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✧ O6 ✧

Luego de comprar el café hablaron un buen rato, cambiando por completo el ambiente tenso que habían tenido anteriormente. Jeongguk olvidando la confusión de sentimientos que traía, sólo se dedicó a disfrutar de las anécdotas graciosas que le contaba el mayor.

Las bebidas estaban heladas, ya que ambos pidieron americanos con hielo, y el aire estaba bastante fresco, por ende sus manos y mejillas se entumecían, pero eso realmente no les importaba mucho. Los dos estaban disfrutando la compañía del otro y no planeaban devolverse a sus hogares aún.

Pero aquello se vio arruinado cuando el clima cambió drásticamente. El día sólo había estado nublado con algunas cuantas gotitas de lluvia cayendo, pero ahora unas grandes partículas de agua congeladas de manera parcial descendían del cielo. Aguanieve, aquel fenómeno causado cuando el ambiente está lo suficientemente frío para solidificar el agua, pero no lo necesario para transformarla en nieve.

Los dos jóvenes sintieron como sus rostros empezaron a empaparse al cabo de unos minutos, estaba lloviendo fuerte.

ㅡAy no, vamos a quedar mojados. ㅡSe quejó el rubio, poniéndose la capucha de su chaqueta, queriendo evitar que entrara agua a su cuerpo. Agradecía que el material de ésta fuese impermeable.

Pero desgraciadamente Jeongguk no tenía esa suerte, Yoongi había elegido para él un abrigo de tela y ahora lo odiaba por eso. Soltó un quejido, procediendo a tomar con rapidez su bebida. Jimin mirándolo con curiosidad.

ㅡ¿Crees que si corremos de aquí a mi departamento llegaremos pronto? ㅡpreguntó botando el vaso ya vacío en el depósito de basura más cercano.

ㅡ¿Quieres que vayamos corriendo? ㅡcuestionó extrañado, botando igualmente su propio vaso.

ㅡSupongo que es mejor que esperar unos minutos a que pase el autobús. No quiero mojarme demasiado.

ㅡ¿Qué te parece si hacemos una carrera hasta allá? ㅡretó el mayor, pensando que no era mala idea aquello, además así podrían pasar un poco el frío que sentían.

ㅡHecho.

Jimin ajustó las correas de su mochila, con la intención de que ésta no se agitara demasiado, para no arruinar lo que compró, sin percatarse que el más alto ya había empezado a correr antes que él. Empezó a perseguirlo con todas sus fuerzas, queriendo alcanzarlo.

Ambos compitieron por unas cuadras, yéndose por caminos no muy transitados, sólo frenando cada vez que se topaban con semáforos peatonales en rojo o algún grupo de personas se cruzaban por su camino.

Cuando estuvieron más cerca del edificio donde vivía Jeon bajaron la velocidad, habían estado corriendo mucho por muy poco tiempo, por lo que estaban cansados.

ㅡVamos a dejar muy mojado el piso del departamento. ㅡmencionó Jeongguk, soltando un suspiro profundo.

ㅡTienes razón, Koo. ㅡAsintió mirando la ropa ajena, riéndose al apreciar lo empapado que estaba el menor.

Jeongguk lo miró confundido, tardando un poco en entender el porqué de la risa, pero cuando comprendió carcajeó negando con la cabeza.

ㅡNo sé cómo vamos a secar todo esto, tal vez debamos llevar la ropa a la lavandería. Por lo que sé hay una cerca de por aquí. ㅡmencionó Jimin.

ㅡIgual no podremos llevarla hoy, así que se quedarán en un rincón botando agua y mojando el piso.

Después de un par de minutos caminando a un ritmo ligeramente rápido, llegaron hacia el edificio donde habitaba el menor, ambos suspirando al sentir el calor del lugar contrastar con el frío de afuera.

Jeon agradeció en su mente no haberse empapado demasiado, probablemente tendría que estrujar sus prendas en la entrada si ese fuese el caso, y eso sería bastante vergonzoso.

ㅡCreo que me entró un poco de agua por la chaqueta. ㅡmurmuró Jimin al sentir su polera y cuello húmedos. ㅡY parece que también en los zapatos...

ㅡ¿Te mojaste mucho, hyung? Si es así puedo pasarte ropa. ㅡcontestó caminando hasta las escaleras del edificio, subiéndolas junto con su mayor.

ㅡNo es demasiado, pero no es la idea obtener tampoco un resfriado.

Una vez estuvieron dentro del departamento del más alto, ambos se quitaron sus chaquetas y zapatos. El calor del lugar siendo más notable que el de los pasillos del edificio.

ㅡSe me humedeció casi toda la ropa. ㅡsuspiró Jeongguk frustrado, hablando más consigo mismo que con su mayor.

ㅡSi tienes secadora de cabello podríamos hacer lo mismo que la otra vez. ㅡbromeó Jimin, sacándose los calcetines y dejando su bolso en el suelo. ㅡ¿Dónde dejo lo mojado?

ㅡPuedes dejarla en la entrada, no importa. ㅡcontestó riendo ante la broma, dirigiéndose hasta su habitación, el más bajo siguiéndolo.

Jeongguk fue hasta su guardarropa, buscando algo cómodo para poder cambiarse, además de una toalla limpia para secar las partes que estaban mojadas. Tenía todo su outfit humedecido, menos su ropa interior, y eso le molestaba bastante.

ㅡ¿Qué vas a querer que te preste, hyung? ㅡpreguntó girándose en su lugar, admirando como el mayor estaba sentado en su cama.

ㅡYo creo que con un pantalón está bien, por favor, el resto seguro se seca rápido. ㅡpidió dándole una cálida sonrisa, robándole un ligero suspiro al menor, el cual pasó desapercibido.

Jeon le entregó un pantalón deportivo, pensando en que sería cómodo para el contrario. ㅡSupongo que te quedará bien, hyung.

Después de recibir un agradecimiento, volvió a buscar algo para sí mismo en el clóset, decidiéndose por las prendas que había usado en la mañana, para poder terminar de ensuciarlas. Al momento de voltearse, reprimió un jadeo de sorpresa al apreciar cómo Jimin se estaba bajando los pantalones que traía.

¿Iba a cambiarse ahí mismo?

ㅡUhm, hyung...

ㅡ¿Ocurre algo, Koo? ㅡpreguntó terminando de quitarse la prenda húmeda, dejándola encima del colchón. No sabía de dónde había sacado el apodo mencionado, pero realmente le gustaba mucho usarlo.

ㅡ¿No te incomoda cambiarte de ropa junto a mí? ㅡcuestionó algo apenado, no mirando al contrario.

ㅡ¿Por qué tendría que incomodarme?

ㅡOh, bueno, ya conoces mis gustos... ㅡhabló en un balbuceo. ㅡYa sabes, el que me gustan los chicos...

ㅡAh, pero, eso no es incómodo para mí, Jeonggukie. Sé que tu orientación no hace que te gusten todos los hombres del mundo, así que no te preocupes por eso. ㅡdijo sonriéndole, no queriendo que el menor se sintiese mal por aquello. Terminó de vestirse, sintiendo el pantalón un poco largo. ㅡA mi mejor amigo también le gustan los chicos, así que sé algo de estas cosas.

Jeongguk se sintió aliviado, aunque aún apenado, pero con mucha más confianza que antes. Pensó que tal vez no era tan necesario irse al baño a cambiarse de ropa, de todas formas no creía que el mayor lo mirase como para ponerse nervioso por ello.

Por lo que le dio la espalda y se sentó en el borde de su cama, no queriendo tenerlo de frente, y comenzó a quitarse la ropa mojada.

Jimin, por su parte, mientras que pensaba en preguntarle al menor dónde podría colgar su pantalón para que éste se secara, enfocó inconscientemente sus ojos en el cuerpo ajeno.

Él sólo miraba su espalda, no podía apreciar nada más que ello, además de sus brazos y nuca, por la posición en la que se encontraba. Pero en lo profundo le pareció la espalda más atractiva del mundo.

Parpadeó varias veces en un solo segundo, pasando su vista por la musculatura ajena. Admirando cada detalle y conectando sus incontables lunares sobre su piel, mientras recorría también la curva de su cintura, la cual era preciosa, observando como su piel se contraía suavemente ante sus leves movimientos.

¿Eso era lo que ocultaban aquellas prendas grandes que usaba el menor?

Él no había imaginado que debajo de eso encontraría una musculosa, pero delgada y muy bonita, figura.

Se dio cuenta tarde de lo mucho que lo había estado viendo, sintiendo su rostro hervir al percatarse de ello. Sacudió su cabeza con viveza, quitando aquellos pensamientos poco apropiados de su mente.

Cuando menos se lo esperaba, sus ojos conectaron con los del castaño, quien acababa de voltearse en su dirección, poniéndolo muy nervioso.

¿Qué rayos había sido eso?

Qué poco heterosexual de tu parte, Park, pensó.

ㅡHyung, ¿Pasa algo? ㅡcuestionó Jeongguk, ya vestido, al encontrarse con el mayor congelado en su lugar.

ㅡOh, no, nada. ㅡrespondió rápido, haciendo evidente que algo sí pasaba, pero Jeon decidió ignorarlo. ㅡ¿Dónde puedo dejar esto para que se seque?

ㅡTal vez con el calor del piso se seca. ㅡmurmuró pensando, arrastrando sus pies descalzos sobre el suelo, sin moverse de su lugar. ㅡPodría subirle un poco a la calefacción.

ㅡSupongo que eso estaría bien, sip. ㅡSuspiró de forma disimulada, agradeciendo enormemente que, según él, el menor no se había percatado de que lo estuvo mirando. ㅡ¿Lo dejo aquí? ㅡpreguntó señalando hacia la zona del piso que estaba frente a sus pies.

ㅡClaro. ㅡrespondió a la misma vez que se dirigía a la sala de su departamento, yendo hasta la pared donde se ubicaba el termostato, subiéndole un par de grados a la temperatura. ㅡ¿Quieres algo para comer, hyung? ㅡhabló cuando se devolvió.

ㅡNo, creo que no. Gracias. ㅡrespondió mientras acomodaba su pantalón en el piso, levantándose al hacerlo. ㅡOh, tal vez podríamos ver los marcadores que compramos. ㅡsugirió recordando que tenía su bolso en la entrada, caminando hacia ésta, tomando la mochila con una mano mientras que con la otra abrió el cierre del bolsillo.

Jeongguk, por su parte, con un tanto de emoción, fue a una caja de su habitación para buscar un cuaderno, con la intención de probar el producto. A pasos rápidos fue hasta el living, mirando con una sonrisa al mayor, quien ya tenía el set en sus manos.

ㅡ¿Nos vamos a sentar al sofá o en el piso está bien? ㅡpreguntó viendo al más bajo.

ㅡEl piso está bien, está calentito por lo que es cómodo.

El castaño estuvo de acuerdo, por lo que ambos se sentaron de forma coordinada en el suelo, poniendo sus materiales en la superficie entre ellos.

Era una situación muy poco especial, sólo eran unos plumones y ya. Pero al menos Jeongguk por su parte estaba emocionado, y no sabía si era por los colores o por estar compartiendo algo tan bonito con el chico que tenía frente a sus ojos.

ㅡ¿Tú vas a querer probar el primero? ㅡdijo Jimin mientras que abría el paquete. Él había notado el entusiasmo ajeno por los marcadores, por lo que creía que era mejor que él comenzara.

Jeon agitó la cabeza en afirmación, tomando luego un color rojizo de la caja, abriendo su cuaderno en una hoja vacía. Comenzaron a verificar los colores de la tinta de cada uno de los lápices, divirtiéndose ambos en el proceso.

Aunque el rubio en cierto punto había dejado de concentrase en los colores en la hoja para pasar a hacerlo en el rostro de Jeongguk, principalmente en su sonrisa. Admirando la manera en la que sus dientes se alineaban entre sus labios, éstos últimos teniendo un color mucho más lindo que los de un plumón.

Oh, ¿En qué andaba pensando? Realmente andaba muy raro ese día.

Desvió la mirada hacia la hoja, golpeándose mentalmente por la forma en la que estaba actuando. No tenía sentido.

Esperaba no volver a sorprenderse a sí mismo teniendo esa clase de pensamiento hacia el castaño. No era normal, era incómodo, y seguro si el menor supiese lo que pasaba por su mente también lo sentiría incómodo.

ㅡTienen unos colores muy bonitos. ㅡexpresó Jeongguk, completamente ajeno a la batalla mental que estaba teniendo el rubio. ㅡ¿Cómo los repartiremos?

ㅡAhm... ㅡJimin procesó la pregunta, o al menos parte de lo que escuchó de ésta, si es que había entendido algo.

Al ver la cara pensativa del mayor supo que no tenía una respuesta para darle, por lo que intentó proponer él alguna idea.

ㅡSon seis marcadores, ¿No? Supongo que podemos dividirlos tres y tres, así los vamos intercambiando. ㅡsugirió bajando la mirada hasta el cuaderno al notar que Park no le estaba prestando mucha atención. ㅡ¿Qué opinas, hyung?

ㅡPor mí está bien, sí. Como tú prefieras. ㅡcontestó rápido al entender, seguro se veía muy tonto ahora mismo. Bueno, ya se sentía demasiado tonto por sí solo.

Jeongguk en el fondo apreció mucho ese momento, ya que compartirían algo lindo para él.

Mientras que Jimin ese día sólo se puso excusas absurdas a sí mismo por su extraña actitud.

Convenciéndose de que no le pasaba nada raro cuando estaba con el menor.


Los días pasaron rápido, tal vez demasiado.

Jeongguk ya estaba a una semana de viajar junto a su mejor amiga hacia Estados Unidos, cosa que no podía creer aún.

Y Jimin, por su parte, ya había olvidado completamente el objetivo que tenía al empezar a hablar con Jeon.

Desde aquel día donde compartieron marcadores empezaron a juntarse todos los días, aunque fuese un rato corto. A Park le gustaba mucho su compañía, era agradable pasar el tiempo con él, por lo que siempre que podía iba a visitarlo. Aunque por momentos pasasen pensamientos inadecuados en su mente, siempre los ignoraba y desechaba esas ideas.

El castaño también pensaba en cosas irracionales e incorrectas, pero no era tan fácil descartarlas para él, no cuando su mayor provocaba en su interior un revoloteo inmenso, el cual sólo iba creciendo con el paso de los días. Y eso era muy peligroso y bastante inmoral conociendo la relación que tenían, o más bien, la razón por la que se conocían.

Actualmente ambos chicos se encontraban, nuevamente, en el departamento de Jeongguk, celebrando una buena calificación que obtuvo éste último en una evaluación de la universidad.

Conversaban sobre cualquier cosa, como las clases, compañeros y hobbies, ambos sentados en el sofá mientras que, por el motivo de festejo, tomaban un par de cervezas.

No habían bebido demasiado, ya que los dos querían pasar un rato tranquilo, sin emborracharse y sin locuras, sólo gustaban de conocerse mejor a través de las anécdotas contadas y riéndose cada cierto tiempo con éstas.

A Jimin le gustaba mucho la personalidad de Jeongguk, a pesar de que al principio se había mostrado algo distante con él, ahora era muy divertido e interesante.

Además de que lo encontraba muy bonito, cosa que no admitiría en voz alta.

En algún punto de la variada conversación que tenían, se fueron acercando cada vez más, terminando por quedar cara a cara, a una distancia suficiente como para poder sentir la respiración ajena, la cual traía consigo el peculiar olor a alcohol, cosa que a ninguno le molestaba.

El silencio predominó en aquel momento, mas no era algo incómodo. Ambos de forma mutua podrían observarse con más detalle, aunque esa no fuese la idea del momento, era algo que en su interior les gustaba.

