Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Preguntas sin respuesta.

De camino a mi departamento, me pongo a pensar en lo que acaba de pasar en la casa de Flor y todavía no lo puedo creer. Es que estaba completamente segura de que iba a salir de ahí —aunque sea con respuestas mínimas— pero con alguna que me revelara lo que estaba pasando. Sin embargo, no fue así, estuvo peor de lo que imaginé. Se negó a decirme nada, sólo se hizo la desentendida e hizo de cuenta que no sabía de lo que le hablaba. Y eso me enoja de sobremanera. Es que en ningún momento se me pasó por la cabeza que me haría una cosa así, menos siendo mi amiga. A decir verdad, me sorprendió su frialdad.

Como no conseguí las respuestas que iban a ser como mi foco de luz en la oscuridad que siento, me encuentro confusa. La incertidumbre de no saber a dónde me lleva esto, va en aumento. Debido a que, no sé si lo que me pasa será recurrente, si fue una cosa momentánea u ocurrirá de nuevo en cualquier momento. Y si es así, el lugar al cual iré a parar y bajo qué circunstancias.

Todo esto sumado a mis problemas existenciales, me están carcomiendo la cabeza de una manera tan intensa que siento que va a estallar en cualquier momento. Y al mismo tiempo, ocasiona el tener que estar alerta por si llego a realizar esos viajes que uno normalmente ve en películas de ciencia ficción y no en la vida trivial de una persona como yo.

Lo único claro que obtuve de todo esto es saber que con Flor no puedo contar bajo ninguna circunstancia, pero (viéndole el lado positivo a la cosa, ya que dicen que hay que hacerlo siempre que se pueda) la mamá puede ser que me ayude a esclarecer, aunque sea un poco, toda esta locura. Porque sinceramente no sé a quién más acudir para que me dé una explicación a todo esto que me está pasando. Y pensándolo en frío, al menos, de algo sirvió el haber ido y pelearme con la que, hasta ese instante, consideraba una de mis mejores amigas.

Estando cerca de mi casa el dolor de cabeza comienza a intensificarse más de lo que puedo llegar a soportar. Lo que causa que mi estado de alerta se encuentre al filo de la desesperación, ya que estoy muy asustada y no sé qué hacer. El solo pensar que puedo transportarme a quién sabe dónde en cualquier segundo, me está volviendo loca. Pero al mismo tiempo trato de tranquilizarme inhalando y exhalando aire continuamente, a ver si de ese modo logro calmarme. Debido a que —si me pasara lo que ya saben— de nada resultaría estar en guardia, porque es algo que no puedo controlar de todos modos, aunque quisiera hacerlo. Además, lo acepte o no, estoy jodida y solo me resta esperar no correr peligro donde sea que vaya. Al menos hasta que sepa con exactitud el porqué de todo esto.

Y es entonces cuando mi cabreo se vuelve a potenciar de tal manera que me dan ganas de regresar a lo de Flor, agarrarla y zarandearla de tal forma que no recuerde ni su apellido, dejarla tan perturbada que le carcoma los remordimientos por mentirme descaradamente. Pero como sé que eso no me llevaría a nada, teniendo en cuenta que aun haciéndolo no obtendría resultados, me contengo. Ir de nuevo ahí, sólo sería para chocar con la misma pared —obviamente ella— desde otro ángulo. Comienzo a tomar profundas respiraciones y lucho por controlarme, aunque no sea una tarea para nada sencilla.

Cuando entro al departamento lo primero que hago es fijarme si mi hermano sigue ahí o si se ha marchado. Y por lo que pude observar, efectivamente no se encuentra. Es algo bueno para Gideon, ya que mi humor se halla a punto de ebullición y no quisiera desquitar mi frustración con él, aunque se lo merezca un poco. Pero para evitar discusiones que no nos llevan a nada y ocasione que la convivencia se vuelva más tensa de lo que está. Es mejor que no esté.

Me dirijo a mi habitación inmediatamente después, dado que es el único lugar donde siento paz y puedo ser yo misma sin que nadie pueda decirme nada. Voy directo con intenciones de tirarme a la cama, pero antes de hacerlo, voy hasta la mesita de luz y del cajón agarro un analgésico para el dolor de cabeza que no para de darme como palpitaciones. Lo tomo y mientras espero a que me haga efecto, pienso en todo lo que me está pasando últimamente, y al hacerlo mi angustia vuelve a afectarme sobremanera y lo peor es que no sé dónde estoy realmente parada en estos momentos. Entonces, me obligo a no hacerlo más, ya que no me ayuda en nada y hará que el dolor persista y ya no lo soporto.

Por lo tanto, para distraerme de alguna forma, busco mi móvil en la cartera para mirar si tengo algún mensaje importante. Y ahí noto, al instante lo ensimismada que estaba en mis pensamientos que no me percaté que me había llegado uno. A simple vista, me doy cuenta de que proviene de un número desconocido, debido a que no conozco las características del lugar del cual deriva. Cuando me dispongo a ver de qué se trata, lo que veo me sorprende bastante, a decir verdad, porque es como una constatación de que esto —sea lo que sea "esto"— va más allá de lo que puedo llegar a imaginar y me asusta un poco el saberme parte de algo grande y no tener noción de ello. O quizás sí, pero no del modo en que debería. Y eso no sé si sea bueno o malo, aunque supongo, en algún momento lo sabré o eso quiero creer.

Al disponerme a ver con detalle el mensaje, ya que solo le di una ojeada rápida, me sobresalto, cuando escucho que golpean la puerta de mi habitación y con el susto sin poder evitarlo, se me cae el móvil al piso provocando que suelte una maldición por lo bajo no apta para oídos sensibles. Le digo que entre a mi hermano, ya que es el único que podría ser, a menos claro, que alguien haya entrado a mi casa y yo despreocupadamente le esté dando pase libre. Y en el instante en que ese pensamiento cruza por mi mente, me pongo tan tensa que cuando asoma la cabeza por la puerta, casi se me sale el corazón del pecho y suelto un suspiro tan audible del cual, él se percata y enarca una ceja de manera interrogativa, preguntándome que me sucede, pero no respondo a su pregunta silenciosa.

—¿Qué pasa? —pregunto de forma brusca, ya que quiero que me diga lo que tenga que decir y que se vaya. Se da cuenta de ello y pone los ojos en blanco.

—Alguien vino a verte —responde del mismo modo osco en el que yo lo hice—. Es tu amiguita, esa que esta medio loca.

—El único loco aquí eres tú —digo y lo fulmino con la mirada—. Dile que pase y puedes irte de una vez.

—¡Uh!... ¡Cómo estamos hoy! La próxima vas tú y le abres a tus invitados no pienso volver a hacer de mayordomo. —Sale cerrando la puerta de un portazo, pero no le digo nada por esa actitud, ya que hoy no estoy de humor para sus chiquilinadas y menos para enfrascarme en una discusión, dado que siempre terminamos haciéndolo. Y como decidí que hoy no lo haría, la próxima veremos.

Ni bien sale Gideon, busco donde fue a parar mi móvil en su caída y al encontrarlo y tomarlo. Me dispongo a ver con más detalle que es lo que dice el mensaje, de nuevo, cuando ingresa a la habitación —sin golpear y como si fuese suya— mi amiga Day. Y por lo que puedo llegar a percibir en su rostro a simple vista, sea lo que fuese el motivo por el cual me honra con su presencia, es por algo importante, ya que tiene con la mirada chispeante.

—¿Y esa cara de feliz cumpleaños que traes? ¿a qué se debe? —le pregunto sonriendo también, ya que me contagia su alegría.

—Adivina, adivinador, ¿Por qué piensas que podría llegar a ser? —responde con las cejas levantadas de forma sugerente y tratando de contener una felicidad que pareciera que no cupiera en sí misma.

— ¿Puede ser que se trate de un tal Gabriel Méndez? —le digo siguiéndole el juego, ya que solo él hace que ponga esa cara de niña boba. Le llamo el "efecto Gabo" y aunque a ella le encanta, para hacerse la dura hace de cuenta que no le gusta y siempre me pega la muy infeliz.

— ¡¡¡Si!!! —grita como loca desaforada— ¡El mismo! Estoy tan feliz —. Todo esto lo dice alargando la "a" y la "i" y se pone a girar y reír como una niña que consiguió el regalo que siempre quiso en su vida y se tira encima de mí y empieza a abrazarme sin parar de gritar. Trato de alejarla, pero al parecer, una mujer enamorada tiene mucha fuerza y no logro moverla ni un centímetro. Entonces, para lograr mi cometido, le hago cosquillas para ver si de ese modo consigo que me deje en paz, consiguiéndolo, al fin. Y es por eso por lo que le puse "efecto Gabo", debido a que se convierte en una mujer fuera de sus cabales.

—Tranquila mujer que te va a dar un paro cardíaco de felicidad —profiero tratando de mantenerme lo más alejada posible de ella y en el transcurso matándome de la risa por lo loca que puede llegar a ser.

— ¿¡Es qué no entiendes!? ¡He estado esperado tanto este momento, que la felicidad que siento es tan grande! Por fin se animó a dar el paso que tanto esperaba y ansiaba, me pidió para ser su novia y tú sabes lo que eso significa para mí—. Me cuenta con frenesí, tanto así que, si su emoción fuese algo tangible, les aseguro que podría agarrarlo en este momento.

—Qué bueno amiga, me alegro mucho por ti —le expreso de una manera tal, en que vea lo feliz que estoy por ella y que por fin se le está dando lo que tanto deseaba—. Ya era hora que se pusiera las pilas este chico sino iba a quedar sin hijos, porque lo hubiese golpeado en sus partes bien fuerte, dejándolo con las bolas azules por ilusionarte y nunca concretar nada.

No le gusta nada lo que digo, ya que me mira con cara de pocos amigos. Es que tengo ¡razón!, el chico daba más vueltas que una calesita, motivo por el cual, tardó tanto en proponerle ser novios. Tanto así que llegué a pensar que Day iba a conocer a alguien más antes de que éste se decidiera —incluso rogué que eso sucediera— porque pareciera que con él solo perdía tiempo. El cual podría invertir en conocer a otra persona que si la valorara de verdad. No sé a qué le tenía miedo. Tal vez, yo estaba en lo cierto y él no estaba seguro de sus sentimientos y ese fue el motivo que lo llevó a que no le dijera con anterioridad o quizás, para darle un poco de crédito, solo espero el momento adecuado y cuando lo vio, lo hizo. Pero más allá de todo, supongo, que lo importante es que se lo haya dicho ahora y no haya tardado más y así, evitarle que siguiera sufriendo.

Le doy un gran abrazo después de que me mirara de mala forma. Diciéndole que solo estaba bromeando y después de hacerle cosquillas de nuevo, recién cambió la cara. Siempre se pone a la defensiva cuando digo cosas que no le gustan de Gabriel, más allá de si sean cierto o no, pero no se lo digo por mala sino porque la quiero mucho y no me gustaría verla llorar por su culpa.

—Y tu Nina, ¿cuándo me vas a presentar un novio? —pregunta toda risueña y entusiasmada. Resulta que ahora es la doctora corazón.

—No me vengas con eso —le digo poniendo los ojos en blanco—. Ya te dije que eso pasará cuando tenga que pasar, no estoy preocupada por los temas del corazón, debido a que tengo cosas más importantes en mente. Además, así estoy perfectamente bien.

—Sí, como digas. Sigue mintiéndote a ti misma—. Ahora es ella quien pone los ojos en blanco y no puedo evitar reírme, porque es muy gracioso cuando lo hace.

—Está bien, está bien, no vamos a seguir con la misma discusión de siempre. Mejor dejémoslo ahí, no hay que empañar tu felicidad con mis idioteces, ¿sí?

—Bueno, por esta vez lo dejo estar, la próxima no te salvas, hablaremos muy enserio al respecto. —Me señala con el dedo índice y yo le frunzo el ceño—. Bien, como solo pasaba a darte esta maravillosa noticia que no podía decírtelo por teléfono, debido a que no tendría el mismo efecto que estando aquí contigo —me guiña un ojo —. Me voy.

—Tienes razón, no sería lo mismo tenerte efusiva en persona que por teléfono, ya que tal vez me rompías los tímpanos de tanto gritar mientras me contabas —le digo sonriendo porque es muy divertido hacerla cabrear, debido a que es muy enojona y de vez en cuando me gusta buscarle las cosquillas.

—Como digas. —Me hace un gesto con la mano, como pasando de mí—. Te mando mensaje para arreglar en la semana así salimos a algún lado, que hace bastante me tienes abandonada al igual que a las demás. —Pone con cara de perro mojado. Lo cual me provoca mucha ternura y risa a la vez, pero decido no reír, porque se ofendería y tendría que contentarla de nuevo. Y necesito que se vaya para seguir leyendo el mensaje, que por momentos hace que me distraiga y no le preste atención del todo.

—Ok, mándame un mensaje y ahí acordamos el día y la hora para juntarnos y de paso lo hablamos con las demás a ver qué dicen al respecto.

—Está bien, quedamos así, después no te eches para atrás. —Me señala de nuevo con el dedo—. Ahora sí, te dejo, voy a ir a ver a mi beibi —dice guiñándome un ojo con picardía. Y yo no puedo poner una vez más los ojos en blanco y que se me escape una sonrisa, porque loca y todo la quiero.

La acompaño a la salida y le doy otro abrazo deseándole suerte en la nueva etapa que va a vivir ahora, al lado del hombre que ama.

Regreso rápidamente a mi habitación para seguir con lo que estaba haciendo antes de que Day viniera a interrumpir y no es que me queje, pero me intriga entender lo que quiso decirme el que me lo mandó. Me fijo de nuevo en el mensaje y vuelvo a sorprenderme por su contenido hasta ese momento no me había percatado de que tenía una imagen adjunta. La cual, por cierto, es media sombría.


"Si fuese tú, iría a este lugar para encontrar las respuestas que estás buscando o alguna de ellas."

Me pregunto quién podría ser esta persona y cómo es que sabe lo que estoy buscando. Si realmente sabe algo al respecto tal vez pueda esclarecer mis dudas.

Tomo aire profundamente y decido entrar en el juego.


"¿Quién eres? Y, ¿cómo sabes qué es lo que busco?"

No me responde inmediatamente, pero cuando lo hace su mensaje es bastante escueto y poco fiable. 



"Sólo un amigo, es todo lo que puedo decirte"


Al leer lo que puso no puedo evitar reírme irónicamente y le contesto:


"Si es así como dices y por lo que puedo deducir, debes de saber lo que ando buscando bien podrías decirme directamente, ¿no crees?"


Esta vez su respuesta no llega de inmediato, sino al contrario, tarda bastante. Y en todo ese lapsus, no dejo de mirar el móvil esperando con ansias a que se digne a decirme algo. Cuando me canso de esperar decido a ir a darme una ducha para despejar mi mente de alguna forma y sacarme toda la tensión que acumulé desde que salí de lo Flor.

Salgo del baño fresca y cambiada como para ir a dormir. Cabe aclarar que desde lo sucedido la otra vez, siempre mi pijama está compuesto de una camiseta con tiras y pantalón de chándal, si está fresco, o camiseta con tiras y short holgado que me cubra lo suficiente, si hace calor. Ya que no puedo arriesgarme a aparecer en un lugar desconocido casi desnuda, ¡eso no! Debido a que mi atuendo habitual estaba compuesto de una simple camiseta y culote. Pero ya no, estaba decidida a no permitirle a mi culote recorrer el mundo sin supervisión.

Miro de nuevo el móvil después de acostarme en la cama y nada... no me ha contestado. Y me entra la duda de si realmente me estará diciendo la verdad o solo es alguien jugándome una broma pesada. Con esa duda rondando en mi cabeza y estando a punto de cerrar los ojos, escucho el tono de mensaje y prácticamente salto de la cama buscando el móvil que se cayó con el movimiento. Lo encuentro, leo lo que puso y me quedo desconcertada.


"Si te diera todas las respuestas que estás buscando, se perdería la emoción y el misterio. Y a mí me gusta jugar al gato y al ratón, ¿a ti?"


Leo dos veces el mensaje antes de pensar una respuesta para él. Ya que no me gusta para donde se está yendo esto.


"Digamos que te sigo la corriente y juego tu juego, ¿Cómo sé que puedo confiar en ti y que sea verdad lo que me digas?"


"Eso no podrás saberlo, aunque te lo diga. Tú verás si te arriesgas o no, eso queda en tus manos. Me avisas si le entras al juego ;)".


"Al menos me dirás, ¿cómo te llamas y de dónde eres?


"Lo siento, linda, entre menos sepas de mi será mejor para ti y más entretenido para mí."


Bufo ante esa replica. Será cabrón el bastardo. 











-------------------------------------------------------------
Bueno después de mucho tiempo me paso de nuevo por acá, espero les guste y que se entienda lo que quise plasmar. 
Muchas gracias a los que se toman el tiempo se pasar y leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro