Después que Taehyung abandonó su oficina, Jimin salió a encontrarse con Jungkook. Miró repetidas veces en todas direcciones para cerciorarse de que nadie lo estaba siguiendo. Era bastante arriesgado ver a Jungkook en un lugar atestado de detectives.

Años de autocontrol impidieron que se notara su nerviosismo. Respiró aliviado cuando se subió a su vieja camioneta. Y la echó a andar para salir del lugar a otro que les brindará mayor privacidad. Se metió al estacionamiento subterráneo de un supermercado de las inmediaciones.

- Puedes salir - Jimin sonrió por el espejo retrovisor cuando Jungkook apareció todo despeinado en los asientos traseros.

- Muy gracioso, ¿ah? - Jungkook pasó hacia el asiento del copiloto quejándose por haber estado doblado tanto rato en el piso de la camioneta. - Deberías limpiar la camioneta de vez en cuando.

Jimin se largó a reír mientras Jungkook se peinaba el pelo con las manos.

- Tal vez el fin de semana - Jimin sonrió. Sabía la obsesión de él con la limpieza.

Jungkook masculló algo inentiligible sacudiendo sus pantalones llenos de polvos.

- ¿Has escuchado alguna vez sobre los ácaros y lo nocivos...?

Jungkook no terminó de hablar porque Jimin lo estaba besando.

- ¿Mejor? - preguntó Jimin cuando lograron poner fin al beso.

Jungkook sonrió.

- Mejor. - lo miró con sus ojitos de bambi relucientes.

Jimin no se aguantó y le robó un segundo beso.

- ¡Diablos! Como quisiera estar en casa contigo ahora mismo. - se quejó Jimin con ganas de tener a Jungkook desnudo en su cama.

- Estás tenso cachorro... - Jungkook lo miraba mientras su mano ascendía por su muslo acercándose peligrosamente a su miembro entusiasmado. Jadeó cuando esa mano apretó su erección.

- Nos pueden ver... - gimió ante el roce fuerte de los dedos de Jungkook.

- Necesitas relajarte, cachorro.

- Mmm... No puedo ausentarme tanto rato - un nuevo gemido escapó de su garganta al sentir la mano de Jungkook ya dentro de su bóxer. ¿En que momento le había abierto la bragueta? - ¡Jungkook! No puedo llegar con la ropa sucia y oliendo a semen, ¡Detente!

- Seré cuidadoso - sonrió lobunamenta antes de bajar la cabeza y tomarlo con su boca.

Jimin ya no pensó en más excusas. Su cerebro hizo cortocircuito. Los vidrios de la camioneta se empañaron con su respiración afanosa. Ya no le importaba la felación de que era objeto en un estacionamiento público.

Jungkook cumplió lo prometido. Ni una gotita de su descarga manchó sus pantalones. Se lo tragó todo y luego lo limpió con unas toallitas húmedas y le cerró la bragueta. Jimin lo miraba perplejo después de lograr conectar sus neuronas. Jungkook lo besó y luego se largó a reír.

- Te vieras la cara, cachorro - le tomó la mano y besó su palma abierta - ¿Más relajado? - preguntó burlón.

Jimin meneó la cabeza.

- De verdad me has sorprendido. ¿Dónde dejaste al Jungkook qué salía corriendo asustado?

Jungkook sonrió y apretó su mano.

- Ya no está. Tú lo transformaste. - Jimin notó cierta timidez. Un pequeño atisbo del niño que era.

- Te amo, ¿sabías?

Jungkook sonrió esplendorosamente y sus ojos resplandecieron.

- Yo también, cachorro. Yo también creo que lo que siento es amor.

Jimin lo abrazó. Quería siempre estar así con él.

- Tengo una conferencia de prensa hoy por la tarde. Glenda está revolviendo los ánimos de sus colegas.

- Esa mujer... Debí darle un susto mayor que el que le di...

- No importa. No logrará nada. Es mejor dejarla pensar que se está saliendo con la suya. No quiero que termine sospechando de nuestra relación. No quiero que alguien como ella perjudique lo que hemos construido.

- Está bien, cachorro. Me mantendré alejado de ella. - se puso serio - Wilks se contactó. Quiere verme en un edificio abandonado cerca de la zona oscura.

- ¡Maldito! Sabe perfectamente que no tenemos jurisdicción allí. Se está protegiendo y lo más seguro que sus hombres de la zona estarán ahí. Es demasiado peligroso... Además de noche...

- Cachorro, lo tengo todo bajo control. Lo estoy siguiendo y además puse un rastreador en su automóvil.

- Pero de igual forma no sabemos cuantos de ellos acudirán a la reunión. No tenemos acceso a sus llamadas.

- Tranquilo. No creo que muchos de ellos estén allí. No me considera un peligro. Cree que soy el mismo crío que tenía en su laboratorio, contamos con ése efecto sorpresa . No te preocupes, todo saldrá bien.

Jimin no podía evitar preguntarse que pasaría si pasaba lo contrario. El no iba a perder a Jungkook. No ahora.

- De acuerdo. - Jimin, sabía también, que Jungkook era meticuloso. Tenía que confiar en ello. - ¿Cuándo y a que hora te citó?

- El sábado por la noche. Diez de la noche.

- Ok, tenemos tiempo para organizarlo todo. Jungkook nunca te pregunté que fue de Héctor. Sé que fuiste tú quien lo liberó de prisión.

- Esta a buen resguardo. Wilks nunca dará con él. Tiene cosas más importantes en su cabeza ahora.

- ¿No confías en mí para decirme donde se encuentra ?

- No seas necio, cachorro. Porsupuesto que lo hago. Héctor está con el hombre que administró mi fortuna mientras estuve desaparecido.

- ¿Fortuna?

Jungkook sonrió ladino.

- Tienes un novio millonario, cachorro. ¿Nunca lo mencioné?

- No. ¿Algo más que no sepa, señor millonario?

Jungkook se largó a reír y lo besó fugazmente.

- No. Ser millonario no es relevante para mi. Tu eres lo más preciado que tengo. Mi cachorro. Sólo mío.

Ahora Jimin largó una risotada.

- Tienes razón. A mi tampoco me importa si tienes fortuna o no. Te amo por quien eres, no por lo que tengas.

- Lo sé, cachorro. Nunca he pensado algo diferente.

Un suspiro pesado salió de Jimin.

- Tengo que volver, esta noche hablaremos con Nam.

Jungkook asintió y le acarició la mejilla.

- Nos vemos, cachorro. - le besó rápido y se bajó de la camioneta.

Jimin lo miró hasta que desapareció. Se sentía más vivo que nunca. Con ganas de seguir adelante. Haría lo que fuera necesario para librar a Jungkook de la cárcel, algo se le iba a ocurrir para que se mantuviera libre y porsupuesto junto a él y Marcus.

Con esa idea firmemente asentada en su mente se puso en marcha. Ya no le importaba dar la entrevista, nada podría arruinar el resto de día. Sólo quería llegar a casa y tener allí esperando por él a Marcus y Jungkook. Incluso Eyolf que también era parte de esa manada.

Jimin sonrió feliz.