Jeongguk sintió un cosquilleo por todo su ser al percibir el perfume del mayor. Un aroma suave, algo dulce y varonil, el cual creía que era capaz de embriagarlo mucho más que la cerveza, se colaba por sus vías respiratorias, llegando con una calidez increíble hasta sus pulmones, haciéndole suspirar. Sus ojos, los cuales anteriormente estaban puestos en los ajenos, descendieron de forma inconsciente hasta los labios del mayor.

Tragó saliva, admirando la forma y color de los carnosos rebordes de la boca de Jimin. Seguramente eran demasiado suaves, se veían muy suaves. ¿Qué sabor tendrían?

Estaba en grandes problemas, un impulso culposo lo había atacado. No debía pensar en esas cosas.

Era culpa del alcohol, se excusó en su mente.

Desvió la mirada y se alejó un poco, dejando la lata de cerveza que había estado tomando en el piso, no sin antes beber el último sorbo que quedaba en ésta, buscando en la acción una distracción para despejarse de esos pecaminosos pensamientos.

Pero no pudo lograrlo.

Al volver a su posición anterior se encontró con el rostro sonriente del más bajo, sus ojos tan bonitos con una expresión relajada hicieron que se calmara de aquel gay panic en el que se había sentido. También olvidándose de lo que era moralmente correcto en ese momento.

Sus pupilas enfocaron de nuevo la boca contraria.

Su mente mandó a volar todo pensamiento racional y se guió por el impulso. Tal vez si Jimin hubiese soltado alguna palabra aunque sea, su cabeza no habría escapado del mundo real, pero no fue así.

Tomó coraje y cortó la distancia con el mayor, olvidándose de todo.

Sus labios se unieron de forma lenta con los del rubio, provocándole una explosión de sentimientos en su pecho y estómago. Sería mentira si negara el hecho de que esperó hacer esto por tantos años, y creyó que la espera valió la pena por completo. Había cerrado de forma inconsciente sus párpados, disfrutando de aquel mágico contacto con cada célula de su ser. Aunque la acción no fue demasiado larga.

A los pocos segundos se separó con una sonrisa, sintiendo la realidad caer como un balde de agua sobre sí al apreciar una expresión muy confundida en el rostro ajeno.

El pánico lo inundó, moviendo la boca sin decir nada mientras buscaba alguna justificación para lo que había hecho. Tal vez la más creíble sería decirle que era una broma, después de una muy forzada carcajada, aun sabiendo que era un muy mal pretexto.

Pero no pudo formular ninguna frase, mucho menos al momento de percibir la mano de Jimin posarse sobre su mejilla, su respiración se pausó por unos instantes al conectar con su mirada, soltando un fuerte chillido en su mente en cuanto volvió a sentir la boca de su mayor contra la propia.

Ahora Park lo estaba besando a él, cosa que al haber entrado en conciencia no esperaría en ninguna circunstancia. Pero ahí estaba, dejándose llevar por sus labios, los cuales empezaron una delicada danza sobre los suyos.

Su mente se nubló, no pudiendo pensar en nada más que en Jimin. Aquel nombre repitiéndose en sus pensamientos y llegando a cada rincón de su cuerpo. Sus manos viajaron hasta los hombros del rubio, sujetándose de éstos para corresponder con ímpetu el contacto entre sus bocas. Se sentía en un lugar seguro, como si el acto que estaba cometiendo fuese algo correcto, aún cuando en verdad estaba lejos de serlo. Podría mantenerse para siempre ahí, con sus labios pegados a los de Park, pero en algún momento tendrían que separarse.

Se distanciaron un par de centímetros al cabo de un rato, sólo para tomar una bocanada de aire antes de volver a besarse, ésta vez de manera más corta y repetida, besos suaves y completamente mutuos. Ahora ambos observándose a los ojos, apreciando cada detalle del momento que estaban pasando juntos.

Pero aquella burbuja en la que se encontraban no duró mucho, reventándose en el momento en que el teléfono de Jimin comenzó a sonar, haciendo que los dos muchachos se sintieran frustrados.

Se separaron más mientras que el rubio buscaba entre sus bolsillos su celular, ¿Quién podría llamarlo?

Sus ojos se abrieron en grande al ver el nombre en pantalla una vez encontró el dispositivo.

Era su novia.

Apenas se había acordado en toda la tarde que tenía novia.

Se sintió asqueroso y culpable, mas contestó de todas formas, intentando mantenerse tranquilo.

ㅡAh, ¿Noona? ㅡhabló en un tono algo bajo, logrando de esa forma tener su voz estable. Jeongguk, por su parte, sintió una punzada en su pecho al oír ese honorífico, reconociendo enseguida quién se encontraba al otro lado de la llamada. El remordimiento llegó de inmediato al entrar en conciencia de lo que había hecho, ¡Era el peor amigo del mundo! ㅡEstoy en casa de Jeonggukie ahora mismo... ¿Por qué?

Oh, ¿En serio? ¿Puedo ir a verlos? ㅡpreguntó la muchacha a través del celular con entusiasmo, ni siquiera sospechando el caos mental que traían ambos chicos.

ㅡKoo, noona pregunta si puede venir. ㅡavisó con pánico en su mirada, cosa que transmitió al menor, sin embargo, Jeon hizo una señal afirmativa. Consideraba que era mejor que ella estuviese en medio, así no volvían a verse en una situación tan repugnante como la anterior.

Después de un par de minutos Park colgó la llamada, acomodándose en el sofá mientras que veía a un punto perdido en el piso.

ㅡ¿Qué diablos fue eso? ㅡJimin fue el primero en tocar el tema, sin dirigirle la mirada al castaño.

ㅡUhm, realmente no lo sé... Fue un error. ㅡcontestó hundiendo su rostro entre sus propias manos, era inevitable sentirse asqueroso por lo que había hecho, y sabía que era su culpa. Él había empezado todo.

ㅡSí, creo que el alcohol nos afectó un poco. ㅡexpresó haciendo una mueca.

Hubo un silencio largo e incómodo, el cual duró varios minutos. Ninguno de los dos quería seguir hablando. A diferencia de hace un rato ahora estaban muy distanciados, cada uno a un extremo del sillón. No hubo ruido por un largo rato, al menos hasta que el sonido de la puerta siendo tocada interrumpió la paz del lugar.

Jeongguk se levantó de inmediato a abrir, soltando en un suspiro toda la culpa que estaba guardando, esperando que no le afectara al tener a su mejor amiga al frente suyo.

ㅡ¡Jeonggukie! ㅡexclamó la chica una vez la puerta fue abierta, dándole un abrazo al muchacho.

ㅡHola, noona. ㅡCorrespondió el tacto de forma breve, separándose pronto para dejar entrar a la mayor. ㅡEstás helada, ¿Viniste caminando? ㅡQuiso sacar un tema de conversación, queriendo olvidar la presencia de Jimin en el lugar, y en especial olvidar lo ocurrido.

ㅡSí, aunque estaba cerca de aquí, por lo que no tuve que recorrer mucho. ㅡrespondió quitándose sus zapatos e ingresando posteriormente a la sala. Se quitó su abrigo y lo colgó en una silla del comedor, el cual estaba sólo a un par de metro del sofá. ㅡ¡Mochi! Estoy molesta contigo. Ayer nos íbamos a juntar y no llegaste. ㅡSe quejó sentándose a un lado del rubio, dándole un corto abrazo.

ㅡOh, es cierto, lo siento mucho noona. ㅡcontestó apenado, mirando hacia otro lado con vergüenza al recordar que el día anterior también había estado en aquel departamento. ㅡSe me olvidó.

Jeon se quedó en la entrada, nada más mirándolos, aún manteniendo esa gran sensación de culpabilidad en la garganta.

ㅡ¿Estaban tomando? ㅡpreguntó Seulgi al observar las pocas latas en la mesita de centro y en el suelo. ㅡ¿Puedo sacar alguna cerveza, Ggukie? ㅡSe levantó del mueble, viendo en dirección al castaño, extrañándose al verlo tan alejado.

ㅡUhm, sí, aunque las que están ahí están vacías. Hay más en la cocina. ㅡmurmuró en respuesta.

La chica asintió caminando hasta la cocina en busca de lo que quería, dejando que la incomodidad se mantuviese en el ambiente una vez desapareció por la puerta.

