|09|Ya nada es lo mismo.
Aquella noche volvió a casa más tranquilo, sentía por fin libertad y la necesidad de terminar su relación con HyunSuk se apoderaba de sus pensamientos. Ya no quería seguir con él, seguir atado a su novio solo le arruinaba la vida.
Entró a casa y todo estaba oscuro y en silencio, respiró profundamente y se adentró en los pasillos del enorme lugar.
Un sentimiento de nostalgia le obligaba a querer llorar en aquel momento, encendió las luces de la sala y recordó su infancia, se vio a sí mismo jugando en la alfombra con sus figuras de superhéroes que tanto le gustaban de niño, vio a Nana traer jugo y galletas a la mesa, y sonrió al recordar que solo ella ha estado junto a él desde siempre, su vida no había sido fácil a pesar de que sus padres trabajaban día y noche para darle lo mejor, y Jungkook no quería ser un hijo mal agradecido pese a la ausencia cargaba consigo aquel rencor de crecer en completa soledad.
No había ninguna foto de navidad en familia, el pino que armó alguna vez con mucha felicidad desde pequeño junto a su Nana ya no adornaba la sala, había quedado olvidado en la bodega.
Una escurridiza lágrima se escapó de sus oscuros ojos, ya no quería más esa vida.
Había encontrado a alguien con quién se sentía bien, alguien que podría darle el amor que tanto le hacía falta. Esa conexión que con nadie jamás sintió la había encontrado, por fin. En aquel joven que a pesar de toda oscuridad veía la vida desde una perspectiva diferente.
Pese a ello, sentía miedo.
—Jungkook— Sus ojos se abrieron sorpresivamente cuando escuchó la voz de HyunSuk acercándose. —¿Dónde estabas? ¿Estás bien?
Jungkook asintió.
—Pregunté donde estabas.— Tomó la barbilla del menor volteando su rostro para que este le mirará a los ojos.
—Fui a la biblioteca. — Mintió.
Jeon levantó su mirada y aclaró su garganta de inmediato, ahí estaba su novio frente a él, con la misma estampa imponente, tan atractivo y traicionero al mismo tiempo. Jungkook pensó que su novio se alejaría después de eso, que se iría a la habitación y lo abandonaría como siempre. Sin embargo, esta vez no fue a sí, aunque tampoco hubo malos tratos de por medio.
El rubio envolvió a Jungkook en un incómodo abrazo, a pesar de ello hizo que el corazón de Jungkook se sintiera un poco más tranquilo y confiado de que esta vez no habría golpes.
Soltó el aire de sus pulmones y abrazó al rubio por la cintura y escondió su rostro en el pecho de este. El mayor se separó lentamente y le miró a los ojos, se acercó con suavidad para dejar un beso en los lindos labios de su novio, quién lo rechazó de inmediato, dando un paso atrás casi por inercia. Apretó sus labios y posteriormente quiso irse del lugar, el aire se sentía pesado y comenzaba a faltarle la respiración, tenía miedo otra vez.
Aunque solo vio a HyunSuk suspirar y llevar ambas manos hasta su rubia cabellera, verlo ahí serio y callado le ponía la piel de gallina Jungkook se dedicó a observarle sin perder ningún detalle de su actuar.
—Lo siento.— Susurró el menor, HyunSuk solo asintió en respuesta.
Se acercó a él sigilosamente y acercó sus labios dejando un suave beso.
Sin embargo, HyunSuk no respondió, solo soltó un pesado suspiro quedándose en silencio varios segundos.
—¿Estás usando loción?— Preguntó acercándose aún más el rostro a su novio, esta vez para volver a sentir aquel extraño y diferente olor que desprendía el menor.
—No.— Negó de inmediato alejándose nuevamente —Sabes que soy alérgico a esas cosas.
Y de inmediato vino a su mente el abrazo que le había dado a Taehyung hace un rato, era obvio que su aroma se quedaría impregnado en su ropa, rápidamente se dirigió a la escalera intentando disimular su nerviosismo.
—¿A dónde vas?— El rubio lo siguió hasta la habitación.
Una vez ahí, Jungkook se quitó la ropa de inmediato, tirándola rápidamente al cesto de ropa sucia.
—Ya es tarde.— Dijo Jungkook exaltado — Mañana tengo examen por la mañana — Sintió la respiración de HyunSuk rebotar en su nuca.
—Estás tan hermoso.— Jadeo el mayor en voz baja cerca de su oreja, atrapándolo suavemente por su cintura desnuda.
Jungkook sintió como un par de besos húmedos fueron depositados en su cuello, se volteó quedando frente al rubio quién le sonreía esta vez como no lo hacía desde hacía tiempo, pero al verle a los ojos venían a su mente todos los malos momentos opacando todo lo que sentía.
Se alejó caminando hasta la cama, vistiéndose con su pijama rápidamente.
—Estoy cansado.— Admitió con temor y sus ojos se cerraron esperando un grito o un golpe como la última vez.
Luego de unos segundos en completo silencio, sin reacción de parte de su novio, quien seguía con una expresión de empatía forzada, HyunSuk se acercó.
—Está bien, amor.
El rubio caminó hasta tomar su lugar en la cama y se sentó en esta misma, observando a Jungkook como terminaba de abrochar los botones de su camisón, esas telas negras de satín resaltaban su pálida piel y silueta perfecta aún más, lo que acrecentaba el deseo de HyunSuk de querer hacerlo suyo otra vez.
—Solo quería pasar una noche contigo antes de irme.
—¿Te irás?— Preguntó algo emocionado, mientras se encargaba de revolver la ropa del cesto con la excusa de encontrar algo.
Sentía que estaba a punto de volverse loco.
—Sí, tu padre me pidió que fuera por parte de la empresa, ya sabes cielo, negocios. — Respondió —El avión sale mañana por la mañana.— Extendió sus brazos hacia Jungkook, quien seguía de pie junto a la cama — Ven a dormir, amor.
Jungkook dio un suspiro y se acomodó junto a él, de inmediato sintió las manos de HyunSuk sobre su cintura, quien lo acercó más a su cuerpo, el actuar del rubio esta vez era distinto, como al principio de la relación, y eso confundía de sobremanera a Jungkook. Volteó ligeramente el rostro del menor, quien de inmediato se aferró a su torso desnudo, ya había olvidado lo que era sentirlo así de tranquilo.
HyunSuk comenzó a besarle sin aviso, al ver que su novio le correspondió sin problemas comenzó a subir la intensidad de aquel beso, llevo sus manos hasta la cadera de su novio, deslizándola sutilmente por debajo de su camiseta, subiéndola poco a poco hasta llegar a su cuello, Jungkook quiso dejarse llevar aun cuando en su mente solo estaba Taehyung, era él a quien quería besar, a quien quería tocar, a quien hacerle el amor.
Aunque pareciera una completa locura.
Comenzó a sentirse inquieto, los besos y la respiración de su novio era sofocante.
Se dio cuenta de inmediato del extraño actuar de Jungkook y se detuvo.
—¿Pasó algo?
—No tengo ganas, lo siento.— Respondió sin más para luego hacerse a un lado de la cama, quedando casi al borde de esta misma.
Ese sentimiento de ira volvió a apoderarse de él, no podía tolerar la idea de que su novio se negara a darle lo que él quería, pese a ello respiro, tragó duro, mantuvo la calma y con un impresionante autocontrol se acercó a Jungkook.
—De acuerdo.— Susurró para luego dejar un fugaz beso en su mejilla. — Descansa.
Jungkook cerró los ojos solo para fingir que dormía a ver si así su novio dejaba de insistir. No entendía bien qué le pasaba, se encontraba totalmente confundido, su novio había vuelto, se había disculpado, y estaba respetando su espacio, su intimidad.
Mientras que HyunSuk no lograba conciliar el sueño, aunque se había despojado de la ropa, aún podía sentir aquel aroma distinto en su novio. Intentó no darle más importancia a todo eso, al menos por ahora, se volteó dándole la espalda al menor con cierta molestia.
Por la mañana muy temprano, Jungkook sintió un tibio beso en su frente y al abrir con dificultad sus ojos se encontró con el rostro de su novio.
—¿Ya te vas?— Preguntó el azabache, sentándose de a poco en la cama con el cabello alborotado, refregando sus ojos.
—Sí, tu padre me quiere luego allá, pero volveré.—Dijo entregándole una sonrisa extraña a Jungkook, quien no pudo evitar sentir un escalofrío en su espalda por el tono de voz que su novio uso.
—Está bien HyunSuk, cuídate.—El menor volvió a recostarse cubriéndose hasta la mitad del rostro, dejando solo sus ojitos a la vista.
—¿Solo eso dirás?— Preguntó el rubio con algo de enojo por la seca actitud de Jungkook.
—Está bien.—Bufo, el menor, casi obligándose a ser gentil.—Cuídate mucho amor.— suspiro fingiendo una sonrisa.
—Así está mejor bebé.—El mayor se puso el abrigo, tomo sus cosas y salió de la habitación, sin antes darle un beso en los labios a su novio.
Bajó las escaleras, cuestionándose como nunca antes si dejar a Jungkook, sabía que el menor no actuaría de la mejor manera con él y no era para menos, había actuado como si nada después de haberle dañado hasta lo más profundo de su alma. Pero era algo distinto, esta vez, el rubio cerró finalmente la puerta principal de la casa con una sensación algo desagradable, y no se quedaría con la duda del actuar extraño de su pequeño y adorable Jungkook.
En la habitación Jungkook se quedó mirando la puerta cerrada, con su corazón latiendo de forma extraña, no sabía como sentirse al respecto. Generalmente, solía sentirse triste cuando HyunSuk lo dejaba solo, solía ir tras él y darle un fuerte abrazo antes de que él se fuera, aunque eso resultará empalagoso y hostigante para su novio. Las promesas de HyunSuk ya no tenían tanto sentido para Jungkook, una porque nunca las cumplía y no importaba lo mucho que se esforzara, terminaba rompiéndolas y fallando una vez más. Y dos, porque algo en su interior que creía ya haber perdido, estaba encendiéndose de a poco.
Jungkook sacudió su cabeza como si así fueran a irse todas esas ideas cruzadas en su mente y se refugió entre las cobijas de su cama, acomodó su cabeza sobre la almohada que uso toda la noche y sí, HyunSuk tenía razón, el aroma aún permanecía ahí, el perfume de Taehyung aún seguía impregnado en su piel. Una pequeña sonrisa se apoderó de su adormilado rostro, como tantas otras veces HyunSuk lo había dejado solo, y él estaba ahí sonriendo. No podía sentirse triste aunque quisiera, la llama que flameaba en su interior parecía crecer un poco más solo al recordar a Taehyung y su bonita sonrisa.
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