— Ya te dije que no quiero ir, nada de lo que digas me hará cambiar de opinión— repuso Alice molesta.

— Venga Al será divertido, hace mucho no salimos— insistí.

— Em, hace mucho no salimos pero no estoy de humor y además la última vez que te pedí ir a algún sitio te negaste—.

— Había quedado con Joe y su familia— chillé.

— Como sea, no saldré. Qué se diviertan—.

Lo siguiente que escuché fue el sonido que indicaba que la llamada había finalizado.

— Me colgó— miré a Alex atónita.

— Menuda discusión y por semejante tontería. Creo que lo mejor era eso— me dijo con voz cansada.

Lancé el móvil a la cama y tomé asiento junto a mi amigo.

— Alex no sé que hacer, es una pelea tras otra. No me toma en cuenta a la hora de hacer planes y cuando yo intento hacerlo siempre me evade— confesé con voz triste.

— Emily amore, Alice siempre ha sido difícil lo sabes. Está un poco abrumada con esto de tu relación y creo que no sabe cómo afrontarlo, tal vez se le pase dale tiempo— me pasó una mano por el pelo dándome una caricia tranquilizadora.

— ¿Tiempo?— repetí irónica. —  Que más tiempo Alex, llevo saliendo con Joe un mes y mi relación con mi mejor amiga se ha ido al traste. Me cansé, si quiere buscarme sabe dónde encontrarme, no seré yo siempre la que intente arreglar lo que no jodió y no se que coño le pasa a Alice con Joe y conmigo pero tampoco quiero saberlo— espeté con rabia.

— Emily relájate, no tomes una decisión con la cabeza caliente luego te arrepentirás de todo lo que has dicho, lo sé. Mira hablaré con ella ¿vale?— intentó en vano calmarme.

— Bien hazlo si quieres, y espero que tengas suerte—.

Mi mejor amiga, la que consideraba como una hermana se estaba alejando de mi sin darme una explicación y me dolía, me dolía mucho. Había intentado entenderla, darle tiempo, pero nada parecía hacerla entrar en razón así que mi orgullo habló más alto y cometí quizás uno de los peores errores que podía cometer: me rendí, dejé de insistir y de buscarla, aunque me doliera el alma tendría que ser ella la que viniera a mí cuando se sintiera lista para hablar de lo que sucedía.

Alex se fue casi al anochecer y yo me quedé en mi cama luchando con las lágrimas y los pensamientos, recordando todo lo bonito que habíamos vivido Alice y yo y que ahora tenía miedo de que que quedaran solo como recuerdos del pasado.
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A la mañana siguiente desperté algo aturdida, bajé a desayunar y evité tocar el tema con mamá, no quería revolver más la mierda.

— Buen día cielo, ¿pasa algo que yo deba saber?, traes una cara— preguntó mamá.

— Buen día mamá, y no pasa nada por favor evitemos ese tema, sí, hablaré luego contigo—

— Está bien, cuando estés lista puedes hablar conmigo— me sonrió. — ¿ Y tienes algún plan para hoy?—

— Pues si de echo cuando termine voy a casa de Joe, pasaremos el día juntos porque sus padres no estarán— dije sacudiendome las manos en los vaqueros.

— Oh vaya que bien, supongo—

— Pues sí y ¿dónde anda el renacuajo?— pregunté.

— Dormido pues, donde más— ambas reímos.

Terminé de desayunar y salí rumbo a casa de mi novio. Sus padres estarían fuera hasta tarde en la noche así que veríamos películas y pasaríamos el tiempo. Llegué y toqué la puerta y me recibió esa encantadora sonrisa y ese brillo en los ojos del chico del que estaba perdidamente enamorada.

— Hola mi amor, estaba ansioso de que vinieras— sonrió y me besó.

— Yo también deseaba mucho llegar ya— sonreí y volví a besarle.

Me tomó de la mano y entramos dentro. Vimos algunas películas y luego pasamos a la cocina para hacer algo de almuerzo.

— ¿Te apetece unos sándwiches amor?— preguntó.

— Lo que quieras está bien cariño, siempre y cuando no quemes la cocina— reí.

— Muy graciosa. Prepárate para comer los mejores sándwiches de tu vida—.

— No lo dudo—.

Luego de almorzar ambos subimos a su habitación para recostarnos un rato. Me sentía nerviosa, era la primera vez que subía a su habitación. Era espaciosa,ni muy grande ni muy chica, toda pintada de azul, incluso las sábanas hacían juego. Una mesa con el portátil ocupaba la esquina izquierda mientras que la derecha estaba ocupada solo por un montón de zapatos. Algunos póster de futbolistas e imágenes relacionadas con el fútbol adornaban las paredes.

— Entra amor, esta habitación es tanto tuya como mía— me agarró de la mano y entré.

— Es bonita— dije girando sobre mi eje para poder ver cada rincón.

— Ponte cómoda, pondré algo de música si no te importa— me miró por encima del hombro mientras encendía el ordenador.

— No claro que no—

Joe puso una playlist que parecía ser música romántica por los primeros acordes que salieron de los altavoces. Yo me quité mis zapatillas y las dejé al pie de la cama en tanto Joe se acomodaba a mi lado.

— Nunca pensé que te gustara ese tipo de música— indiqué.

— No es mi favorita sí, pero no está mal— dijo acariciándome el cabello.
— Amor he discutido con Alice, otra ves— dije acomodándome de lado para mirarle.

— ¿Qué fue está vez—?

— Lo de siempre, la invite a ir con nosotros mañana a la fiesta de Patrick y se negó rotundamente. Encima me echa en cara que la última vez la que no quiso salir fui yo— le conté.

— Amor no conozco mucho a Alice pero he visto que tiene un carácter fuerte, dale tiempo seguro se le pasará, al final es tu amiga—

— Todos insisten en que tengo que darle tiempo pero me cansé, si eso es lo que necesita que me busque cuando quiera y por favor cambiemos de tema sí— le pedí con expresión suplicante.

— Vale— sonrió.

Me miró con intensidad mientras acariciaba mi cabello y mi rostro, sus ojos recorrieron cada parte de mi cuerpo dejando un calor abrasador a su paso y deteniéndose en mis labios.

— Eres tan hermosa Emily, pensé que jamás encontraría a alguien como tú—

— ¿Cómo yo?— pregunté curiosa.

— Alguien que me hiciera sentir lo que siento contigo. Nunca me había sentido así, como si mi vida dependiera del aire que respiras, como si tus besos fueran mi oxígeno y tu piel, mi hogar— me acarició el labio inferior con el pulgar.

— Yo tampoco pensé jamás que podría llegar a sentir esto por nadie, tengo miedo porque es algo que crece cada día más. Solo contigo me siento como en casa, mientras tú estás nada más importa— sonreí y lo besé.

Joe me devolvió el beso, fue intenso, ansioso. Con cada movimiento de nuestros labios quedaba claro cuánto nos deseábamos. Joe se puso encima de mí mientras que abría mis piernas para darle más espacio. Comenzó a acariciarme y yo comencé a olvidarme del mundo, solo éramos él y yo y la marea de sensaciones que causaban sus manos en mi cuerpo y su boca en la mía, quería que fuera él y ya estaba lista.

— Joe, amor— dije con la respiración entrecortada separándome unos centímetros de sus labios. — Estoy lista—.

Sus ojos se encendieron de deseo, pero una chispa de preocupación se abrió paso en su densidad.

— ¿Es-estás segura amor?— preguntó agitado.

— Nunca he estado tan segura de algo en mi vida, Te Amo y quiero que me hagas tuya y que tú seas mío. Hazme el amor Joe— susurré contra sus labios.

— Dios Santo Emily, Te Amo, te amo como no te imaginas, te haré mía pero quiero que sepas que antes de esto ya era tuyo, lo fui desde el día que te conocí— susurró y luego me besó, reclamó mis labios con anhelo, con el deseo de alguien que siente con tanta intensidad que no es suficiente las palabras o los echos porque sus sentimientos van más lejos que se eso, son tan fuertes que queman y logran incendiar consigo todo a su alrededor.

Hola mis amores!!!!

Menudo capítulo 🥵. Empieza fuerte y termina más fuerte aún jajajaj. Quiero que sepan que este capítulo fue muy especial para mí,no se imaginan lo que disfruté escribiendo cada línea, lo que sentía con cada palabra, terminé muy sensible 🤧. Espero que tanto como a mí también ustedes lo amén, déjenme saber qué opinan en los comentarios, amo leerlos y también regalenme esas lindas estrellitas que me hacen feliz. Besitossssss 😘

PD: A partir de aquí todo sucederá un poco rápido espero no se me pierdan jjj y abrochénse los cinturones que se vienen emociones fuertes 😈

                        Atte: Mily❤️