Ocho años jugando este juego y jamás se me había ocurrido shipear a este par. Hasta que llegaste vos, __nakiri y me mostraste un nuevo mundo de posibilidades. ♡

Sobre el oc en sí, es durante cdmu, pero hay recuerdos de por medio que se verán así. Disfruten.

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El primer tono lo descoloca.

Lysandro suele tardar en contestar el teléfono, a veces por la falta de señal o porque en general tiende a perderlo en los confines de la granja. Una vez, una vaca tiró el poste que le daba internet a todo el pueblo y estuvo una semana incomunicado. Pero hoy, Castiel desea que ninguna de estas cosas suceda.

El segundo tono lo hace reflexionar.

Castiel no se considera alguien despistado en ningún aspecto de su vida, eso se lo deja al albino y su memoria a corto plazo. Pero cuatro años es lo que ha tardado en darse cuenta de ello. O quizás no es así, quizás está confundido, ha pasado tanto tiempo ya.

Hace cuatro años, para ser exactos, que terminaron el instituto y tomaron rumbos completamente diferentes.

El tercer tono le recuerda que es probable que Lysandro esté durmiendo y el cuarto le advierte que sería mejor si cortara, que son solo ideas suyas, que su mejor amigo de casi toda la vida no podría...

—¿Castiel? No esperaba un llamado tuyo a estas horas. ¿Cómo te encuentras?

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—Anoche, experimentando, escribí una nueva letra —la voz de Lysandro suena diferente, por cansancio tal vez, dubitativo—. Y creo que eres el único que puede darle una melodía.

Son las seis de la tarde, hoy han pasado al menos ocho horas encerrados dentro del instituto, rodeados de gente "no tan grata de ver". Ahora, cuando los pasillos están casi vacíos y afuera se oscurece, ambos se encuentran solos en el sótano de la escuela.

En ese momento, Castiel no piensa ni en el tono de voz del albino ni en el tiempo que ha demorado en mencionarle la idea. Él solo reafirma el agarré de su preciada guitarra roja y dice:

—Cántamela.

-

—¿Castiel, estás ahí? ¿Me escuchas, o esto está fallando otra vez?

Lysandro repite, ligeramente exaltado. Es probable que esté cansado de los problemas de conectividad. El pelirrojo, en cambio, se ha quedado congelado al escuchar hablar a su amigo.

—Sí, sí. Hola, Lys —reacciona, finalmente.

Un suspiro largo se oye, más relajado.

—Qué bueno. ¿Y a qué se debe tu llamado?

—No es nada urgente, en realidad.

—Para no serlo, me estás llamando a las once de la noche... ¿Puedes ir al grano?

—Ah, sí- —Niega con la cabeza, tratando de organizar sus ideas. Decide sentarse sobre el colchón de su cama, ¿ha estado parado frente a la pared todo este tiempo?—. Sí, disculpa, es que estaba pensando.

—¿Pensando? ¿Pensando en qué, en mí? —Castiel se sonroja ligeramente y abre los ojos con sorpresa. Antes de poder responder, Lysandro continúa—. ¿Vendrás a visitar la granja pronto?

Claro.

—Sí, es posible que sí, antes de irme otra vez de gira quisiera... ¿Estás acostado ya?

—Sí, pero no tenía sueño, así que estaba leyendo y no noté el paso de las horas —comenta y hace una pausa—. Qué raro, que llames solo por eso. Generalmente, te apareces por aquí sin previo aviso, a tu...

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—... antojo, me haces y deshaces.
entre idas y vueltas, y la multitud de gente,
me pregunto, si me prefieres...

La voz de Lysandro, ronca y melodiosa, complace sus oídos. Está tan encantado con ella, hipnotizado por la letra, que Castiel olvida acompañarlo con la guitarra.

Una sensación extraña invade al pelirrojo, desde el comienzo hasta el final. La letra habla de lo que parece ser un desamor, es algo romántica y melancólica, con tintes rojizos y blanquecinos. Es apasionante y reflexivo, como Lysandro entona cada palabra.

Castiel se siente interpelado, puede que por todo lo que pasó en su ruptura con Debrah o porque conoce del amor prohibido del albino. En el fondo, sabe que ambas opciones están erradas, pero no se corrige tampoco.

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—En realidad, bueno, estaba revisando algunas libretas viejas, ¿sabes? Las que usábamos en el instituto, bueno, la verde que usabas y dejaste conmigo —"la que, por alguna razón, le arrancaste varias hojas y borraste varias otras antes de dármela", desearía acotar; aunque solo le generaría un disgusto a su amigo.

—Oh, sí, lo recuerdo.

—Y una de las canciones me llamó especialmente la atención.

Castiel escucha como los resortes del colchón crujen del otro lado, como si Lysandro se hubiera sentado para comprender mejor a dónde quiere llegar.

—¿Creo entender que estás sin inspiración? Sabes que esas letras las podés usar sin probl-

—¡No! O sea, sí, estoy sin inspiración, por eso estaba buscando(te) algo.

—No estoy entendiendo el motivo de tu llamado, entonces. Y ya deberíamos dormir, al menos yo —dice. A otra persona le parecería que está molesto, Castiel sabe que es con habitual seriedad.

—¿"A tu antojo, me haces y me deshaces", "tendrías ojos solo para mí, si te lo pido lentamente"? ¿La recuerdas, recuerdas la letra? —habla, desesperado. Lysandro se queda en silencio unos segundos. Luego, responde un simple "ajá"—. Solía gustarme mucho esa canción, te pedí que (me) la cantes varias veces, pero nunca la usé con Crowstorm, porque solo me gusta cuando la cantas vos.

—¿Gracias?

—Lysandro, de casualidad, ¿esto lo escribiste para mí? ¿Te sentías así conmigo?

.

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.

Un silencio profundo los invade.

Castiel se tira para atrás, rebotando en el colchón, y tapa su sonrosada cara. Está avergonzado, mas nunca aleja el celular de la oreja, esperando respuestas.

—... ¿Por qué lo dices?

—Porque la manera en que me mirabas con dolor, la forma en la que cantabas, sonaba diferente a lo usual. En ese entonces no lo noté, ahora te conozco lo suficiente para decirlo… Y no recuerdo que conocieras a ninguna pelirroja, bah, a menos que Iris haya mechado tu corazón.

Lysandro ríe sin gracia, Castiel puede adivinar que está negando con la cabeza.

—¿Era solo eso? Me voy a... Me voy a dormir.

—Lys, esper-

—Espero tu visita mañana por la tarde. Descansa.

Deja de haber ruido del otro lado de la línea. Castiel suspira, agotado mentalmente por este intercambio. Maldito seas. Sonríe, aunque no las necesite, ya tiene una excusa para manejar cuatro horas e ir a darle una larga visita a Lysandro.

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