● ❯─────── ｢Capítulo 2: Persona｣ ──────❮ ●

Makoto: Director, debo preguntar, ¿por qué le interesa tanto Midoriya?

En la residencia de Iwatodai, en la sala de mandos. El líder del SEES estaba junto al director que había ido de visita a la residencia. Ambos se sentaron y tomaban té.

Ikutsuki: Por qué. Al igual que tu en su momento, Makoto. El es especial de alguna manera ¿cómo decirlo? es diferente...

Makoto: ¿Diferente? ¿De qué manera?

Ikutsuki: Nada más diré, que todavía no ha mostrado todo su potencial.

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Midoriya: Persona.

En un resplandor, la apariencia de una mujer de piel cian, y de vestimentas blancas apareció, su hermoso y largo cabello ondeaba con el viento, los ojos de aquella mujer eran profundos por el hermoso color rojo que tenían.

—¿Q-qué es eso?

—¿Es un don?

—¡¿Invoco a una mujer?!

Las preguntas no solo de los civiles sino también de los héroes que estaban entre fascinados y anonadados por lo que estaban presenciando. Sin que se percatara su el reproductor musical puso una canción movida.

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Mass Destruction

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Midoriya: Corte de poder.

La mujer con rapidez dio un poderoso tajo al villano, el cual resultó dañado.

Sludge: Bagh ¡Maldito mocoso! — Intento atacar a la mujer pero esta sin muchos problemas bloqueo el ataque.

Midoriya: "Sus ataques son débiles, no dañaran a Ariadne tan sencillo... me da hasta lastima"

Chasqueando los dedos, la ahora llamada Ariadne se puso a su lado nuevamente presionando el mismo botón de sus audífonos, haciendo que el mismo brillo saliese de sus ojos.

Midoriya: Persona.

Repitió, haciendo que la mujer diera un grito silencioso para después salir disparada a los cielos para después descender antes de chocar contra el suelo dejó caer un aluvión de flechas.

El villano que antes estaba consternado por el ataque miro de vuelta al peliverde el cual estaba viéndole con desinterés, en ese momento el villano estaba a punto de atacar pero el sonido de objetos cayendo le hizo mirar al cielo llevándose una grata sorpresa.

Sludge: ¿Q-que? ¿Qué es eso...? — Preguntó sorprendido.

El aluvión de flechas asesto completamente sobre el villano, este debido al dolor soltó a Bakugo, Midoriya rápidamente corrió hacia el y lo jalo llevándoselo lejos del villano, Bakugo tardó unos segundos en saber qué pasaba pero cuando pudo reaccionar miró a Midoriya el cual le jalaba lejos.

Bakugo: ¡¿Qué crees que haces, Deku?! ¡¿Qué es esa cosa?!

Midoriya: ¡Cierra la boca! — Nuevamente se llevó la mano a su audífono accionando el mismo interruptor — Persona.

Acto seguido, Ariadne dio una barrida en el aire creando una poderosa tajada que hizo que el villano intentase huir despavorido pero era demasiado lento el ataque dio de lleno al villano.

El ataque fue tan poderoso que incluso levantó una poderosa cortina de humo la cual cegó a los presentes.

Pasaron segundos los cuales todos los presentes se quedaron en completo silencio.

En la residencia Iwatodai, Makoto junto con su pareja Mitsuri Kirijo estaban viendo lo que sucedía en aquel callejón.

Mitsuri: Con que eso lo hace especial ¿no es así, Director?

Ikutsuki: Si, al igual que tu, Makoto. Midoriya puede invocar a su Persona durante el día.

Makoto: Es inusual ver eso, mayormente pasa cuando hay una conexión poderosa con la Persona.

Mitsuri: Si, ¿Cuál es lazo que Midoriya tiene para invocar a su Persona durante el día?

Makoto: Ahora entiendo por qué te interesa.

Nuevamente en el callejón un silencio sepulcral inundó el lugar, Ariadne lentamente desapareció, Midoriya soltó un suspiro para después ver a Bakugo.

Midoriya: ¿Estás herido? — Pregunto viendo al pelicenizo.

Este estaba a punto de responder pero mostró una mueca de dolor, Midoriya se acercó a este tomando el brazo de éste viendo que tenía una quemadura.

Midoriya: Persona — Nuevamente, Ariadne apareció alzando sus manos al cielo.

Seguidamente una luz celeste brilló sobre Bakugo segundos después la quemadura desapareció curando las heridas de forma inmediata. Esta acción sorprendió a todos los cuales no sabían que esto era posible.

Lo que todos consideraban el don de Midoriya, no solo servía de ataque sino también de apoyo curando las heridas. Ya cuando todo se calmó, Ariadne desapareció, Bakugo observaba con incredulidad a Midoriya el cual metió sus manos en el bolsillo para irse.

Midoriya: Si te sigue doliendo ve a ver un médico — Comentó empezando a irse.

—Alto ahi niño — Lo detuvo un héroe tomándole del hombro.

Midoriya: Te recomiendo que quites tu mano. No me agrada que me toquen sin consentimiento.

—Ts, oye bien niñ-

Ariadne apareció de forma imponente asustando a los presentes, el héroe soltó a Midoriya el cual se retiró sin más tomando sus cosas sin mirar atrás yéndose tranquilamente.

Durante caminó a su casa, la silueta de All Might apareció sorprendiendo al peliverde el cual inclinó levemente su cabeza sin entender qué hacía el símbolo de la paz frente a él.

All Might: ¡Estoy aquí! — Apareció de la nada en su forma musculosa pero no duró mucho cuando se desinflo.

Midoriya no mostró algún interés en eso y solo lo observó sin más.

Midoriya: ¿Hm? ¿All Might? creía que te habías ido — Dijo sin mucho interés de entablar una conversación con el símbolo de la paz.

All Might: Joven, he de admitir que me sorprendió verlo luchar de esa manera. Aunque fue demasiado imprudente lo que hizo.

Midoriya: ¿Me arrestaras? — Cuestión preparándose para invocar a Ariadne.

All Might: En otras circunstancias si.

Midoriya: Hm.

All Might: Pero por alguna extraña razón, no me veo capaz de hacerte daño o arruinarte la vida. Tan solo eres un chico de 15 años, no veo la razón del por qué tener que arruinar toda tu vida en un parpadeo.

Midoriya: *Suspiro* Bueno si es todo, me retiro — Comenzó a caminar pasando de largo de Al Might el cual le miraba atentamente.

All Might: Espere joven, aún no he terminado.

Midoriya: ¿Acaso me darás un sermón? no gracias, ya tengo suficiente con los sermones de Amada y Shinji. Otro más es darme más dolor de cabeza.

All Might: No sé quiénes son esos chicos. Pero, quiero proponerte algo...

Midoriya: ¿Qué cosa? — Regreso a verle con curiosidad oculta en sus ojos.

All Might: Tu... ¿te convertirás en héroe?

Aquella pregunta le cayó como un balde de agua fría al pecoso que únicamente pudo abrir sus ojos de par en par sorprendido por aquella pregunta.

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11:55 p. m

En la casa solitaria del pecoso, este miraba atentamente el reloj que estaba colgado en la sala viendo atentamente como las manecillas del reloj se movían sin detenerse, mientras eso pasaba.

Midoriya terminaba de prepararse para hacer una caminata nocturna o como lo que era en realidad. Vigilaba la zona para que nada malo pasase.

Mientras esperaba pacientemente a que el reloj marcase las 12:00 en punto se puso a pensar su conversación que tuvo con All Might horas atrás.

Midoriya: ¿Quién se cree el? — Se preguntó a sí mismo tañándose la cara con frustración — Decirme esas palabrerías, sin sentido. Ahg, debe de ser una maldita broma de su parte...

Mientras sus quejas silenciosas eran escuchadas por las paredes de aquel departamento, las manecillas del reloj marcaron las 12:00 a. m, de un parpadeo todo cambio.

La iluminación que antes era brillante por la hermosa luna, ahora pasaba a ser de un color verdoso. A su vez todo se quedó pausado, como si el tiempo se detuviese.

Midoriya se levanto de su asiento y camino afuera del departamento solo para encontrase con lo que tanto ya se había acostumbrado a ver, el cielo que antes era oscuro ahora estaba iluminado por la luna que estaba de color verde.

Midoriya vio a su alrededor viendo como había ataúdes en diversas partes del pasillo.

Midoriya: Le han dicho que no llegue tarde y mira lo primero que haces — Comentó acercándose al ataúd — Recibirás una buena riña, vecina.

El peliverde se retiró saliendo del edificio para después empezar a caminar por la ciudad viendo más ataúdes, Midoriya ya sabía a la perfección que eran.

Midoriya: Odio esto.

Se quejó para sí mismo, a lo lejos del otro lado del mar en una isla, observó una torre que llegaba hasta el cielo.

Midoriya: Como odio esa Torre.

—Hoy la Torre Tártaros, está tan deslumbrante como siempre ¿no crees eso?

Midoriya sorprendido miró detrás suya viendo como en la cima de un farol había una silueta la cual se ocultaba en la oscuridad no dejándose ver. Midoriya sin dudarlo se llevó la mano a su audífono listo para invocar a Ariadne.

Midoriya: ¿Quién eres tú?

—Oh, tranquilo portador de Persona...

Midoriya: "Sabe de las Personas. Solo significa una cosa... que él sabe de todo..."

—Yo soy solo un mero espectador de toda esta belleza que llaman Hora Oscura.

Midoriya: Si eres un espectador ¿por qué hablas? los espectadores no intervienen, solo ven.

—Perdón por ello, pero verte y ver tu rostro de preocupación, me causó una conmoción. Tanto fue así que no aguante las ganas de hablarte ¿está mal eso?

Midoriya: "No se que trame... pero no veo que sea un enemigo... tal vez si tenga razón y no sea un enemigo"

—Jeje, perdón pero creo que tienes mayores problemas justo ahora.

El peliverde sin entender de qué hablaba lo miraba confundido, rápidamente Midoriya retrocede cuando algo le golpeó por la espalda.

Midoriya: Ts, no es normal verlos fuera del Tártaro — Dijo poniéndose unos nudillos metálicos.

Frente a él, estaba una especie de mano que portaba un guante de invierno. Pero esta no era una mano normal, ya que esta poseía una cabeza y la mano danzaba.

Midoriya: Ariadne.

Invoco a la Persona la cual apareció para segundos después acercarse a la mano danzante, la Mano esquivo el primer ataque de Ariadne segundos después Midoriya corrió hacia la mano la cual contraataco chasqueando.

El chasquido creó copos gélidos las cuales se dirigieron al peliverde, los copos gélidos se acercaron al pecoso pero al chocar los copos gélidos sobre el peliverde, estos se rompieron.

Midoriya: Gracias a Ariadne soy inmune a los ataques de hielo.

Explicó que después de dar una serie de golpes a la mano danzante, la cual retrocede al recibir los ataques, Midoriya retrocede dando un salto atrás.

Midoriya: Veo que eres resistente a ataques físicos. No importa. Ariadne te acabará en un solo movimiento.

Llevando su mano a su audífono activó el dispositivo haciendo que el mismo brillo apareciese. Midoriya aterrizó mientras que detrás suya, Ariadne aparecía.

Midoriya: Ariadne.

La mujer aparece dirigiéndose a la mano dando un golpe en el aire al hacerlo una serie de flechas aparecieron dirigiéndose a la Mano destruyéndola por completo.

Cuando la mano es derrotada, ésta se desploma en un charco de agua negra la cual se evaporó a los segundos. Midoriya soltó un suspiro. Mientras se quitaba los audífonos y los colocaba sobre sus hombros, los aplausos de aquel sujeto llamaron la atención del peleador.

—Fascinante, es sorprendente y un deleite ver a un usuario de Persona luchar de forma tan magistral. Debes tener un lazo sumamente fuerte con Ariadne para que ambos peleen de forma tan coordinada.

Midoriya: Hmp, dime ¿Quién eres?

—No tienes de qué preocuparte, no vengo hacerte daño. Como te dije antes soy solo un mero espectador, no pienso involucrarme. Estas tontearías de la Hora Oscura, Personas y Sombras. Ahs, se me hace tan agobiante y aburrido...

Midoriya: Ts, no molestes y si dices la verdad no te metas conmigo o con el SEES — El peliverde dio media vuelta empezando a retirarse para seguir con su patrullaje.

—Hm, yo creí que eras alguien muy cerrado. Pero veo, que ellos te interesan. Dime... ¿por qué?

Midoriya: Me molesta tu voz y aunque no me molestara jamás te diré.

—Oh, así que ¿admites que sientes cierta preocupación por ellos? ¿Qué habrá pasado para que te alejases de ellos? ¿eh?

Midoriya: Una palabra más y te consideraré como una sombra — Sentenció con furia viendo de reojo al sujeto.

—Explosivo. Me agradas, aunque me quieras callar. Quiero saber una última cosa...

Midoriya: Cualquier cosa que quieras saber, no la responderé — Contestó fríamente empezando a caminar.

—Solo es una, ¿Por qué tu conexión con Ariadne es especial? ¿Qué te hace ser especial?

El peliverde se detuvo en seco, aquella pregunta le había dejado en shock. Giro a ver al sujeto pero este ya se había marchado. Midoriya confuso y perdido en sus pensamientos se quedo ahí quieto viendo el hermoso cielo que estaba decorado por aquella luna de color verde.

Midoriya: ¿Qué me hace ser especial?

Se preguntaba mientras veía que en su brazo tenía un brazalete de hospital con su nombre.

Midoriya: ¿Qué me hace especial?

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