Ya había perdido la cuenta de los días que había pasado con mi humano. Al fin logré conocer a su mejor amigo, Park Jimin es su nombre, el chico tenía el mismo color de cabello que Taehyungie, solo que con un peinado diferente. Era agradable, desde el primer momento me calló super bien, incluso dejé que acariciara mi pancita y me cargara en sus piernas.

En estos momentos nos encontrábamos yo y Tae paseando por las calles, haciendo mis ejercicios de resistencia para mí respiración, pero pasadas unas pocas cuadras me sentí extremadamente cansado, tal cómo si hubiera corrido una maratón, por lo que al regreso Tae me cargó hasta llegar a casa.

Entramos e inmediatamente la mujer que era la madre de mi amo lo jaló del cabello hasta tirarlo conmigo en brazos al sillón de la sala. Estaba asustado, asustado que le hiciera daño a Tae, él también estaba temeroso, lo podía sentir y también lo podía ver en su rostro.

La mujer arrojó unas fotografías al centro de mesa, eran varias, en las que aparecía mi amo con otro chico.

-Lo sabía, sabía que eras un maricon de mierda, pero te creía un poco más inteligente

¿Maricon? ¿Qué era eso y por qué sentía que no era nada bueno?

-Mamá, yo te lo puedo explicar... -una cachetada fue directo a la mejilla de mi Tae

-¡No me vas a explicar ni una mierda Taehyung! -gritó la mujer lastimando mis orejas mientras Tae se aferraba más a mí-. Tienes prohibido salir de casa, te cambiaré de escuela y tienes prohibido acercarte a ese tal Park Jimin otra vez.

-No mamá, no porfavor. Haré lo que tú quieras pero porfavor no me quites a Jimin. Él es mi amigo.

-Eres tan patético. Claro que harás lo que yo quiera, desde este preciso momento cortas comunicación con esos dos maricas. Dame el celular.

-No

-Dije que me des el celular. Si no lo haces tú querido Jeon Jungkook pagará las consecuencias.

-¡Él no tiene nada que ver!

-¡Entonces has lo que te digo!

Llorando mi Tae le dió su celular a la monstruo de su madre. No me gustaba verlo llorar, odiaba verlo triste.

-Y pensar que dejé a ese chico entrar a mi casa.

-Ellos no son malos -dijo con la cabeza gacha.

-No son malos, son malísimos para la reputación de nuestra familia ¿En qué estabas pensando? Jeon no es más que un pobretón que quiere aprovecharse de tu apellido ¡Date cuenta!

Tae corrió hacia su habitación y nos encerró a ambos en ella, puso el seguro en la puerta quitándole la oportunidad a esa mujer de seguir hiriéndolo, se dejó caer en la cama conmigo aún en brazos, abrazándome más fuerte y al final dejándome libre.

Sabía que estaba mal, ni siquiera mis besos y lamidas eran suficientes para calmar el dolor tan profundo del corazón de mi amado humano, así que solamente lo observé y a su lado me acurruqué dándole mi apoyo, aunque él no lo supiera.

🐾🐾🐾

La noche llegó más rápido, el frío abrazador se colaba por la ventana que mi amo olvidó cerrar, Tae se movía de un lado para otro en la cama sin poder dormir. Era de madrugada, eso sí lo sabía. Me preocupaba mucho que mi amo se enfermara por la situación.

Escuché como un objeto pequeño calló al suelo de la habitación alarmando mis sentidos, agudicé mi oído y nuevamente se escuchó esta vez alarmando a Tae.

-No es nada Tannie, debe ser el viento. Cerraré la ventana.

Mi amo se levantó, pero retrocedió asustado al oír una voz desde afuera.

-¿Qué haces aquí? Mi mamá no puede verte, ella ya sabe.

-... -no escuché la respuesta de la otra persona.

-¿Estas loco? ¡Puede verte!

-...

-Está bien.

Tae se apartó de la ventana y se sentó a mi lado esperando un par de minutos hasta que observé cómo un tipo atravesaba la ventana y se acercaba a nosotros. Yo por instinto le gruñí y me puse entre medio de él y mi Tae.

-Que lindo -mencionó el tipo.

-Él es Yeontan. Yeontan, él es Jungkook.

Aaaaaaah, ¿con que él es? Empecé a gruñirle aún más pero contrario a asustarse el hombre se acercó a mí lo suficiente para sentir su olor, era un olor particular, su olor era fuerte. Había sentido muchos olores dulces y otros florales, pero el de él era un poco nuevo para mí. Acarició mi cabeza.

-¡Qué parte de que no me agradas no entiendes! -ladré pero en ese momento Tae me tapó el hocico .

-Tannie, no hagas ruido porfavor. Mi mamá vendrá y verá a Jungkook y me matará.

Me callé inmediatamente, no por el hombre que estaba parado frente a mí sonriéndole como estúpido a mi Tae, si no por mi amo, no quería que tuviera ningún problema ni con su madre ni con nadie.

-Entonces... -empezó a hablar el sujeto alto, Tae se levantó de la cama colocándose frente a él.

-Entonces... -continuó Tae.

Ambos sonrieron nerviosos, no había visto bien la apariencia del mayor pero al tenerlo frente a mí me di a la tarea de memorizarlo. Era al menos una cabeza más alto que Tae, su ropa era oscura, usaba una camisa sin mangas que dejaba ver unos dibujos en su piel...

¿Porqué alguien se haría un dibujo en todo su brazo?

Su pantalón y zapatos botines igualmente eran oscuros, y tenía un objeto en su labio que lo atravesaba y uno muy cerca de sus ojos, donde empezaba una línea de vello arriba de ellos, su cabello era aún más oscuro que su ropa y por último su piel blanca y esa sonrisa que le dedicaba a mi amo que no se atrevía a verlo.

-¿Qué sucede? ¿Porqué no me contestas las llamadas? -preguntó el tal Jungkook

-Mi mamá me quitó el celular, me prohibió acercarme a tí y a Jimin -dijo Tae sollozando -. Además que me chantajeó con hacerte daño si me intentaba comunicar contigo.

Escuché la risa del más alto luego de la información que le proporciono Tae, el susodicho golpeó su hombro y el mayor rió aún más.

-¿De qué te ríes?

-No puede hacerme daño.

-¿Cómo que no? ¿Sabes quién es mi papá? Es el jodido cónsul del país. Podría mandarme a África si él lo quisiese y a tí al calabozo más grande de Korea -el mayor volvió a sonreír a lo cuál el rostro de mi amo se volvió serio -. Empiezo a pensar que eres masoquista.

-Tae, no le temo a tu padre, ni a tu madre, ni nadie. A lo único que temo esque tú me alejes de tí. Ya no puedo vivir sin tí -dijo acariciando el rostro de mi amo.

-¿No que nunca podrías estar con un niño?

-Lo dije para alejarte. Tae, todavía no me conoces... mi vida está en peligro a cada momento y no quería arrastrarte a esto.

-Pero no entiendo, no puedo comprenderte si no me explicas ¿Eres narco? ¿Qué eres? -el mayor sonrió y negó al mismo tiempo.

-Nada de eso. Pero no te gustaría saberlo.

-¿Tan malo es?

-No tanto, pero por tu protección es mejor que no lo sepas.

El silencio se apoderó de la habitación, vi como Jungkook jalaba a mi Tae hasta que este se sentó en sus piernas cuando ambos acabaron en la cama.

-No quiero alejarme de tí -dijo Tae abrazando el cuerpo musculoso del otro.

-Yo tampoco, bebé -ambos quedaron nuevamente en silencio sin soltarse del abrazo -¿Tae?

-¿Mmmm?

-¿Confías en mí?

-Por supuesto que sí -el mayor sonrió otra vez, esta vez dejando ver una dentadura perfecta.

-Bien... empaca una mochila con tus cosas básicas y las de Yeontan. Nos vamos.