● ❯─────── ｢Capítulo 4: Terciopelo｣ ──────❮ ●

Luego de unos meses, nos ubicamos en el día del examen de ingreso de la Academia UA, nos enfocamos en nuestro protagonista. Izuku Midoriya, el cual observaba atentamente la entrada de la prestigiosa academia.

Midoriya: Bueno aquí vamos. Este es el primer paso a mi nueva vid-

Al dar el primer paso, sus piernas se cruzaron entre su haciendo que este perdiese el equilibrio, y por consiguiente empezase a caer.

Midoriya: Sopas — Dijo viendo como empezaba a caer lentamente.

Cuando su rostro estaba a punto de chocar contra el suelo, este se detuvo en seco. Sorprendido vio a sus alrededores pero al cabo de unos segundos se percató no solo que no había caído. Sino que estaba flotando.

Midoriya: ¿Qué-Qué está pasando? — Preguntó en voz alta viendo a sus alrededores.

—Lo siento, se que es de mala educación usar mi don sin avisar pero sería de muy mala suerte que te cayeses en tu primer día.

Una voz relajada y tranquila le habló, el peliverde giró su cabeza viendo que detrás suya estaba una joven castaña de mejillas regordetas. Su aspecto tranquilo y amigable daba un toque de inocencia y ternura a la vez, no solo eso, por una extraña razón aquella joven no hacía que sus alarmas se pusieran en alto.

Al contrario, sus alarmas y sus defensas bajaron en picada.

Midoriya: "¿Quién es esta chica?" — Pensó viendo a la joven que estaba desactivando su don — "No siento hostilidad de su parte. Es más, no siento ni una pizca de maldad... ¿por qué? ¿Por que su presencia me calma tanto?"

Mientras se preguntaba el por qué aquella chica, lograba calmar su inseguridad y su desconfianza con desconocidos, una joven pareja veía todo un poco alejados de la entrada principal.

Mitsuri: Parece que llegamos tarde, ya ingresara al examen.

Makoto: Si, es una lástima pensaba hablar con él una última vez para intentar hacerle cambiar de opinión. Veo que ya es tarde para eso — Dijo rendido.

Mitsuri: Bueno ya no hay marcha atrás, él ya tomó su decisión. No podemos hacerle cambiar de opinión.

Makoto: Concuerdo. Volvamos a la residencia.

La pareja del chico asintió tomando el casco de su moto, empezando ambos a subirse a la moto de la chica, pero antes de que arrancará, el joven observó como en el bolso de la chica sobresalía un sobre.

Makoto: ¿Lo encontraste? — Preguntó viendo fijamente a su novia la cual le dio el silencio como respuesta — Entiendo que quieras esperar. Pero, ¿cuándo le dirás?

Se formó un leve silencio, el rugido de motor del vehículo oculto el silencio sepulcral de la joven la cual no quería dar una respuesta concreta y menos dar una.

Makoto: Espero que sepas lo que haces, Mitsuri.

Con aquella palabra la pelirroja encendió el motor acelerando, haciendo que ambos se perdieran yendo hacia su residencia.

Por su parte el peliverde ya estaba dentro de la UA, empezando a aplicar la primera parte de su examen de ingreso el cual era un examen escrito.

El examen transcurrió de forma normal y sin ningún inconveniente, ahora pasamos al examen relevante. Al examen práctico, donde los aspirantes tendrían que usar sus dones para destruir a varios robots que se le pusieran enfrente.

Midoriya: Normalmente esto sería sencillo. Pero hablamos de la UA, no creo que esto sea tan sencillo como lo aparenta.

Se dijo a sí mismo viendo a todos los aspirantes entre ellos su compañero, Bakugo el cual estaba sumamente enfocado para adentrarse y hacerse con el primer lugar.

Midoriya: No pensaba tomarme esto en serio. Ya que Ariadne es capaz de destruir a todos los robots en un solo movimiento, pero no sería justo para el resto de participantes, por otro lado si no lo tomo enserio no entraré, ash qué dilema. Ya que tendré que controlar yo la situación.

Se explicó a sí mismo, repentinamente las puertas se abrieron, Midoriya no lo dudó ni por dos segundos cuando rápidamente corrió al interior de la ciudad, llamando la atención de todos los otros aspirantes.

<Present Mic: ¡¿Qué esperan un beso en la frente?! ¡Esta es la Academia UA, aquí hay que tomar acción! ¡Ese chico tomará todos los puntos! ¡GO, GO, GO!>

Luego de aquella indicación, rápidamente los estudiantes entraron. Por su parte Midoriya estaba en el centro de la ciudad encima de una pila de robots.

Midoriya: Dije que me controlará un poco. Pero incluso si lo hago, Ariadne es demasiado fuerte como para que no los destruya casi al instante.

Concluyó viendo como ya varios estudiantes se encontraban en serios problemas al no poder encontrar más robots ya que Midoriya había destruido a la mayoría de ellos.

Midoriya: Ash, ya me gane el odio de muchos.

Mientras tanto, en la sala de vigilancia varios héroes de la UA, supervisaban detenidamente el examen de admisión.

—Este año sí que hay jóvenes promesas.

—Si, ese chico de pelo verde, ya consiguió 64 puntos en los primeros 20 minutos.

—Si, pero aquí es donde se decide quién está listo y quien no.

Presionando un botón haciendo que un robot gigante empezase a resurgir de las profundidades.

Minutos antes, Izuku estaba en la cima de un edificio junto a él estaba Ariadne viendo a todos los aspirantes.

Midoriya: "Con esos puntos tengo más que suficiente, no quiero sobresalir..."

En ese instante, los ojos de Ariadne empezaron a parpadear intermitentemente. Midoriya regresó a ver a Ariadne.

Midoriya: ¿Qué sucede, Ariadne?

La mujer regresó a ver al joven que estaba a su lado, cuando estaba a punto de transmitir lo que sucedía un fuerte estruendo sacudió el lugar, llamando la atención del joven peliverde.

Midoriya: ¿Qué es lo que está pasando?

Preguntó en voz alta, su respuesta no tardó en llegar cuando de las profundidades un enorme robot de 0 puntos salió empezando a crear estragos en la ciudad falsa haciendo que varios estudiantes empezasen a huir para refugiarse.

Midoriya: ¡Maldita sea! ¡Esto es una locura Academia UA!

Grito dejándose caer, rápidamente empezó a correr hacia la salida a su lado Ariadne flotaba asegurándose de que nada le cayese al peliverde.

Midoriya: "Hacer aparecer un robot de este tamaño es una cosa, ¿qué es lo que planean? Si fuera de un punto lo comprendo pero..." — Regresó a ver el robot que se acercaba a la entrada — "Este robot vale 0 puntos no tiene sentido que peleemos contra él... Ts... Lo mejor es esca-"

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el leve sonido de una campana. Midoriya sabía que era, Ariadne le estaba advirtiendo de algo. Regresó a ver detrás suya viendo como, la castaña qué lo había ayudado en su llegada estaba debajo de varios robots.

Midoriya: "Esa chica... alguien la ayudara..." — Se intentó convencer cuando estaba a punto de irse, observó como todos los estudiantes ya estaban lejos siendo él y aquella castaña los últimos en quedarse atrás — Qué patéticos...

Exclamó, giró su cuerpo regresando a ver al gigantesco robot que se acercaba a donde estaba el.

Midoriya: No ganaré nada por salvar a la chica pero... No soy de los que dejan a alguien atrás...

Comentó empezando a caminar lentamente hacia el robot gigante, la chica que se encontraba atrapada debajo de los escombros alzó levemente la mirada viendo al peliverde.

—Tu...

El pecoso miró de reojo a la chica, con una leve sonrisa asintió haciendo que esta mirase sorprendida al chico.

Midoriya: Ts, no se que estoy haciendo debería estar afuera disfrutando mis puntos... Pero... mis piernas se movieron solas...

Al decir aquellas palabras alzó su mirada viendo al gigantesco robot que ya estaba al frente suya, se llevó su mano a su audífono y con una sonrisa ladina presionó el interruptor.

Midoriya: Persona.

Ariadne apareció dando un grito, para después empezar a girar alrededor del peliverde, segundos después empezó a dirigirse al robot gigante.

A los segundos, Ariadne chocó contra el pecho del gigante haciendo que éste se desequilibrara, el robot intentó sujetarse con ayuda de los edificios pero lamentablemente para este, Ariadne apareció justo delante apuntando con ambas manos.

Una fuerte explosión empezó a escucharse por su parte Midoriya corrió a socorrer a la joven castaña quitando los escombros de encima de ella. La joven apenas consciente abrió sus ojos levemente viendo como el chico estaba ayudándole.

—T-tu... — Dijo apenas consciente.

Midoriya: No te esfuerces, yo me encargo.

La castaña abrió sus ojos de par en par viendo la figura imponente del pecoso, acto seguido un fuerte estruendo retumbó en el lugar. la castaña regresó a ver el gigantesco robot. Al verlo se sorprendió más al ver como aquel gigantesco robot que era capaz de destruir edificios a su paso, ahora estaba con un enorme agujero en su pecho.

—¿Q-que... que paso?

Midoriya: Nada relevante — Contestó con desinterés a su vez, Ariadne desapareció — ¿Estás bien? — Pregunto ayudando a la chica a salir de los escombros.

—Eh, s-si... — Respondió tímidamente, aceptando la ayuda del chico para salir de los escombros.

—Eso fue demasiado imprudente, podías haber muerto.

Midoriya: ¿Hum? — Soltó regresando a ver detrás suya, parado detrás estaba un joven de cabello azul y de gafas — ¿Y tu, quien se supone que eres?

Iida: Mi nombre es Tenya Iida, y lo que hiciste fue muy arriesgado. No solo para ti, sino para ella.

Midoriya: Ts, sabes... odio a las personas como tu.

Iida: ¿Como yo?

Midoriya: Si, como tu. Que se creen superiores moralmente solo por haber venido de familias privilegiadas. Creen que pueden reprochar los errores a los demás, solo para sentirse bien consigo mismos.

Iida: ¡Eso es mentira!

Midoriya: ¿Ah sí? entonces dime, ¿por qué ninguno de ustedes se acercó a ayudarla? — Pregunto viendo a todos los estudiantes los cuales desviaron la mirada avergonzados — Todos se fueron dejando atrás a una joven que podría haber salido lastimada, les importo mas unos miseros puntos que una vida, diganme ¿están listos para poner por encima el bienestar de los demás a cambio de ustedes perder algo? si lo están, felicidades tienen mentalidad de héroes, pero sino. No se que hacen queriendo ser héroes.

Reprocho viendo a cada uno de los presentes, los cuales no se dignaron en dirigirle la mirada al pecoso ya que en sus palabras cargaba demasiada razón, una razón que no querían aceptar.

Midoriya: Les dejo eso de tarea — Regreso a ver a la chica que a comparación del resto estaba anonadada por las palabras pesadas del chico — ¿Estas bien? ¿estás herida?

—¿Ah? — Reaccionó a los segundos viendo los ojos profundos del chico — S-si, digo bueno... — Se sobo levemente el brazo mostrando cierto dolor.

Midoriya: No te preocupes. Yo me encargo. Ariadne — La mujer apareció extendiendo ambos brazos creó una pequeña ventisca la cual curó las heridas de la castaña — Ya está, con eso debería bastar. Suerte en tu examen.

Se despidio sin más dejando detrás suya un mar de malas miradas y miradas expectantes, por su parte en la cámara de supervisión de exámenes, todos los profesores estaban sorprendidos por las fuertes palabras del pecoso.

—Llevo más de 20 años siendo héroe, y jamás había oído que un joven como él dijera tantas verdades.

—Si, incluso me hace pensar si hacemos o no lo correcto.

La habitación se llenó de un fuerte silencio, era la primera vez en la historia de la UA, que un joven aspirante tuviera esa mentalidad tan profunda y sincera.

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Ya en la noche, el pecoso veía la ventana y como del otro lado de esta una fuerte tormenta caía sobre Japón.

Midoriya: El clima está sumamente raro últimamente, no estaba pronosticado una lluvia tan fuerte a esta hora.

En cuestión de segundos, el pecoso se dejó caer en el sofá sintiendo como sus párpados empezaban a sentirse pesados lentamente, no pasó mucho para quedarse plenamente dormido.

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Midoriya: ¿Ah? — Empezando a parpadear repetidamente, hasta abrir los ojos en su totalidad — ¿D-donde estoy?

Pregunto viendo que ya no estaba en su departamento, ahora se encontraba en lo que parecía ser una habitación de hospital, confundido empezó a ver a todos lados viendo de arriba a abajo cada parte del lugar.

Midoriya: Es una sala de hospital... pero... ¿qué hago aquí? hasta hace un segundo estaba en casa... ¿que... que hago aqui?

Bip... bip... bip... bip... bip... bip...

El sonido alarmante, hizo que el pecoso regresará a ver detrás suya, solo para ver cómo detrás del otro lado del escritorio estaba sentado un hombre de nariz alargada y a su lado una mujer de cabello corto color blanco.

Y detrás de ambos, había un enorme monitor de latidos.

Midoriya: ¿Quién es usted?

—Vaya, vaya parece que tenemos un nuevo huésped. Me presento... Mi nombre es Igor y ella es mi asistente, Elizabeth.

Elizabeth: Un placer.

Midoriya: ¿Dónde estamos...? ¿Qué es este lugar?

Igor: No tienes porque alarmarte, estás en la Habitación de Terciopelo. Este sitio existe entre los sueños y la realidad, entre la mente y la materia. Estamos en épocas demasiado emocionantes, contigo ya son 3 huéspedes en poco tiempo. Mi más cordial bienvenida.

Midoriya: ¿Huésped?

Igor: Solo aquellos que hayan sellado el contrato pueden acceder a este lugar.

Midoriya: Yo no selle ningún contrato.

Igor: Claro tal vez no lo recuerdes ahora, ya que fue hace muchos años. Pero pronto lo recordarás de eso estoy seguro. De ahora en adelante, serás nuestro invitado en la Habitación de Terciopelo. Acepta esto, por favor.

Frente al pecoso un resplandor dorado se hizo presente con ello una llave dorada apareció, la llave se encaminó a las manos del chico el cual la recibió con confusión.

Elizabeth: Esta llave simboliza que eres nuestro invitado. Cuida bien de ella.

Igor: ¡Hasta la próxima!

El peliverde estaba a punto de hablar pero cuando lo iba hacer, abrió los ojos fuertemente viendo que ahora se encontraba nuevamente en su departamento.

Midoriya: ¿Q-que? ¿q-qué fue eso?

Preguntó mientras un fuerte relámpago hacía acto de presencia.

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