Un día normal y corriente, Roxy, Berto, Valerian, Zigo y Paul estaban en Pueblo Yarda, en la casa de este último.

Estaban sentados en el suelo del salón, charlando.

—¡Ya veréis, estoy seguro que haré algún gran descubrimiento!

—¡Claro que sí, Paul! Vas a ser un gran profesor Pokémon—decía Zigo haciendo palmas.

—Has tenido suerte de conocer a Sonia, y ser del mismo pueblo claro—dijo Roxy.

—Si, porque si no, igual sigues frustrado por haber sido casi campeón—dijo Berto con una sonrisa maliciosa.

—Berto, no te pases—habló Valerian—, Lionel es demasiado fuerte, yo también soy casi campeona.

—Disculpa...

—Desde pequeños Lionel venía a pueblo Yarda y nos explicaba sus peripecias como campeón. Incluso cuando llegaste tú aquí—comentó Paul dirigiéndose a Valerian—, nos contaba de todo

—Porque claro, tú no eres de pueblo Yarda, ¿No Valerian?—preguntó Roxy.

—Eso, cuéntanos de dónde eres—animó Berto.

—Soy de Villa Helada—dijo la castaña con una sonrisa amarga.

Zigo comenzó a prestar la poca atención que tenía.

—¿Y por qué viniste aquí?—la pregunta de Roxy caló a la chica.

Valerian se llevó la mano al cuello y luego hizo unos gestos con sus manos.

—Dice que mejor lo dice en otro momento—tradujo Zigo. Valerian hizo otros gestos—, que no es por vosotros, pero que no se siente cómoda hablando de eso.

Hubo asombro por parte de Berto y Roxy.

—Zigo, no sabía que sabías lengua de signos—dijo Roxy.

—Y a mí siempre se me olvida que a veces Valerian no habla...—murmuró Berto.

—¡Bueno! Jeje, aprendí hace algunos años.

—¡Yo también sé!—dijo Paul—Aunque Zigo es más rápido que yo traduciendo— Es que cuando conocí a Valerian no podía hablar nada y... Decidí aprender para comunicarnos y para ser su amigo.

—Eres un gran amigo—dijo Berto.

—Si, aunque los dos aprendíamos a la vez...—dijo casi en un susurro la chica.

Zigo se lanzó a abrazar a su entrenadora y amiga.

—¡No estés triste, que aquí te queremos todos mucho!

Valerian soltó una risa y correspondió al abrazo del Zoroark humano.

—Lo sé, sois maravillosos.

Berto se levantó del suelo.

—Ahora vuelvo—y salió de la sala.

Paul les dirigió una mirada a los que quedaban allí.

—Berto no me hubiera dejado hacer esto, diría que es demasiado infantil pero...—hizo una pausa y se levantó de un salto—¡El que toque el suelo muere!

Paul se subió al sofá, Roxy a un taburete y Zigo trepó una estantería.

Valerian se asustó con el grito y lo primero que intento fue subirse a la mesita del salón, pero se resbaló y cayó hacía atrás, con tan mala suerte que se golpeó la cabeza.

—¡Valerian, no!—Zigo se cayó de la estantería de la impresión y se acercó a la chica—¡Valerian! ¿Estás bien?

Ella no respondía. Estaba inconsciente.

Paul y Roxy se miraron un segundo y luego se acercaron a Valerian.

El de cabello morado la zarandeó un poco.

—Valerian, despierta, esto no tiene gracia.

—¿Y si se ha muerto?—preguntó Roxy con cierto nerviosismo.

Zigo dio un grito desesperado.

Berto apareció en la sala a todo correr y vio a la chica tirada en el suelo.

—¿¡Qué cojones!? ¡Os he dejado solos literalmente dos minutos!—apartó a los tres y comprobó el pulso y la respiración de la chica—¡Bien, no se ha muerto!

Hubo un suspiro de alivio y luego silencio.

—¿Y ahora qué? ¿Esperamos a que se despierte?—preguntó Paul.

—Llamad a emergencias—dijo Berto. Hubo un silencio en el que nadie hizo nada—¿Qué pasa? ¿A caso nadie se sabe el número?

—Valerian se sabía el número de emergencias—murmuró Zigo.

Hubo otro silencio.

—Estoy rodeado de idiotas...

—Cállate Berto, tú tampoco te lo sabes.

—¡Soy el único que hace algo por ella!—sacó su teléfono, el cual tenía una fonda rosa pastel—Voy a llamar a un taxi volador... Qué nos lleve al hospital...

Cuándo el taxi llegó, Berto cargó a Valerian la taxi, y la llevó durante todo el trayecto.

•••

Valerian abrió los ojos despacio. Le pitaban los oídos y no sabía dónde estaba, veía un techo blanco y... ¿Un wooloo?

—¡Valerian!—decía una voz——¡Roxy, llama a la enfermera, que se está despertando!

Vió moverse algo negro.

Su visión se aclaró y sus oídos dejaron de pitar.

—¿Berto? Creí que eras un wooloo.

El de cabello blanco sonrió de oreja a oreja, fue una sonrisa de satisfacción absoluta.

—¡Valerian! Te quedaste inconsciente, ¿Que es lo último que recuerdas?—dijo Paul acercándose a la camilla en la que estaba.

—Recuerdo... La sirena de la ambulancia...

—Pero no pedimos ambulancia, yo te cargué al hospital—dijo Berto algo confundido.

—Pero yo recuerdo una sirena.

Roxy llegó con la enfermera.

—Ese en realidad fue Zigo—dijo la pelinegra.

—Perdón, entré en pánico—se disculpó Zigo rascándose la nuca.

—Ahora por favor todos fuera, le haré un análisis—dijo la enfermera. Todos salieron menos Zigo—Disculpa, jovencito, necesito que salga.

—No soy un jovencito, soy Zigo.

—Muy bien Zigo, los amigos fuera.

—No soy su amigo, soy su Pokémon.

—Bromas ahora no—ante la negativa de la enfermera, Zigo adquirió su forma original de Zoroark—. Eh... Está buen—dijo la enfermera—, te puedes quedar.

Zigo recobró de nuevo la forma humana.

—Muy bien...—la enfermera sacó una pequeña linterna y la encendió—Te voy a pedir que sigas la luz con los ojos mientras te hago unas preguntas sencillas.

—De acuerdo—dijo la chica.

—¿Como le llamas?

—Valerian Stewart.

—¿Cuantos años tienes?

—Catorce.

—¿Quién es tu madre?

—Sarada Stewart.

—¿Cuál fue tu primer Pokémon?

—Zigo, cuando era todavía un Zorua.

Zigo sonrió.

La enfermera apagó la linterna.

—Te voy a pedir que te quites ese collar para examinarte el cuello y la nuca. No creo que tengas nada roto pero revisaré si tienes alguna herida externa.

Valerian se quitó el collar, dejando al descubierto una cicatriz enorme, que le recorría el cuello de un lado a otro.

La enfermera hizo un gesto de sorpresa.

—Eso no tiene pinta de ser reciente...—dijo.

Valerian hizo unos gestos y miró a Zigo.

Zigo comprendió.

—Dice que fue de un accidente hace años.

La cara de sorpresa de la enfermera se expandió. Trató de recuperar la compostura.

—Está bien, deja te examino...

Tras unas pruebas más, la enfermera le dijo que todo había quedado en un susto, y que si se desmayaba o notaba desvanecimientos acuda a urgencias de nuevo.

Ya con el collar de nuevo puesto, Valerian y Zigo salieron a la sala de espera.

Berto la vio en cuanto ella cruzó la puerta y se levantó de su asiento corriendo hacia ella.

—¿Estás bien?—le puso las manos en los hombros—¿Qué te han dicho?

—Solo fue un susto, no te preocupes—le dedicó una sonrisa.

—Mi madre me va a echar una buena bronca cuando llegue a casa...—dijo Paul.

—Hablando de casa mejor que cada uno regrese a la suya.

—Tienes razón Roxy—dijo Zigo—, Valerian necesita descansar.

Cada uno pidió un taxi volador.

Berto se fue en uno, Roxy en otro y en el último se fueron Valerian, Zigo y Paul.

Ya en el taxi volador...

—Menos mal que al final no fue nada malo...

—¡Por lo menos no tan grave!—dijo casi chillando Zigo.

—Ahora me siento culpable...—dijo Paul llevándose las manos a la cabeza.

Valerian le tocó el hombro e hizo unos gestos.

«También fue culpa mía, por descuidada»

—No Valerian, no lo fue...

Ella miró como su amigo se mortificaba.

«Lo importante es que estoy bien»

Paul sonrió.

—Pues sí
í,tienes razón—le revolvió el cabello a la chica.

Zigo se lanzó a abrazarla.

—¡Por un momento creí que te perdía! No me des esos sustos, que no gano para disgustos.

—Hablas como mamá—rió Valerian.

Y cada uno regresó

a su casa, habiendo salido todo bien al final del día.

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Valerian: *queda inconsciente*

Roxy: OHNO SE MURIÓ.
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Zigo: lpm creí que se moría.

Valerian: toy joya 🤠
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Berto: llamen a emergencias.

Todos: no sabemos el número.

Berto: estúpidos, son todos estúpidos.
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🛡️🍵

Lo sé, me tardé mucho en hacer un nuevo capítulo.

No me maten 🥺

Los más fans de esta historia se habrán dado cuenta, pero la trama está basada en dos de los IQ que había antes en este libro.

Pues eso, díganme si quieren ver algo en específico, algún personaje o alguna cosa, no se corten ni un pelo pidiendo ;)

⭐¡Astro la vista!⭐