos celdas separadas, en el escritorio había una lámpara de aceite para cuando el sheriff se quedaba a trabajar hasta tarde, había una silla delante dónde sentó al Roco.

Tirofijo: Bien, empecemos, y no te preocupes por la silla, ha aguantado gente más pesada que tú.

Roco bandido: Me da igual, no voy a soltar prenda.

Tirofijo: No te preocupes, si yo no vengo a hacer un interrogatorio, sólo te vengo a invitar a un poco de café.

Roco bandido: ¿Café?¿De dónde ha sacado eso?

El vaquero sacó un champiñón color marrón y lo exprimió en dos tazas, dándole una al forajido.

Tirofijo: Tengo por ahí un huerto de champiñones, sacó el café de un Coffee Mushroom, pero eso no viene al caso.

El Roco bebió receloso el café, pues pensaba que estaba envenenado.

Tirofijo: Bien, ¿Y cuánto tiempo llevas paseándote de ciudad en ciudad llevándote el dinero de las cantinas como si fuese tuyo?

Roco bandido: Varios meses, esto lo solía hacer mi hermano gemelo.

Tirofijo: Negocio de familia por lo que veo.

Roco bandido: No lo tomes a mal, era por nuestros problemas financieros.

Tirofijo: Adivino, ustedes debían dinero al Buitre y este junto a su mejor lugarteniente os dejó en la ruina.

Roco bandido:

Tirofijo: No es la primera vez que gente como tú me viene con la misma historia.

Roco bandido: Adivino, ¿No crees que sea verdad?

Tirofijo: No, sé de quienes hablas, son mis mayores enemigos, algún día los encontraré y cuando lo haga, lamentarán el haber volado demasiado cerca del Sol.

Roco bandido: No te entiendo.

Tirofijo: Nadie lo entiende, créeme, mejor que no investigues, ¿Has acabado el café?

Roco bandido: Ehm.... Sí.

Tirofijo: Perfecto, ahora entra a la celda*Abriendo las rejas* Ahora.

Roco bandido:¿Tal cual?¿Sin amenazas?¿Ni revólveres?

Tirofijo: Mañana hablaré con los de la capital para que no te encierren, pero como te pille robando otra vez no seré tan misericordioso.

Roco bandido:¿Ok....?

El Roco entró a la celda y el sheriff cerró la reja con llave, después salió fuera a tomar un poco el aire, mientras veía a sus conciudadanos vivir sus vidas, gracias a su trabajo.

Tirofijo:*Mirando arriba* Si tan sólo pudieras ver esto viejo amigo....

El vaquero suspiró y sacó del bolsillo interior de su chaqueta una foto doblada, a la vista la desdobló, mostrando una foto de él con alguien más, un pingüino vaquero con sombrero, placa de estrella, pañuelo al cuello y una espiga de trigo en el pico, se les veía delante de una oficina distinta a la que estaba, de hecho, no parecía ni Champi Meza, era una ciudad más poblada, porque en la foto se veía más movimiento.

Tirofijo: Sheriff, le echo de menos.....

Intentando ocultar las lágrimas guardó la foto de nuevo la foto con cuidado para no arrugarla, al parecer, para el Sheriff era algo muy valioso.

Tirofijo: Arf.... Si no hubiese sido por ella, a lo mejor segurirías con vida.

En ese momento, un Paratroopa con una bandolera recorrió la ciudad por y repartió cárteles de "Se Busca" como cuando en Pokémon Mundo Misterioso los Pelipper repartían las noticias, (Siento que nadie entendió eso) en fin, que los repartió en ráfaga desde los aires y cayeron al suelo, estos mostraban la foto de una chica.

Tirofijo:¿Y esto?

El vaquero recogió uno de los carteles y le brilló la mirada.

Tirofijo:¡Bingo!

Se guardó el cartel en un bolsillo interior de la chaqueta y entró de nuevo en la oficina, subió las escaleras al piso de arriba y entró en una puerta, allí había mil y un fotos de distintos lugares, la que adornaba el principio de todo, de la que derivaban un montón de hilos rojos, había una artículo de periódico en la que aparecía la imagen del cadáver de un pingüino, muerto por un disparo.

Tirofijo: Ya te encontraron maldita asesina, pronto te encontraré y culminaré mi venganza.

La Cantina estaba a rebosar de gente, pues, el viejo BarToad había vuelto a sus antiguas costumbres, entre ellos, que los miércoles todo estaba a mitad de precio y el pueblo había aprovechado para ir a lo que se dice menear el bigote, vamos, a comer, y eso estaba haciendo el sheriff, mientras este comía entró un Toad anciano con sombrero, bigote y una placa en la chaqueta, a pesar de ser bajito, su presencia imponía bastante.

(Algo así caminó, lo siento, quería meter esto)

El Toad caminó hasta la mesa dónde estaba Tirofijo, y se sentó junto a él.

Tirofijo:*Suspira* Hola Comisario T. Detengo.

(Ojo al juego de palabras XD)

T. Detengo: No me vengas con "Holas" sabes por qué estoy aquí.

Tirofijo:¿De qué has venido a amonestarme está vez?

T. Detengo: Creo que ya te lo imaginas, tengo entendido que tu última captura fue liberada.

Tirofijo: Si, me prometió que no delinquiria más y no mintió, yo tengo un instinto especial para la mentira.

T. Detengo: Me da igual,¿¡En qué coño estabas pensando!? No podemos soltar tan alegremente, ¡El verdugo y la horca requieren su ración diaria de sangre!

Tirofijo: No es mi problema, yo me metí a esto para administrar justicia, y si los delincuentes que libero vuelven a cometer crímenes, yo mismo les doy caza, no se escapa ni uno y nunca fallo un disparo.

T. Detengo: Eso me da igual, lo que haces es soltar de nuevo a esos malandrines en las calles.

Tirofijo: Ellos no merecen muerte por un sistema arbitrario de justicia.

T. Detengo:¿A qué te detengo por tus antiguos cargos y te envío directo a la horca?

Ante las palabras del Toad, el Sheriff resopló, se levantó y miró a los ojos con un fuego en la mirada que pocas veces salía.

Tirofijo: No me recuerdes eso, intento olvidar esa época de mi vida cada día de mi vida, hace años que dejé de ser unos proscritos, y deja de manchar la memoria del Sheriff Pingu con tus palabras o si no.....

T. Detengo:¿O si no qué?

Tirofijo:¿Te suena el mito de Ícaro?

T. Detengo:¿Es un mito griego, verdad?

Tirofijo: Ah, veo que tendré que contárselo, ¿No? Verá, Ícaro era el hijo de Dédalo, el constructor del laberinto del Minotauro, que espero que sepas que completó Teseo gracias a la ayuda de la hija del Rey Minos, en la isla de Creta, Grecia.

T. Detengo: Hasta ahí llego, no soy tan ignorante.

Tirofijo: Perfecto, al ver lo ocurrido, que el laberinto se suponía que era sin salida y Teseo escapó y encima dió muerte al Minotauro, Minos castigó a Dédalo encerrandolo en el laberinto que él mismo construyó junto a Ícaro.

T. Detengo:¿Y eso qué tiene que ver con lo que estamos hablando?

Tirofijo:¿Me dejas terminar?

T. Detengo: Bueno, sólo porque tengo tiempo.

Tirofijo: Dédalo no se quedó tranquilo y planeó un método de escape, él creó unas alas mecánicas para poder volar él e Ícaro, a este último Dédalo le avisó de que no volase demasiado alto, Ícaro se confió de más y como todo que vuela demasiado cerca del sol, terminó quemándose y además, cayendo al suelo al romperse las alas.

T. Detengo: No sé para qué me lo has contado si ella está por ahí suelta.

Tirofijo:

T. Detengo:¿Cobras por matar a tu enemiga?

Tirofijo: Lo de matar lo hago gratis.

T. Detengo: Como sea, que no tenga que volver a venir porque has liberado a alguien.

Y tal como vino el Toad, se fue el Toad, dejando a un Tirofijo muy molesto, pero, en cuanto se calmó, el fuego en su mirada se apagó y volvió a su comida.

Más tarde, ese mismo día, los Paratroopas repartieron un nuevo aviso, la delincuente desconocida había atacado en la ciudad vecina.

Tirofijo: Así, pronto vendrá aquí, y muy pronto caerá en mis garras.

Al día siguiente en la ciudad saltaron las alarmas, pues, el Topo Monty encargado del banco había sido secuestrado, fuese quién fuese, no había dejado pistas, de hecho, nadie se dió cuenta hasta que el encargado del depósito de agua, un Lakitu, fue al banco para hacer un depósito de dinero y se dió cuenta de que nisiquiera estaba abierto, Tirofijo se presentó en el acto y abrió la puerta con la llave maestra que poseía.

Tirofijo:¿Lleva el banco todo el día cerrado?

Lakilucius: Eso me temo Sheriff, pero lo desconozco porque el Topo Monty banquero vive ahí dentro y suele abrir desde dentro.

Tirofijo: A lo mejor simplemente se ha quedado dormido*Abre la puerta* Vamos dentro.

Ambos entraron y vieron la escena del crimen, la habitación estaba destrozada con agujeros en el suelo y marcas de zarpas por todo el edificio.

Lakilucius:¿Qué ha pasado aquí?

Tirofijo: Lo desconozco, pero, por como se ve todo esto, el banquero tuvo una pelea.

Lakilucius:¿Quién podría hacerle daño? Si él era el banquero más honesto que conozco.

Tirofijo: Tengo constancia de que él era responsable y un tipo de fiar.

Lakilucius: No le confiaría mi dinero a alguien que no fuese él.

Tirofijo: Pues, está claro que s algún pez gordo del crimen no le gustaba mucho su actitud.

Lakilucius:¿Quién pudo ser?

Tirofijo: La verdad, lo desconozco, pero si conozco a la autora detrás de esto.

Lakilucius:¿Quién?

Tirofijo: Es la planta más sádica que jamás conocí y lo que te puedo decir, es que Champi Meza estará a salvo mientras ella esté cerca.

Mientras tanto, en un lugar oscuro, un Topo Monty vestido con un traje elegante y corbata de cuerdas, llevaba unas gafas sobre sus ojos, vamos, tenía todas las pintas de encargarse de algo importante, ¿Su nombre? Montyel, en fin, el topo estaba profundamente dormido, pero atado como un salchichón y sentado a la fuerza en una incómoda silla, al final, se despertó y miró a sus alrededores.

Montyel:¿D-donde estoy?

La oscuridad es total, sólo es iluminada por una lámpara en el techo que sólo da la luz al banquero, cuando una silueta femenina pasó por delante suyo y....

Era una silueta furtiva, no se le veía bien, el pelo corto le llegaba a lo mucho a los hombros y lo poco que asomaba a la luz y del sombrero era violeta a rayas blancas, del cinturón asomaba una completa colección de cuchillos, de todo tipo, la silueta estaba afilando uno en forma de hoz.

???: Al fin la bella durmiente despierta.

Montyel:¿¡N-no puede ser, qué haces tú aquí!?

???: Estoy en mi casa, ¿Qué tiene de malo?

Montyel: Ah, entonces, reformulo la pregunta, ¿¡Qué hago yo aquí!?

???:¿Acaso un granjero le dice a un cerdo que lo va a matar cuando lo lleva al cobertizo y le mete un tiro?

Montyel:

???: Veo que no captas las indirectas así que, seré franca y te lo diré: Estás aquí para morir.

Montyel:¿Disculpa?

???: Lo dicho, te has buscado varios enemigos poderosos, y yo estoy aquí para dictar sentencia.

Montyel:

???: Ni sueñes con que te lo voy a decir.

Montyel: Disculpe, pero si me van a matar quiero saber el motivo.

???: Esa historia está más que vista, te contaré quién me ha pedido que te mate y sus motivos, lo escribirás a escondidas y el primer madero idiota que encuentre tu cadáver leerá la nota y dará conmigo, si te contara cuántas veces pasaba eso, me podría quedar aquí hasta mañana y eso aplazaría demasiado, ahí arriba son muy impacientes con puercos como tú.

Montyel: Y-yo no sé lo que te hice, p-pero pagasen lo que te pagasen, puedo duplicarlo, o triplicarlo.

???: Yo no hago esto por el dinero, lo hago por amor al arte, adoro ver la cara de los cerdos cuando pasan al otro barrio gracias a mí.

La mente de Montyel:

???: Bueno, ¿Acabemos ya con esto, te parece? Ahora me dirás cómo prefieres morir.

Montyel:¿No hay otra salida?

La silueta se acercó a la luz y mostró un rostro cuya boca estaba tapada con un pañuelo y tenía un ojo cubierto por un parche, el único ojo que se veía brillaba con crueldad y estudiaba al banquero con atención.

Montyel: A-al fin podemos vernos.

???: De poco te va a servir cuando acabe.....¿Y ese ruido?

Montyel:¿Han venido a buscarme?

Entonces algo rompió la puerta gritando....

Para el momento épico hay que poner música épica:

Perfecto, en fin, Sigamos con lo que estaba, ah, sí, quién había pateado la puerta abriéndola de forma brusca desconcertado a ambos era el Sheriff Tirofijo, que había llegado de improviso y apuntaba a la secuestradora con su revólver.

Tirofijo: Después de tantos años, al fin te tengo, ¡Wildstlye, quedas detenida!

La aludida se dió la vuelta y miró con furia al recién llegado.

Wildstlye:¿No podías esperarte unos minutos?

Tirofijo:¿Y dejarte que lo mates y escapar? Ni pensarlo.

Wildstlye: Pensaba sólo matarlo a él, pero pasaste de ser un aguacil de sexta división a ser una verdadera molestia, eres peor que golpearte en el dedo pequeño del pie con la pata de una mesa.

Montyel: Lo he sufrido, y duele horriblemente.

Wildstlye:

Tirofijo: Déjalo en paz, el no merece por una vulgar, demente, rastrera, loca...

(Creo que me pasé '._.)

Montyel:¡Habrase visto!

Wildstlye:*Sarcástica* Ya veo lo mucho que me quiere oficial.

Tirofijo: Corto me he quedado.

Wildstlye: Supongo que, no me queda otra.

En ese momento, Wild le cortó el cuello a Montyel, el cual al recibir el corte empezó a emanar un completo manantial de sangre de su cuello que hizo que el suelo se tiñera de rojo ante la atónita mirada del sheriff, cuya intención era salvar al banquero.

Wildstlye:¿Qué?¿Acaso pensabas que lo ibas a salvar?

Tirofijo:

Mientras el sheriff gritaba ante la situación, Wildstlye reía ante la impotencia de su rival, la risa de la forajida atravesaba los oídos del aguacil como una ráfaga de cuchillos, pero eso no le importaba, esto le trajo varios recuerdos.

(Corten la música y pongan esto:)

Flashback y POV Tirofijo.

Esto me recuerda a cuando aún no era sheriff, propiamente dicho, era ayudante, antes era un bandido bueno para nada, pero él me rescató de esa mala vida, ¿De quién hablo? Evidentemente de la mejor persona o en este caso, el mejor Pingüino que alguna vez haya pisado este mundo, el Sheriff Pingu, recuerdo como si fuese ayer el día que lo conocí, salía de atracar un banco en un pueblo de pingüinos vaqueros, los pingüinos son conocidos por su carácter afable y su poca disposición a luchar, por eso, para un vulgar ladrón como yo era un sitio demasiado fácil para que fuese cierto, como me equivocaba, en ese momento tuve la suerte o mala suerte en ese momento de chocarme con el sheriff mientras salía, es irónico, estaba huyendo con tal de no encontrarme con el Sheriff y me acabo chocando de bruces con él.

En fin, ese momento era un pingüino de plumaje negro y blanco, pese a vivir en el páramo desértico en el que vivimos, el plumaje era inmaculado, como si no tuviese nunca que buscar a los criminales, llevaba en su cabeza un sombrero vaquero con la estrella del sheriff, misma estrella que llevaba en una placa en el pecho, en el cuello llevaba una corbata de cuerdas y su chaqueta era marrón, no llevaba botas, ningún pingüino lo hacía, me había pillado con las manos en os masa.

Sheriff Pingu: Auch, mi pico....

La mente de Tirofijo:

Sheriff Pingu:*Ve el saco de dinero* Oye, ¿Qué haces con eso?

Tirofijo:¿A tí qué te importa?

Sheriff Pingu: La verdad, me importa porque casi me rompo el pico por tú culpa.

Tirofijo: Tampoco me cuentes tu vida, estoy con un asunto importante.

Sheriff Pingu:¿Vienes de robar el banco y estás huyendo antes de que te pille el sheriff?

Tirofijo:¡A tí te lo voy a contar!

En ese momento el sheriff sacó su lazo y lo empezó a girar, él no era muy dado a las armas, prefería dar caza con la soga como si los malhechores fuesen ganado, en ese momento, iluso de mí, pensé que era un objetivo fácil así que desenfundé mi siempre fiable revólver, que tanta sangre había hecho derramar.

Tirofijo:¿Eres tú el Sheriff?

Sheriff Pingu: Sheriff Pingu, me encargo de Barranco Pingüino, y por tu pinta supongo que vienes de Champi Meza o Colinas Yoshi, quiero suponer.

Tirofijo:¿Y desde cuándo te interesa mi vida?

Sheriff Pingu: Porque soy muy curioso.

Tirofijo:

Sheriff Pingu: Bueno, ¡Es la hora del rodeo!

Y comenzó la batalla, en un principio pensé que sería rápido unos tiros al pecho del pingüino con mi excelente puntería y en un

Largarme de ahí como alma que lleva el Diablo, pero, gracias a Dios, el destino me tenía otros planes reservados, porque ese pingüino era endiabladamente rápido, podía esquivar todas mis balas, y eso que en ese momento, no tenía una puntería tan fina como la de ahora, pero tampoco era horrible, pero ese pingüino era rápido, en un visto y no visto me vi atado y encerrado en la Oficina del Sheriff, listo para el regodeo del sheriff.

Sheriff Pingu: A ver....*Revisando una carpeta* Menudo historial tienes colega, no ha habido banco en todo el Estado que no hayas atracado, ¿Se puede saber qué te ocurre?

Tirofijo: Nada, yo sólo busco la pasta.

Sheriff Pingu:¿Otro más por el vil metal? Bien dicen que poderoso caballero es Don Dinero, pero yo creo que estás desperdiciando tu vida.

Tirofijo:¿Y a tí qué te importa mi vida?

Sheriff Pingu: Pues que está siendo desperdiciada.

Tirofijo: Yo ya no tengo salvación, y aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

Sheriff Pingu: Hay una manera, puedes ser mi ayudante.

Tirofijo:¿Disculpa?

Sheriff Pingu: Lo que he dicho, aún te puedes reformar, eres joven, puedes convertirte en mi ayudante y limpiar tus pecados, además, los pingüinos siempre perdonamos.

Tirofijo:

En ese momento, el sheriff abrió la puerta de la celda y me desató, y en lugar de correr como me había dicho mi instinto, le estreché la aleta que me tendía mientras me levantaba y acepté ser su ayudante, ¿Para qué voy a mentir? Fueron los mejores años de mi vida, detenía malechores junto a él y afinaba mis habilidades, fue gracias a él que soy infalible y tengo bien ganado el nombre de Tirofijo, varios años después el sheriff me enseñó algo flipante.

Sheriff Pingu:*Soplando el polvo de un estuche negro* Aquí está, quiero que veas está belleza.

Tirofijo:¿Qué es Sheriff?

El Sheriff Pingu sonrió de forma pícara y abrió el estuche, no me esperaba lo que brillaba eso, cuando mis ojos se acostumbraron pude ver lo que parecía ser una placa, pero en lugar de ser una estrella como la de mi amigo, era una especie de sol, las tres puntas de arriba acaban en un redondel asimilando a una corona, pensé que era imaginaciones mías, pero la placa creo que me guiñó uno de los dos ojos.

Tirofijo:¿Y esto qué es?

Sheriff Pingu: Es la Placa del Sol.

Tirofijo: Que es una placa que parece un sol hasta ahí llego,¿Pero qué tiene de especial?

Sheriff Pingu: Dicen que está placa confiere extraordinarios poderes a quien sea digno de llevarla, al parecer, yo no soy digno porque siempre que me la intento poner, la hija de su madre vuelve escopeteada al estuche.

Tirofijo:¿Por qué me la enseñas? Si tú no lo eres, yo menos.

Sheriff Pingu: No perdemos nada por probar, póntela...

Tirofijo:¿Por qué no me la pones tú?

Pingu: Porque si la agarro se volverá al estuche.

Algo receloso y con miedo, cogí la extraña placa, a pesar de ser metálica, era suave y calentita al tacto como una manta, la sostuve entre mis manos un tiempo esperando que escapase, no lo hizo, al final, me la puse y un subidón de energía me recorrió todo el cuerpo, me sentía mejor que antes, podría derrotar a un ejército entero sólo con mis revólveres.

Sheriff Pingu: Veo que para la placa eres digno.

Tirofijo:¿Tú crees?

Sheriff Pingu:*Riendo* Macho, si la placa ha dejado que te la pongas es porque te ha bendecido con el poder del Sol.

Tirofijo:

Sheriff Pingu: Esa placa otorga a quien la lleva la capacidad de concentrar energía del sol en su cuerpo y usarla a su favor, pero eso sí, el sol es muy vengativo, si descubres que usas su poder para cometer cualquier delito, simplemente puedo decir que Dios se apiade de tí, espero haberte enseñado bien, porque me decepcionará ver que vuelves a cometer crímenes.

Tirofijo: Le prometo que enterraré mi antigua vida en lo más profundo de mi memoria y no volveré a perpetrar ningún robo.

Sheriff Pingu: A partir de ahora eres el Vaquero del Sol.

Pero, nadie me preparó para lo que ocurrió a los pocos meses, luego de enseñarme a usar mis habilidades, me encontré al Sheriff Pingu muerto, con varios cortes y un charco de su propia sangre, aquella escena fue horrible, desde entonces, me mudé de Barranco Pingüino a Champi Meza y me hice el sheriff, pero desde siempre busco a su asesina, y es ella, Wildstlye, la que tengo ahora delante.

Fin del Flashback y narrador omnisciente.

Ante la escena, Tirofijo tuvo que empezar a ir en serio.

Tirofijo:¡No te saldrás con la tuya Wild!

Wildstlye:¿Y tú me lo vas a impedir?*Burlona*

Tirofijo:¡Pronto vas a sentirte como Ícaro!

Wildstlye:¿El del mito ese? No hace falta que me lo cuentes, estuve mientras se lo contabas al Toad ese del bigote, ¿Cómo era su nombre?

Tirofijo: T. Detengo.

Wildstlye: Ya sé qué me piensas detener.

Tirofijo: No, se llama T. Detengo.

Wildstlye:¿T. Detengo?

Tirofijo: No, yo soy el que te detiene.

Wildstlye:¡No!¿Qué si se llama T. Detengo?

Tirofijo: Sí, es el comisario T. Detengo.

Wildstlye: Vale, su nombre es T. Detengo.

Tirofijo: Y yo ahora mismo te detengo.

Wildstlye: Ese es bueno.

Tirofijo: Gracias, pero bueno ¿Qué estoy diciendo?¡Te vas a enterar!

Wildstlye:

En ese momento, el vaquero alzó su placa al sol y gritó.

Tirofijo:¡Brillante!

En ese momento el vaquero empezó a brillar de forma que cegó a su rival que tapó su único ojo con el sombrero.

Wildstlye:¿Vaya, una transformación a última hora?

Al terminar el resplandor, el vaquero había cambiado, el celeste de su piel era más brillante y con algunos tonos dorados, su chaqueta se había vuelto de tonos cuyos patrones recordaban al fuego, mismo fuego que ardía en su mirada, al desenfundar su revólver, se vió una pequeña llamita emanar del cañón.

Sunshine Tirofijo:¡Ya me hiciste ponerme serio!

Wildstlye:¡A bailar!

La batalla empezó y Wildstlye dió la primera estocada dando una rápida puñalada que el sheriff esquivó justo a tiempo, Tirofijo contraatacó con una patada y al final le dió la vuelta a una mesa para usarla de barricada, en ese momento se asomó y disparó tres veces, apareciendo sendas bolas de fuego.

Sunshine Tirofijo:¡A por ella!

Las bolas de fuego ante esto salieron disparadas hacia la bandida, que las esquivó con gran habilidad, en ese momento, sonrió, chasqueó los dedos y un dúo huesudo de Huesitos.

Chiste malo, perdón, en fin, como decía, había aparecido un dúo de Huesitos vestidos con trajes rotos de bandidos.

Huesitos 1: Bienvenido a tu funeral.

Huesitos 2: El día de hoy se extinguirá el sol y aparecerá la Luna.

Wildstlye:¿Te gusta el truquito? Invité a unos amigos muertos a la fiesta.

Tirofijo:¿¡Puedes resucitar a los muertos!?

Wildstlye: Una pequeña habilidad que mis jefes me dieron, muchachos, enseñadle al aguacil como hacemos las cosas en Texas.

El dúo huesudo: Sí señora.

Ambos Koopa esqueletos atacaron al vaquero, que esquivaba sus golpes con una maestría mientras Wild lanzaba varias dagas, la batalla se prolongó bastante, pues no importaba cuántas veces tumbase a los Huesitos, iban apareciendo más y los que tumbaba se recomponian al poco tiempo de caer, haciendo el combate eterno, al final, Tirofijo acabó exhausto, mientras que Wildstlye simplemente meneaba la cabeza con decepción.

Wildstlye: Menudo chasco, y yo pensaba que harías esto más interesante.

Sunshine Tirofijo:¡Todavía no has visto!¡Inferno!

El sheriff giró el tambor de su revólver y apretó el gatillo saliendo una mega llamarada que redució al ejército a cenizas de calcio, vale, ya paro con los chistes de huesos, al caso es que se redujeron a cenizas y sólo quedaron Wildstlye y Tirofijo.

Sunshine Tirofijo:¿Qué te pareció?

Wildstlye: Que eres peor que un dolor de muelas, pero....*Pulsa un interruptor* Tengo prisa ahora mismo, que sepas que está no será la última vez que nos veamos, para la próxima, nos verás otra vez la luz del día, si es que sales de aquí con vida, arrivedercci.

La bandida escapó de la sala por una puerta oculta dejando al Sheriff a dos velas, este desactivó su transformación y olfateó el ambiente.

Tirofijo: Huele a pólvora.... Oh mierda...

La mente de Tirofijo:

El Sheriff escapó a todo correr de la casa, saliendo justo a tiempo antes de que estallase por los aires, pero más que alegrarse por haber escapado, el vaquero lo único que pudo haber fue maldecir su suerte.

Tirofijo:

Y lo único que puedo hacer fue volver con la cola entre las piernas a Champi Meza, dónde se encerró en su oficina, lamentándose por lo ocurrido, y conspirando por venganza, así acabamos por ahora está historia, el Sheriff tiene mucho en que pensar, llegó por un portal a Don Pingu y cía sin su objetivo completar.

Y fin.

Ay, por Dios, al fin acabo con esto, llevo un mes entero con esto en el tintero, y he logrado terminarlo antes de que se me juntara con Halloween, lo cual es un señor Alivio para mí, en fin, antes de irme hay que darle al César lo que es del César, pues el personaje de Wildstlye es de mi amiga AlondraRocha921, que espero que tanto a ella como las otras 5 personas que hayan leído esto les haya gustado, en fin, soy PrimaYoshi 128, y espero veros en una próxima ocasión, ah, sí, me olvidaba, como mañana no subiré nada tengo que poner esto:

Chao👋