Inicio: 02-04-2024

Termino: 10-04-2024

"Amo que estés a mi lado."

Triste por todo lo que había ocurrido con él, con mi amado y querido esposo, Layne, no lo soporté y decidí el irme a vivir sola, al campo, con mi futuro bebe, fruto de nuestro amor.

Layne era incansablemente buscado por la policía por haber asesinado a un hombre, lo que me destrozó y más cuando decidió huir y abandonarme como lo hizo.

El pensar que había sido capaz de asesinar a un hombre por la jodida droga no me dejaba tranquila y con dolor y pesar, la desilusión más se apoderaba de mí.

<< ¿Cómo fuiste capaz, Layne? >>

<< Yo te amaba y aún te sigo amando. >>

<< Quiero arrancarte de mi corazón, pero no puedo, de verdad que no puedo. >>

Mis padres preocupados al verme tan triste y sin ánimos, me sugirieron que lo mejor que podía hacer tanto por mi salud emocional, como la de mi amada bebe, era irme de aquella ciudad y así lo hice.

Han pasado casi 9 largos meses, y yo aún lo sigo amando, como el primer día cuando nos conocimos.

Volví a pensar en él y se me llenaron los ojos de lágrimas.

— Mi amado Layne. Aún no consigo olvidarte... Ni siquiera te enteraste que estoy embarazada de ti...

Tuve deseos de ir a recostarme a la cama, y con dificultad, me levanté de la silla y fui al dormitorio.

El corazón se le aceleró al verme caminar a paso lento a la habitación y anheló tomarme en sus brazos y besarme.

—Lo sé, amor mío. Supe desde el primer día, cuando tú te enteraste, de nuestra bebe...

Escondido en el pasillo, me observó, y cauteloso, esperó a que yo me acostara.

A punto de meterme a la cama, tuve una extraña sensación y miré con desconfianza el pasillo. Él tieso, se había escondido tras de la pared, y nervioso, solo rogó porque yo no lo descubriera, ni sospechara de él.

Volví a pensar en él y me acaricié la barriga con amor. Layne me vio hacerlo.

<< Mi hermosa y amada, Margarita. >>

<< No sabes cuándo te amo y más ahora que estás esperando una hija mía. >>

Melancólica, se me cubrieron los ojos de lágrimas, las que él pudo ver y yo me acosté a dormir.

— Está triste y todo por mi culpa.

<< Tengo que decirle la verdad, pero no quiero asustarla. >>

<< Puede ser peligroso para ella en el estado en que se encuentra, si me presento, así como así frente a ella. >>

<< Tengo que esperar un poco más... >>

Soltó un suspiro.

—Solo un poco más amor mío y te haré saber toda la verdad...

Exhausta, me levanté de la cama y fui a prepararme un vaso de leche.

Layne atento en mí, comenzó a seguirme a larga distancia. La casa donde me estaba quedando era casi una mansión para mi sola, lo que a veces me incomodaba un poco, pero otras, sentía como si alguien estuviese siempre acompañándome. Era muy extraño, pero así lo sentía.

Cauteloso, tras de mí, yo de pronto volví a tener esa sensación de que había alguien más en el pasillo y me detuve en seco y me volteé.

Era de suponerse, no había nadie más que yo y mi bebe en el pasillo, y extrañada, Layne había vuelto a esconderse.

—Amor mío...

Había llegado la noche y yo comencé a sentirme aún más pesada, que, de lo habitual, y con cuidado, bajé las escaleras. Por pereza no quise encender las luces y bajando los peldaños lentamente, él arriba, apoyado del barandal, me observó atento.

De repente, resbalé, y a punto de caerme, Layne me tomó en sus brazos y yo caí en su pecho, pero debido a lo oscuro que estaba, no pude ver de quien se trataba, y asustada, me desmayé en sus brazos.

Layne me vio preocupado y me dio unas pequeñas palmadas en mis mejillas.

—Oh no, despierta cariño. Despierta.

Me cargó con cuidado en sus brazos y me llevó a la habitación.

Me recostó suavemente en la cama, y yo aún desmayada, él me miró y acarició mi mejilla.

—Por suerte nada te pasó, amor mío — me vio perdidamente enamorado — No te preocupes mi hermosa, que no dejaré que nada malo te ocurra a ti, ni a nuestra hija.