Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 1.- Así es como nuestra historia comenzó...

-¡¿QUÉ HIZO QUÉ?!-

-¡KATSUKI!-

Las puertas del castillo se azotaron al abrir, las pisadas fuertes de aquel joven lleno de furia retumbaron por el lugar inundando así los pasillos con palabras impropias debido a su ira.

-Lo voy a matar cuando lo encuentre...- gruñó molesto y sin importancia mientras se abría paso ante las miradas preocupadas y temerosas de los que trabajaban alrededor.- no me importa que sea el rey, mi padre o cualquier mierda divina.- con desesperación pasó la mano entre sus cenizos cabellos ante la noticia dada.- ¡¿Cómo se le ocurre?!.-

-¡KATSUKI!- Ignorando aquellos llamados, el joven continuó con su camino.

-El príncipe está furioso-

-¿Otra vez?-

-¿Qué habrá pasado?-

- Nada nuevo... novedad seria que ese mocoso mimado estuviera tranquilo por un día comple...- los murmullos cesaron ante la presencia del nombrado.

-¿Dijiste algo pedazo de mierda?- preguntó Katsuki con seriedad mientras dirigía su mirada afilada y rojiza a la persona que lo ofendió.

-N-no mi señor, yo s-solo...- Respondió con titubeo. Las personas que se encontraban alrededor se inclinaron, agacharon su cabeza y mostraron sus cuellos como muestra de sumisión ante su acercamiento.

-Entonces ponte hacer tus putos deberes antes de que este mocoso mimado te arranque la maldita lengua, pedazo de mierda- Con aquella amenaza el trabajador empezó a temblar. Con dificultad mantuvo sus ojos en aquellas pupilas rojizas que parecían desaparecer, provocando escalofríos en todo su cuerpo.

-¡Lo siento mi señor!- sin poder sostenerse más se tiró al suelo y se inclinó.- ¡perdóneme, por favor!- Un gruñido retumbó en aquel pasillo, los presentes sintieron como el aire escapaba de sus pulmones ante el olor a madera quemada que emanaba el joven príncipe de cabellos cenizos.

Era como un incendio, un fuego que empezaba a expandirse y a consumir todo lo que se encontraba a su paso sin posibilidad de escapar, sofocando el poco aire que habia.

-¡señor, lo sentimos mucho!- gritaron todos al unísono para calmar un poco la ira del alfa y próximo rey.- ¡perdónenos por favor!- Los minutos se hacían eternos, parecía que algunos trabajadores estaban a punto de desfallecer ante la presión que se sentía en el lugar.

-¡Katsuki!- Ante el grito de la reina, el joven siguió su camino.

Después que la reina y el príncipe se marcharan, los trabajadores apalearon al causante de ese aterrador momento.

.

.

Caminó por los pasillos, bajó escaleras, cruzó el jardín hasta llegar a la biblioteca.

De igual forma y sin cuidado abrió las puertas, su mirada se dirigió a todos los rincones esperando encontrar al causante de su molestia.

-No se encuentra...- detrás de él, la voz de su madre sonó.- Tu padre salió para terminar unos tratados con el clan de las hadas.- la mujer se acercó lentamente hasta posicionarse frente a él.- No regresará hasta dentro de un mes.-

-Mierda...- El cenizo tensó su mandíbula, de su boca se podía apreciar un ligero humo ante el fuego contenido dentro de su pecho.

-Katsuki...- colocó una mano en la mejilla de su único hijo para llamar su atención.- sé que esto es difícil para ti... pero recuerda que ellos salvaron a tu padre de una muerte dolorosa.-

-Entonces el acuerdo debía ser entre ellos y no meterme en esto.-

-Lo sé cariño, pero ellos no querían nada a cambio... y recuerda que a nosotros los dragones no nos gusta deberles nada a nadie.- respondió con una ligera sonrisa- mira, ven... vayamos afuera.- tomó la mano de su hijo y se dirigieron al jardín-Tu padre no encontró nada para pagarles por salvar su vida- hizo un gesto para que tomaran asiento en unos de los bancos del lugar, pero el cenizo prefirió estar de pie.- sé que fue tonto por parte de tu padre pero...- suspiró.- no se le ocurrió otra cosa que ofrecer, estaba en deuda con ellos.-

Ambos estuvieron en silencio, Katsuki desvió su mirada aun molesto.

-katsuki...- llamó nuevamente.- piensa en esto como una gran oportunidad, la relación entre este reino de los humanos y los dragones podría ser beneficiosa para nosotros.-

-Esos seres no merecen ningún beneficio de nosotros.- respondió cortante.- el Humano es traicionero y malo por naturaleza, solo les importa beneficiarse sin importar el impacto que genere a su alrededor.-

-Cuando nace, el humano es bueno por naturaleza, Katsuki... la sociedad es la que corrompe su alma y lo torna malo.- contestó la mayor.- Sé que eres fuerte, valiente e inteligente, que estás trabajando duro para demostrar tu valor para ser rey sin importar lo que los demás digan de ti.- ambas miradas rojizas se encontraron.-pero si piensas desde aquí.- tocó su cabeza.- y no desde aquí.- tocó su corazón.- podrías demostrar ser alguien digno de respetar ante todas las especies existentes del mundo por ser capaz de no solo proteger a los de tu especie, si no al de los demás también.-

Estuvieron un rato en silencio, pensando.

-Un dragón es un ser benévolo y protector, es un ser fiel hacia aquellos que muestran un sentimiento puro y honesto con nosotros- comentó.- el dragón es un ser inteligente...- desvió su mirada y miró alrededor.- Con esta unión, varias puertas se abrirán para ti.-

-Pero es un humano.-

- Un humano que posiblemente vivirá entre los 70 y 90 años de los 1000 años que tenemos nosotros de vida, y eso si es que nosotros no alcanzamos más de esa edad promedio.- respondió la mayo con una sonrisa.- Ellos no deseaban nada a cambio katsuki, pero Masaru vio en lo más profundo de su corazón, algo que podría servir como pago ante aquella ayuda ofrecida.- comentó.- y creo que aquel sentimiento es mutuo cuando se tiene un hijo de por medio.-

El viento sopló, con un suspiro, Katsuki pasó la mano por su frente.

-Su hijo es varón y un omega... para ellos, el príncipe heredero es una joya que debe ser protegida, y harían cualquier cosa para mantener su bienestar. Es por eso que tu padre propuso esta unión entre ustedes dos para asegurar la vida del príncipe heredero de aquel reino humano y así saldar su deuda- explicó.- sin olvidar que esto podría beneficiar a ambas partes.-

-¿Y él está de acuerdo con esto?- preguntó el cenizo.

-No lo sé.- respondió con sinceridad.- pero es posible que ya hayan hablado con el chico, si no hemos recibido alguna noticia o carta en donde se decline la unión, quiere decir que esto sigue adelante.-

-Mierda, mierda, mierda...- susurró, Revolvió sus cabellos con fuerza mientras caminaba de un lado a otro, pensando en lo que pasaría de ahora en adelante.

Katsuki Bakugo era el único hijo de los reyes del clan de los dragones, aquel imponente ser mitológico que surca los cielos, mar y tierra. Seres capaces de ofrecer protección si son dignos de esta, y a la vez, ocasionar el peor desastre que el mundo pueda tener.

-No te pedimos que lo ames, Katsuki.- dijo su madre llamando así su atención.- pero sí que le tengas respeto y seas fiel en el tiempo que dure su unión.- comentó.- después de eso, eres libre de escoger a la pareja que quieras cuando quieras.-

-¿Después de esto ya no me arreglaran compromisos y ni me presionaran para tener pareja?-

-Así es.- afirmó la reina con seguridad.- es posible que en esta unión, cuando el príncipe haya alcanzado la edad madura y se presente su primer celo, pueda salir embarazado con tu primer hijo.-

-¿¡Que?!- exasperado, Katsuki desvió la mirada. Su madre sonrió al ver el sonrojo en la punta de sus orejas.- ¡E-estás loca!- También pudo vislumbrar un pequeño humo que salía de ellas.- c-como si fuera fácil eso.-

-Para nosotros los dragones es un milagro que aun sigamos existiendo debido a nuestra condición, no solo hablando de la fertilidad que parece que está deteriorándose cada vez más con el paso del tiempo, sino que también con el cuidado que debamos poner en los huevos.- explicó.- Después de 3 pérdidas, Masaru y yo tardamos casi 200 años para que nacieras...- lo miró a los ojos con amor.- es posible que con esta unión, haya aun esperanza para los de nuestra raza ya que la gestación en humanos es diferente y no es tan prolongada.-

-Tsk, como si estuviéramos seguros de que el mocoso se logrará o nacerá con nuestra sangre.- replicó, desviando la mirada.- capaz y nacen puros humanos de esto.-

-Si nacen humanos, Masaru y yo los amaremos como la familia que son, al final tendrán nuestra sangre y serán nuestros nietos.- sonrió.- seré una abuela joven y sexy.-

-Como sea, ya no quiero hablar de esto que me enferma- empezó a caminar de regreso al castillo- el viejo me debe una.- dejando a su madre atrás en el jardín.

Estando sola, Mitsuki suspiró y miró el cielo.

-Aunque si son humanos... también me daría un poco de tristeza ya que vería a mis nietos partir antes que yo.- susurró con melancolía.- aun así, se hizo todo lo posible para tratar de mantener nuestra raza viva.-

.

.

Era el día del anuncio de su compromiso y Katsuki había aceptado su terrible destino a los cortos 150 años de edad...

Pero esto no quitaba el hecho de que aun siguiera molesto.

Bueno, no estaba molesto... estaba que no lo calentaba ni el sol ante las burlas de sus mejores amigos, quienes meses atrás, no lo dejaban ni un minuto en paz al ser comprometido con un príncipe del reino de los humanos.

-"Con estos amigos para que quiero enemigos".- se dijo mentalmente mientras esperaba a que su condena de 70 años llegara a su lado.

¿Por qué no podía ser con alguien de las hadas? ¿O de los cisnes? Se preguntó. Todos los seres eran mejores que andar con un simple, normal y aburrido humano.

-"Bueno, pueden ser 40 o 50 si es que le llega a dar una enfermedad".-pensó despreocupado, desviando su mirada hacia la puerta de la entrada principal del castillo donde llegaría su prometido.- "los humanos viven taaaaan poco"- bostezó.- "por lo menos me quitaré de encima a los viejos con el tema de buscar a alguien cuando haya terminado todo esto".-

Las trompetas sonaron ante la llegada de la familia real. Las enormes puertas del castillo se abrieron, dejando ver una enorme caseta de madera de roble adornado de finas telas color verde y dorado, ocultando así, al príncipe que se encontraba en su interior.

Katsuki recordó que su madre decía que el joven príncipe era la joya más importante del reino, que poseía una belleza tan única que hacia recordar los hermosos bosques naturales del mundo...

Y que sus ojos, tan mágicos y puros podían competir contra una jadeíta verde, que es el jade más preciado y valioso, reflejando así el color verde puro.

Mentiría si estuviera nervioso, movía su cabeza de un lado a otro y alzaba sus hombros para liberar la tensión.

-Es hora.- susurró. Cuando la caseta estuvo a punto de llegar, tomó compostura y dirigió su mirada hacia el altar donde darían el gran anuncio.

No dirigió la mirada, pero sabía que su prometido estaba saliendo de aquella caja de madera ya que se instaló un silencio profundo en el lugar... un silencio tan profundo que parecía que lo que fuera que haya salido, era algo de otro mundo.

Una ligera sonrisa apareció en su rostro. Al parecer, la belleza de su prometido es tan única que dejó deslumbrados a todos, hasta los 4 idiotas que tiene como amigos cerraron sus bocas y miraban atónitos lo que estaba sucediendo.

-Oh vaya...- escuchó susurrar a uno de ellos.

Katsuki no le tomó importancia ya que a su nariz llegó un delicioso y sutil aroma a flores... parecía que era como despertar en una hermosa y soleada mañana, haciéndole recordar aquellos campos floreados donde iba a correr de pequeño cuando apenas tenía 60 años.

Cerró sus ojos e inhalo fuertemente aquel aroma, sintió como su nuca se erizó ante aquella deliciosa sensación.

Si, efectivamente aquel olor provenía de un humano, especialmente de un omega.

-Ay...- escuchó a alguien expresar.

-Cuidado Izuku, vas a manchar tu traje.- susurró otra persona quien posiblemente seria la reina del reino humano y madre del joven.- baja de poco a poquito.-

-"Tal vez esta unión no sea tan mala"- se dijo mentalmente.

-Shi mami-

-"¿Shi mami?"- se preguntó con la entre ceja fruncida ante aquella infantil pronunciación.

-Bien, estamos todos listos para dar este importante anuncio.- Habló el rey Masaru quien había llegado de su pequeño viaje para conmemorar este gran evento.- me complace anunciar ante toda mi gente y a nuestros invitados, la unión que cambiará y mejorará las relaciones que existe entre humanos y dragones.- Dudosos, la gente de los dragones aplaudieron.-Katsuki, Izuku...-

Estaba listo, después de varias terapias verbales dadas por su madre, Katsuki Bakugo estaba preparado para este momento.

-Pueden mirarse.-

.

.

-¿Pero qué?...- se preguntó extrañado al momento de abrir sus ojos y no encontrar a nadie frente a él.

-Hola.- escuchó una pequeña voz hablar.- Aquí abajo.-

Katsuki siempre estaba preparado para cualquier situación ya sea de peligro, de supervivencia y de ataque, desde pequeño fue entrenado para soportar aquella pesada carga que significa ser un rey, así que nada en el mundo podía sorprenderlo...

Hasta ahora.

-Hola Katichu, Katusu, Kat... ay no, no puedo deshirlo...-

Katsuki Bakugo estaba preparado para todo, podía enfrentar en este mismo momento a mil enemigos y salir victorioso, podía salir a buscar cualquier objetivo y traerlo en menos de un día, podía aguantar una expedición de 5 días sin comer y tomar agua.

Era el mejor alfa de todos y próximo rey en el reino de los dragones...

Pero...

-Achú...-

Katsuki quedó en silencio.

-Izuku, tu nariz-

-Shi mami.-

Sus amigos se preocuparon al ver su aspecto ya que parecía que un enemigo lo había congelado y estaba a punto de desfallecer.

-*Cof, cof... bueno.- intervino el rey ante el extraño silencio de su primogénito.- iniciemos este anuncio de compromiso entre el príncipe Izuku Midoriya y el príncipe Katsuki Bakugo.-

Katsuki Bakugo estaba preparado para todo...

Menos para unirse con un niño con cabeza de arbusto de aproximadamente 5 años, quien era supuestamente la más hermosa joya de la familia Midoriya y próximo heredero del reino humano.

.

.

Quién iba a pensar que a sus cortos 150 años, un insignificante y pequeño cachorro humano se adentraría al reino de los dragones para hacer un completo desastre en su vida...

Y en su corazón.

.

.

Así es como nuestra historia comenzó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro