Capítulo 6
El jefe se vio obligado a dar una conferencia de prensa. Los periodistas ya los tenían en la mira. Y antes que empezarán a especular y a crear un caos mayor, prefería darles algo de información. No toda.
Jimin no estaba de acuerdo, pero no podía impedirlo. El sólo era un detective y no tomaba las decisiones finales. Odiaba a los periodistas, bueno a la mayoría. Eran parásitos qué se alimentaban del dolor ajeno, eran como moscas atraídas por la mierda.
A regañadientes acompañó a su jefe a la conferencia de prensa. No se lo pidió, se lo ordenó. Ver a todos aquellos buitres reunidos le dio náuseas.
El jefe dio la conferencia dando un pequeño resumen de los asesinatos, omitió lo de un asesino serial, era demasiado pronto para lanzarle a la población de cuidad Escarlata una bomba así. Jimin de reojo vio a Glenda Osmond y apretó los dientes. Aquella mujercita de aspecto inocente era la peor de todos los periodistas allí reunidos. No tenía escrúpulos a la hora de publicar una noticia ni le importaban los daños qué causaba. Ambiciosa y cruel, con contactos en todas partes. Enemiga acérrima de Jimin.
Cuando el jefe terminó de hablar, respondió algunas preguntas. Jimin se mantenía en silencio a su lado.
—Ambos crímenes fueron subidos a Internet antes de que la policía supiera de ellos. ¿Estos crímenes están conectados? — preguntó Glenda acaparando la atención de los demás periodistas.
—No puedo responder eso hasta que haya más antecedentes — respondió el jefe.
—Claro, claro, entiendo. Entonces tal vez no sabe que ambas víctimas deseaban la muerte. ¿O sí? —Glenda sonrió falsamente—. La primera víctima había perdido un hijo y tenía depresión, la segunda víctima había sido violada y también tenía depresión, tal vez el asesino les dio una salida, tal vez es una especie de salvador a los ojos de las víctimas...
Jimin no pudo soportar más el veneno de aquella arpía.
—¿Está diciendo que un asesino es un héroe ahora? ¿No tiene moral como periodista? ¿Está tratando de influenciar la opinión del público para obtener una historia? Un asesino siempre será un asesino y estará fuera de la ley y de lo que la sociedad puede aceptar como correcto. Ése asesino es un monstruo.
Glenda sonrió.
—Sólo fue una observación, detective Park. Nunca dije que el asesino fuera un héroe. Está malinterpretando mis palabras.
Antes que Jimin respondiera el jefe lo tomó del brazo y se lo apretó levemente.
—No se responderán más preguntas. Que tengan un buen día.
Pero Glenda no se dio por aludida. Y Jimin vio la sonrisa falsa de ella al acercarse cuando ya se retiraban.
—Detective, Park... —sonrió como una culebra. Bueno así sonreirían si lo hicieran.
—Glenda —dijo Jimin arrastrando el nombre entre dientes.
—Felicidades por el buen resultado del asesinato del doctor Tool.
¿Porqué Jimin no le creía? Ella había sido una piedra en el zapato en ése caso. Siempre haciendo críticas destructivas respecto a su desempeño. Jimin le dirigió una sonrisa irónica mientras la miraba.
—No seas rencoroso, detective. Sólo hacía mi trabajo. Pero bueno ahora nuestra atención esta en éste nuevo asesino. —Glenda se relamió los labios como preparándose a comer un suculento ratón.
—No tengo nada que decir, Glenda. Y ten cuidado con lo que publicas, no dejaré que interfieras en éste caso como en el anterior. El jefe ya dio la conferencia y tú estabas presente.
—Ummm... mi olfato me dice que no es todo, Park —mientras Glenda hablaba entrecerraba los ojos con insidia.
—Pues es todo. Ahora si me disculpas tengo trabajo que hacer —Jimin fue brusco y tajante al hablar.
—Estaré pendiente de tus pasos detective. Si hay algo más, no tardaré en descubrirlo. Ya sabes.
Jimin no se digno en responderle y se fue. Sabía perfectamente los método corruptos qué usaba la periodista para obtener información. Cuando llegó a su oficina se encerró en ella. Necesitaba calmarse. Glenda no lograría desenfocarlo.
Tenía que encontrar a la chica de la universidad y adelantarse a Glenda. Ella ya sabía de la violación y no tardaría en dar con ella. Pero primero haría algunas indagaciones en la universidad. Algo le decía que la chica no había dicho todo. Se disponía a salir cuando Taehyung entró chocando con él.
—Se toca antes de entrar —gruñó Jimin malhumorado.
—Sí, perdón. —La sonrisa ladina decía que no lo sentía ni un poco— . Encontramos al hombre.
—¿Hombre? —preguntó Jimin.
—El del pene. Ingresó hace unas horas a un hospital. Esta al borde de la muerte por la perdida de sangre.
—¿En qué hospital?
—En el Redmed. Pero aún hay más...
—Vamos, en el camino me cuentas —Jimin salió caminando rápidamente con Taehyung a sus espaldas.
—¿Qué más hay? —preguntó Jimin ya en dirección al hospital. La ida a la universidad tendría que esperar.
—El hombre era uno de los encargados del aseo de la universidad. Tiene cincuenta años y vivía en un cuarto adyacente a los dormitorios de Unii Escarlata. Todo encaja.
Jimin apretó el volante y aumento la velocidad. Ya quería ver a ese hombre.
Mostraron las placas para tener acceso inmediato al hombre. Lo encontraron en una cama más muerto que vivo.
—No creo que pase de la noche —les dijo la enfermera— cuando lo trajeron estaba prácticamente desangrado.
—¿Quién lo trajo? —preguntó Jimin.
—Personal de la Unii Escarlata.
Jimin asintió y se acercó al hombre. Éste apenas respiraba. Tal vez ni siquiera podía hablar, pero abrió los ojos y lo miró.
—Soy el detective Park Jimin. Necesito hacerle unas preguntas. —Al no obtener ninguna reacción continuó—. ¿Conocía a la chica asesinada en la universidad?
El hombre asintió.
—¿Usted la violento sexualmente? —continuó Jimin.
El hombre asintió. Jimin sabía que era consciente de que iba a morir. Tal vez eso jugara a su favor. Ese hombre era tan culpable como el asesino.
—¿Usted vio al asesino?
El hombre asintió y se estremeció.
—Te-tenía... ojos negros... ojos muertos... —Jimin tuvo que agacharse para poder oírlo.
—¿Recuerda algo más?
—Joven... co-como usted... pero más alto y fuerte...muy fuerte...
Jimin asintió.
—¿Él lo llevó a la habitación de la víctima?
—No. Fue ella quien me pi-pidió que fue-fuera.
—Entiendo. ¿Algo importante que recuerde? —preguntó Jimin.
El hombre negó con la cabeza exhausto.
—Yo... Yo no quería hacerlo... fue la otra chica la que... me lo metió en la cabeza...
Jimin puso atención ahora.
—¿Qué chica?
—La... que siempre estaba con ella... ella se dio cuenta que... yo la miraba y la espiaba en los baños... me dijo que lo hiciera...que no pasaría nada... que su amiga se metía con media universidad... y yo me dejé convencer...
Mientras más lo escuchaba, Jimin sentía la ira apoderándose de él.
—Usted no es una víctima. Es tan culpable como el asesino. La violento. Nadie puede obligar a otra persona a hacer algo que no quiere. Usted quizo. Usted es culpable de un delito y si no muere ira a prisión.
El hombre empezó a respirar trabajosamente casi ahogándose. Jimin le dio la espalda y salió de allí.
—¿Era necesario? —le preguntó Taehyung. —Ése hombre está muriendo, Jimin.
—No te atrevas a cuestionarme. Ése hombre no tuvo piedad con la víctima. La violo, Taehyung. No merece mi compasión.
Taehyung asintió. Y continuó caminando tras él. A veces Jimin no parecía humano.
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