🌤 『 Capítulo 7 』
La mañana transcurría tranquila, el sol se deja intuir traspasando los ventanales del establecimiento, su alrededor se difumina como cuando un miope no lleva las gafas puestas, todo se hace volátil, nacen luces, sombras y colores conforme la mañana avanza, se pinta un cuadro, la imagen perfecta, personas salían al terminar su café, otras entraban para poder ordenar uno, tal vez un postre, quizá esperando a alguien.
A Yoongi le era entretenido observar a cada persona que atendía, gracias a ello podía darse una idea de qué tipo de persona podría ser, tal vez amable, introvertidas, conservadoras, ciclotímicas, astutas, inteligentes, tal vez con una personalidad promedio, de cierto modo aprendía cosas nuevas de los demás.
Limpiaba el mostrador tranquilamente, entonces llevó la mirada hacia su reloj, era raro que el pelirrojo aún no llegara, más aún cuando era realmente, demasiado puntual, no es como si estuviese preocupado, bueno, eso era lo que él quería creer, solo era...raro.
De pronto la campanilla que daba aviso de un nuevo cliente se escuchó y llamó la atención de Min, en la entrada pudo apreciar a la persona en la que hace un momento estaba pensando, pero, algo estaba mal.
—Buenos días—saludo con al misma emoción de todos los días.
Yoongi lo observo con detenimiento, pero no pudo observar su rostro, pues una gorra y un cubrebocas lo ocultaban, aquel chico caminó hasta detrás del mostrador, pero al hacerlo cojeaba un poco, realmente se le veía adolorido, quitó su chamarra y colocó el delantal alrededor de su cintura, para después disponerse a atender la caja registradora.
¿Acaso estaba ignorándolo?
—¿Te encuentras bien?—se atrevió a preguntar tratando de sonar indiferente.
—¿Yo? Estoy increíble—le respondió, más sin embargo al pelinegro le pareció una reacción realmente falsa pero no cuestionó nada más
Solo asintió indeciso y decidió continuar con su trabajo como anteriormente lo hacía.
El tiempo transcurrió lento y tortuoso, la hora de salida estaba por llegar, así que acomodaban para tener listo todo al día siguiente.
—Muy bien chicos, pueden irse a casa, yo me encargaré del resto—interrumpió el dueño de la cafetería
Aquellos solo asintieron para confirmar que habían escuchado, tomaron su abrigo y salieron del lugar topándose con la brisa fresca del anochecer.
Aquel pelirrojo quería acercarse pero algo le impedía hacerlo, y Min Yoongi por alguna razón se sentía atraído.
—Qué descanses Suga—habló Hoseok tranquilo antes de empezar a caminar.
No, no quería que aquel chico se fuera sin decir nada más, tenía muchas preguntas.
¿Por qué caminaba así? ¿Por qué estaba usando aquella gorra y tapabocas? ¿Dónde estaba su moto? ¿Caminaría hasta su casa? ¿Estaba demasiado lejos?
—¿Irás caminado hoy?—se atrevió a decir algo avergonzado haciéndolo detener.
—Si, supongo que no estoy en condiciones de manejar esta noche—respondió seguramente riendo.
Pero eso frustraba a Yoongi porque no podía ver su sonrisa y enserio, tenía una inmensas ganas de obsérvala.
—¿Pasó algo?—preguntó un tanto preocupado
¿Por qué le preocupaba? ¿Qué le estaba pasando?
¿Desde cuando la vida de aquel pelirrojo le interesaba?
—¿Quieres saberlo?—dijo un tanto conmovido.
—Bueno, no es como si me importara—mencionó.
Pero era mentira, le importaba, y le importaba mucho, lo cual le fastidiaba porque no sabía exactamente el porqué.
—Ven conmigo—dijo tomando su muñeca y llevándolo casi a rastras a dónde quiera que se dirigiera, pero no puso resistencia.
Caminaron unas cuantas cuadras, y conforme más avanzaban las calles se volvían poco habitadas, las líneas peatonales eran alumbradas por los semáforos, todo realmente era sereno, aquel ambiente realmente se disfrutaba.
No sé negará el hecho de que en ocasiones aquel pelinegro quiso detenerse, zafarse de aquel agarre, ignorar todo y simplemente ir de vuelta, encerrarse en su casa por el resto de la noche mientras se ahogaba en recuerdos que lo único que hacían era torturarlo más, pero esta vez no, esta vez quería permitirse disfrutar, que alguien guiara su caminar, que viera por el, que fuera sus ojos mínimo por una noche, tal vez unos segundos, con eso bastaba, por un momento quería que el mundo, que su alrededor dejara de importar y así poder enfocarse en una, en una sola persona, así que siguió.
Pudo aterrizar nuevamente cuando noto que se habían detenido y el amarre en su muñeca desapareció, observó con detenimiento caminar al pelirrojo hasta uno de los columpios y tomar asiento.
¿Lo había traído a un parque? ¿Acaso esperaba otra cosa?
Hoseok lo miro y señaló el columpio al lado suyo, indicándole que se sentará de igual manera, aquel pelinegro no reclamó nada, de hecho hizo lo que aquel chico pidió.
De pronto un suspiro abandono el cuerpo de Hope, y sin dudarlo más quito el tapabocas y la gorra que lo hacían parecer sospechoso. Yoongi se mostró desconcertado y absorto al presenciar aquel ojo morado, además de su nariz y labio roto.
—Perdí la pelea de anoche—mencionó con una ligera sonrisa de boca cerrada.
¿Cómo incluso en esta situación podía sonreír? Se preguntaba Min.
—No quería que el jefe lo notara, además no son buenas condiciones para atender a los clientes—continuo—Pudieron haberse espantado, bien pude dejar en mal la cafetería y realmente no quería eso.
—¿Planeas usar esto todos los días?—preguntó meciéndose suavemente.
—Al menos hasta que los golpes sean pasados desapercibidos—mencionó balanceándose divertido.
Aquel chico de negros cabellos no lo podía negar, estaba preocupado, enserio lo estaba.
—¿Te gusta este lugar?—decidió cambiar de tema.
—Es mi lugar favorito en el mundo—se sinceró—Aquí vengó cuando las cosas se ponen difíciles para mi, me ayuda a pensar con claridad, o despejarme, quizá a sincerarme.
—¿Realmente un lugar así te hace ser más sincero contigo mismo?—comentó algo divertido.
—No solo conmigo mismo...—dijo acercándose a Suga con lentitud, estaba muy cerca.
El amor se trata de momentos oportunos, sino dices lo que necesitas en ese momento, no importa si estaban destinados a estar juntos, todo se arruinara, incluso si te arrepientes, será demasiado tarde.
—Me gustas Min—susurró.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro