Capítulo XV: Jörmungandr
Un gran número de cuerpos yacía en el piso del parlamento, todos los senadores, diputados y jueces opositores a Loki habían sido asesinados por el dios de las mentiras.
La escena era una masacre, partes de cuerpo por todos lados, ríos de sangre fluyendo sobre el suelo, en las paredes se podía ver viseras adornándolas.
En medio y bañado de aquel líquido vital carmesí se podía ver a la deidad de los engaños, su estaban cerrados mientras respiraba de manera lenta, estaba saboreando lo que había hecho.
Sinmore lo vio, a pesar de haber estado en contra de esto, tuvo que apoyarlo, al fin de cuentas eran aliados.
Pero la giganta de fuego sabía que esto iba a tener repercusiones en el futuro, tal vez uno lejano, pero iba a suceder. Al eliminar toda la oposición mortal, ¿qué detenía a Freyja o a Thor atacar su centro de operaciones?
Nada.
Por su parte vio a Borg y a Sven más distantes que antes, parecía que lo que ella estaba hablando con el menor de los hermanos comenzó a dar frutos. Él más joven empezó a resentir al mayor, incluso se pronunció en contra de varias estrategias que este había dicho en la última reunión.
Eso sin duda molestó mucho a Borg, quien encaró a su hermano y de no haber sido porque ella intervino, Sven estaría muerto.
La giganta no entendió por qué ella sintió esa necesidad de proteger al chico, sólo lo hizo.
Borg no se atrevió a contradecirla, a pesar de siempre tener el apoyo de Loki, el mayor no era estúpido y sabía que contradecir a ella o incluso a Surtr era garantía de morir de una manera horrorosa.
La giganta dejó salir un suspiro mientras observó cómo entraban al parlamento su esposo y Angrboda, tenían unos días de haber regresado de su misión con malas noticias, pero apenas hoy hablarían de ellas los seis.
Loki los observó y con un movimiento de su mano se limpió la sangre y partes humanas de su cuerpo para después conjurar de la nada un trono y sentarse en él.
—Creo que podemos empezar ahora que estamos todos juntos.
Con otro movimiento de su mano una mesa se colocó enfrente de él junto a cinco sillas grandes y las señaló.
—Tomen asiento compañero.
Sin titubear, la comitiva lo hizo, con Sven sentándose a lado de Sinmore, algo que ocasionó que la giganta sintiera cómo su corazón aumentaba de palpitaciones.
Esto la molestó, no podía darse el lujo de esto, era sólo un simple mortal y ella una deidad primigenia de Munspell, era inaceptable.
La voz de Loki la sacó de su monólogo interno.
—¿Y bien? ¿Surtr, Angrboda? ¿Qué sucedió en Rogaland? —preguntó Loki.
El dios se recargó en el respaldo con su pierna cruzada mientras que su mano descansó en el antebrazo de la silla mientras que con su dedo índice se acarició el costado de su cara.
Se notaba molestó y estresado a la vez.
—Me encontré con alguien que no esperé —dijo Surtr de manera cortante.
Todos se mantuvieron en silencio esperando a que el gigante de fuego dijera algo más, pero sólo bajo la cabeza.
Su cuerpo presentó daños muy notables, quemaduras por relámpagos y truenos aunados a moretones.
Muy pocos seres en el universo podían hacerle ese tipo de daño a un gigante y más aún al rey de los gigantes de fuego, sin embargo, las heridas eran muy marcadas y esto alarmó tanto a Sinmore cómo a Loki.
Sólo cuatro seres en todo el Yggsdrasil eran capaces de dejar ese tipo de heridas en Surtr.
Freyr el hermano de Freyja, Odín el padre de todo, Frigga, la reina de los dioses y esposa del rey de Asgard y él último, aquel que hacía temblar a Loki.
Thor.
—Pero Thor sin su poder completo no es capaz de desencadenar ese tipo de poderes —comentó Loki.
—Es que ese es el problema Loki, este dios del trueno era muy diferente —dijo Angrboda.
—¿A qué te refieres? —preguntó Sinmore.
—No sé cómo explicarlo, digo he visto pelear al dios del trueno, su poder es colosal, pero jamás en toda la historia del universo había visto a alguien regenerarse de esa manera cómo él lo hizo, era idéntico al sistema regenerativo del padre de todo —comentó Angrboda.
Loki palideció, entendió lo que pasaba y sabía que esto no era para nada bueno.
—¿Entonces es cierto que los inhibidoras de poder fueron quitados de Thor? —preguntó Sinmore.
—Al parecer —dijo Surtr.
—Es que no sólo es eso —dijo Loki preocupado.
Todos lo voltearon a ver extrañados a excepción de Angrboda que se vio preocupada. Ella tenía una ligera sospecha de por qué el dios del engaño se veía muy preocupado.
—¿A qué se refiere con eso mi señor Loki? —preguntó Borg.
—Thor tiene varios inhibidores de poder por lo fuerte qué es —dijo Angrboda —parece ser que se le quitó uno de ellos.
—No fue uno, cuando pasó lo de Utgarda hace años se le quitó uno, fue cuando pudo dominar por completó a su martillo —dijo el dios de la mentira —, cuando asesinó Höðr a Balder Odín le quito el otro que fue cuando él me pudo derrotar.
Todos se quedaron callados, entendiendo la magnitud del poder.
—Pero si ya se los habían quitado, ¿Por qué ahora es más fuerte? —preguntó Sven.
—Es que ese es el problema mortal, Thor tiene cinco supresores de poder —dijo Angrboda.
Esto hizo palidecer a los dos mortales.
—¿Puede ser incluso más fuerte? —se sorprendió Borg.
—Mortal, ustedes me trajeron al Midgard, y llevo existiendo más eones de los que puedo recordar, y en toda mi existencia jamás había sido golpeado por algo tan potente cómo aquel rayo que me noqueo de un sólo golpe —la voz del gigante de fuego era temblorosa.
—El factor de regeneración fue increíble, digo nosotros nos podemos curar de manera rápida y efectiva casi a cualquier daño, incluso de armas divinas, pero la magia y algunos artefactos, cómo la daga de Loki son otras cosas diferentes —dijo Sinmore.
—Thor se curó de mi magia cómo si fuera lo más normal del mundo, tardaba más yo en hacerle daño que el recuperándose —la hechicera se mostró intranquila.
Loki permaneció en silencio, sabía que si su teoría era correcta sólo le habían quitado el cuarto supresor, pero si el padre de todo decidía quitarle el quinto, esto se terminaría.
—Thor debe de ser detenido, sino nuestros planes se vendrán abajo —comentó el dios de las mentiras.
Sus aliados lo voltearon a ver un poco sorprendidos, más al no haber dicho casi nada en la reunión.
—¿Y cómo planeas hacer eso Loki? —preguntó Angrboda —, ni entre nosotros cuatro podríamos hacerlo y si llega a juntarse con Freyja y Freyr, pues digamos que nuestras posibilidades desaparecen.
—Los rituales para los Draugr están casi listos, debemos desviar la atención de ello, y en este universo sólo hay una manera de derrotar a Thor —dijo de manera tranquila.
Todos se le quedaban viendo sin comprender nada hasta que al final fue uno de los mortales aquel que hablo.
—Jörmungandr —susurró con miedo Sven.
Todos se le quedaron viendo a Loki sorprendidos, sabían que traer a su hija, la serpiente del mundo a la jugada sería peligroso, pero, si el padre de todo había liberado a una de sus armas más poderosas, ¿por qué ellos no?
—¿Iremos a liberarla? —preguntó Angrboda.
Loki sólo asintió.
Algún lugar del Yggsdrasil.
—Loki, Loki, ¿Qué estupidez estás haciendo? —se escuchó una voz oculta en las penumbras.
A través de un espejo alguien estaba viendo la reunión de los gigantes, su rostro se mantuvo escondido cómo si no quisiera que nadie lo vira.
—¿Tanto miedo le tienes a Thor cómo para llamar a tu hija?
Una ligera risa se manifestó en el lugar mientras se iluminó el recinto y el espejo desapareció y con ello, aquel ser.
Glosario:
Höðr: es un dios de la mitología nórdica, hijo de Odin y Frigg. Sin embargo, su historia es trágica, ya que fue el responsable de la muerte de su hermano Balder. Según la leyenda, Balder era el dios más amado por todos, y su madre Frigg había hecho prometer a todas las cosas del mundo que no le harían daño. Sin embargo, olvidó preguntarle a la modesta planta del muérdago, que se convirtió en el arma mortal de Höðr.
Loki, el dios del engaño, convenció a Höðr para que lanzara una flecha de muérdago a Balder durante una fiesta de los dioses. La flecha mató a Balder y sumió al mundo en la oscuridad y la tristeza. Los dioses intentaron resucitar a Balder sin éxito.
Höðr fue castigado por su crimen y se dice que fue exiliado al inframundo, donde se unió al ejército de Hel. Aunque era un dios poderoso, su destino estaba marcado por la tragedia y la culpa por el resto de su vida divina
Fuente:
https://arterunas.com/blogs/mitologia-nordica-y-celta/dios-nordico-ciego?srsltid=AfmBOoriiNeE9tJA7WwrAHeKKGQL-FVrf5J3-pKPW7EUbU26nSdMfX8R
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