—Entonces creo que no tengo nada mas que hacer aquí —dicho esto se levanta de su asiento causando que mi mirada vaya directo a él—. Espero que de verdad sepas lo que estás haciendo, espero que las cosas mejoren con tu familia y espero que sepas lo que quieres para ti, voy a extrañarte Daka —dijo secándose las lágrimas.

Inmediatamente se dirigió fuera de mi habitación mientras lo seguía con la mirada, opté por no ir tras él, por dejar que simplemente terminara de salir de mi vida y aunque no lo haya dicho, también iba a extrañarlo pues éste estuvo inclusive en los peores momentos de mi vida. No es fácil dejar ir a alguien, alguien que quieres y con quien sabes que puedes contar siempre. Dejarlo ir es dejar ir todos esos momentos que siempre permanecerán en mi memoria, es dejar ir todas las risas y lágrimas compartidas. Quizá no lo haya dicho pero siempre estaría eternamente agradecida con él y jamás olvidaría todo lo que él había significado para mí. Sin embargo algunas veces, es bueno dejar ir a las personas para poder continuar, algunas veces los momentos sólo pueden seguir existiendo en nuestras memorias.  

Estaba molesto, claro que lo estaba. Había perdido a mi mejor amiga, a quien sería mi compañera, eran planes y  promesas de vida lanzadas inmediatamente a la basura y si, me dolía. La amaba, amaba a Daka y créanme cuando les digo que existen diferentes formas de amar a una persona, no estaba enamorado de Daka. Amaba su forma de ser tan autentica, amaba su inocencia, amaba que cada vez que la observase o escuchase hablar me diera la impresión de un ángel, amaba que pudiera dejar sus problemas de lado cada vez que estaba conmigo —o casi siempre—. Amaba su olor tan peculiar y su sonrisa. Quizá ahora me duela dejarla ir pero quizá el "si la amas déjala ir" sea cierto en nuestro caso.

Caminé directo a mi habitación en cuanto llegué a mi casa y al adentrarme a ésta pude observar con claridad las fotografías enmarcadas y las que no lo estaban. Anteriormente, siempre que salíamos juntos tomábamos fotografías —las cuales me quedaba yo siempre—. y trataba de enmarcar cada una de ellas cómo un lindo recuerdo, pues para mí sin fotografías no hay recuerdos. Podía sentir una punzada en el pecho al observarla y traer aquellos recuerdos a mi memoria, podía sentir cómo dolía y en mi garganta un nudo comenzaba a formarse. Me duele.

Lágrimas brotaron de mis ojos e inmediatamente sequé cada una de ellas. Noté que las horas había transcurrido y que mis padres llegarían muy  pronto. Inmediatamente me levanté de la cama al recordar la situación en la que estaba antes de la llegada de Cameron. Rápidamente me dirigí hacia su habitación y al estar allí, busqué entre las cosas de mi madre la llave y seguidamente el pequeño cofre. Inserté la llave y sin más, éste se abrió revelándome así las pequeñas fotografías que al poder observarse con detenimiento puede notarse la antigüedad de las mismas. Con prisa busqué esa donde mi madre salía con alguien que no era mi padre, junto a un pequeño bebé y al girarla, pude darme cuenta de aquello que tanto había temido en el fondo. '

1ro de Septiembre de 1999.

No tuve que sacar cuentas, conocía bien esa fecha y entonces me quedé anonadada, el mismo día de mi cumpleaños ésta niña cumpliría 18 años. Pude sentir cómo me perdía en cada uno de mis pensamientos sin dejarme reaccionar al respecto, ¿me habían mentido todo éste tiempo? ¿había recibido maltrato por alguien que no era mi padre tras el engaño de mi madre? definitivamente no entendía o no quería hacerlo, no quería tener que enfrentarme a la realidad frente a mis ojos pero, ¿era ésta la razón por la cual mi padre había dicho que todo era mi culpa? No podía creerlo. Dejé todo en su lugar y al hacerlo me dispuse a salir rápidamente del lugar,  asta que mi madre se adelantó y entró a él. 

 —Daka —susurró con delicadeza —¿Que haces aquí? —interrogó confundida.

—Lo vi —confesé, no estaba dispuesta a seguir en su mentira —. Vi lo que había en tu pequeño cofre escondido, encontré la llave entre tu ropa y...—sentí mi garganta doler y mis ojos llenarse de lágrimas. Sin embargo, esta vez deseaba ser fuerte—. Vi que no soy hija de Robert y es repugnante, ¡tú que eres mi madre dejaste que ese hombre me maltratara por años! ¿¡Que clase de madre eres!? —grité molesta.

  —Baja la voz —susurró de igual forma—. No quieres que tu padre suba y escuche tu escándalo. Sabes las consecuencias —me recordó.

 —¿Acaso estás amenazándome? — pregunté  a la defensiva. 

—No, claro que no. Quiero explicarte, te juro que quiero explicarte —sollozó—. t
Te juro que lo haré, por favor espera que tu papá se duerma y te juro que te explicaré —dijo con tristeza.

—¡Él no es mi padre! —seguidamente salí de esa habitación a punto de derrumbarme e inmediatamente me dirigí hacia la mía.

Revise el calendario y en definitiva, mi cumpleaños era la semana entrante, en un par de días. No podía esperar para salir de éste infierno y no tener que soportar un día más de maltrato por parte de ese hombre. 

N/A

Saludos pequeños, espero que hayan estado bien. Sé que he estado desaparecida pero al fin el capítulo 28. Quiero informarles que el final será en el capítulo 30 y seguidamente el epílogo. 

También que el comienzo de éste capítulo me inspiré por la canción que está en multimedia, definitivamente tuve muchas escenas escuchando esa canción. Espero la escuchen mientras leen.

Nos leemos en el próximo capítulo. XOXO.

-Val.