Capítulo 2
—Muy bien —nuestro líder decide romper el hielo, para dar comienzo con la reunión—. Me imagino que saben por qué las he citado, a todas —nos mira con enigma.
Un embarazoso silencio abarca por completo la habitación, luego de aquél simple cuestionamiento.
—Nadie, absolutamente nadie, ha conseguido que sus protegidos mejoren —nos ve directamente a los ojos, los cuales reflejan una completa desilusión
—Thor ha tenido avances —presume Eferis, totalmente satisfecha.
—Lo único que veo en Thor, es que todavía no es capaz de eliminar sus aires de grandeza; tampoco ha aprendido a trabajar en equipo —enumera—, tu protegido es incapaz de escuchar a los demás, ni siquiera se ha dado cuenta de que su hermano sufre en silencio —acaba liquidando a Eferis con una sencilla mirada, ella no pudo hacer más que dirigir su vista al suelo, abochornada— ¿Qué hay de tí, _____? —pude sentir sus ojos devorando a los míos por un instante— Loki se ha vuelto mucho más mentiroso y malvado de lo que era antes de que se te asignara ser su Hamingja, y todo se debe a que no has podido aliviar ni un ápice de sus dolencias.
—Bueno... —exhalo nerviosa.
—No es culpa de _____ que Loki no mejore —Eferis se puso de pie interrumpiéndome, y extrañamente lo hizo para defenderme—. El es un monstruo, y los monstruos no recapacitan.
Debí haberlo visto venir.
—Loki no es un monstruo —proclamo dedicándole una mirada cubierta de enojo, totalmente segura de mis palabras.
—Has dicho eso desde el primer día, y hasta ahora nada me ha hecho cambiar de opinión.
—Tu no entenderías, te hace falta corazón para hacerlo —es difícil de entender para muchos, pero no siempre el dolor nos vuelve piadosos, creo que ese es exactamente el caso de Loki—. Por eso te ha tocado lidiar con un protegido totalmente frívolo y superficial, como lo es Thor.
—Sufiiciente —delimita él—. A menudo las personas lastiman precisamente porque antes fueron lastimadas —nos intenta explicar—, es difícil comprender un mundo en el que matar es mas fácil que vivir. Tampoco es fácil entender a pobres seres que hacen hasta lo imposible por ser amados, para después sentir la presión de aquellos que los aman. Presten atención, vean a sus protegidos, escúchenlos, es de suma importancia para lograr ese avance que tanto esperamos.
Después de una exuberante conversación, nos permite regresar con nuestros protegidos.
Me pregunto que cosas habrá hecho el mío durante mi ausencia...
—Tu no, _____ —detuve mi paso de inmediato. Eferis me mira de forma burlona, y se marcha después.
—¿Sucede algo, maestro? —pregunto totalmente curiosa, y preocupada a la misma vez.
—Quiero hablar sobre tu protegido —se que nada bueno puede salir de esta conversación—. Por favor, siéntate —me invita cordialmente, indicándome con su dedo índice un asiento frente su escritorio.
—Se que no he tenido avances —intento justificar mi inoperancia de alguna manera— .Pero-
—No te llamé para regañarte —interpela antes de que acabara de excusarme.
—Ah... —suspiro aliviada— entonces, ¿en qué lo puedo ayudar?
—No es sencillo comprender a un ser que te rechaza por darle exactamente lo que desea.
Observo a mi maestro con confusión, me toma unos segundos comprender bajo qué contexto aplica aquella conversación, y finalmente le sonrío con timidez.
—Intento ser su guía —explico con amargura—, por más que no pueda verme ni oírme, he conseguido presentarme en sus sueños, en muchas ocasiones, pero no importa lo que yo haga, el simplemente me ignora —le dedico una mirada de desespero, para luego agachar mi cabeza, avergonzada.
—____ —me nombra en un pequeño susurro, al levantar mi vista, me encuentro con sus ojos esperanzados —. Creo que te estás olvidando de algo muy importante.
—¿Qué? —cuestiono completamente incrédula.
—Yo no te elegí por casualidad; Te elegí porque confío en que eres la indicada para cambiar el alma apesumbrada de un Dios confundido y lastimado. Todas fueron elegidas por sus capacidades, las tuyas, son innegables.
Y mi maestro no se equivoca.
Después de haber vivido tantas vidas, en diferentes épocas, en distintos cuerpos... por un momento olvidé lo que es ser una Hamingja.
Olvidé por completo lo que soy, y lo que puedo llegar a ser...
Lo que puedo llegar a causar.
Nosotras sabemos como provocar cambios en otros seres, particularmente yo, teniendo la habilidad de saber cómo tocarles el corazón, de como tocarles esa parte del alma que todos ignoran, o lastiman.
Me es fácil generar empatía con otros tipos de seres. Si mi protegido se siente miserable, o goza de una felicidad plena, yo también lo haré. A demás de ser totalmente pragmática, trato de identificar el problema lo más rápido posible y avanzar.
—Se exactamente cuales son tus destrezas —me despabila de mis pensamientos, para retomar nuevamente la conversación—, pero aunque no te guste admitirlo, has cometido un error fatal.
—Lo sé —respondo crédula— no tuve en cuenta su naturaleza.
—Si estás en una habitación completamente vacía durante días, muerta de hambre, y de la nada alguien llega para brindarte un plato de comida, ¿qué pensarías que hay que hacer?
—Aceptarlo —le respondo con obviedad, encogiendo mis hombros.
—Pero ellos no piensan igual que nosotros —sonríe victorioso al hacerme caer en su trampa—. Y allí es donde tenemos que comenzar a trabajar para entenderlos.
—Pero no es fácil entender una especie que se cura del dolor creando más dolor —me desanimo nuevamente. Me siento totalmente lejana de poder cumplir con mi propósito.
—Tendremos que ser un poco más creativos entonces. Todavía nos queda mucho por aprender de ellos, pero ahora sabemos por dónde empezar.
—¿Por dónde? —arrugo el ceño.
—Quiero que vayas al palacio, cuando des con tu protegido entenderás.
Otro de mis dotes como Hamingja, es ser energía que cura. Ese precisamente es uno de mis objetivos para con Loki, curarlo de sus pensamientos, de sus emociones. Pero todavía no descifro del todo, ¿cómo curar a alguien que cree que recibir ayuda es un signo de debilidad absoluta?
Hay muchas costumbres que los Dioses han adoptado a sus formas de vida, que ni siquiera causan que lleven una vida próspera, entonces, ¿por qué las adoptan?
Después de adentrarme en el palacio, y buscar por cada rincón de éste con el fin de hallar a mi protegido, dí con él, en el comedor del castillo.
El lugar es invadido por un mar de personas, todos riéndose y disfrutando de un gran banquete.
Me distraje por una milésima de segundo al ver como la gente del lugar danza felizmente al ritmo de distintas melodías, y cuando quise regresar mi atención hacia mi protegido, no pude encontrarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro