Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4

—Ya te dije que me dejes en paz —reitera apresurando su paso.

—Y yo ya te dije que no pienso hacerlo —insisto siguiéndole—. Necesito hacerte entender que las cosas no se solucionarán así, Loki —detiene su paso con brusquedad.

—¿Quién te crees que eres? —se voltea para verme— ¿mi consciencia?

Algo bastante parecido...

—Una guerra nunca será la solución.

—Los humanos levantaron civilizaciones a través del caos y la destrucción. Ellos destruyen, y después construyen con la sangre que han derramado.

Loki tiene razón; la creación de los mundos fue un acto violento y caótico, incluso el llevar la paz hacia todos ellos lo fué.
Entonces ¿por qué voy a esperar que un Dios no sea violento y caótico?

—Pero nosotros no somos humanos.

—Escucha, como sea que te llames —suspira irritable.

—Mi nombre es ______ —lo fulmino con la mirada.

—______ —reitera—. No sé a que has venido, ni cuál es tu propósito aquí, pero te prometo que no me interesa en lo más mínimo —sonríe cruelmente—. Así que, ¿por qué no vuelves al patético mundo de donde has venido y me dejas tranquilo?

—Loki, necesitas ayu-

—¡Yo no necesito de nadie! —suelta un fuerte grito— ¡mucho menos de una mujer tan patética como tú!

A lo largo de todas las vidas que me ha tocado vivir, me he relacionado con todo tipo de criaturas. Trolls, elfos, enanos, duendes, magos y humanos, pero nunca con un Dios. Y ninguna de aquellas criaturas nombradas con anterioridad, me habían hecho sentir tan mal como Loki me ha hecho sentir en tan solo unos minutos.

—Bien —resuello— tu ganas.

—Genial —sonríe victorioso—. Ahora lárgate de mi vista, criatura.

Todos buscan ese algo que otros tienen y que, en teoría, promete la felicidad, a cualquier precio.
Pero la felicidad no es más que un efímero estado de ánimo. En consecuencia se viven vidas llenas de un vacío profundo e imposible de llenar.

Mi maestro me advirtió que esto iba a pasar. Brindarle mi ayuda sería en vano, por más que la necesite, aceptarla, significa doblegarse para él.
Todavía me es imposible entender; ¿por qué?
Loki finalmente había cedido; gritó, se enojó, se hartó de su propio hartazgo. Había transformado su dolor en un grito de liberación.

¿Entonces por qué todavía no se permite recibir ayuda?
¿Por qué mantenerse en la negación cuándo alguien le ofrece liberarse de esa realidad?

Creí haber avanzado y estar más cerca de cumplir con mi propósito, pero una vez más me equivoqué.
Decido difícilmente abandonar a mi protegido, no tiene sentido permanecer a su lado, si mi presencia para el no genera ningún tipo de cambio positivo.

Detengo un instante mi andar y me aproximo hacia el balcón mas cercano, con el fin de contemplar el hermoso Asgard, antes de abandonar el palacio.

—Es hermoso —oigo de pronto.

—Sí —me limito a responder entre sonrisas. Me encuentro con Thor al girar mi vista.

—No eres de por aquí, ¿verdad? —me pregunta tras recargarse sobre el mirador.

—Digamos que es algo un poco complicado de explicar —suspiro con pesadez.

—Bueno, no tengo nada que hacer. Soy Thor, por cierto.

—Es un placer, mi nombre es ______.

—Lady ______ —sujeta mi mano delicadamente, para dejar un pequeño beso en ella—, el placer es mío —sonreímos ambos— y ¿bien? ¿vas a contarme tu historia?

—Quizás —me mira expectante—. Pero no ahora, tengo que irme.

Me despido del Dios del trueno para seguir paso hasta la guarida de las Hamingjas. Justo en el corazón de Asgard, permanece un antiguo árbol que ha estado allí durante siglos, y aunque sea el lugar dónde más transitan los asgardianos, ellos ya nos han olvidado hace mucho, por ende no significan un peligro para nosotras.
Así como los humanos hicieron de los Dioses mitos y leyendas, los asgardianos hicieron lo mismo con las Hamingjas. Hoy en día ellos cuentan nuestras hazañas como si de cuentos para niños se tratasen. Es como si nunca hubiésemos existido para ellos; aunque hace mucho tiempo vivimos ambas especies en conjunto.

