|024|Déjame en paz.
—Quiero que HyunSuk se vaya de nuestra casa.— Dice de pronto la mujer dejando confundido a su esposo.
—¿Y eso a qué se debe? Veo que desde hace tiempo estás algo extraña referente a HyunSuk.— Suspira él sin mayor importancia y sigue trabajando en la computadora.
—Ese muchacho es una mala influencia para nuestro hijo, él ha estado maltratando a Jungkook, y no me parece para nada justo que después de enterarme de todo lo que ha pasado el siga viviendo en nuestra casa.
—Cielo, escucha… No justifico el maltrato, eso está mal, pero ¿No crees que estás exagerando? HyunSuk es un chico tranquilo, lo conoces desde que era pequeño.— El hombre la mira y extiende su mano frente a ella invitándola a acercarse, la mujer suspira y segundos después se acerca. — Sé que estas cosas son de preocuparse, pero son jóvenes, ellos sabrán como arreglar sus problemas.
—Pero Jungkook es nuestro hijo, y no dejaré que ese tipo siga haciéndole daño.— Dice decidida y se aleja después.— Si no quieres ayudarme está bien, pero iré a denunciarlo, esto no puede quedarse así.
—¿Sabes que quedaríamos en la ruina, verdad? HyunSuk y su familia son muy importantes, todo lo que tenemos es gracias a ellos, si dices algo estamos acabados ¿Si lo entiendes?
—Jungkook también es importante, solo te importa el maldito dinero, no te importa ni un poco nuestro hijo.— Le reprocha con rabia.
—Tu hijo.— Le recuerda y los ojos de la mujer se clavan en los suyos como puñaladas. —Cariño es mejor que guardes la calma, Jungkook estará bien, solo dale tiempo.
—Eres un imbécil.
Finalmente, la mujer sale de aquella oficina y se encierra en su habitación, mientras lloraba y recordaba su pasado tras lo que su esposo le había dicho. Ella y el señor Jeon se habían conocido cuando ella apenas era una jovencita de 19 años que cargaba en su vientre 5 meses de embarazo, ilusionada ella decidió huir con Jeon cuando él se lo propuso el día en que se conocieron fuera de la escuela en donde ella estudiaba, le prometió una vida digna, llena de lujos, regalías y fue así como en poco tiempo ella y su pequeño hijo se conviertieron en parte de la familia Jeon. Sin embargo, aquel recuerdo amargo le hizo temblar el corazón y caer en cuenta de la realidad, Jungkook nunca había sido aceptado por su “padre” aunque él le había dado el apellido.
Y se lo dejo claro en aquel momento “Jungkook nunca será mi hijo” ella escuchó salir de la boca del hombre un par de veces, pese a ello jamás tuvo el valor de decirle a su pequeño que aquel hombre no era su padre. Y ahora, en la soledad y tristeza de su enorme habitación, la mujer se siente como aquella vez, cuando no tenía nada, ni a nadie. Se sentía mal y una tonta por siempre correr detrás de su esposo como perro faldero en forma de agradecimiento por literalmente recogerla de la calle, nunca le dio tiempo, importancia y sobre todo amor a quien de verdad lo necesitaba y merecía, ahora ella pagaba las consecuencias.
—Señora, le traje su té.— Nana entra a la habitación y ve a la madre de Jungkook sentada en la cama, quien le mira con sus ojos llenos de lágrimas. —Disculpe, no quise interrumpir.
—No, Eunji, está bien.— Dice ella quitándose las lágrimas. —Pon la bandeja sobre la mesa de noche, por favor.
La mujer hace caso de inmediato, y sin nada que decir, aunque tenía muchas cosas dando vuelta en su cabeza, se alejó para salir de la habitación.
—¿Eunji?
—Dígame.
—¿Tu por qué nunca te casaste?— trata de iniciar una conversación con ella.
—Mm… Bueno, yo, creo que nunca me he enamorado señora.— Suspira y luego sonríe. — y considero que para casarse tienes que encontrar a alguien que esté enamorado de ti y que te ame, cosa que no es mi caso.
—Eres joven y bonita Eunji, como nadie se va a enamorar de ti.
—Pues cuando vives como yo, es difícil encontrar a alguien que no te vea como un fracaso o como la simple empleada que soy, usted y yo somos dos mujeres completamente diferentes, señoras Jeon.
—¿Nunca te enamoraste?— la empleada asiente.
—Pero me dejo por alguien más, una chica más bonita, inteligente y con dinero.
—Es una lástima e injusto.— la madre de jeon le mira con una sonrisa llena de compasión, nunca se había imaginado lo difícil que había sido todo para Eunji.
Como nunca abrió los ojos ante todo lo que en su hogar sucedía día tras día.
—Me siento una tonta.— Dice después — Ese maldito de Jeon jamás ha dejado de ser la mierda de hombre al cual conocí hace años.— Nana, la mira sorprendida y es que jamás había escuchado grosería alguna salir de los labios de su jefa. —Yo le creí, creí que había cambiado, que el dinero ya no era importante para él, creí que nos quería como su familia, que quería a Jungkook como su hijo, pero no. Nunca lo ha querido. Eunji tú eres la única que puede ayudarme a alejar a HyunSuk de mi hijo.
—Señora yo… Yo quiero mucho a Jungkook como si fuera mi hijo, pero esta situación se nos puede escapar de las manos, el joven HyunSuk es muy peligroso.
—¿Peligroso? Eunji ¿Qué más has visto?
—No he visto nada, solo he escuchado, pero no puedo decirle nada más, señora, Jungkook se sintió traicionado por mí, es mejor que no me involucre.
—Eunji por favor, ayúdame. — Le suplica ella tomando de su mano —Tú conoces a mi hijo más que nadie, y sé que lo amas incluso más que yo.—Ayúdame a sacar a HyunSuk de su vida, no quiero que lo siga lastimando. Por favor.
Nana suspira mirando aquellos ojos suplicantes frente a ella y vio a Jungkook, aquellos ojos eran idénticos a los de su niño.
Entonces aceptó.
Pocos días faltaban para noche buena, durante los días que pasaron la madre de Jungkook junto a nana cuidaban y no perdían de vista al menor mientras estaba en casa, HyunSuk aún no se había ido, sin embargo, las cosas estaban bastante calmadas dentro de aquel hogar.
Casi eran las cuatro de la tarde cuando Jungkook llegaba al centro comercial en donde se encontraría con Yoongi, quien le había pedido el enorme favor de acompañarle y ayudarle a escoger el regalo perfecto para que Jimin cayera rendido a sus pies.
—Hola, te compré un café.— Le dice el chico de ojos gatunos sonriéndole al más alto.—Es de vainilla.
—Gracias. — Sonríe de vuelta y juntos comienzan a caminar mirando los escaparates de las tiendas. —¿Ya pensaste que le vas a regalar a Jimin?
—Tae me dijo que le gustan los perfumes, y lociones para el cuerpo.— Menciona y se detiene frente a una tienda de perfumería — Pero no estoy seguro, quiero que sea algo especial. Quiero que sea el reflejo de lo que siento por él.
—Pero Tae me dijo que Jimin no tenía intenciones de iniciar una relación.
—Lo sé, no es para que se enamore de mí ni nada, simplemente quiero que sepa lo especial que es para mí. ¿Qué le darás a tae?
—No lo he pensado aún. La última vez le pregunté cuál había sido su regalo más esperado de cuando era pequeño, y me dijo que un oso de peluche — Jeon sonríe un poco y Yoongi le mira elevando una ceja con curiosidad.
—¿Un oso de peluche?— Jungkook asiente de inmediato y bebe de su café luego. — Oye Jungkook…
—¿Sí?
—Hay algo que me ha dado vueltas en la cabeza desde que nos conocimos hace tiempo. — habla el de menor estatura, algo complicado. — Esa vez que nos conocimos traías un moretón en tu ojo y también en tu mejilla.
Jungkook sintió su corazón latir rápido y aclaro su garganta después, sabía a donde iba a llegar esta conversación y debía de prepararse para decir la verdad, ya no podía seguir escondiendo el horrible secreto a voces que trataba de seguir ocultando.
—¿Tu novio te maltrata?—Preguntó Yoongi siendo cuidadoso y no queriendo incomodar al menor con su pregunta.
Una sonrisa triste se forma en los labios de jeon y de pronto una solitaria lágrima se desliza por su mejilla, la limpia de inmediato para luego asegurarse de que nadie los esté oyendo y asiente. Yoongi lo mira apenado y deja una caricia en el brazo del más alto dándole apoyo.
—Tranquilo, ya no estás solo en esto
— Le dice Yoongi y le sonríe otra vez. Jeon corresponde agradecido y sintiéndose de cierta forma protegido.
Y es que sí, ya no estaba tan solo como antes. Y quería que las cosas siguieran así.
—Conozco a alguien que podría ayudarte, es recién graduado de psicología y es muy bueno en su trabajo.— Dice Yoongi que camina tranquilamente a su lado.
—No estoy preparado aún para ir con un psicólogo.— Dice en voz baja y algo tímido como siempre solía ser — Pero agradezco la buena intención.
—¿Vamos por el regalo de tae?— Animado, Yoongi toma su brazo y lo lleva hasta una juguetería que quedaba casi al final del piso en el que estaban.
Jungkook sonríe y se deja llevar por el mayor quien en ese momento lo hacía sentir bien, alguien más en quien confiar se había agregado a su lista.
—¡Mira!— Chilla yoongi tomando un enorme oso (incluso más grande que él) y llevándolo hasta el pelinegro. —Creo que este es perfecto para tae.
—Es extremadamente…
—¡Lindo!
—Es enorme. — se ríe. Y Yoongi asoma su mirada por el costado del enorme oso y frunce el ceño fingiendo estar molesto. —Pero es muy bonito, aunque pienso que uno más pequeño sería perfecto. No puedo esconder uno tan grande en mi casa.— Habla bajo nuevamente y su mirada baja hasta el suelo.
Yoongi no dice nada y se va dejando el oso de peluche en donde lo encontró, la chica encargada de ordenar los productos ya le había mirado con mala cara, así que no tuvo más opción que devolverlo.
—¿Qué tal esto? Se parece a Tae.— Jungkook lo mira y sonríe un poquito.
—Está muy bonito.— Toma aquel pequeño oso entre sus manos y lo observa por unos segundos, era suave de un marrón oscuro y brillante como el cabello de Taehyung, tenía una sonrisa y un pequeño moño rojo atado en su cuello. —Lo llevaré.
—Le llevaré este a Jimin ¿Crees que le guste?
—¿Una gallina? ¿Por qué Jimin querría una gallina?
—Es un pollito, además es muy bonito y obvio que Jimin querría este pollo.— un puchero se forma en los labios del pálido haciendo reír de inmediato al menor — Bueno, lo llevaré de todas formas.
Ambos se dirigen hasta las cajas para pagar lo que habían tomado, después de pagar salen de la juguetería y ya es hora de volver a casa. Jungkook se despide de Yoongi y le agradece por la agradable tarde juntos. Al llegar a su casa como de costumbre no había nadie merodeando por ahí, la cena estaba preparada, pero ni había rastros de Nana por los rincones de la cocina.
Algo extraño para Jungkook, ya que ella siempre estaba por ahí, en la cocina o descansando en el jardín leyendo algún libro. Su padre tampoco estaba en su oficina y su madre ni siquiera le había avisado a donde iría.
Sin más donde buscar se fue hasta su habitación, HyunSuk tampoco estaba en casa, pero su perfume aún se podía oler, así que supuso que se había marchado hace poco. Se quitó el abrigo y lo dejó sobre la cama, continúa con los zapatos y luego los pantalones, cuando ya estuvo completamente desnudo se fue hasta el baño y se dio una ducha caliente.
Minutos después, cuando por fin sale de la bañera, puede oír en el piso de abajo las voces de sus padres. Se vistió con su pijama y mientras secaba su cabello cuidadosamente con la toalla escucho como la puerta de su habitación se abría. Rápidamente, tomo el regalo que había comprado para Taehyung y lo tiro debajo del escritorio esperando que nadie pudiera verlo. Jackson entró a la habitación y no dijo nada, una mirada fría fue lo único que le dio y Jungkook siguió secando su cabello tratando de ocultar todo el nerviosismo y el miedo que sentía.
—Así que la vieja le ha ido con el cuento a tus padres.— Dice HyunSuk un par de minutos después.
—¿De qué hablas?— aclara su garganta sin mirar al mayor.
—Tu padre me ha preguntado si es que yo te he golpeado alguna vez.
—¿Y qué le dijiste?
—¿Me crees estúpido?— HyunSuk toma del brazo a su novio volteándolo bruscamente —Te dije que no te vas a librar de mí tan fácilmente.
Jungkook lo mira a los ojos esta vez , tenía miedo, mucho miedo, pero no se dejó intimidar y soltó el agarre del mayor para luego alejarse de él.
—Muy valiente ¿No Jeon?
—Ya déjame en paz HyunSuk.
nuevamente gracias por leer y seguir aquí acompañándome 💖💖
Dani🎀
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro