Conocida Desconocida
Ir a la oficina es un martirio...mas aun teniendo que soportar los coqueteos de Vinny con la nueva quién a dos días de haber llegado ya se robó por completó el alocado corazón de mi mejor amigo sin querer hacerlo...solo con una sonrisa deslumbrante, curvas de infarto, cabello negro perfectamente arreglado y labios provocativos en tono rojo a logrado alocar cada hormona de mi moreno amigo.
Buenos días, Angy -me saluda la recepcionista de bellos rizos castaños-
Hola, Isabella...buen día -respondo al saludó con amabilidad-
Puedes decirme Bella te lo e dicho -reprochó la bella señorita-
No pienso rebasar ese límite -sonreí y después subí al elevador-
Tiene dos días que Carol no se aparece en mis sueños y eso solo índica que nuevamente se olvido de mi o mi cerebro dejo de traer su imagen a mis sueños...cualquiera de las dos opciones me provoca frustración así que en este momento no soy lo que todos llaman "amistosa" menos con la recepcionista que le causaba un colapso de celos a mi esposa por la insistencia en un enredó conmigo estando casada y ahora estando viuda. Entre a la oficina pasando de largó por el escritorio de Vinny y el de Luciana para poder dejar mi bolso y quitarme la odiosa chaqueta.
Buenos días, Angélica -me saluda amablemente Lucy-
Hola -me acercó a ella y beso su mejilla- buenos días y ya te dije que no me digas Angélica dime Angy -sonreí acomodandome en mi escritorio-
Okey -se fue a su lugar de trabajo, Vinny no se tardo en acercarse a ella-
Vicent, ¿Puedes venir un momento? -lo llamé-
¿Que? -preguntó ligeramente molesto-
Ella viene aquí a trabajar no a ser tu ligue ¿Entiendes? -asintió- si vas a cazarla hazlo fuera de esta oficina ahora vete...-obedeció sentándose en su escritorio pero sin dejar de admirar embelesado a la pelinegra-
Lucy es muy que eficiente en su trabajó...sin dudas fue la mejor elección que tomé estos días, claro que Vinny es un poco problemático por su culpa, pero nada grave y realmente no lo culpó....algo en ella es intrigante, es como si escondiera miles de secretos que me muero por revelar y algo en ella me resulta muy familiar como si la conociera de mucho tiempo atrás, pero no recuerdo haberla visto. Sin darme cuenta me quedé como tonta observándola y ella corresponde la mirada de forma intensa...hipnotizandome aun mas con esas orbes obscuras y brillantes de las que es portadora, sus labios se entre abren ligeramente para después proporcionarme una arrebatadora sonrisa delicada y al mismo tiempo seductora, regrese la vista a mis documentos, pero la suya sigue sobre mí...la puedo sentir quemandome, la sensación que provoca su mirada en mi me resultaba familiar aunque aun no resuelvo ese dilema de por que me resulta conocida y a la vez no, pasaron bastantes horas pues llegue a las 9 A.M y son las 4 P.M, se escuchó la puerta siendo golpeada de forma fuerte, Vinny se levantó a abrir y la cabellera rubia entro quedándose inmóvil frente a Luciana inspeccionandola sorprendida como si de un fantasma se tratará.
Hola -le dijo Zaira a la pelinegra-
Hola -respondió nerviosa-
De nuevo se quedo viéndola analizando a fondo...mostrándose sorprendida y confundida.
¿Todo bien, Zairi? -pregunte después de un largo rato de silencio-
Si todo bien -suspiró mientras caminaba hacia mi- ¿Vamos de compras?
No puedo -respondí apenada- tengo mucho trabajo lo siento...
Esta bien -se dejo caer sobre la silla-
Angy, terminé mis labores de hoy ¿Puedo irme? -preguntó Lucy sonriente-
Claro puedes irte -la rubia se levantó de golpe-
Ven de compras conmigo -dijo dejando sorprendida a la pelinegra- después de todo eres la nueva empleada y yo me la vivo aquí -rio un poco-
Esta bien supongo -Zairi la tomo del brazo y se la llevó-
Narra Luciana//
Estamos sentadas en una cafetería, la rubia loca me observa con detenimiento...se que ella puede saber lo que soy por que mi ángel me comentó algo sobre sus "poderes" si así quieren llamarlos, tomó mi mano encima de la mesilla y me sonrió.
¿Por que no se lo haz dicho a Angy? -preguntó dulce con una sonrisa-
Lo tengo prohibido -respondi sinceramente-
¿Cuál es tu misión? -dijo mientras acariciaba el dorso de mi mano-
Hacerla feliz...-sonreí ligeramente-
Lo lograrás -me sonrió cálidamente-
Eso esperó, Zairi -suspire de forma profunda-
¡Pero valla cambió que te hizo Zafira! -rio un poco-
¿Zafira? -pregunte confundida-
Tu "ángel" se llama Zafira ¿No te lo dijo? -sonrió feliz-
Pues no...-le di un sorbo al capuchino que tenia enfrente- ¿Como van las cosas aqui? -pregunte sabiendo la respuesta-
Si estuviera Carol serian mejores -sonrió un poco- ella esta triste...los primeros días no había poder humano que la sacara de la cama o de su departamento -suspiró- va casi a diario al cementerio a pesar de que le dijimos que no esta lista...se cerro mucho este mes aunque intenta aparentar que no lo hizo
Me duele verla así -hice una mueca triste- ¡Y no puedo decirle quien soy! -el móvil de Zairi nos interrumpió-
Espera un momento -tomo su móvil- es Angy...-asentí y ella contestó- Hola pequeña ¿que pasa?...¡Claro que puedes venir! Estamos en la cafetería que te encanta...si ella esta aquí...Okey te esperamos -término la llamada- viene para acá
Muy bien así puedo empezar a ser su amiga -dije feliz-
Estuvimos platicando un rato mas, hasta que llegó la hermosa castaña que el día de hoy simplemente dejaba sin palabras de tanta belleza...
Me sonrió como solo ella podía hacerlo...de hecho lo hizo como solo lo hacía conmigo o Carol y eso me alegró demasiado pues aunque ella no se diera cuenta una parte de ella ya lo había comprendido, se sentó a mi lado.
Hola, chicas -nos saludo sonriente-
Hola -respondio alegre la rubia-
Hola, Angy -dije observándola, no me resistí y bese su mejilla dejando mis labios en ella mas tiempo del debido-
Valla pocos días y ya son súper amigas -añadió la rubia buscando distraernos del momento-
Pues ella es muy dulce con todo el mundo tal y como era...-la sonrisa se borro de su rostro- Carol...-finalizó con una mueca triste-
¡No pienses en eso! -la ánimo Zaira-
Es inevitable -volvió a sonreír solo que mas débilmente- cuentenme ¿Cual es el plan?
El plan es...ir de compras luego a un bar -sonrio pícara la rubia-
No estoy de humor para un bar -respondió decaida la castaña-
Y yo no pedí tu opinión solo dije que iremos -dijo la rubia-
No la obligues, Zaira -pedí sonriente-
Esta bien ire -afirmó mi chica- después de todo necesito despejarme...
¡Perfecto! -grito de lo mas feliz-
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