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Capítulo 9

Martín

Me despierto con la sensación de haber dormido con Georgina. Conozco esa sensación a la perfección, llevo ocho meses sintiéndola. Pero no con Georgina. Con ella ha sido la primera vez. Las anteriores, tenía la sensación de que era Sofía la que me acompañaba.

Sofía es mi mujer. La conocí en la Academia de Policía Nacional. Llegué a Madrid en 2013, tras trabajar como detective en una aseguradora en Valladolid durante dos años. Cuando decidí que quería ser policía, me trasladé a Madrid sin conocer a nadie. Ella fue amable conmigo, era una de las profesoras de preparación para psicotécnicos.

Dediqué unos meses simplemente a prepararme, pero acabé saturado. Así que me permití una noche de ocio, y descubrí un club de intercambio de parejas cerca de donde vivía. No era al primero que acudía; en Burgos, una compañera de piso me había hecho descubrir aquel mundo tan tabú para muchos y tan placentero para otros.

Allí me encontré a Sofía. En ese entonces ella tenía una especie de Amo, con el cual decidió cortar después de algunos encuentros sexuales conmigo. Me propuso un contrato BDSM, pero aunque me gusta mandar y dominar, no soy de esos. Le ofrecí algo distinto, cosa que aceptó por sus ganas de estar conmigo.

Se enamoró de inmediato.

Lo mío fue distinto.

Me gustó aquella forma de vida, y la hice propia. Viajes, fiestas, sexo, alcohol. Conocimos a Elba y Pedro, y nos hicimos íntimos. Muy íntimos, claro. A Adrián y Bianca les enseñé yo. Nos hicimos tan amigos en la academia, que le comenté lo que Sofía y yo hacíamos algunas noches. Pronto sintieron mucha curiosidad, y se unieron.

Desde entonces fue mucho mejor. A veces ni nos hacía falta visitar clubes, quedábamos los seis y tras cenar, ver alguna película o jugar, nos follábamos a las parejas de los otros.

Todo fue perfecto hasta que Sofía entró en coma... por mi culpa.

Me ducho para quitarme a Georgina de la cabeza. Sé que Sofía me permitiría un desliz, follarme a otra. Pero no le gustaría que me viera seguido con ella, ni mucho menos que involucrara sentimientos. Aunque nuestra relación fuera abierta, teníamos ciertas normas, sobre todo tras casarnos. Y esas eran que la otra parte de la relación siempre tenía que estar delante del acto sexual. No podíamos hacerlo en solitario, y muchos menos a escondidas. Y, obviamente, nada de sentimientos.

Así que, con mucho esfuerzo, decido que todo con Georgina ha acabado.

Los siguientes días me vuelvo a centrar en el trabajo. Mi vida se vuelve a tornar asfixiante y aburrida. Georgina no se intenta comunicar conmigo, creo que es muy orgullosa para hacerlo, está esperando que yo de el primer paso. Por un lado lo agradezco, así me pone las cosas más fáciles. Pero por otro no puedo dejar de meterme en su perfil de Instagram, esperando alguna indirecta. La tía ni si quiera se ha dignado a seguirme.

El viernes por la tarde llega aquel mensaje que quería recibir, pero no. Lo sé; soy un lío. Ya te acostumbrarás.

@zuzugina

eeey ponemultas, sigues vivo? o alguien ya ha hecho el tremendo favor de matarte por multar??

Me río..., cómo no voy a hacerlo. Me gusta su forma de ser. Nunca había conocido a una mujer tan vivaracha. Siempre me he rodeado de mujeres con tendencia a ser bastante sumisas. Será que es eso lo que me llama tanto la atención de ella, porque por muy guapa, sexy y espectacular que me parezca, no es mi tipo.

Aunque en esta semana me he dicho mil veces que en el hipotético caso de tener señales de Georgina no le voy a contestar, sucumbo. No puedo contenerme ni resistirme. Comienzo a teclear, no sé muy bien qué decirle para que no me deje de contestar, estoy seguro de que es muy dada a eso.

@astrapolicia

Contigo he llegado al cupo del mes ;)

Su respuesta no tarda en llegar. Me pongo de tan buen humor, que hasta le permito a Kimbo que se tumbe encima de mí.

@zuzugina

para multarme tendrás q verme, noo??

quizá si nos vemos esta noche puedes ganarte algún incentivo por ser el mejor ponemultas de Madrid ;)

Quiere verme, y yo como si fuera un adolescente gilipollas, me pongo a temblar. Tengo que ser fuerte... he estado repitiéndome a cada minuto que no le podía hablar, que no podía continuar con aquello. No está bien. No está bien. No está bien.

@astrapolicia

¿En el bar frente a la biblioteca a las 21:00 te parece buen lugar para que te multen?

Cuando voy a enviárselo, me entra una llamada. Joder. Se trata de Isabel, la madre de Sofía.

—Dime, Isa.

—Martín, Martín... tienes que venir al hospital. Sofía...

—¿Al hospital? ¿Qué haces en Madrid?

Sofía es de Pedraza, y tanto sus padres como sus dos hermanas viven allí. Vienen de vez en cuando a visitarla al hospital, pero siempre me avisan.

—¡Qué más da, Martín! Escúchame, Sofía, Sofía se ha movido. Corre, ven, por favor, ven.

No estoy muy seguro de que sea verdad, pero decido ir. Estoy casi seguro de que ha cogido un autobús y se ha venido sola. Desde que Sofía está en coma su madre entró en depresión y está en medicación.

Lo tomo como una señal, y borro el mensaje que le iba a mandar a Georgina y no le contesto. Es mejor así.

