A veces me dan ganas de ti.
De tus labios carmesí.
De tus palabras dulces con cubierta de chocolate.
De tus tardes en las que me contabas cosas.
De las noches en las que sólo nos mirábamos.
De las apuestas que perdí por haberme enamorado de ti.
Sí, así es. Estoy enamorado de ti.
Vamos, no hagas como si no lo supieras. Tan solo basta con voltear a verme, caray. Creo que quiero cocinarte una última cena. Un último poema. Pero es que no encuentro la receta. Tal vez tú quieras rasguñarme el alma por última vez. Sacarme gotitas de miel por los labios. Hacerme agua la piel.
Tú eres blanco y yo negro.
Cariño, ¿y si nos hacemos gris?
No suena mal después de tantos meses que pasamos en ayuno el uno del otro. Nos merecemos una última cena. Un último platillo estelar: unos besos de caramelo acompañados de papas a la francesa. Nos debemos esa vez que nunca pasó.
Tú eres tú y yo soy yo.
Cariño, ¿y si nos volvemos nosotros?
Recuerda que sé quererte en negritas y amarte en cursiva.
Recuerda que quiero que me fusiles de placer.
Recuerda que eres Slytherin y yo soy Hufflepuff.
Somos el uno para el otro, ¿aún no lo ves?
Somos el mejor shipp de todo el mundo mundial.
Rosiel.
Somos la mejor playlist que exista.
Slythercito.

Cariño, ¿y si nos queremos en MAYÚSCULAS?

Cariño, ¿qué pasaría si siempre tengo ganas de ti?