Los mortales vieron la batalla, fue algo épico más al presenciar cómo su compañero Leif le dio una gran batalla a un guerrero como el Berserker de Stamford.

Por su parte las cuatro recién llegadas se postraron a los pies de Freyja quien mostró una sonrisa al reconocer a cada una de las valquirias que habían llegado.

—¡Brynhildr, Hilda y Svahvit, me da mucho gusto verlas aquí! —exclamó la deidad.

—Mi señora Vanadis, espero se encuentren bien tanto usted cómo su hermano Freyr —dijo la más alta de ellas.

Freyja sonrió y camino hacia la que había ayudado a Leif poniendo su mano sobre el hombro de la misma.

—¡Gracias! Hiciste un gran trabajo.

La misteriosa mujer sólo asintió.

—Levántense por favor —dijo Freyr.

El cuarteto se alzó y fue cuando el cobijo de Bygul pudo verlas por primera vez en toda su gloria, las grandes alas junto al colosal tamaño de ellas, estando la de menor estatura del tamaño de Leif, lo cual era demasiado alto, más aparte sus lustrosas armaduras. Eran hermosas y a la vez temibles.

Cada una tenía un arma que se veía de un tamaño mayor a las convencionales mientras que las tiaras en sus cabezas resaltaron más su belleza.

—¿Y sus demás compañeras? —preguntó Freyja.

—Están esperando ordenes, a excepción de Eir que no se ha separado del lado del padre de todo desde hace tiempo, no sabemos el por qué —comentó Hilda.

—¿Saben cómo se encuentra Odín? —preguntó Freyr.

—Está enojado, furioso sería más exacto, con todo lo que ha pasado, la profanación de los muertos, ustedes peleando en Midgard y el escape de Loki, no es alguien contento en estos momentos.

Las cuatro valquirias tragaban salida, esperaron a ver la reacción de su ama, sabía que no habían sido unos meses fáciles para ella, ni para nadie.

La diosa de la guerra apunto hacia el campamento, donde comenzaron a caminar de manera lenta todos, debían platicar de todo lo ocurrido.

Se sentaron alrededor de la fogata a medio prender mientras las chicas comenzaron a cocinar, los mortales debían comer.

—Supongo que el padre de todo no hará nada con lo que está pasando —preguntó Freyr.

—Ya lo hizo, envió al Thor a Midgard —dijo Svanhvit.

—Bueno si, notamos eso hace tiempo, más que nada por cómo las tormentas eléctricas se estaban dando en Rogaland.

—Le quitó el inhibidor de poder —susurró Hilda.

Cuando dijo eso, todo era silencio, incluso los dos dioses Vanir estaban nerviosos al escuchar eso, era algo que jamás había pasado.

Ninguno de los mortales entendía que pasaba, sabían que hablaban del dios del trueno, el cual es aliado de ellos y que estaba destrozando a los aliados de Loki, entonces ¿Qué estaba mal?

—¿No es eso bueno? —preguntó Sigrid.

Todos voltearon a ver a la chica, las valquirias no entendían cómo una mortal osaba hablar en la plática de deidades sin que se hubieran dirigido a ella.

—Es una conversación entre los que estamos peleando no entre... —comenzó a decir Hilda.

—No terminaría esa frase si fuera tu —dijo Freyja

Tres de las cuatro valquirias se le quedaron viendo a la diosa, no entendían por qué intercedía por esa mujer, se les hacía raro.

—Mi señora, sabe que ni a los mismos Einhenjars se les permite interrumpirnos, mucho menos a los mortales —señaló Brynhildr extrañada.

—Ella no es cualquier mortal —dijo Freyr —, es alguien especial para mi hermana.

Esto tomó por sorpresa a las tres, siendo que no esperaron esto, sabían que la diosa se había alejado mucho de las parejas y el tema del amor desde hace tiempo, pero no entendían que la había hecho cambiar.

Sigrid se había acobardado un poco ante los comentarios de las recién llegadas, pero fue abrazada por la deidad de la guerra pegándole a ella.

—Cada uno de estos mortales han peleado a nuestro lado desde que se me convoco a la tierra, han puesto su vida en la línea para detener a Loki, tienen tanto derecho de dar su opinión cómo cualquiera de nosotros —la voz de la diosa era firme, no dio margen de protesta.

Las cuatro valquirias asintieron.

—Ahora respondiendo tu pregunta Sigrid —comenzó Freyr —de los Aesir sabemos que el dios más poderoso de todos es nuestro señor Odín, sin embargo, Thor, es el en esa escala, sin embargo, al nacer su padre le colocó un hechizo para mantener su poder en cintura, ya que se sabía que sería una fuerza demasiado poderosa, incluso se dice que puede sobre pasar el poder del mismo rey de Asgard.

Los mortales pusieron atención ante todo lo que estaba diciendo el dios de la fertilidad.

—Odín quiere que Thor destruya a Loki, por eso lo está dejando usar todo su poder, sabe que el dios de la mentira y los debilitados gigantes no podrán hacer nada si el decide combatir en serio, sería catastrófico para todos ellos.

—El poder de él combinado con Mjölner es devastador, muy pocos seres en el gran fresno podrían hacerle frente —señaló Freyja.

—Si sin ver eso cómo algo malo —señaló Arkyn.

—Le es más difícil controlarse, y muy pocos seres podrían hacerlo —señalo Freyr.

Todos quedaron sorprendidos ante lo dicho y los intranquilizo un poco.

—¿Podría atacarnos? —cuestiono Gilda.

—Esa puede ser una posibilidad, tenemos tiempo sin ver eso de Thor, el Allfader lo mantiene muy controlado, ya que podría causar una catástrofe —respondió Brynhildr.

Todos tragaron saliva, esto les puso los cabellos de punta, mientras que Sigrid se acurrucó en el hombro de su amada.

—¿Pero por qué Odín hizo eso? ¡De verdad le quiere dar caza a Loki! —comentó con duda la diosa de la guerra.

—Creo que lo quiere matar de verdad, ya que después de lo que le hizo a su esposa, Sif, y añadirle a eso la muerte de Balder, el dios del trueno no se tocará el corazón si pone sus manos en Loki, será destrozado, puedo casi garantizarlo —comentó Freyr, mientras los demás lo veían.

—Los designios del padre de todo no son del todo concretos, es muy sabio y siempre tiene un plan bajo la manga dentro de sus demás planes, es muy difícil entenderlo —dijo Hilda.

Los mortales escucharon la conversación muy atentos.

—Pero si su objetivo es Loki, ¿por qué nos debería de preocupar que Thor este así? Es lo que no logro entender —preguntó Jarle.

—El poder de Thor puede aniquilar Midgard si no es controlado, tiene tanta fuerza y poder que por algo le temen en todos los círculos del gran Fresno —comentó Svanhvit —, jamás ha conocido la derrota cuando no tiene los inhibidores, se necesitarían cómo mínimo de cinco a siete dioses para frenarlo y eso con dificultad.

Esto hizo tragar saliva a los mortales, cada momento era más peligroso todo, incluso los aliados podrían mostrarse cómo una amenaza.

En ese momento se levantó Freyja y sintió la punzada en su costado, todo lo cual la hizo agarrarse y esto captó la atención de las valquirias.

—¿Se encuentra bien mi señora? —preguntó Brynhildr.

—Si, no hay nada de qué preocuparse, estoy completamente bien —dijo intentando sonreír.

Sin embargo, bajo sus ropajes se mostró una mancha plateada, que todos reconocieron cómo la sangre de la diosa.

—Por Asgard, ¿Qué le pasó mi señora? —cuestiono Svanhvit

—No es nada de lo que se deban preocupar —respondió sin mucha preocupación, no quería alarmar a las guerreras.

—¡No es cierto! —fue Sigrid la que exclamó.

Todos la voltearon a ver, lo cual la hizo tragar saliva intranquila.

—¿A qué te refieres mortal? Pregunto Brynhildr acercándose a ella.

Sigrid se acobardó al ver aquella imponente figura yendo a donde se encontraba, pero era su amada la que detenía a la Valquiria.

—En la batalla que tuve contra Loki, sufrí un daño que necesita ser curado por Eir, ya que fue hecho con hielo de Joutunheim.

La diosa se quitó las vendas y les mostró la herida que tenía, que cada día parecía estar peor, se notaba cómo el color de la diosa se estaba drenando del cuerpo de la deidad.

—¡Eso lo tiene que ver Eir, sino podría ser peor mi señora! —exclamó Brynhildr.

—Lo sé, pero por cómo dicen que esta el padre de todo, será muy difícil que ella se despegue de él —comentó Freyja.

—Debe de haber una forma —dijo la Valquiria que había ayudado a Leif.

Al momento de hablar esta Sigrid sintió que reconocía la voz, pero no sabía de donde, lo mismo pasó con Leif, ambos se voltearon a ver de manera extrañada.

Freyja vio a todos y entendía que estaban preocupados, incluso el rostro de su hermano se notó sombrío.

—Sabes cual es la única manera en que podremos hacer las cosas Freyja, no hay otra opción, incluso el padre de todo no puede negarse a ello —comentó Freyr.

Los mortales los vieron, no entendían bien que estaba sucediendo.

—¿A qué se refiere mi señor Freyr? —preguntó Haavard

Los gemelos se vieron el uno al otro.

—Se debe de convocar un Allthings, es la única manera en que Eir podrá venir —dijo Freyja.

—Debemos hacerlo mi señora, no podemos dejar que eso siga esparciéndose —comento Hilda.

Los ojos de la diosa se notaron tristes, pero comprendía a lo que iban sus valquirias, y tambien los demás.

En parte entendía que la moral del grupo estaba baja por la situación de ella, y sabía que si le llegase a pasar algo, podría ser muy malo no sólo para ella sino para el mundo entero incluso para él Yggdrasil.

Eso no era una opción, no podía ser derrotada tan fácil.

—Lo haremos.

Y sin previo aviso hizo aparecer un cuerno de guerra.

—Bajo las leyes otorgadas hacia mi después de la gran guerra entre los Vanir y Aesir y bajo la potestad que me dieron las nornas, convoco un Allthings.

Con ello sopló el cuerno que hizo retumbar la tierra, el aire aumento su potencia y se vio cómo se abrieron las nubes, de donde comenzó a aparecer la aurora boreal de nuevo.

Las demás valquirias venían en camino. 

Glosario/Nota de autor:

Sif: En la creencia escandinava es una diosa Æsir, esposa de Thor y madre de Þrúðr y Móði y Magni, Sif simboliza la fidelidad y las cosechas por su cabello rubio, con el cual ayudaba a su desarrollo.

Allthing o Thingera la asamblea de gobierno en las sociedades de las , formada por los hombres libres de la comunidad. En ellas se dirimían asuntos de índole legislativa y judicial. A una escala mayor, elegían algunos representantes para enviarlos a una gran asamblea y, así, poder decidir sus propias leyes