III
El ataque fue algo que no había esperado, Manuel aun no podía respirar muy bien, si hubiera estado de esa manera mucho más tiempo estaba seguro que hubiera muerto por ahorcamiento. Aun con el dolor de cabeza por la herida, decidió que era mejor escapar aunque afuera hubiera lobos que podrían comerle, o dejarlo en peor condición que ahora, pero la pregunta era donde estaba la salida, sabía dónde estaba su casa u hogar, pero no sabia donde estaba la salida de ese inmenso castillo, con miedo y pasos lentos, llego a la puerta de aquel cuarto muy grande, abrió y miro con cuidado a todos lados, no podía ver nada, es más ni siquiera había salido la luna, quizás ese día había luna llena, por eso no salía.
Camino con lentitud por los pasillos, en algún momento tal vez encontraría la salida de aquel lugar, con sus manos apoyadas en la pared evitando no chocarse con nada y caminando a donde apenas lograba su propia vista visualizar, cada paso se le hacia tortuoso, el dolor en su cabeza aumentaba debía descansar no podía estar caminando por mucho tiempo de esa manera. Aun agarrado de la pared se apoyo y de apoco fue sentándose para poder descansar; sintió el piso, era de madera suave muy fina, con su mano no sentía ni un poco de polvo o suciedad, escuchaba el silencio en plena oscuridad tenía miedo de saber que podría ocurrir.
Miraba arriba oscuridad, a todo esto ¿Qué es lo que era ese niño? Demasiada fuerza además se notaba que no era alguien con mejor físico, se veía demasiado débil, pero cuando tomo su garganta sintió que se lo podía romper, a todo esto, como sabia de su abuelo, o solo era una mera coincidencia de los nombres, pero no había nadie más con el nombre de su abuelo en el pueblo. En tanto silencio, escucho algo, se tensó de nuevo, pero luego fue el sonido de un llanto, alguien estaba llorando, no estaba muy seguro si ir a ver o quedarse ahí, para luego seguir escuchando.
Se quedo ahí un rato mas, en el fondo del pasillo escucho una tormenta, y más aún unos rayos por encima de las nubes, las cuales se notaba al final del pasillo por unas ventanas, notó que el sonido del llanto se estaba opacando con ellas, no se animaba a ir, pero el valor llegó a él, levantándose caminando a paso lento de donde lo había escuchando, paso a paso, se acerco a ese cuarto, y pasando por ahí noto un pasillo grande y al fondo unas escaleras, supo que por ahí quizás era la salida, pero otra cosa estaba el escuchar a alguien llorar, que debía hacer, luego otra vez los ventanales fueron iluminados por segunda vez y junto a ellos el sonido de muchas gotas cayendo, si salía era muy seguro que terminaría peor aun, con eso supo que era mejor quedarse.
Con algo de angustia del saber que pasará, abrió la puerta en silencio, escuchando al que sería el joven llorando miro aun por fuera del cuarto, asomando su cabeza, y observo que estaba en un sillón con un portarretrato en sus brazos y las mangas de este ya húmedos de aquellas lágrimas que se habían escapado; mirando al piso y con los ojos cerrados, tratando de evitar llorar aunque le era en vano hacerlo. Sintió el ambiente frío y triste a diferencia de lo que había pasado ahí por mucho tiempo.
Con valor camino lento y sin ruido acercándose al joven que el cual no se había dado cuenta aun de la presencia del otro, estaba a tres pasos cerca, pero decidió no acercarse más, el chico aun con el portaretrato y cabizbajo hablaba, con ligeros aspiraciones de aire debido a que trataba de calmar sus pulmones — Padre, lo lamento, no puedo, ya paso años, y aún no logro controlarlo — su voz entrecortada se hacia notar, aquel sentimiento de no saber que hacer estaba ahí.
Para Manuel era ver a un simple niño llorando, sin padres y sin nadie, y por la manera en cómo hablaba se notaba que no habia aun aceptado la muerte de sus padres, o quizas no sabia como superarlo, quien sabe por cuantas cosas paso un niño de no más de 17 años, tantos años en soledad, recordó cuando por fin decidió irse de la casa de sus padres, que según ellos, lo que hacia estaba mal, había dejado a su familia por el hecho de que le habían comprometido con una mujer que no conocía para nada, y que cuando cumpliera los 18 debía de casarse, pero solo se escapo de ahí, justo cuando lo cumplio, odiaba esa tradición de su familia y de todas las familias, tuvo que sobrevivir como pudo. Y hasta la fecha, de las dos mujeres con la que casi se pudo casar ya estaban comprometidas con alguien desde que nacieron.
Miro al niño que con sus mangas de su camisa se limpiaba sus lagrimas, y luego miraba arriba, para darse cuenta que él estaba ahí parado, el menor no sabia como reaccionar es más el portaretrato lo oculto mas, como evitando que vea su contenido, con una mirada en el piso y hablo — Lo lamento, por lo que tuviste que pasar — fue lo que respondió para luego ver al otro, se notaba en su rostro lo arrepentido que estaba por su propio comportamiento — Te confundí con alguien, al cual te pareces — fueron sus palabras, para luego dejar el portaretrato, el cual mas bien tenia en su contenido un pequeño dibujo de su padre, era como si cada miembro de su familia tuviera una, miro a la repisa, y en efecto, había cuatro dibujos, uno era la mujer que era la madre del joven, y había un cuarto dibujo que parecía un chico mayor, miro al chico este no se parecía al del dibujo no era el joven, mas bien parecia otra persona, el menor noto eso y se fijo en el rostro de este, el cual miro al dibujo al cual estaba enfocado, para luego decir — Él es mi medio hermano, era hijo legitimo de mi padre, hasta que lo... — Se callo, no sabía si eso era bueno de contar.
Por otro lado el mayor observo al pequeño, que parecía no querer hablar sobre ese tema, no sabia si debia o no preguntar mas, el joven tuvo un hermano mayor, un padre, una madre, tuvo mayordomos, sirvientas, y quizás hasta una mano derecha de su padre, pero ahora parecía que vivía en la más absoluta soledad, así que con cuidado pregunto, tratando de no sonar frío o de la manera que veía que el chico no le agradaba — Dime, ¿quiénes eran tu familia?, yo en toda mi vida nunca supe de la existencia de ustedes. — el menor permaneció callado, y observo de nuevo los ojos del mayor, como si estos se pudieran ver con claridad, mientras cada que los rayos eran notados el cuarto era iluminado, bajo la cabeza.
Pensando en como hablar sobre esto — Yo sé que la mayoría a los que han venido aquí, han terminado con decirme que estoy un poco loco ante lo que les cuento — algo dentro de él le decía que esta vez estaba bien contarle, de todas formas ya lo habia hecho otras veces, suspiro y siguió — Mi padre y mi medio hermano, eran Vampiros, y no esas leyendas tan falsas y cuentos horribles sobre ellos, aunque creo que las generaciones pasaron y se olvidaron que aquí vivían esos hombres extraños, como ellos lo llamaban decir — Recordó aquellas palabras las cuales su hermano mayor le decía, antes de que las tragedias ocurrieron, sintió otra vez la tristeza apoderarse de él – Mi padre después de que su primera mujer muriera a manos de unos hombres estupidos, ellos — dijo hablando de su hermano y su padre — Escaparon a estos lugares, para poder probar de nuevo su suerte, y lo hicieron, tenían todos los años de su vida para lograrlo, construyeron este castillo de apoco, los del pueblo de aquella época los amaban, eran amables, y nadie le decía a los extranjeros que venían que ellos eran vampiros, mi padre logró una fama, en el cual no fue hace mucho que me entere, aunque supongo que esa mujer ya debe estar a tu edad o mayor,— Le dijo, como si una persona hablo de esa fama antigua — pero decía que él logró enamorarse de una mujer común con la cual logró tomar nupcias, al punto en el cual yo nací — Dijo, mientras miraba sus manos, como pensando lo que ocurría — Pero yo no soy un vampiro en si, yo cuando nací, se dieron cuenta que no envejecía a la velocidad de los mortales, pero tampoco era alguien inmortal — miro el dibujo de su hermano — Recuerdo que mi hermano me dijo, que no importa que yo envejeciera con rapidez a diferencia de él, que yo aún así seguiría siendo su hermanito querido y menor, me protegeria y me cuidaria. — Unas lagrimas salieron de sus ojos traicioneras — Pero no todo fue felicidad, ya que había hombres celosos y envidiosos que hablan que existian aun vampiros viviendo y una bruja con ellos — Dijo, refiriéndose a su madre como si ella con solo el mero hecho de casarse con amor por un vampiro, ya la hacía automáticamente una bruja, suspiro para aguantar mas las lagrimas — Fue entonces donde, varias personas de quien sabe donde aparecieron, en la puerta del castillo, matando a todo aquel que se interpusiera en su camino, también a las personas del pueblo, mi padre como pudo trato de protegerme a mi, a mi madre porque eramos los mas indefensos, pero por tratar de proteger a mi madre murió en sus brazos — Dijo recordando la viva imagen que vio delante sus ojos — Mi madre, dolida por la muerte de mi padre, trato de hacer algo, pero tampoco pudo, mi hermano me llevo cargando mientras corría de aquellas personas, yo no podía dejar de llorar, nada podía hacer, tampoco se me había manifestado algo que me diga que seria un vampiro o no — Sus lágrimas ya caían sin poder resistirse, su garganta se secaba, Manuel no sabia que hacer, poco o nada podía — Mi hermano corrió como pudo al pueblo, por el miedo la gente no dejaban entrar a mi hermano y a mi, estabamos desesperados, a lo que mi hermano tuvo que correr lo más rápido posible, hasta llegar a las casas de donde nuestros sirvientes estaban, logramos llegar, pero mi hermano me dijo que él no se quedaria, a lo que nuestros sirviente juraron lealtad, diciendo que me protegería, y esperaban que mi hermano volviera asalvo, lo ultimo que recuerdo de él fue un beso en la frente, para luego salir escuchar que llamaba la atención de esas personas y la multitud le perseguía a él, nunca más volví a ver a mi hermano, y a mi me creyeron muerto, y solo me quede con los mayordomos y sirvientes de mi familia, los cuales vi morir mientras que yo solo observaba, que no podia hacer nada, la edad afecta mucho a los mortales. — El silencio se escucho, y menor no hablo nada mas.
Manuel se quedó ahí, procesando aquella larga informacion, hasta la fecha solo sabía que los vampiros solo eran mero cuento para asustar niños, para evitar que estos no se queden despiertos en las noches y no salgan afuera, pero ahora que lo pensaba, nadie en el pueblo parecía recordar alguna historia tan antigua como esa, su atrevimiento le hizo preguntar. — ¿Hace cuanto tiempo paso eso? — miro al menor, este se limpio los ojos, ya no queria llorar, y morir por deshidratación.
Miro al mayor y dijo — Fue hace, más de trescientos años atrás — Le respondió, y miró de nuevo al vacío de la oscuridad como tratando de olvidar algo, Manuel por su parte, solo se quedo pensando ante eso, tantos años paso, pero entonces cuantos años tenia el niño o no tan niño, a todo esto, ¿debía creerle ese cuento?, vio como el joven se paró y dijo — Esa mirada no me la dediques, no quiero escuchar estupidez de mortales, después de contar algo que pocas veces podré hablar alguna vez más en mi vida — Suspiro cansado, necesitaba dormir y reponer su propia energía — Ya te pedí disculpa, y también disculpa por asustarte en el bosque, sólo, pensé que eras alguien quien, me desagrado su presencia cuando lo vi.
Vio al chico yéndose de ahí, a lo que Manuel hablo — No puedo creerlo, pero te preguntaré ¿porqué conoces el nombre de mi abuela y abuelo? – Le dijo, antes de que se vaya del cuarto, el Joven se dió la vuelta, y se acercó de nuevo al mayor aunque siempre miraba para arriba, por su apariencia joven casi nada había podido crecer de tamaño, aunque tal vez esta ya era culpa genética, tenia casi la misma altura de su propia madre humana que le trató con tanta ternura y cariño.
Le miro a los ojos y dijo — No sabía que era tu abuela, eso explica porque te pareces al bastardo el cual odio — Suspiro para luego terminar de hablar — Ella alguna vez fue mi interes, a mi me gustaba ella, en aquellos años, y si hoy estuviera viva seguro reconocería quien soy yo — Fueron las palabras con las cuales termino de hablar, no sabía nada de ella desde aquel entonces, para luego decir — El estupido de tu abuelo lo odie con toda mi alma. — Termino de decir para luego irse, pero desde los pasillos gritó — ¡Y es mejor que te quedes a dormir en ese cuarto o te perderás con facilidad en la casa! — Terminó decir al fin.
Manuel supo varias cosas, y demasiadas, con eso de que su abuela fue la primera o quizás también seguía esa "reliquia" familiar de casarse porque te comprometieron cuando apenas naciste, pero quizás ahora sabia muy lo que decía su abuela cuando él era un niño, "No dejes que te casen por interés, por mentiras o por el simple hecho de que ya estas marcado por la familia, ve y busca el amor, no hagas lo que yo hice", aquella anciana, parecía que todos los días esperaba a alguien o que alguien llegase, como si de alguien a quien dejo ir por solo culpa de su familia no le dejaran ser feliz.
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