Capítulo 61
Jimin no tuvo que guiarlo. Jungkook sabía perfectamente lo que tenía que hacer y por lo visto era un estudiante meticuloso. Lo tenía jadeando y rogando por más sin darle todavía lo que su cuerpo, mente y espíritu le pedían a gritos.
Jungkook se daba maña y tiempo para prepararlo, usando la vaselina para lubricar su entrada, dilatando y masajeando aquella zona sensible qué lo recibiría. Jimin a pesar de su urgencia de sentirlo dentro, sabía que hacía mucho que no estaba con nadie y necesitaba estar preparado para recibir a Jungkook sin quedar lastimado. La envergadura de él era considerable y algo que tener en cuenta.
Tenso y expectante esperó que su diligente trabajo lo dejara satisfecho, mientras tanto él cerró los ojos para disfrutar las atenciones de que era objeto . Jungkook depositaba besos húmedos y suaves en sus glúteos y caderas, una y otra vez, mientras sus dedos lo invadían con suavidad, sin apuro.
- Por favor... Estoy listo... - gimió Jimin, incapaz de soportar la tortura mucho más.
- Lo estás - concordó Jungkook apartando su mano.
Lo del condón había quedado resuelto. Su primera vez sería sin, ninguno de ellos había tenido actividad sexual más que con sus propias manos. Así que Jungkook tomó el bote de vaselina para esparcirla sobre su miembro, pero Jimin se lo arrebató de las manos.
- Lo haré yo... Te estás llevando toda la diversión. No es justo - Jimin sonrió y metió sus dedos en la vaselina para untar el miembro de Jungkook, quien dejó de respirar, cuando la mano de Jimin esparció generosamente el ungüento sobre la totalidad de su pene tenso. También, Jimin, se tomó su tiempo. Disfrutando del peso de ese trozo de carne entre sus dedos. Cuando quedó bien lubricador, él mismo lo guió hacia su entrada. Jungkook se acomodó mejor tomando sus muslos y abriendo sus piernas dejando a la vista sus glúteos entreabiertos. Ahora tomó el control y, apartando la mano de Jimin de su miembro, lo guió al paraíso.
Una gota de sudor resbaló desde su frente cuando pasó por ése anillo de músculos. Jimin apretaba sus brazos con sus manos e inclinaba ligeramente su cabeza hacia atrás con la boca semiabierta emitiendo sonidos roncos. Hasta que lo sintió adentro. Llenándolo de la mejor manera. Un ligero pinchazo de dolor lo hizo mantenerse quieto, adaptándose a la intromisión, a la invasión de su cuerpo. Jungkook, esperó paciente, hasta que Jimin empezó a mover sus caderas enterrándose hasta el fondo, dándole chipe libre para que prosiguiera. Se retiró un poco y volvió a embestir sintiendo la aterciopelada cavidad envolviendo su miembro. Un gruñido ronco y gutural abandonó su garganta y volvió a embestir, esta vez Jimin posó las manos en sus nalgas instándolo a seguir. Jungkook ya no pensaba, sentía. Sentía a Jimin en cada célula de su ser cuando venía a su encuentro, cuando gemía, cuando enterraba sus dedos en su piel.
Soltó un grito visceral, cuando aquella pared de músculos, abrazaron su miembro. Estrujándolo de manera casi dolorosa. Jimin jadeó fuertemente y su esencia se derramó entre ambos, Jungkook lo siguió derramándose en su interior con un gemido ronco.
Se desplomaron cansados y saciados. No sólo el cuerpo. También sus corazones que latían desesperados. Jungkook se giró para dejar a Jimin sobre él y no agobiarlo con su peso.
Jimin besó su torso sudado. Su sabor salobre era agradable. Sus cuerpos olían a sexo, pero eso no importaba, se quedaría así por la eternidad con Jungkook. El pecho de Jungkook se estremeció, lo que hizo que Jimin alzara su cabeza para mirarlo.
Jungkook lloraba. Lloraba tanto que se estremecía. Jimin se inundó de ternura y amor por ése hombre. Sabía que las emociones ante lo que habían compartido lo tenían así. Su primera vez. Era dueño de su primera vez.
Trepó sobre su cuerpo y besó cada una de esas lágrimas hasta que Jungkook se calmó poco a poco con su contacto. Estaba exhausto. Exhausto de sensaciones y emociones que no comprendía a cabalidad.
- Soy... Un desastre - murmuró avergonzado.
- ¡Oye! ¡No! Nunca digas eso. Esto que me has dejado ver, tu vulnerabilidad... Es él más hermoso regalo que me has dado. Te amo. Te amo mucho y aún así me quedo corto.
Jungkook lo abrazó y escondió su cara en su cuello, mojándolo con otro acceso de lágrimas. Jimin le acarició su cabeza conmovido hasta que lo sintió calmarse. No le dijo nada sólo lo rodeó con sus brazos.
- Eres mi hogar, mi refugio. Ya no podría vivir sin ti. Te amo, Jimin. A mi manera te amo.
Jimin sonrió al escucharlo. Exactamente así lo sentía él también. Una vida sin él... No quería tal escenario. Lo quería feliz y a su lado.
¿Cómo alguna vez pudo llamarlo monstruo?
Ahora no se lo explicaba. Había sido un prejuicioso y un tonto.
Jungkook no lo juzgó jamás. Él era un humano lleno de limitaciones y frustraciones. Con el corazón lleno de dolor y culpa que lo mantenía cegado . Veía a los demás a través de ese prisma. Ahora entendía que se había equivocado. Jungkook no sólo le devolvió las ganas de vivir el amor, no sólo derribó sus miedos, le había abierto los ojos, le enseñó que no todo era blanco y negro, qué las emociones eran una red intrincada de misterios.
Precisamente él, qué no podía sentirlas. Que tuvo que estudiarlas para reconocerlas. Sintió vergüenza del pobre ser humano que fue.
Volvió a mirarlo. Tan entregado y sin miedo durmiendo en dus brazos . Sonrió de felicidad. Eso era Jungkook y mucho más. No se lo merecía, pero lo amaba.
Jungkook era él ser más noble e inocente que alguna vez había conocido. Y era de él. Sólo él tenía esa suerte. Verlo acurrucado como un niño entre sus brazos, con sus lágrimas mojando su cuello lo hizo sentir una emoción poderosa. Haría lo que fuera necesario por que siguiera junto a él y Marcus. Nadie podría convencerlo de lo contrario.
Se quedó así, con su corazón y el de Jungkook latiendo como uno, con su olor impregnado en su piel, se quedó con él hasta que su respiración se ralentizó y se quedó dormido. Jimin suspiró relajado y los envolvió a ambos en la colcha. La ducha podía esperar.
Besó por última vez la cabeza escondida en su cuello y cerró los ojos para disfrutar de dormir junto al hombre que amaba.
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