El chico más alto sacó de su bolsillo su teléfono, sólo con la intención de mirar la hora. Aunque una vez guardó el dispositivo se dio cuenta que al estar pensando en otras cosas no la vio realmente. Supuso que ya era tarde, por lo que esperaba que sus visitas se fuesen pronto. Quería quedarse solo para reflexionar su equivocación y sentirse miserable por eso.

Pero esos pensamientos se esfumaron en cuanto escuchó la animada voz de su amiga hacerse presente de nuevo en la sala.

ㅡ¿Por qué andan tan callados? ㅡpreguntó mientras se sentaba a un lado de su novio. ㅡY tú, Jeonggukie, ¿Por qué estás ahí parado? Ven a sentarte.

La muchacha se apegó más al cuerpo de Jimin, para darle un mayor espacio disponible al menor del grupo, dando ligeras palmaditas al lado desocupado.

Jeongguk sonrió ante esa acción, no negándose y yendo a acomodarse en el sofá.

El ánimo en el lugar volvió de a poco. La presencia de Seulgi, en cierta forma, ayudó a que aquel inmoral beso quedase de manera momentánea en el olvido.

Los tres terminaron por pasar un buen rato, en el cual habían acabado ligeramente borrachos. Jeongguk y Jimin se ignoraron por completo hasta la hora en que la pareja decidió retirarse. Ya era bastante tarde y no podían seguir haciendo ruido.

ㅡA-di-ós, Ggukie. ㅡSe despidió la mayor carcajeando, hablando de forma entrecortada a propósito, notándose el efecto del alcohol en ella. Jimin la sujetó de los hombros mientras salían del departamento, cuidando que la chica, quien iba tambaleando, no se cayera al piso.

ㅡNos vemos pronto, Koo. ㅡmurmuró el rubio, dirigiéndole finalmente la mirada.

Jeongguk hizo un gesto con la mano a modo de despedida, cerrando la puerta casi al instante.

La pareja decidió bajar en ascensor, ya que era probable que, por el estado de la mayor, pudiesen caer por la escalera. Una vez en el primer piso, Park se percató que su celular no se encontraba en ninguno de sus bolsillos, extrañándose.

ㅡNoona, creo que dejé mi teléfono allá. ㅡhabló antes de que salieran del edificio. ㅡEspérame aquí, voy a buscarlo y vuelvo.

Ante el asentimiento por parte de Seulgi, se regresó en paso rápido al elevador, subiendo hasta el nivel en el que se ubicaba el hogar de Jeon. Fue directo a golpear con ligereza la puerta, mostrando una expresión apenada al verla siendo abierta.

ㅡSe me olvidó el teléfono. ㅡcomentó antes que el castaño preguntara. Jeongguk le dejó pasar, sin decir ninguna palabra.

Jimin se apresuró a buscar con cuidado el dispositivo, encontrándolo en el sofá. Lo guardó con rapidez y volvió hasta la salida.

ㅡNos vemos mañana. ㅡSe despidió con confianza, mirando al menor quien se había quedado estático a un lado de la puerta. Iba a girarse para regresar con su novia, pero un fuerte impulso lo mantuvo en su lugar.

Dudó un par de veces, pero lo que transmitían los ojos del más alto le indicó que probablemente quería lo mismo que él buscaba.

Se acercó de forma rápida, dejando un beso muy corto sobre los labios ajenos antes de salir corriendo hasta el ascensor.

Ewewewewe
ESPERO Q NO PAREZCA MUY APRESURADO TODO, PERO ES NECESARIO PARA LA TRAMA OK 😭😭

Estuve planeando a detalle este capítulo durante 3 años y mgtó mucho como quedó, espero q ustedes tmb lo hayan disfrutado 🥺

Dedicado a mis fans del squad jm top 🤭

X cierto, felí mes del orgullo, ojalá q pronto la gente queer tengamos mucha más aceptación y respeto todo el año, todos los años, no solo este mes 🏳️‍🌈

Eniweis, ando inspiradísima, así q pronto viene siguiente cap 😈

02/06/2022

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