T- traicion
Meliodas siempre miraba e intentaba mirar el lado bueno de las cosas.
El apoyaba y alentaba siempre a sus amigos.
No había, (pensaba el), nada que lo perturbara que no haya visto antes, el base a su pasado estaba preparado para lo que se venia.
E ilusamente fue que creyó que como otras veces, saldrían de esta, todos juntos.
Hasta este día.
Merlín le había informado de todo, ahora se dirigía con la rapidez que sus pies le permitían, al lugar donde elizabeth estaba cautiva.
"Estamos cerca, capitán"- la voz de merlín lo hizo voltear a mirarla.
"Cuando estemos cerca, aleja a zeldris y corre lo mas que puedas"- la mujer lo miro por un momento, meliodas tenia la mirada centrada al frente.
"Entendido"- no se necesitaba una gran inteligencia para saber lo que intentaba hacer su capitán, la prioridad era salvar a la princesa.
Cuando a tres metros se distinguió el gran castillo de camelot, merlín tomo mas impulso y se adelanto a meliodas.
"Buena suerte, capitán"- y su parte de la operación fue hecha sin ningún problema, zeldris salio detrás de la bruja, esta vez no se le escaparía.
Meliodas, al verse sin obstáculos, se adentro al castillo, sacaría a elizabeth cuanto antes y solo entonces podría concentrarse en la batalla.
"Es demasiado bueno para ser verdad"- nadie, absolutamente nadie se encontraba ahí, con sus sentidos en alerta, siguió avanzando.
Sus pasos lo llevaron a lo que antes solía ser un jardín.
El pasto estaba un poco salido, los escombros de una fuente se miraban por todos lados y las flores que antes hubieran sido muy bellas estaban pisoteadas por todo el lugar.
Su mirada analizaba cada rincón del lugar, elizabeth podría estar en cualquier rincón y el no se perdonaría el no buscar bien.
"Donde estas, elizabeth"- un pequeño camino de piedras llamo su atención, a lo lejos se podía apreciar lo que parecía ser una pequeña laguna.
No tenia tiempo de sorprenderse, así que con paso apresurado se encamino al lugar, su instinto le decía que elizabeth estaba ahí.
Y no se equivoco.
Apenas ver el color plateado característico del cabello de la princesa, meliodas preparo su voz para llamarla, solo que cuando pudo mirar completamente su silueta..... fue cuando se dio cuenta que no estaba sola.
Estarossa también estaba con ella.
Eso no hubiera sido problema, el sabia que elizabeth había sido llevada sin que sus amigos pudieran hacer algo, era normal que estuviera custodiada por alguien capaz de hacerle frente.
Lo que ahí no encajaba era la sonrisa sincera de estarossa mientras miraba a elizabeth, meliodas muro rápidamente el cuerpo de elizabeth.
Ni un solo rasguño en su piel, nada de ropa rasgada por algún jaloneo o algo parecido, tampoco estaba dentro del castillo en algún lugar donde se mantuviera cautiva.
Ella se veía perfectamente bien.
Todo pensamiento coherente se esfumó de su cabeza, muchas preguntas se le atoraron en la garganta.
Su presencia aun no era notada, así que intento avanzar un par de pasos hacia ellos, pero algo lo detuvo.
La risa de elizabeth, tan delicada y suave hizo que se quedara un poco sorprendido en su lugar.
Por que reía de esa forma?.
Se suponía que estaba cautiva, bajo su voluntad, entonces por que reía como si estuviera con alguien que conociera?.
"Me gusta estar así contigo estarossa"- la voz suave y cálida de elizabeth hizo eco en su cabeza.
Q-que ha... dicho?.
"Eso me alegra elizabeth, a mi también me gusta estar así contigo"- miro como su hermano la acercaba a el por la cintura y ella le sonreía sonrojada.
//que demonios esta pasando..... e-elizabeth, p-por que.... por que le sonríes así.... p-por que te sonrojas!!//.
Sus manos se hicieron puños y por la fuerza al apretarlos sus uñas se enterraron en su piel, pequeñas gotas de sangre escurrieron por sus dedos.
Que era eso que sentía...... que era aquel apretón que sentía en su Corazón a la altura del pecho.
Por que su cuerpo se sentía tan pesado, por que sentía que su sangre hervía. Su mirada bajo al suelo para encontrar un respuesta, y al levantarla de nuevo se encontró con la escena que ni en sus pesadillas imagino presenciar.
Ahí, abrazados y dándose pequeños besos y mimos se encontraba la mujer que amaba con su pequeño hermano.
Bajo un poco la vista, haciendo que su flequillo le tapara un poco la cara.
Por tantos años...... por tanto tiempo pasando por la agonía de ver morir a su amada una y otra y otra vez.
Llorando por su partida, reencontrándose con ella para perderla de nuevo.
Y en ninguna de sus pasadas vidas junto a la misma elizabeth logro presenciar algo tan.... tan.... Desagradable para su vista.
Sin ser consiente de lo que hacia, y manejado por el dolor y la ira que crecía en el, avanzo hasta colocarse detrás de elizabeth.
Ninguno de los dos enamorados se percato de su presencia
Meliodas tenia la mirada obscurecida, su mano dejo de formar un puño y con una horrorosa lentitud la dirigió hacia su espalda, tomando su espada.
Todo paso en cámara lenta para estarossa, quien abrió los ojos un poco continuando con el beso que mantenía con elizabeth, abriéndolos un poco al mirar las intenciones de meliodas.
Elizabeth al no sentir los labios de estarossa moviéndose abrió los ojos, al mirarlo sus labios se movieron para preguntarle que pasaba, pero la mirada que mandaba estarossa a su espalda la hizo voltear con lentitud su rostro.
Inmediatamente vio al causante y como la espada se dirigía a una gran velocidad hacia ella.
"Elizabeth!"- en un rápido movimiento estarossa la atrajo hacia el, pero meliodas fue mas rápido y logró atravesar rápidamente la espalda baja de elizabeth dejando sorprendido a estarossa.
"Nnmg"- el gemido lastimero de elizabeth logro que estarossa actuara rápido, alejándose con ella en brazos de meliodas.
"Maldicion"- estarossa miraba con un poco de pánico como del estómago de su amada salia el liquido vital de su vida en grandes cantidades.
Con sus mano izquierda sobre su herida y abrazándola con el brazo derecho, utilizo su obscuridad para poder cerrar la zona afectada.
Meliodas miraba todo eso con la mirada vacía, avanzó con lentitud hacia ellos, Poniendo en alerta a estarossa.
"Alejate de ella"- su voz sonó mas ronca de lo normal y en un tono bajo que a cualquiera le asustaría, pero no a estarossa.
Sin dejar de perder de vista a meliodas, el siguió tratando de evitar que elizabeth se fuera de su lado.
"No la toques!!"- sus pasos fueron mas rápidos hacia donde el se encontraba, chin una rápida mirada hacia elizabeth, miro como faltaba un poco para cerrar la herida, la respiración un poco agitada de su amada se iba tranquilizando y como sus hermosos ojos no dejaban de mirarlo.
"Tranquila, estoy aquí"- en un suave susurro que solo escucho elizabeth, estarossa le hablaba suavemente y con una sonrisa.
Cuando miro que la herida se cerraba, le dio un beso en su frente y rápidamente la recostó sobre el pasto y la protegió con una manta de neblina obscura mientras el detenía la espada de meliodas que trataba de cortar su cuello.
Un suspiro de puro alivio salio de los labios de estarossa.
Ahora solo tenia que preocuparse por mantener a raya a meliodas, con la neblina obscura que protegía a elizabeth no tenia de que preocuparse, la energía de la princesa no tardaría por regresar.
Meliodas utilizo fuerza para poder aventar a estarossa y hacer que se estrelle en una grande roca que se encontraba a unos metros atrás de ellos.
Al lograrlo miro a elizabeth, quería ir hacia su dirección.
"Yo soy tu oponente"- estarossa llego hasta el y en un rápido movimiento estrello su puño al rostro de meliodas, haciéndolo retroceder unos metros.
El rubio se limpio la sangre que salia de su boca y miro a su pequeño hermano.
Primero acabaría con el, a aquel que le robo lo mas preciado.
Y después...... después haría honor a su nombre de traidor.
Solo que esta vez traicionaría a su Corazon y las promesas que en pasados repitió una y otra vez.
Por que el ya había sufrido demasiado, y se esperaba de todo, menos esto.
Elizabeth tendrá que asumir las consecuencias.
Espero que les guste el cap, disfruten este día con su pareja o amigos, saludos
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