Si había algo que a Jungkook le gustaba más que hacer arte, era oírlo, los conciertos de ópera y orquestas sinfónicas eran un espectáculo que no dejaba pasar y que le ayudaban con su oscura realidad, por suerte aquel día su novio había tomado una buena decisión de invitarlo a un concierto cerca del centro de la ciudad.

—¿Estás listo?— Le preguntó a su pareja.

—Si.— Jungkook asintió él mirándose al espejo.

Continuo mirándose en el espejo admirando su reflejo, se sentía bien con ese elegante traje negro que meses antes su novio le había obsequiado, terminó de arreglar su cabello y posteriormente se puso un poco de perfume. Algo dulce y sutil, no le agradaban los olores fuertes.

—¿Por qué te arreglas tanto Jungkook? Solo es un concierto, además no me agrada que llames la atención, lo sabes.

—Iré abajo.— Jungkook solo suspiro cansado ante lo dicho por su novio, solo se alejó evitando mirarle a la cara. —Te esperaré en el auto.— Fue lo último que dijo.

Sin embargo, aquel hombre no respondió y solo dejó escapar un molesto suspiro que erizó la piel del pelinegro, quien sin querer hablar un poco más tomó su abrigo negro y luego salió de la habitación. Ya no había de que hablar y estar en el mismo lugar que su novio era sofocante, Jungkook siempre trataba de huir, no soportaba estar cerca de aquel hombre.

Pero de algo si estaba seguro de que aquella noche sería inolvidable.

Ya casi era de noche y el frío se hizo presente en aquel momento rozando con suavidad sus mejillas cuando bajo del auto.

Jungkook y su novio entraron al teatro aunque para ambos no era una sorpresa que muchas personas esperaran el espectáculo, Jungkook caminó por uno de los pasillos seguido de los pasos de su acompañante quien no le quitaba la mirada ni un segundo aunque solia verse despreocupado asi solia camuflar sus intenciones.

Ambos llegaron hasta sus asientos y se acomodaron para esperar el comienzo de la función.

Luego de unas largos cinco minutos el telón rojo se levantó y la expectación e incertidumbre inundaron por completo el enorme teatro, los integrantes de la orquesta comenzaron a tomar sus lugares donde sus instrumentos se encontraban y segundos después un sonriente chico acompañado de un joven de traje negro y elegante hicieron su entrada.

Jungkook sintió su corazón casi salir de su pecho cuando vio aquella sonrisa y piel canela pararse justo en el centro con ayuda del hombre de traje negro.

Lo reconocio de inmediato y esta vez él no traía lentes oscuros, sus ojos se mantenían fijos mientras él sonreía y saludaba con simpleza y elegancia a quienes al público.

El muchacho cerró sus ojos y comenzó a tocar.

Jungkook se había perdido completamente en el movimiento de sus manos, como disfrutaba cada nota y la precisión con la que el joven tocaba aquel instrumento, con total libertad y conocimiento de lo que hacía. Era un espectáculo absolutamente increíble.

Fue una velada estupenda, la mejor noche de toda su jodida existencia y quería quedarse reviviendo aquel momento una y otra vez, cuando el piano se detuvo junto a los demás instrumentos, Jungkook se levantó emocionado de su asiento, aplaudiendo junto a las demás personas.

—Iré al baño.— Mencionó su novio levantándose de su lugar —Espérame aquí.

Jungkook unicamente asintio sin prestarle atención, toda su atención estaba puesta frente a él, en aquel hombre que sonreía y se despedía de la multitud.

Bajo casi corriendo, olvidándose por completo de que había llegado ahí acompañado. Se perdió por los pasillos tratando de encontrar al chico del violín, pero se detuvo al recordar que su novio le había dicho que no se moviera de su sitio —Carajo.— Molesto suspiro y decidió volver, sinceramente no quería tener más problemas.

Cuando dio la vuelta para volver, escucho una voz y la siguió, estaba detrás de unas cortinas que supuso era el backstage del lugar, ahí estaba él con su sonrisa iluminando su rostro mientras hablaba con él hombre del piano.

—Disculpen, estaba buscando la salida y me perdí.— Dijo él, un tanto nervioso.

Descaramente miró al chico del violín quien se veía aún más atractivo de cerca, el traje le quedaba perfecto, incluso mejor que ese largo abrigo marrón.

—Está del otro lado.— Le respondió el chico del piano, en un tono serio y con cara de pocos amigos.

—Estuvieron increíbles.— Aprovechó de elogiar Jungkook.

—Muchas gracias.— Esta vez agradeció el muchacho del violín —Tu voz se me hace familiar ¿Nos conocemos?

—No, no lo creo.— Se apresuró en decir.

Jungkook se alejó sin decir nada más, corrió a su lugar donde él debía estar, de donde no debió salir jamás, su teléfono comenzó a vibrar sin descanso en el bolsillo derecho de su pantalón. Ya casi no había gente en el teatro y su novio no estaba por ninguna parte, salió rápidamente del lugar y se encontró de frente a su novio en la salida. Los ojos del rubio se clavaron en los suyos como dos puñales, y en sus oídos ya no había más la dulce melodía del violín, serian opacadas por insultos, lo sabía.

Sin decir nada, Jungkook sube al auto junto a su novio, quien conduce en pleno silencio.

—Te pedi que esperaras en tu lugar.— Habló el tan frío y amenazante, como lo ha sido todo el último tiempo.

—Solo quería ir al baño y me perdí.— su voz sonó tan baja y débil, aunque no tenía ganas de responder de todas formas.

Solamente pasó por su lado agachando la cabeza y subió rápidamente al auto.

—Pudiste haber ido conmigo ¿No?— Cuestionó enojado.

Jungkook intentaba esconderse en sus propios pensamientos, jamás se imaginó vivir una situación similar, nunca pensó que alguien que decia amarlo,podría causar tanto daño y sin remordimiento alguno. Se preguntaba a sí misma mientras cerraba fuertemente sus cansados ojos, si todo esto era real o una de esas tantas crueles pesadillas. Y aunque esa era su realidad, una realidad muy distinta a su vida de antes, cuando solo era el joven adinerado, con la familia perfecta y el novio perfecto.

El novio perfecto tiene como nombre Song HyunSuk, el pretendiente perfecto, según el señor Jeon.

No podría haber encontrado un mejor pretendiente para su "único"  hijo Jungkook. Y el joven artista así también lo creía. Eran una pareja envidiable y sumamente encantadora, todo lo hacían juntos, desde ir a la misma universidad hasta viajar a cada rincón del mundo, el amor de ellos iluminaba cada lugar donde se encontraban. Se apoyaban mutuamente, reían, se divertían y demostraban su amor sin importar las opiniones ajenas. Para Jungkook todo lo que HyunSuk hacía era lo más increíble ante sus ojos, él era perfecto, haciéndolo amar cada detalle de él, su sonrisa, su cuerpo, y su forma de hacerlo sentir completamente suyo.

Jungkook se entregó en cuerpo y alma a quien consideraba el amor de su vida.
Estaba tan cegado por el amor que le tenía, tanto así que no notó en que momento las muestras de amor eran más escasas, ni mucho menos cuando dejó de oír esas palabras tan bellas que a su oído le susurraba, ni se percató en que momento las caricias se convirtieron en golpes y las palabras dulces en insultos y amenazas.

Los primeros años de su relación fueron los mejores, estaban en la cima del éxito, y los dos siguientes fueron el infierno mismo para Jungkook. Las mismas manos que antes le recorrían el cuerpo con pasión y dulzura haciendo erizar su piel, de pronto hacían daño, esas mismas manos que lo tenían aferrado a la cama por la cual tantos años compartieron juntos.

Aquella noche Jungkook no se sentía bien, ese día realmente no tenía deseos de estar con HyunSuk sin embargo, eso a él no le importó, es más, la negación de su novio solo lo enfureció más obligándole a cometer uno de los actos más deplorables y crueles que un ser humano puede cometer, sin importar cuando se resistiera, A HyunSuk no le importaron las razones de su novio, no respetó su espacio personal ni lo debilitado que estaba su cuerpo.

Nada podía detener a la bestia en la que se había convertido aquella noche, atrás quedaban los hermosos momentos, las lágrimas que podía provocar en Jungkook de emoción, hoy solo eran de dolor y sufrimiento.

HyunSuk traspaso todo límite aquella noche.

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Hola a todos, como se pudieron dar cuenta he cambiado el nombre del antagonista de esta historia. Jackson Wang es un idol muy querido para mí y no me sentía cómoda dejándolo como el villano de esta novela, así que me invente un nombre random para que ocupe su lugar🤓🤠