~Constelación Aquila~
"Y cuando nos alejemos volveremos a ser estrellas y miraremos otros cielos ansiando formar parte de ellos"-M. Granade
(++)
Estaba mirando por la ventana aquella noche que me recordaba a mi vida en la antigua casa, donde no estaba mi horrible tía y donde nadie me conocía. Sin embargo, sabía que hoy podía seguir disfrutando, esta era la noche en la que podría cambiar y divertirme por una vez en mi vida.
—Tess es hora, ya ha llegado tu amiga— El grito de mi abuela desde la cocina se escuchaba fuerte y claro. Sólo me faltaba un poco de labial. No era muy buena con el maquillaje, así que entre más poco usara mejor.
Karla se veía radiante. Llevaba un vestido rojo carmín que le llegaba hasta las rodillas. Me saludó con un abrazo como si nos conociéramos de toda la vida.
—Cariño, es hora de irnos a la fiesta—asentí y le seguí el paso hasta su auto. Saludé a los chicos, mientras trataba de reconocer al inocente chico de pecas. Era Cris. Llevaba unos vaqueros despreocupados y una camiseta común. Pero su cabello había cambiado al igual que su semblante. Ya no se veía como un chico tímido, era extraño, podía sentir miedo, lo cual era muy inusual. Sentía curiosidad. Más tarde le preguntaría que estaba pasando.
Al llegar a la fiesta un montón de chicos con capucha comenzaron a rosearnos con unos colores que por cierto olían de la mierda. Al parecer era una fiesta a oscuras, que intrigante...
—Espera aquí Tess, ya vuelvo—Claramente karla aun no me conocía muy bien. ¿Quién no se espanta si le dicen que no se mueva?, obvio que si así lo quieren pues voy a hacer lo contrario.
Cris me mira de reojo, mientras me adentro a la fiesta, donde por un lado hay un par de chicas casi desnudas y por el otro, vaya...vaya... sin camisas, ¡Dios! Unos sexys chicos sin camisas.
—Que te pasa Tess, no eres así, contrólate chica—Como siempre mis pensamientos fastidiandome
—Exacto, hoy quiero dejar de ser yo, déjame en paz—
—Bueno, pensaba que estabas un poquito loca, pero veo que ahora hablas sola—Un chico que no logro ver bien me saca de mis pensamientos. Genial, ahora va a pensar que soy una loca que habla con su mente en voz alta.
Es Tyler. Tenía que ser él. Lo que me faltaba.
—Oye oye, si te molesta pues ve a hacerle una mamada a alguien o yo que sé, tienes muchas opciones de folladas aquí— Su cara es intimidante y sus labios se ven más provocativos que nunca, debido a las luces del lugar.
—Ya quisieras. A la única que quiero de rodillas es a ti—Agradezco que la luz me dé directamente en la cara, porque si no estoy segura de que todo el lugar se burlaria de mi por lo roja que esta mi cara en este momento. ¡Joder! Tyler es tan desesperante y jodidamente sexy que duele. Este chico es casi como aquila. Es una deidad completa.
Su sonrisa es pícara y sé que en el fondo se burla de mi raro silencio.
—Seguro que esperas que caiga rendida a tus pies. Te equivocas Tyler, yo no soy tu muñeca sexual—auch, su semblante cambió, creo que estuvo mal, por un lado pienso que es un mujeriego que sexualiza a las mujeres pero en este momento debe pensar que creo que es un psicópata sexual. No es así, bueno casi.
Me volteo sin necesidad de mirarlo a los ojos, aunque estén tan escondidos por la luz. Está acostumbrado a que todas las chicas lo adulen. Conmigo se equivocó.
Busco un par de tragos para disfrutar la noche sin preocuparme por nada. Mi madre estaría orgullosa.
Pero que estoy diciendo...Sueno como una loca. Como si me importara mi madre.
Después de 5 copas ya me sentía viva. La música sonaba como si el volumen fuera a estallar mis tímpanos. Mientras bailaba por todo el lugar trataba de encontrar a karla o a Cris, pero no veía ninguna cara conocida, era como si hubieran desaparecido de la fiesta, ni rastro de nadie.
—Hola guapa, ven a bailar—Un tipo alto y musculoso se acercó a hablar conmigo mientras sus amigos me rodeaban y empezaban a toquetearme los brazos y el cuello
—No, no, déjenme—Mis sollozos eran poco inaudibles. Ya estaba comenzando a asustarme. Y no tenía tantas fuerzas para enfrentarme a ellos. Me emborrachaba fácilmente y 5 copas parecían insoportables en este momento.
—Pero si apenas nos conocemos hermosa—Me daban asco estos tipos y lo peor es que habían muchos por el lugar, y aunque trataba de encontrar con mi mirada a Cris o a Karla no resultaba.
Pataleaba y me movía para que me dejaran en paz pero no resultaba. Su mano se apoderó de mi cuello.
—Déjenla en paz, malditos o se las verán conmigo—Eso, seguido de un puñetazo fue lo último que percibí antes de que mis ojos se cerraran y no sintiera nada.
(++)
Mis ojos por fin se abrieron, sentía como si un carro me hubiera atropellado. La cabeza me dolía insoportablemente y mi cuerpo pesaba. Lo primero que vi al despertarme fue el gran ventanal de donde salía un gran rayo de luz. Claramente ésta no era la fiesta ni mi casa.
—Hola, bella durmiente—Su sonrisa era radiante. Esos abdominales y esa figura eran claramente dignas de Tyler.
—¿Qué pasó anoche? y ¿Dónde estoy?—Mi cara transmitía lo confundida que estaba, pero mi cabeza estaba por explotar, debido al alcohol que entró a mi cuerpo anoche.
—Es una larga historia, pero resumiendo todo. Unos tipos querían abusar de ti, y estabas muy borracha así que te traje a mi apartamento—Eso era muy amable de su parte, lo cual es extraño
—pues gracias y no sabía que tenias apartamento, por cierto esta muy lindo—
—Hay muchas cosas que no sabes de mi Tess—Que misterio...
—Lo sé— Se quedó mirándome un rato, y salió de la habitación. Debía ducharme y ponerme algo de ropa ya que estaba ¿Desnuda?
—¡Tyler! ¿por qué estoy desnuda?—Llegó corriendo de nuevo a la habitación creyendo que algo me había pasado por mis gritos. Pero, después de darse cuenta se empezó a reír de mi.
—Oye no me culpes. Te habías vomitado en tu ropa mientras veníamos aquí—Era una idiota cuando tomaba. No tomen amigos, es horrible
—Bueno, pues ¿sabes donde esta mi ropa? debo ducharme y no tengo que ponerme—Su cara estaba radiante con una inmensa sonrisa burlesca que cada vez me daba aun mas rabia
—Aún esta mojada. Puedes ponerte alguna camiseta de mi armario. Y para la parte de abajo, déjame pensar...solo puedo ofrecerte unos bóxer o un pantalón. Es tu decisión bella durmiente—Era insoportable. Nunca había conocido a alguien que fuera tan arrogante, pero a la vez amable y compasivo. Es como si uno estuviera hablando por momentos con una persona totalmente diferente.
—Puedo estar bien con eso por ahora, pero puedo usar los míos. No te daré el gusto de tenerme en tus boxers tyler— Mientras ambos sonreíamos, me di la vuelta, hacia un hermoso baño de mármol, con una ducha de ensueño. Este chico además de guapo también era millonario al parecer. Mas adelante le preguntaría quien es, porque ahora que lo pienso lo único que sé sobre él es que es el hijastro de mi insoportable tia.
Me baño con agua caliente, mientras con una esponja exfolio mi piel. De un momento a otro es como si sus manos estuvieran masajeando mi cuerpo. Mi piel se adormece de la increíble sensación que producen sus manos en mis caderas. Sus labios rodean mi cuello mientras que su lengua hace maravillas.
Me rodeó con sus enormes y musculosos brazos y mientras yo trataba de mantenerme en pie, sus manos bajaban hasta llegar a mi clitoris. La masajeó como si hubiera sido suya desde hace mucho tiempo, mientras introducía un dedo en mi. Se escuchaban mis jadeos por toda la habitación y estaba apunto de venirme cuando depronto tocan la puerta.
—¿Fantaseando conmigo?—Era tyler, como podía serlo, si estaba dándome placer en este momento.
Que estúpida. Claramente ese no era él.
¡Joder! había tenido un sueño erótico con Tyler, y lo peor es que había estado despierta y se sentía tan real que de verdad estaba a punto de venirme. Maldito hijo de puta.
—Si, y se sintió tan delicioso...—Abrió la puerta después de mi gemido. Él ya estaba listo pero ¿yo?, Joder, si que lo estaba.
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