Al llegar al corazón de Asgard, una enorme sensación de confusión invade mi cuerpo. El Gran Árbol ya no se encuentra allí, una gran estatua de Odín fue puesta en su lugar.

—No... esto no puede ser posible —me digo a misma, rodeando la estatua con desesperación— ¡esto no estaba aquí cuando me fuí!

—Esa estatua está allí desde que Odín fue condecorado Rey —reconozco la voz de Loki tras de mí.

—¿Hace cuanto tiempo de eso? —me volteo para verlo.

—No lo sé —se encoge de hombros— unos cuatro mil quinientos años, mas o menos.

—¿¡Qué!?

—¿Qué es lo que estás buscando exactamente? —me mira inquisitivo.

—Nada —suspiro—, olvídalo.

—Claro —ríe jocoso—, luego yo soy el testarudo.

—Creí que estabas ocupado planificando una guerra —objeto de brazos cruzados.

—Lo estaba, hasta que te vi dando vueltas en círculos al rededor de una estatua.

—El Gran Árbol —me limito a decir.

—¿Hablas del árbol que usaban las Hamingjas como madriguera? Odín nos relataba cuentos sobre ellas cuando Thor y yo éramos pequeños, creí que eran un mito solamente.

—Típico de los Dioses asgardianos; desaparecen toda una raza y luego hacen de cuenta que nunca existió —siento su mirada sobre mí, intimidante e inquisidora.

¿A caso es rencor lo que siento de pronto?

—¿Por qué no me lo dijiste cuando te pregunté?

—Está estrictamente prohibido dar revelaciones a un protegido.

—¿Soy un protegido? —veo incredulidad en sus ojos.

—Uno muy problemático, de hecho —confieso. Él me mira tajante.

—Sígueme —ordena, ingnorando por completo mi comentario.

Sigo pacientemente los pasos de Loki, hasta dar con la biblioteca real.

—Entonces, eres una Hamingja —asiento.

—Una Hamingja perdida —respondo con preocupación.

—No estás perdida —me mira como si hubiera dicho la cosa más estúpida.
—No encuentro otra explicación.
—Aquí encontraremos las respuestas a todas tus inquietudes —asegura tomando uno de los tantos libros que se encuentran en la biblioteca —. Lo que te pasó es bastante sencillo de explicar —arguye pasando de páginas una y otra vez, hasta que por fin se detiene en una—. Las Hamingjas tienen la habilidad de dar saltos en el tiempo.

—¿Disculpa? —impugno sorpresiva.

—Algunas tienen estas destrezas completamente dominadas —continúa leyendo el escrito—, mientras que otras consiguen hacerlo mediante el instinto de supervivencia, o simplemente cuando sienten que algún tipo de situación sobrepasa sus límites —cierra el libro con delicadeza —. Entonces —sus ojos se clavan en los míos nuevamente—, tu eres de las que para nada son capaces de mantener equis situación bajo control ¿verdad? —deduce.

—Posiblemente —juego con mi cabello con inquietud.

—Hay que irnos ahora —se pone de pie.

—¿A dónde? —pregunto intentando seguir sus apresurados pasos.

—¿No querías volver?

—¿Vas a ayudarme? —sonrío victoriosa— no pensé que esto sería más importante que tu guerra.

—No lo es —se sincera—, pero es evidente que mientras estés aquí no voy a poder llevarla a cabo.

—Prefiero creer que no lo es.

—¿Te dijeron alguna vez lo obstinada que eres?

—Quizás las Hamingjas son iguales a sus protegidos de alguna manera —contesto sarcástica. Loki decide guardar silencio, así nos hemos mantenido durante unos cuantos minutos.

—Tengo una duda —comenta finalmente—. Los antiguos libros nos cuentan que asgardianos y Hamingjas convivieron alguna vez. ¿Qué pasó después?

—Cómo —arrugo el seño— ¿tus libros no dicen nada al respecto? —niega con la cabeza.

—Entiendo por lo que mencionaste con anterioridad, que los dioses tuvieron mucho que ver al respecto.

—Bueno... es una larga historia.
—Es un largo camino el que nos espera.

Decido entonces contarle el final del cuento que nunca les han contado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro