Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 58

Era viernes. Hacía quince días que Jimin llevaba en el búnker. Jungkook ahora salía más a menudo para vigilar los movimientos en la zona oscura. Había encontrado un par de lobos heridos por impactos de bala y eso lo tenía preocupado. Jimin lo tranquilizaba, diciéndole que nadie daría con el búnker. Pero, lo que en realidad lo tenía molesto, era que los lobos sufrieran las consecuencias de la locura de Wilks.

Respecto a su incipiente relación, habían avanzado bastante. Ya no rehuía el contacto de Jimin, generalmente lo buscaba, pero aparte de darse placer no habían avanzado más allá. Jimin no tenía problemas con el asunto, ya que no podía quejarse de las atenciones que Jungkook le dispensaba. Además, dormir junto a él, le gustaba demasiado.

Pero justo hoy, cuando despertó, se dio cuenta que él no estaba y Eyolf tampoco.

Jimin, había omitido decirle, la angustia qué le provocaban sus salidas a los límites de la zona oscura. Principalmente porque sabía que debía hacerlo para protegerse y protegerlo. Otra cosa que lo tenía inquieto era que Jeon Wilks se enterara de la existencia de Marcus.

Se levantó y se dio una ducha. Sonrió al recordar cuantas de ellas habían compartido juntos y como habían terminado dichas duchas. Jungkook era un amante generoso, siempre preocupado de hacerlo disfrutar con sus caricias. Jimin por su parte ya no tenía que estarse quieto. Podía tocarlo sin que se volviera loco, y ése era un avance gigantesco. El aspecto físico de su relación iba avanzando, y en el aspecto emocional... Jimin se había enamorado.

Con Ausgust, había tenido su primer encuentro sexual, y al mismo tiempo su primera desilusión. No hubo sentimientos, bueno sólo los de culpa después de descubrir que era el novio de su hermana. En cambio con Jungkook, sí los había. Se fueron desarrollando lentamente y por etapas : primero odio y aversión por lo que hacía, luego curiosidad, luego atracción física y confianza. Y finalmente, empezó a desarrollar un sentimiento de culpa por desearlo. Hasta que se dio cuenta que se había enamorado. Y no se arrepentía. Ahora ya no.

Ése hombre llenaba todo su mundo.

Le hacía desear vivir y luchar, por ellos y por Marcus. Jungkook le había dado la familia que internamente siempre había añorado. Así estaban las cosas.

Se vistió y se sentó a leer, un libro aburridísimo de cirugías. La verdad, no entendía ni la mitad, así que lo hojeaba mirando las imágenes. Después, de un largo rato, se levantó y empezó a ejercitarse. Su brazo apenas dolía y ya no tomaba medicamentos.

El armario de la entrada empezó a moverse y apareció Eyolf meneando la cola, tras él Jungkook.

- Te tardaste mucho hoy - se quejó Jimin secándose el sudor de la frente con el dorso de la mano.

- Te traje una sorpresa, cachorro - le dijo con una sonrisa enigmática.

Jimin miró las bolsas en sus manos.

- ¿Café?

Jungkook negó con la cabeza y le sonrió.

- Algo mucho mejor que tu adicción a ése brebaje, cachorro - Jungkook hizo un gesto hacia su espalda. Y Jimin grito de alegría.

- ¡Marcus! - apartó a Jungkook para tomarlo en brazos - ¡Marcus!

- ¡Papá, Jimin! - el pequeño lo abrazó rodeándole el cuello - ¡te extrañaba mucho!

Jimin sentía un amor tan profundo por ese niño que ahora era su hijo que se emocionó fuertemente . Pensó en las vueltas de la vida... La mujer que había muerto a causa de su persecución, le había dado lo que Jimin jamás pensó tener. Un hijo.

- Yo también te extrañé - le dijo emocionado y besó sus cachetes. Luego miró a Jungkook con el corazón en sus ojos dándole las gracias con ella - ¿Cómo lo lograste? - le preguntó.

- El mérito no es mío. Marcus se encargó de ablandar la renuencia de tú compañero - le respondió Jungkook mirándolo embelesado con Marcus en sus brazos.

- ¿Fuiste tú? - Jimin dejó al niño en el suelo y lo guió al sillón. Eyolf se echó a los pies de él.

- Sí. Le dije que Jungkook me protegería porqué el me ama y que yo te extrañaba mucho y quería verte.

- Eres increíble - Jungkook lo abrazó nuevamente - me alegra que te lleves bien con Nam-joon.

- Tío Nam-joon. Así le gusta que lo llame. El también me cuida y me quiere. Es bueno conmigo, papá.

Papá. Esa palabra casi lo hizo llorar.

- Nam-joon es bueno y tiene un corazón gigante. - concordó Jimin.

- Es como un enorme oso - dijo Marcus sonriendo.

Jimin y Jungkook se largaron a reír. Jimin no sabía si a su compañero le gustaría saber la comparación que Marcus hizo .

- ¿Me ayudan a preparar la cena? - preguntó Jungkook levantando las bolsas y dejándolas en la cocina.

- ¡Sí! - grito Marcus corriendo hacia él.

- Entrégale está bolsa a papá Jimin - le pidió Jungkook.

Marcus corrió donde Jimin.

- ¿Y esto? - preguntó Jimin recibiendo la bolsa - ¿sabes qué es, Marcus?

El niño rió y cruzó una mirada cómplice con Jungkook.

- Revísala y sal de dudas, cachorro.

- ¿Cachorro? - preguntó Marcus curioso, que por la alegría de ver a Jimin no se había percatado del apodo cariñoso de Jungkook hacia su papá .

Jimin se sonrojó un poco y Jungkook sonrió ladino.

- Así... me llama - le respondió Jimin sabiendo que Jungkook disfrutaba de la situación.

- Es bonito. ¿Y a mí como me vas a llamar? - el niño miró a Jungkook con los ojos brillantes.

Jimin ahora lo miró burlón.

- Ehh... Voy a pensarlo y te digo - le respondió Jungkook. - ¿De acuerdo?

El niño asintió y volvió a la cocina para sacar las provisiones de la bolsa. Jimin abrió la suya. Había un par de jeans de su talla, una camisa, un par de zapatillas y una chaqueta. Cuando vio las marcas casi se cae de espaldas. Esa ropa debió costarle el sueldo suyo de un mes por lo menos. También había un kit completo para afeitado.

Se levantó del sillón y se acercó a él por la espalda y lo abrazó depositando un beso en su cuello.

- Gracias.

- Por nada, cachorro - luego le susurró despacito - afeitarte será trabajo mío.

Jimin soltó una carcajada. Sabía dónde iría a parar eso.

- ¿Se quieren mucho?

La vocecita de Marcus los sacó de la burbuja.

- Sí. Lo quiero mucho - respondió Jungkook girándose para mirarlo - ¿te molesta eso?

El niño sonrió con su paleta enorme asomándose en su encía.

- No. Me gusta. Así no tendré que elegir a quien quiero más. ¿Serás mi papá también?

Jungkook asintió. El niño saltó dando un gritito y se abalanzó sobre ellos abrazándoles las piernas y con su carita alzada para mirarlos sonriente.

- Sí, Marcus. Tu, Jungkook y yo seremos una familia - le dijo Jimin acariciándole la cabecita.

- ¡Yupi! - gritó Marcus haciéndolos sonreír .

Jungkook lo alzó para poder mirarlo.

- Pero por ahora es un secreto. No debes contarle a nadie. ¿De acuerdo? Ni siquiera al tío Nam-joon.

- ¿Porqué? - preguntó el niño.

- Porqué hay gente mala siguiéndome y no quiero que te vayan a hacer daño a ti o a papá Jimin.

- Entiendo. Como esos hombres malos qué mataron a tía Stella y hirieron a papá. Lo prometo. No diré nada.- su mirada se ensombreció.

Jimin sintió un apretujón en el pecho. Se había olvidado que Marcus fue testigo de la muerte de su hermana y del ataque hacia él. Lo abrazó apretado y Jungkook notó su estado.

- Nunca dejaré que vuelvan a hacerle daño a papá y a ti tampoco Marcus. Yo y Eyolf nos encargaremos de protegerlos.

Marcus asintió y se bajó acercándose a Eyolf y lo abrazó. El lobo agachó las orejas sumiso y le lamió la cara dejándole baba en gran parte de ella. Marcus hizo un gesto de asco y ellos se largaron a reír.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #kookmin