—¡Lo sabía! —vocifera, consiguiendo que su voz retumbe en todo el palacio— ¡Sabía que estabas enamorada de mi hermano!

—¡Cállate! —cubres su boca con una de tus manos, en un desesperado intento por detener las habladurías del Dios del trueno.

Desde que tomaste la decisión de no volver a la dimensión espejo para quedarte con Loki, te has hecho con algunas amistades dentro del palacio, Thor es una de las relaciones más estrechas que has podido consolidar.

—Por las barbas de Odín, _____. En algún momento tendrás que decírselo, o el se dará cuenta.

—¡Lo sé! Es que en verdad es complicado —suspiras apesumbrada.

—Todo lo es, tratándose de mi hermano.

—Yo no debería sentir esto por él, en primer lugar.

—¿Qué importa lo que pueda llegar a decir mi padre?

—No entiendes... no es solo lo que pueda llegar a decir —lo miras—. Si se entera que soy una Hamingja, y que a demás estoy profundamente enamorada de mi protegido, el va a torturarme hasta morir, y yo no puedo morir, no puedo abandonar a Loki a causa de mi egoísmo.

—¿No crees que estás encareciendo un poco todo este asunto?

—Para nada —ríes con sorna.

—Asgard ha evolucionado mucho desde ese entonces, no creo que mi padre sea capaz de cometer tales atrocidades, solo porque una persona siente amor verdadero hacia un auténtico psicópata.

—Oye —le miras con enfado.

—Bromeo con eso último —ríen los dos—. Deberías hablar con mi padre, _____.

—¿Con qué fin haría una cosa así? —cuestionas desentendida—. No creo que hablar de mis problemas con el padre de todo pueda llegar a resolver algo.

—Quizás podría darte un lugar en el palacio —se encoge de hombros.
Luego de que la Reina te convenciera para que te quedaras en Asgard, Loki y tú encontraron una pequeña cabaña en el bosque, lugar donde extranjeros se hospedaban mientras estaban de paso por el pueblo. Hasta hace unos días se encontraba en terribles condiciones, pero has sabido darle unos pequeños retoques—No digo que hables con él ahora —intenta explicar—, sólo piénsalo, yo podría acompañarte si es que decides hacerlo —finaliza—. Debo irme ahora, me esperan para darle el entrenamiento a los nuevos soldados.

—Gracias por todo, grandote —golpeas su brazo amistosamente.

—No es nada, pequeña Hamingja —te apretuja en forma de abrazo, mientras te levanta ligeramente del suelo, para luego dejarte donde estabas—. Y gracias.

—¿Por qué gracias? —preguntas entre risas ante aquella significativa muestra de afecto.

—Por cuidar de Loki, y por amarlo, por más difícil que sea... el lo necesita.

—No te preocupes —le regalas una tímida sonrisa—, cuidarlo siempre será mi prioridad.

—Que tu felicidad también lo sea —te guiña un ojo, para luego marcharse.

Aquella frase suya consigue dar vueltas en tu cabeza durante el resto del día.

—Que tu felicidad también lo sea —repites en un murmuro, mientras caminas por los pasillos del reino chocas con alguien inesperadamente a causa de tu distracción, eso y de que no vas viendo por donde caminas.

—Que casualidad, dime ¿una de tus tantas habilidades como Hamingja es soñar despierta? —parafrasea burlonamente.

—Loki —le sonríes apenada—, discúlpame que no te ví, iba pensando en algo muy importante.

—¿De que trata eso tan importante? —curiosea.

—Mi felicidad —sueltas totalmente sincera.

—¿A caso no eres feliz en Asgard? —rasca su barbilla, pensativo.

—Claro que sí —le dedicas una sonrisa—, es un poco más complicado que eso.

—Entiendo —guarda silencio brevemente—. Casi se me olvida decirte —carcajea con incomodidad—, mañana se celebra la llegada de la primavera, por lo general suele haber música, comida, y demás.

—Suena interesante —te imaginas.

—Sí, no tanto —rueda los ojos fastidiado—. Mi asistencia se requiere obligatoriamente.

—Oh, que lástima...

—Lo es, así que mas te vale que estés lista para el mediodía, no pienso aguantar esta festividad absurda yo solo.

—¿M-me estás invitando? —balbuceas completamente nerviosa.

—¿Requieres que te de una invitación por escrito? —cuestiona con sorna.

—Para nada —esbozas una mueca de alegría, entonces ambos se despiden para seguir sus respectivos caminos.

—¿Piensas acompañarlo? —reconoces la voz de Sif.

—¿Por qué no? —volteas para verla y sonreírle con ilusión.

—____, no quería ser yo quién te lo diga, pero Loki no es lo que tú crees que es.

—No entiendo —arrugas el ceño.

—Loki es un mentiroso manipulador, si se acerca, lo más probable es que sea con una oscura y malvada intención.

—Relájate, sólo me invitó porque no quiere aburrirse.

—Nada más ten cuidado —te apunta con su dedo, mirándote fijamente.

—Te lo prometo —aseguras con una mano en el corazón y la ves marcharse.

Loki Laufeyson, es una de las deidades más famosas e importantes de casi todos los nueve mundos.
Loki, es un ser carismático que disfruta hacerle bromas a los demás, fue amado por sus fieles seguidores en Midgard, en la antigua era de los Vikingos.

Pero... ¿ese es el verdadero Loki? O, ¿es este Loki, el Dios déspoto que odia a todo el mundo y siente repulsión por aquellos midgardianos que lo amaron alguna vez?

¿Loki es esta deidad intolerante y desagradable? O, ¿es este chico que se crió felizmente con su familia, que amaba pelear codo a codo junto con su hermano, pero que jamás llegó a ser lo que soñaba?

¿Es este joven arrogante, o aquél Dios amable y travieso?

¿Loki es éste, o, éste otro?

¿Es éste,que no se reconoce frente un espejo?

¿Cuál es? ¿Es uno? ¿Es todos?

¿O no es ninguno?