A su medida.
Ferriswheelshipping.
Semi-AU + OoC.
Capítulo único, cortito.

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Touko miró como el chico de cabello verde bajaba de su Reshiram. La emoción que había surgido desde su estómago como el revoloteo de muchas mariposas se había convertido en cristalinas gotas de agua que salían de sus ojos. Un par de años habían pasado desde que la verdad y los ideales decidieron enfrentarse, cuando ella salió victoriosa, N simplemente se había despedido deseándole lo mejor y que, algún día se encontrarían de nuevo.

Y ese día había llegado.

—Es un gusto volver a verte, Touko —N sonríe acomodando su gorra. Ella le devuelve la sonrisa y se apresura a correr hacia él y abrazarlo.

El acto sorprende al mayor, al mismo tiempo le cautiva, ella puede ser impredecible muchas veces y eso era algo que amaba de esa entrenadora. Sí, amaba eso y muchas cosas mas, estaba seguro que habían otras por descubrir y por esa razón había buscado por cielo y tierra a Touko, para descubrir que más podría amar sobre ella.

—A mí también me alegra verte de nuevo —confiesa la castaña refugiando su rostro en la blanca camiseta de él. Tanto tiempo buscándolo para luego darse cuenta que pese a toda la controversia entre ellos un extraño pero bonito sentimiento surgió hacia él, terminando en que N le gustaba.

Pero después de mucha búsqueda sin éxito decidió viajar a otras regiones. Después de dejarle su título de campeona a Iris viajó a Kalos, escuchó que el turismo del lugar era envidiable. Y así, sus aventuras crecieron y tras volver de nuevo a Unova la mejor sorpresa que pudo tener era ser recibida por él.

N correspondió el abrazo de Touko, al rodearla con sus brazos podía notar como encajaba a la perfección, como si sus brazos estuvieran hechos a su medida.

«Tan linda, tan pequeña, eres realmente adorable» pensó para luego besar su frente. Ver como la chica se sonrojaba le hizo sonreír al instante.

—Seguro tienes muchas cosas que contarme sobre tus viajes, vayamos a ciudad Mayólica. La noria podría ser el perfecto lugar para que me cuentes todo —él le extiende su mano y ella acepta gustosa.

Ambos suben a Reshiram y mientras surcaban los cielos, Touko le contaba sobre todas las cosas maravillosas que habían visto en ese día, empezando por él.