En la habitación tenue y acogedora de Taehyung, las estrellas de aquella noche brillaban, proyectando destellos dorados en las delicadas cortinas de seda, el aire estaba impregnado de un perfume dulce y envolvente de ambos, que despertaba emociones y susurraba ternura.

En el centro de la pequeña habitación, dos almas enamoradas se encontraban frente a frente, Jungkook miraba con profundidad aquellos ojos brillantes que le volvían loco. Sus manos acariciaban dulcemente el delgado cuerpo del castaño, quien en cada suspiro le entregaba una conexión única y dulce.

—Cuando por fin estemos juntos quiero que tengamos muchas plantas y animales, ¿Qué tal una casa en el campo?—Mencionó Jungkook silenciosamente sin dejar de admirar el pecho desnudo debajo de él.

—Me parece una buena idea.—Responde Taehyung con una sonrisa acariciando los muslos de Jungkook, quien estaba sentado sobre su regazo, mientras que Taehyung yacía recostado sobre la cama.

—Deberías abrir una escuela de música, todo el mundo debería escuchar y conocerte eres increíble y talentoso. Podría escucharte, tocar el piano todo lo que me resta de vida.

El tiempo parecía detenerse mientras sus cuerpos se acoplaban en un suave abrazo, en el que las manos del castaño recorrían lentamente las curvas del otro, explorando cada centímetro de piel con reverencia y admiración.

Ambos empiezan a reír y repartir besos, Taehyung besa tiernamente el rostro de Jungkook, quien reía como nunca en mucho tiempo, agradecido de haber encontrado a Taehyung y feliz de tenerlo en su vida, a pesar de todas las desgracias era ahí en donde podía sentir que era su hogar y su lugar seguro.

—Me gustas mucho, Tae.— Le dice volteando quedando sobre él nuevamente y acaricia su rostro con suavidad. —Creo que estoy perdidamente enamorado de ti, es una locura, yo...yo no quiero volver a casa, no me importa no volver a ver a mi familia, quiero quedarme aquí, contigo.

—Daría lo que fuera por tenerte aquí, pero todo depende de ti mi cielo. —Le dice acariciando su mejilla.

Jungkook se acercó lentamente a esos labios que no podía dejar de besar, quería besarlos hasta que se desgastaran los propios y fundirse en ellos también, Taehyung corresponde de inmediato y sus manos van directamente a su cintura donde deja caricias y va apretando ligero de vez en cuando, las caricias del castaño lo volvían loco, era hipnótico como podía dejarse llevar y seguir el ritmo de aquel cuerpo, aquella suave y dulce lengua jugando a encontrarse con la suya. Era exquisito sentir como Taehyung podía hacerlo completamente suyo sin importar nada más, sin sentir miedo, sin sentir dolor y ser amado realmente.

Entre suspiros ahogados y caricias, los gemidos llenos de pasión flotaban en el aire, susurrados con dulzura. Sus labios se encontraban en un íntimo diálogo, comunicándose sin necesidad de palabras mientras sus almas se entrelazaban en aquella cama deshecha.

La habitación se vio sumergida en aquella conexión tan apasionada, mientras se entregaban compartiendo sus más profundos deseos y placeres, sin temor ni reserva. Cada beso, cada caricia, guiada por el amor puro y genuino que sentían el uno por el otro, sellaba su compromiso aquella noche donde se juraron amor eterno.

Exhaustos se quedaron ahí, abrazados a sus húmedos cuerpos, hasta que cansados de tanto hacer el amor, por fin se quedaron dormidos.

Al día siguiente Jungkook abrió sus ojos cuando un poco dé luz entró por entremedio de las cortinas, ve a Taehyung dormir plácidamente al otro extremo de la cama abrazando una almohada y sonríe después, es que simplemente adoraba todo del castaño. Se levantó sigilosamente y se vistió posteriormente.

Suspiro queriendo llorar y por un momento sintió su corazón romperse, acaricio una vez más la suave mejilla del chico que aún dormía y luego beso su frente.

—Te veo pronto, tae.

Dice finalmente con una enorme tristeza y camina hasta la salida para luego marcharse del lugar, afuera hacía frío y podía sentir su corazón congelarse, volver a casa y a su rutina era un martirio para él, aquel lugar tan hostil al que alguna vez le llamó hogar, ya no lo era más. Cada vez que dejaba a Taehyung, también una parte de él se perdía en cada paso que daba al alejarse de él.

—¡Jungkook!—Habla ella exaltada atrapandolo desprevenido en la entrada.—¿Dónde estabas? ¿Estás bien? ¿Dónde pasaste la noche?

—¿Por qué tantas preguntas mamá? Y estoy bien, pasé la noche en la casa de un amigo. Nada de que preocuparse.—Sonríe ligero, pasa por el costado de la mujer y camina hasta la cocina.

Ve de re ojos a su padre sentado en el sofá, él bebía café mientras leía algo en su teléfono, levantó la mirada de pronto y miró a Jungkook, un leve movimiento de cabeza fue el saludo que el hombre le dio al jovencito.

Jungkook no dijo más que un simple "Hola" y siguió su camino hasta la cocina, una vez ahí repitió la misma rutina de siempre, aunque esta vez dejaría para otra ocasión el probar la comida que su Nana con esfuerzo y esmero había preparado para él, lo lamentaba en el fondo de su corazón, pero simplemente no sentía deseo alguno de comer.

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Eran aproximadamente las cuatro de la tarde y Taehyung esperaba paciente que Jimin llegara a recogerlo a su trabajo, estaba sentado en una banca que estaba justo por fuera en el jardín del orfanato, frotaba las palmas de sus manos sobre sus muslos para darse calor a sí mismo, es que mientras más pasaban los días, más se sentía el frío invierno mismo que parecía no querer acabar. Si jimin tardaba un poco más seguro se quedaría ahí congelado y saldría en el noticiero de la mañana con el título "Hombre muere congelado" Sonrió tontamente después de pensar aquella estupidez.

—¡Tae! ¡Levanta tu trasero de ahí vas a congelarte!

—¿Pues qué crees? Ya me congelé porque alguien no llega a la hora que acordamos
— le echa en cara en tono de broma y el rubio baja del auto caminando hasta él para ayudarle.

Taehyung siente las manos de su amigo tomar su brazo para guiarle hasta el auto, cuando los dos por fin suben, jimin conduce tranquilamente mientras tarareaba una canción que sonaba en la radio.

—Me dieron una invitación para un evento la próxima semana.

El rubio le mira de rápidamente y vuelve su mirada hasta la autopista.

—Quiero que vayas conmigo.— pidió a su amigo quien no lo dudo ni un segundo y respondió.

—Claro, pero ¿Un evento de qué?

Taehyung no responde y comienza a buscar en sus bolsillos la tarjeta de invitación que el desconocido de hace un rato le había dado. La encontró segundos después y se la dio a Jimin para que este la leyera.

Miró un poco para leer sin distraerse de la carretera, sin embargo, al leer aquel nombre frenó de golpe. Estaba molesto, y también preocupado.

—Maldito.— Dijo con molestia y vio a Taehyung después que se veía algo asustado por el repentino cambio de humor de su amigo y por frenar sin avisar.

—Menos mal que traía el cinturón de seguridad.—Dice en un tono burlón y se ríe después. —¿Qué pasó? ¿A quién estás maldiciendo ahora?

—¿Estás seguro de que quieres ir a ese evento tae? Seguramente será superaburrido.

Jimin a toda costa quería evitar que su amigo estuviera cerca de aquellas personas. Sin dudas era una pésima idea.

—Me invitaron a tocar, dinero extra.—hace una mueca y un movimiento de victoria.— Además necesito el dinero para la operación.

—De acuerdo.

Sin más que decir el rubio, enciende su vehículo nuevamente y conduce hasta el viejo edificio en donde vivía su castaño amigo.

—¿Cómo vas con los medicamentos?— Preguntó Jimin mientras preparaba un té de hierbas en la cocina.—No me has contado nada sobre eso.

—Bien, dice el médico que pronto podré operarme. Por fin podré ver tu cara de amargado.— Dice el de forma graciosa y se ríe al mismo tiempo que Jimin hace una mueca de disgusto y voltea los ojos. —No puedo verte, pero sé que traes mala cara, eh.

—Eres un pesado Kim Taehyung, ¿lo sabías?—Se ríe sin más y se va hasta la pequeña sala en donde Taehyung estaba tirado en el sofá con yeontan dormido en su regazo.—Toma tu té antes de que se ponga frío.

—Gracias Jimin, oye sobre lo de la invitación al evento, no me dijiste de quién venía.

—Mmh...— bebió de su té esperando que Taehyung cambiará de conversación.

—¡Ya dime! Para que tanto misterio.

-Deberías de saberlo, ¿no? ¿La persona que te lo dio no te dijo nada?

-Solo me ofreció una buena cantidad de dinero por ir a tocar por un par de horas, dijo que era una junta de gente importante, pero no me dio nombre ni nada.

-Es mejor que te quedes con la duda, sí, es mejor así.- Suspira y nuevamente bebe de su te y luego se recuesta en el sofá fijando su mente en el techo de madera.

-¿Qué te preocupa, eh? Y no me digas que no es nada porque ese suspiro que has soltado me hace pensar que algo te tiene agobiado.

-Es Yoongi.

-¿Yoongi? ¿Qué hay con él? Ahora que lo pienso no le he visto desde hace rato ¿Tú le has visto?

-Pues dudo que puedas verlo.- Jimin se echa a reír vengándose de lo que hace un rato, Taehyung le había dicho.

-Ja, ja, ja, muy gracioso. - Taehyung se ríe también, no era algo que le molestase que Jimin hiciera bromas sobre su ceguera, le parecía algo totalmente divertido y normal entre ambos. - Ya dime, que pasa con Yoongi ¿Por fin te diste cuenta de que te gusta, lo amas y quieres casarte con él?- Se ríe otra vez y siente de pronto un cojín rebotar en su pecho.

-De que hablas tonto, a mí no me gusta Yoongi.

-¿Qué hay de malo con que te guste? Es un chico tierno y divertido, si no me hubiera enamorado de Jungkook créeme que ya le habría invitado a salir.

-¿Cómo que estás enamorado de Jungkook?

-¿No se nota acaso?

-Pues sí, pero pensé que lo de ustedes era algo, no sé, para pasar el momento.

-mmmh... Solo digamos que aunque termine con el corazón hecho pedazos después de esto, no me arrepentiré de nada. Pero no hablemos de eso ahora, háblame de tus sentimientos por Yoongi.

-Está bien, lo admito, supongo que me atrae, pero solo un poco eh, muy poquito.

-Hey, ni tú mismo te lo crees. Pero bueno, si dices que es solo un poquito.- se ríe el castaño.

Jimin suspiro y se dejó caer aún más en el sofá quedando completamente acostado sobre este, se quedó en silencio mirando la televisión apagada frente a él, miró a Taehyung también, quien se quedó pensando en quién sabe que, afuera, no había más ruido que el de la lluvia que había comenzado a caer desde hace un par de minutos, y Yeontan seguía plácidamente dormido en las piernas flacas del castaño.

Se levantó después de sentir aquel vacío blanco en su mente y caminó volviendo a la cocina.

-¿A dónde vas?- pregunta Taehyung.

-Tengo hambre, prepararé algo de comer.

-No me dejes con la duda Jimin, tocaste el tema de Yoongi y ahora ya no quieres decir nada.

-No dije que no quería decirlo, además tú fuiste quien preguntó. - decía mientras sacaba un par de verduras de la canasta que tenía el castaño sobre la mesada y posteriormente abre el refrigerador en busca de alguna proteína. -¿Puedo usar la carne?

-Sip.- Responde el castaño despreocupado

-Hace un par de días Yoongi me invitó a cenar, me contó un poco más de su vida, mientras lo veía hablar tan concentrado, observe con detalles su rostro, sus gestos y pude notar que es bastante atractivo.- Relata al momento que corta las verduras y luego las coloca en una olla con agua sobre la estufa. -Pero algo más me llamó la atención, digo, su forma de ser conmigo tan atento y amable, me tiene confundido ahora.

-No soy quién para dar consejos mucho menos sobre amor, pero podrías darle una oportunidad de conocerlo, más allá que un simple amigo.

❤️‍🩹❤️‍🩹

bueno nueeeeevamente les agradezco por leer y por sus comentarios🫂💖

que tengan un agradable fin de semana y nos leemos pronto, besos 💖💖