Me calzo y me dirijo al coche. Conduzco hasta el hospital en el que está Sofía, y aparco cerca. Llego hasta la planta donde está, y entro a la habitación. Está solo su madre, como me imaginaba, con una enfermera.

—Le juro que se ha... mira, ahí está mi yerno —habla Isabel. Se acerca a mí y la agarro de los hombros con cariño—. Sofía se ha movido.

—La doctora no tarda en llegar —dice la enfermera.

Sale de la habitación, y nos acercamos a Sofía, que está durmiendo en la cama. Verla siempre me da mucha tristeza, y culpa. Isabel la coge de la mano y la besa.

—Ha movido esta mano —me cuenta.

La doctora llega, se presenta y revisa a Sofía. Como era de esperar, nos dice que se encuentra igual. Nos comenta que el movimiento ha podido ser un espasmo, o producto de las ganas que tiene Isabel de recibir algún estímulo por parte de su hija.

Voy a la cafetería del hospital con ella para que se tome una tila, en lo que esperamos que Bosco, su marido, venga por ella. Cuando llega, cruzo un par de palabras con ellos y se van. Antes de salir del hospital, me cruzo con el médico que se hace cargo de Sofía.

—Es improbable que su mujer despierte —me dice—. A partir del año, las posibilidades decrecen considerablemente. Ella lleva casi nueve meses, sin ningún estímulo comprobable.

No dejo de darle vueltas a esas palabras los días que van después.

Sofía no va a despertar. Llevo ocho meses sufriendo y esperando algo que nunca va a ocurrir. ¿En serio quiero resumir mi existencia a ello? Sé que estando ella en esa cama, nunca seré completamente feliz, ni podré amar de nuevo. Pero puedo intentar levantar cabeza.

Así que, tras darle muchas vueltas, el martes siguiente le hablo a Georgina.

@astrapolicia

He estado ocupado estos días, ya sabes, poniendo multas y eso. ¿Todavía estás dispuesta a que te ponga otra?

Y comienzo a esperar deseoso su respuesta en los ratos libres en la comisaría.

Georgina

Ya llevo dos días de nuevo en el trabajo. La verdad es que me gusta estar aquí, no es algo duro para mí. Lo peor es madrugar, pero prefiero trabajar por la mañana que por la tarde. El martes, antes de irme, me viene un camión con productos de cosmética de la marca con la que colaboro. Meto las cajas en el almacén y me regalan una para mí para que los pruebe.

Además, no voy a mi piso sola. Mi hermana me ha dicho que me tengo que quedar con Jacobo hasta las ocho, que sale mi madre de trabajar y lo recoge. Siempre se queda con él Miguelito, pero ha quedado, así que para un día que se decide por mover el culo de la silla del ordenador no le vamos a decir que no.

Antes de llegar al piso nos pasamos por un restaurante italiano para comer pasta. Le he dado a elegir al niño y ha elegido eso. Luego llegamos y le digo:

—Duérmete la siesta, juega, haz deberes, lo que quieras.

—Tengo que hacer deberes. ¿Me ayudas?

—¿No prefieres echarte la siestecita?

—No. ¿Me ayudas?

—Qué remedioooo.

Tener matrícula de honor en todo no ha sido regalado, me he inflado a estudiar y hacer trabajos así que estoy un poco hasta el moño. Pero bueno, es mi sobrino, a ver qué se le va a hacer.

Nos ponemos en la mesa del comedor. Mientras él los hace y no pregunta nada, yo saco los productos que me han regalado y los miro. Me encanta un pintauñas, así que hago sesión de manicura y me las pinto.

Cuando me quiero dar cuenta, Jacobo me está mirando atentamente.

—¿Qué es eso?

—Un pintauñas morado mate.

Se queda callado, pero no deja de mirarlo.

—¿Te gusta? —añado.

—¡Sí! —exclama con emoción.

—¿Quieres que te las pinte?

—¡Sí! —Parece tan emocionado que le digo que cuando termine los deberes lo haré.

Los hace muy concentrado, los corrijo y está todo bien. Vaya, otro cerebrito en la familia. Él ha cumplido su parte del trato, y yo hago lo mismo. Nos lo pasamos muy bien y nos reímos mucho.

Un poco antes de irse, recibo un mensaje de Martín. Vaya, si sigue vivo. La verdad es que me molestó que no me contestara nada, me quedé como una tonta aquel viernes esperando a verlo. Tenía ganas de estar con él... y ahora se ve que es él quien tiene ganas de estar conmigo. A mí no me importaría verle... pasar un buen rato... pero me hago la dura. Es lo que toca. Al menos tiene que agradecer que le haya contestado.

@zuzugina

estoy ocupada :(

Pongo la carita triste porque tampoco quiero ser muy borde.

@astrapolicia

¿Y mañana? ¿Para comer? Tengo el turno de noche

Venga..., vale. Acepto porque entiendo que puede ser un hombre ocupado y puedo pasar por alto que no me contestara el mensaje, pero que no se acostumbre.

Antes de contestarle, me vuelve a mandar un nuevo mensaje.

@astrapolicia

Quiero tratar contigo unos temas importantes

¿Es una estrategia para asegurarse un sí? Ya lo iba a tener, pero bueno, ahora lo asegura.

@zuzugina

vaaaale... llevaré dinero en metálico por si me multas

Concretamos el sitio y la hora. La verdad es que tengo muchas ganas de volver a pasar un buen rato con el ponemultas... tanto, que con solo de pensarlo me pongo cachonda. Así que, cuando mi madre viene a recoger a Jacobo, ¡voy directa a por el conejito de azúcar!

¡Holaa!

Aquí nuevo cap

Martín se ha abierto un poco más a nosotros pero... lo hará con Georgina?

un besoosos

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