En tus ojos, mi destino...
POV Gise
Los meses pasaban rápido, los clientes iban y venían... la rutina me estaba matando de a poco...
Lo peor de todo era que nunca lo vi así, de un modo tan brutal, como en el preciso instante en que salí de la habitación del piso catorce del hotel aquella vez...
Ese día... cuando me di cuenta que no tenía una vida, que estaba muy sola y los años se me iban por la alcantarilla sin que hiciera nada más que observarlos pasar...
El día que conocí a Saga y a Camus...
Ellos, sin saberlo, me abrieron los ojos a la triste realidad que era mi pasar por este mundo... sin nadie a mi lado que me diera cariño, ni siquiera una mascota...
Pude ver lo mucho que se amaban, cómo se deseaban, pero no era sólo eso... ellos se cuidaban mutuamente, se preocupaban por el otro y hasta podías sentir ese lazo de seguridad que había entre los dos...
Aún así, en todos estos meses, no había logrado cambiar mis hábitos... ya los tenía adoptados y era difícil, muy difícil...
Tampoco había podido olvidarme de ellos...
Caminaban sonriendo, charlando acerca de las tomas que acababan de filmar, uno al lado del otro sin prisa entre la multitud...
-Espera un poco Camus, mi espalda duele mucho y deseo descansar un momento...
-Claro... por supuesto... lamento el golpe que recibiste por mi mala estabilidad...
-No fue tu culpa, sólo que el arnés estaba mal enganchado y salió disparado contra mí... no es nada que no se pase con un masaje o un sauna...
-Aún así, me siento culpable... déjame buscar un Spa cerca y te acompaño...
Como si de una visión se tratara, la vio venir caminando hacia ellos.
-Esto tiene que ser un milagro... ¡Gise!
La joven volteó hacia dónde escuchó decir su nombre y su rostro se petrificó al ver al hermoso joven que aún recordaba vivamente...
Camus se le acercó sonriendo genuinamente y sin que ella lo esperase, le abrazó con afecto.
-Gise, me recuerdas? Soy-
-Camus... claro te recuerdo! Me es raro que tú me recuerdes a mí, una simple masajista!
-No te rebajes así... tu trabajo es increíble y Saga quedó impresionado con tus masajes!
-Gra-gracias Camus...- Gise se sentía muy expuesta al no estar en su zona de confort, con sus aceites esenciales y todo el staff que siempre la rodeaba.
-Mira, justo estaba buscando un Spa por aquí cerca... sabes de alguno?
-No hay ninguno cerca, soy de la zona... pero yo tengo mi departamento aquí a la vuelta y te podría ayudar si lo deseas...
Su imaginación ya formaba ideas de tener a ese ángel entre sus manos...
-Realmente es obra de la providencia! Ven conmigo, por favor!- y la llevó adonde su compañero lo esperaba, masajeando su cintura y espalda baja.
Estaba de espaldas a ellos, pero Gise lo reconocería entre miles...
-Ven, Gise por favor... el masaje es para mi...
-Saga...
-No... él no es Saga... es Kanon, su hermano gemelo menor... mi cuñado...
Gise se cubrió el rostro avergonzada y a la vez estupefacta de que ese Dios griego existiera por partida doble...
-No te de vergüenza, por favor... somos idénticos y es fácil que nos confundan; con el tiempo ves las diferencias como nuestro color de cabello... Kanon, un placer!
-Lo siento igual... es un bochorno!- recomponiéndose un poco sonrió -Soy Gise, mucho gusto!
-No te sientas mal, Gise! Kanon necesita de tus servicios porque un arnés mal puesto hizo que lo golpeara muy fuerte con todo mi peso en su espalda... está muy dolorido... podrás hacerlo?
-Claro! ¿Puedes caminar? Es acá a la vuelta...
-Sí, gracias... por suerte mi cuñado no pesa mucho!- Kanon sonrió y Gise se perdió en su sonrisa, amplia, sincera a pesar del dolor que obviamente sentía
Le fue encontrando muchas diferencias con Saga: Kanon era más extrovertido, sonreía con confianza y hablaba mucho más...
Llegaron al departamento y Camus prometió volver a buscarlo, porque Saga estaba enfermo y debía ver si necesitaba algo...
Se despidieron y Gise envió sus saludos y pronta recuperación para Saga...
Gise y su nuevo cliente entraron al apartamento y ella le fue explicando los pasos a seguir...
Kanon estaba bastante pálido y cansado por el esfuerzo hecho y sólo asentía con la cabeza...
Ella lo notó y lo llevó a la habitación donde tenía todo lo necesario para hacer su trabajo...
Le dio la bata para que se cambiara y poco después tenía frente a ella a su recordado Adonis griego, pero no era el mismo, era otro exactamente igual de hermoso y atractivo...
Le dio espacio para que se acostara en la camilla pero sintió el gemido de dolor y al voltear, lo vio casi recostado y con las manos en su espalda baja...
-Lo siento, no puedo subir allí, el dolor es insoportable...
Gise casi se olvida de respirar al notar que ya se había quitado la bata y estaba frente a ella como Dios lo trajo al mundo...
Kanon, dentro de su dolor, se dio cuenta y tomando la bata se cubrió lo más rápido que pudo...
-Lo siento, no fue mi intención ponerte en esta incómoda situación...
-No... está bien... será mejor que te lleve a la cama, es más baja y no te dolerá tanto al acostarte.
Kanon asintió y la siguió por un corto pasillo; era un lindo lugar, acogedor, pero se sentía vacío, sin vida...
Él vivía solo pero su departamento estaba lleno de luz, tenía pósters y adornos, cuadros, varias guitarras y todo cuanto se identificaba con su personalidad...
Le indicó que entrara y se recostara, cosa que hizo casi por inercia, por la necesidad de descansar...
Gise ni le preguntó cuál fragancia prefería, porque al verlo boca abajo pudo apreciar el terrible golpe que tenía...
Ya el moretón se estaba haciendo notorio y ella sólo rogaba que pudiese ayudarlo a paliar el dolor.
Con toda suavidad comenzó su labor, masajeando sus sienes para relajarlo, luego su cuello y hombros...
Se perdía con sus manos en ese cuerpo perfecto, bien trabajado... sus músculos, que se distendían bajo sus dedos...
Comenzó a trabajar la espalda, poniendo más aceite de lo habitual para que sus manos resbalasen suavemente y no provocaran más dolor del necesario...
Un estremecimiento en el cuerpo bajo suyo, un fuerte quejido de dolor y los temblores posteriores asustaron a Gise, que se acercó a su rostro y lo notó muy sudado, su respiración agitada...
Le llamó pero no recibió respuesta, le tocó el rostro y estaba muy frío... estaba inconsciente.
El horror se posesionó de la pobre chica, que no sabía qué hacer... tomó sin pensar las pertenencias de Kanon y en su billetera encontró una tarjeta con el número de Camus.
Lo llamó y en pocos minutos, allí estaban ambos, Camus y Saga, muy preocupados.
-Hola... Saga... cómo está? Pasen, por favor...
Saga la saludó con su sonrisa tímida, no se sentía bien pero quería saber de su hermano... -Estoy bien, gracias Gise...
Ella les relató todo lo sucedido en ese corto tiempo y al ver a su gemelo en la cama, lleno de moretones y sin sentido, el mayor se asustó.
Llamaron una ambulancia pero antes, Gise limpió el cuerpo del joven y les dejó solos para que le pusieran la bata nuevamente...
Quisieron pagarle pero ella se negó, también estaba preocupada por la salud de Kanon...
Se fueron junto a él en el móvil médico, mientras los doctores trataban de hacerlo reaccionar... Gise sólo se quedó allí, en su casa, mirando la ambulancia desaparecer de su vista.
Habían pasado tres días y Gise seguía con su vida, de su casa al trabajo y viceversa...
Su número telefónico había quedado registrado en el celular de Camus y éste le había dejado un mensaje de voz en el buzón, diciéndole que Kanon ya se encontraba mejor y que le agradecía por todo.
Al escucharlo cuando regresó tarde en la noche, sintió una gran alegría, pero no se animó a devolver el llamado... ellos eran actores y sentía que los iba a invadir... sólo guardó el mensaje...
Le hubiera gustado conocer más a Kanon, parecía buena persona...
Trabajaba arduo en el Spa cuando un joven de la mesa de entrada del edificio, le entregó un hermoso ramo de rosas nacaradas y una tarjeta.
La abrió sorprendida, creyendo que se habían equivocado de persona pero no era así
"Perdón por el mal momento que te hice pasar... deseo compensarte con una cena ¿Me aceptas, Gise?
Kanon Katsaros"
Gise casi cae de espaldas y todos sus compañeros la felicitaban porque tendría una cita con el famoso muchacho del que hablaba en los últimos días!
Detrás de la tarjeta, estaba el horario en que pasaría por ella...
Esa noche no durmió de lo emocionada que estaba pero no quería hacerse ideas raras, era una cena de agradecimiento y ya.
El día siguiente, la muchacha era una autómata en su trabajo y ya por la tarde, se retiró temprano para prepararse.
A la hora indicada, ella era un manojo de nervios y cuando el timbre sonó, su pulso se aceleró...
Abrió la puerta y el aire se fue de sus pulmones literalmente... si había tenido una gran impresión cuando conoció a Saga, ahora sus emociones se cuadriplicaban.
Kanon estaba allí, parado con un hermoso equipo de camisa y pantalón negros y llevaba una chaqueta de cuero... su perfume penetraba sus sentidos, pero no era nada comparado con su mirada brillosa y su sonrisa gigante.
-Buenas noches, Gise! Qué bueno que aceptaste cenar conmigo!
Ella sólo sonreía, perdida en sus ojos y lo invitó a pasar... conversaron un rato, él le contó que el problema en su espalda baja había sido por unas vértebras salidas de lugar que habían provocado fuertes pinzamientos y mucho dolor... ya estaba mejor ahora...
Hablaron del trabajo de ambos y una linda empatía se instaló entre ellos...
Fueron a cenar y ya los nervios de Gise se habían disipado, dando paso a la chica alegre y vivaz que todos conocían y que Kanon disfrutaba de tener en su compañía.
Tras horas de charlas, él la llevó a su departamento y se despidió con un ramo de flores que ya tenía en su auto y un beso en la mejilla.
Habían intercambiado números telefónicos y estarían en contacto... ella creyó que sólo era el detalle, que allí terminaba todo...
Pero se equivocó...
Kanon la invitó un fin de semana al plató donde filmaban y lo pudo ver en acción junto a Camus, en varias escenas de peligro, también pudo ver a Saga en acción y ella se sentía maravillada...
Otro día fueron al cine y ya las charlas comenzaron a ser más íntimas, hablando de ex parejas, sus sentimientos...
Los meses se sucedieron rápido, Kanon no perdía la capacidad de sorprenderla con detalles simples, como flores y dulces... hasta ese día que le entregó una cajita forrada en terciopelo negro.
La abrió nerviosa y encontró un dije precioso con esmeraldas engarzadas, con una delicada cadena de oro blanco...
Los ojos de Gise se aguaron y él en un impulso, la besó... fue un beso apasionado, pero romántico, sin prisas y ella le correspondió de igual modo...
-Tal vez me apresuro, Gise, pero estoy enamorado de ti... tú, me correspondes?
-Claro que sí! Desde hace mucho te amo, pero no me atrevía a decir nada por miedo a que todo fuera una ilusión...
-No lo es... quiero estar contigo, que estés en mi vida... te amo!
La chica se colgó a su cuello y le besó con todo su corazón, lágrimas de felicidad caían por su bello rostro y Kanon las quitó con delicadeza mientras la miraba a los ojos...
-Me tienes fascinado, Gise! Eres una mujer increíble, no sólo hermosa... tienes algo en tu mirada, algo que invita a perderse en tus irises y yo quiero hacerlo...
Gise le abrazó aún más fuerte y hundió su rostro en su cuello... ella también deseaba perderse en sus esmeraldas, que le hacían promesas de futuro y amor...
Esa noche se entregaron a la pasión que sentían, que los quemaba... y fueron uno, se amaron hasta que los cuerpos dijeron basta...
Un año después, la capilla del lujoso hotel donde Gise trabajaba, se vestía de gala para recibir a los enamorados y unirlos ante las leyes del todopoderoso...
Una Gise radiante entraba del brazo de Camus, mientras Kanon la esperaba con su gemelo en el altar...
Una ceremonia sencilla pero llena de emociones, todos disfrutando de la felicidad de los contrayentes...
Una fiesta familiar con sus amistades y la noche de bodas...
Una lujosa habitación con todo el confort para que nada les faltase y un clima muy romántico los recibió.
Sus cuerpos se buscaban ansiosos como el primer día, quizás aún más calientes, más desenfrenados al saberse uno del otro y los besos y caricias dieron rienda suelta a la pasión...
Los "te amo", "te adoro", "eres mía", "soy tuya" se sucedían entre embestidas y jadeos...
La mañana los encontró abrazados, sus manos enlazadas y Gise que veía dormir a su adorado esposo, aún sin creer que en verdad ya estaban casados...
No lo quería acariciar por miedo a que acabara el sueño, pero Kanon se movió y abrió los ojos...
-¡Buenos días mi amor! Cómo te sientes?
-Muy bien, mi vida! Buen día!- le besó y se trepó sobre su cuerpo, comenzando la danza más antigua de nuevo... no podía tener suficiente de su dios griego y se lo demostraba en ese momento, enloqueciéndolo con sus manos traviesas y su boca atrevida...
-Hmmm... Gise... eres todo fuego... me vuelves loco!
Perdido su rostro en su entrepierna, Gise sonrió pícara y le contestó
-Eres mi Adonis, mi dios griego y no saldré de aquí, de arriba tuyo, hasta tener la certeza de que espero gemelos!
Y Kanon sonrió feliz, dejándose hacer...
Gise volvió a su nuevo hobby favorito, darle placer a su hombre, mientras pensaba en lo que estaba viviendo...
Cuando conoció a la parejita, fue cuando peor se vio a sí misma, sola y sin amor, pero fueron ellos mismos quienes le trajeron la felicidad a su puerta...
Le habían traído a Kanon...
Cuidaría de su tesoro, ese hombre la amaba incluso a través de sus ojos y ella... ella era la mujer más feliz del mundo...
FIN
Mis queridos lectores, aquí tienen una segunda y última parte de esta historia... espero que les agrade, me lo habían pedido y aquí está:
Gise encontró la felicidad en alguien impensado pero, vamos, es Kanon, y yo quisiera toparme con un Dios griego así!💙
Dedicado a todos los que siguen mis historias y me devuelven amor en cada comentario...
Se lo dedico en particular, a las tres personitas que me pidieron la continuación:
YARICHINGIRL
Espero que les guste la resolución de la historia de Gise.
Muchos cariños a todos y gracias nuevamente!
Sailor Fighter 💖
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