Capítulo 10. Es mejor así
A veces solía ir a la casa de Jaden a embriagarme, o en el peor de los casos, drogarme, siempre asegurándome de que su madre o su hermano no estuvieran. En ninguna de las veces él estuvo de acuerdo, trataba de detenerme al principio, pero lo apartaba, diciéndole que no cambiaría por él. Eventualmente, sin darme cuenta dejé de hacerlo. Las drogas y el alcohol dejaron de ser un medio de escape cuando empecé a tener sentimientos por él, y el Damian que decía que nunca cambiaría por nadie, estaba retorciéndose en un rincón. Nada en la vida me llenaba, y por ello lo hacía, pero él me hacía sentir que en realidad nada me hacía falta.
La última vez que tomé fue porque mis padres habían discutido, y al final su compañía me ayudó. Ese día vimos una película hasta que me quedé dormido, y cuando desperté estaba en mi cuarto. Me froté un ojo, encontrándome con Damon en el marco de la puerta, pensando en que el desgraciado de mi amigo me había delatado.
—¿Qué haces en mi cuarto? —inquirí con desdén.
—Ah, nada, cuidándote mientras dormías, porque se te ocurrió desaparecer.
—Solo fue un rato —aclaré.
—Damian, pasó un día.
—Oh...
Caí en la cuenta de que no tenía idea de cuánto tiempo había pasado en la casa de Jaden. Ni siquiera recuerdo lo último que pasó, solo que estaba muy feliz caminando en la cama con mi botella de alcohol, y luego... nada. Vacío.
—Oye, no quiero ser ese hermano molesto, solo me gustaría que me contaras qué pasa —dijo, dando un paso dentro del cuarto.
—¿Para qué? —desvié la cabeza, evitando su mirada.
—Solo quiero saberlo y ya.
—Damon, deja toda esa basura familiar, ¿sí? —me pasé las manos por el pelo, exasperado—. Has hecho tu vida perfectamente, deja de interferir en la mía.
—Solo quisiera que me incluyeras en ella —susurró, apenas pude escucharlo, y cuando me giré para responder él ya se había ido.
Quizás esa fue una de las veces que más me arrepentí de no haber ido tras él.
Las cosas estaban mejorando, un poco, sin querer ser demasiado positivo. Al menos, ya podía ver a Damon sin querer matarlo a los dos segundos. Y sobre Jaden, ya no era tan insoportable; no había vuelto a mencionar nada sobre nosotros en un buen rato, aunque me preguntaba si era porque lo había superado o estaba siendo comprensivo.
—¿Pensando en mí? —Jaden salió del baño con una sonrisa.
Sí, bueno, no había dejado su actitud coqueta, ni las salidas sin camisa.
—Vístete de una vez —le aventé una playera—. Mikhail vendrá pronto.
—¿Quién?
Le dirigí una mirada de hastío.
—Ya, el rubio bonito.
—No le digas así.
—Parece que alguien te agrada.
—¿Y qué con eso?
Él se encogió de hombros, poniéndose la camisa.
—Solo espero que no te agrade demasiado.
—Deja la actitud celosa.
—No son celos, solo no confío en él.
—Qué raro, hago un amigo y curiosamente no confías en él.
—Sabes que no lo digo porque sí —rodeó la cama para acercarse a la puerta.
—Lo que sea —hice un gesto con la mano.
—Bien, me voy.
—Adivinaré. ¿Vas a ver a Damon?
—Ajá.
—¿Por qué tienes que molestarlo tanto? Sabes que él detesta que estén tras él, ¿no?
—Puede ser, pero soy su ángel guardián —me guiñó el ojo antes de salir y toparse con Mikhail.
—Hoy traes toda tu ropa —le dijo él, haciendo que Jaden sonriera falsamente.
—Llegaste tarde a la exhibición —respondió con un tono irónico, mientras seguía su camino. Mikhail simplemente sonrió. Parecía que ambos eran lo suficientemente indiferentes entre sí, lo cual me libraba de un drama innecesario, ya que a Jaden no le agradaba Mikhail, y en cuanto a él... realmente no sabía qué pensaba de Jaden.
—Ey, ¿estás listo? —se asomó por la puerta—. Es la última prueba antes de que lo entregue.
—Soy todo tuyo —dije, dándome cuenta de lo extraño que sonaba mi comentario. Cerré los ojos con fuerza, mientras él sonreía—. Solo terminemos esto.
—Oye, antes... ¿puedo decirte algo?
—Ya lo estás haciendo.
—Sé que hemos pasado tiempo juntos por el reportaje y la investigación, pero me gustaría que siguiéramos hablando sin necesidad de excusas.
Levanté una ceja, pretencioso.
—¿Insinúas que todo esto fue una excusa para hablar conmigo?
—Bueno, sí. ¿De qué otra manera podría haberme acercado a ti?
Me encogí de hombros.
—No lo sé. Conoces mis dos mayores debilidades: la comida y los cómics —dije moviendo los dedos en el aire.
Él se rio, agachando la cabeza como si intentara esconder su sonrisa.
—Pero no lo habría sabido si no fuera por esto. ¿Lo hice bien?
Apreté los labios, acomodándome en la silla y cruzando los brazos, escudriñándolo con la mirada.
—Considerando que soy un rebelde retirado, sí, tal vez. Al menos no te rendiste cuando te mandé por un tubo un par de veces.
—En realidad, fueron más.
—Sí, como sea.
Ambos nos reímos hasta que Mikhail reguló su risa, transformándola en una sonrisa tranquila mientras me observaba fijamente, como si se hubiera perdido en mi rostro.
—Okey, ¿quieres empezar a grabar ahora? —rompí el silencio.
Mikhail salió de su trance, ajustando la cámara en el trípode mientras yo tomaba mi lugar en el escritorio.
—Estamos en el último recorrido de este reportaje —comenzó a hablar, y me perdí en sus palabras. Ya no me resultaba tan desagradable esta situación como al principio.
—¿Te gustaría que vayamos a comer y veamos los detalles finales? —preguntó él una vez que terminamos.
—Sí, no... es que quedé de verme con una amiga.
Frunció el ceño, extrañado.
—Pensé que no tenías amigos.
—¿Auch? Pero okey, lo entiendo. Soy insoportable.
—Ah, no, lo siento —sacudió la cabeza—. No lo decía por eso, es que tú siempre estás tan... solo.
—¿Qué? Paso la mitad de mi tiempo contigo y la otra mitad soportando a Jaden.
Mikhail dejó escapar una risa.
—Es cierto, pero él es tu compañero de cuarto, y conmigo solo era para que me ayudaras. ¿No tienes a alguien más con quien te juntes solo porque sí?
Damon.
Elai.
No.
Ellos ya no estaban.
Aunque tenía una mejor relación con Elai, nos veíamos muy de vez en cuando, y no porque fuéramos exactamente amigos, no como lo que él tenía con Damon; lo nuestro solo era hermandad.
Y bueno, Damon... ya conocen la historia.
—Está bien así, me gusta la soledad.
Él sonrió, no muy convencido.
—Si en algún momento quieres compartirla con alguien, aquí estoy.
La compañía en mi soledad siempre han sido los recuerdos, los buenos recuerdos en los que me refugiaba para aferrarme a la vida y olvidarme de que a veces no quería tenerla, y mayormente eran sobre Jaden. A pesar de los años que me dejó solo, su recuerdo nunca lo hizo, y fue aquello a lo único que pude aferrarme en los malos momentos. Incluso cuando ahora lo detesto, por más que intente odiarlo, algo en mí aún lo quiere. Y sí, aun pienso que hay esperanza entre nosotros. Esa es la peor parte, porque se lo he negado todo este tiempo, y tal vez me crea, pero no puedo mentirme a mí mismo.
—Ya... ya se me hace tarde para ir a ver a mi amiga —dije, haciéndole entender.
Ambos nos despedimos y, para cuando llegué al cuarto de Ellie, creía haberme equivocado de habitación, ya que no había nadie, al menos así fue hasta que vi salir de una de las puertas a una chica de cabello corto y piel morena.
—Tú debes ser el compañero de cuarto de Jaden.
—Eso parece —dije lentamente, sin comprender.
—Oí que está enamorado de ti.
Casi me atraganté con mi propia saliva. ¿Quién era y quién se creía?
—La persona que te lo dijo debe estar muy interesada en mí.
—De hecho, me lo dijo él.
Volteé rápidamente a verla.
—¿Qué? ¿Creíste que no me contaría la razón por la que terminó conmigo?
Así que ella debe ser Anne... la exnovia de Jaden. Mala suerte la mía.
—También sé que son amigos desde hace mucho —continuó, recogiendo su cabello en una coleta—, lo cual es raro, porque nunca me había hablado de ti hasta ahora.
Lo que me faltaba... Es una arpía.
—Sí, qué raro. A ti no te mencionó cuando nos besamos.
Ella apretó la mandíbula, abriendo más los ojos.
—No tengo idea por qué le agradas a Ellie —dijo entre dientes, lanzándome una mirada despectiva.
—Ni tú a ella —le contesté de igual manera, sin despegar la mirada.
—Ey, chicos. Lamento haber tardado, había mucha gente en la cafetería —Ellie entró con un par de bolsas, interrumpiendo nuestro duelo de miradas.
—¿Estás segura de que no fue porque te distrajiste con un mesero de pasado misterioso? —preguntó Anne, girándose.
Ella se ruborizó, y le lancé una mirada fulminante a la tal Anne.
—No, de hecho... nos veremos más al rato.
Fruncí el ceño, distrayéndome de mis pensamientos sobre cuánto detestaba a Anne, pese a que apenas la conocía.
Maldición, Damon, ¿qué estás haciendo? No quiero ser yo quien mate la ilusión en Ellie, pero no puedo permitirlo. Claro que quiero que ambos sean felices, pero no creo que este camino los lleve a eso.
—Oh, Damian, ¿cómo estás? ¿Pudiste hablar con Damon? —preguntó, dejando de lado el otro tema.
—Eso me suena a que ya sabes algo.
—Emmm, sí, bueno, algo me contó.
—Sí, hablamos un poco, no fue la gran cosa, sigue siendo Damon.
—Él te extraña.
—Lo dudo mucho si le fue tan fácil sacarme de su vida.
Anne sonrió, y Dios, fue una sonrisa tan molesta.
—¿Así que eres el hermanito pequeño de Damon? —balanceó sus piernas en la cama.
No le respondí.
—Sí, ellos son hermanos y Elai —dijo Ellie por mí—. Y tienen una hermana, pero no estudia aquí.
Parece que Damon ya le ha contado todo nuestro árbol genealógico...
—Vaya, qué divertido, seguro tienes mucho con qué entretenerte. Lo cual es raro, porque aún así buscas chicos con pareja —recalcó.
—Amm, Anne, no creo que debas decir eso —Ellie intervino—. Damian no es así. Seguro es un malentendido.
—¿Te digo qué lo es? —contraatacó—. Que tu novio te jure amor, te baje el cielo y las estrellas, y después se meta con la primera persona que se le atraviesa.
Me levanté de golpe.
—Jaden y yo no hemos estado juntos, y para tu información, él y yo nos conocemos desde antes de que siquiera supiera que existías. Así que quien está de más eres tú. Pero no te preocupes, no lo quiero, ni siquiera besa tan bien.
Okey, eso era mentira, pero no sabía cómo quitarme a esta garrapata. ¿Por qué por culpa de él ahora tenía que lidiar con sus asuntos que había dejado por ahí?
Aunque podía entender a la chica, en su lugar también estaría molesto, pero tampoco sería tan insoportable.
—Oigan, no tienen por qué pelear. Jaden ni siquiera está con ninguno de los dos.
Ambos la miramos.
—Ah... y aunque lo estuviera, es su decisión. Igual hay más gente allá afuera.
—Lo mismo va para ti, Ellie —me enserié—. Hay más allá que Damon. Mejor hablamos luego.
Salí del cuarto sin esperar otra palabra. Creo que ella ya empezaba a sospechar que no me agradaba la idea de que estuviera con mi hermano, lo cual de por sí me ponía molesto, y más me daban ganas de arrancarme el cabello con la llegada de esa chica, que se creía alguien importante para Jaden cuando seguramente solo fue una más de sus novias. Yo las he conocido a todas, ¿y quién ha durado más? Pues claro que yo.
Maldición.
Le di una patada a la puerta en cuanto llegué a mi habitación, lastimándome los dedos. Ni siquiera sé por qué estoy tan molesto. Hasta hace poco, me daba igual lo que sucediera con él, con quién estuviera o qué hiciera. Pero ahora, solo me arrepiento de las veces que lo rechacé desde que llegamos.
¿Por qué? ¿Por qué?
Ni siquiera está aquí, y no sale de mi cabeza.
—Oye, desde allá te vi patear la puerta, ¿estás bien? —preguntó Jaden entre risas mientras se acercaba. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, lo tomé de la muñeca y lo empujé dentro, cerrando la puerta de un portazo.
—¿Por qué sigues tras de mí? —lo presioné contra la puerta—. ¿Por qué me atormentas con mi pasado? No quiero volver ahí, no quiero... —apreté los párpados, apoyando mis puños en su pecho con apenas un poco de fuerza.
—Ey, Damian.
—No —estallé, sin poder contener más las lágrimas. No recuerdo cuándo fue la última vez que lloré—. ¿Por qué tienes que hacerme sentir esto? Lo detesto —me pasé el antebrazo para limpiarme las lágrimas—. Había hecho muy bien mi vida sin ti, ¿por qué tenías que regresar? ¿No pudiste simplemente quedarte con tu bonita novia y olvidarlo todo?
Sus facciones se suavizaron, luciendo triste, mientras acercaba su mano a mi mejilla. Por primera vez, lo dejé tocarme porque ya no podía huir de esto. Cada vez que intentaba hacerlo, mi corazón volvía a él.
Antes pensaba que lo hacía para protegerme de él, pero en realidad estaba protegiéndolo de mí. Sé el huracán que soy, lo desastroso e impredecible que puedo ser, y eso puede ser un conflicto para las personas. Creo que solo no quería ser un problema para una de las personas que más me importaban, porque nunca me interesó quedar bien con nadie, pero él era el único que tenía fe en mí y veía algo bueno cuando yo no podía.
—Ey, no llores —su voz salió suave—. Al principio, cuando te encontré de nuevo, mi primera reacción fue querer arreglar las cosas contigo e iniciar de nuevo, pero me di cuenta de que tú ya habías empezado, sin mí —alcé la mirada, y sus ojos ámbar me llenaron de confort. Las lágrimas seguían resbalando por mis mejillas, pero eso no le hizo perder la calma—. Entendí que esto te lastima, así que dejé de insistir. Pensé que podíamos vivir en un mundo donde ninguno recordara el pasado y estaríamos bien, pero él seguirá ahí hasta que uno de los dos dé un paso al costado.
Abrí los labios, sin entender a dónde pretendía llegar.
—Así que decidí que lo mejor es cambiarme de habitación.
¿Qué?
Esto no puede estar pasando.
Está ocurriendo de nuevo.
Yo no... no quiero que pase otra vez.
—¿Hablas... de huir? —murmuré.
—No, Dam, pero no puedo pretender que nada pasa cuando estás así de mal. En especial si es por mí.
Se acercó a mí, y cuando pensé que me robaría un beso, sentí sus labios en mi frente.
—Te extrañé, Damian.
Abrí los ojos, dejando escapar las lágrimas que se habían detenido en los rabillos.
No se refería al tiempo que estuvimos distanciados, sino a que yo no había sido yo mismo desde hace mucho, y esta era la primera vez en mucho tiempo que lo era.
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Ahhhh
Capitulo de reflexión. Qué tal? Les gustó?
Parece que nuestro querido Damián no puede superar a su primer amor, pero Jaden está igual, queeé? Cómo que es su primer amor? Uy, ya se viene, ya se viene
Y aprovechando el recibimiento que está teniendo esta historia, los invito a leer la historia de Damon con su amorcito Ethan. Pueden leer ambas versiones "El Cristal del príncipe", narrada por Ethan o "Te Espero al final del Mar" narrada por Damon, al menos mientras esperan actualización de esta jiji
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