Capítulo 47
Se despertó cuándo sintió unas manos sobre su hombro. Era Jungkook revisando su herida.
- Será rápido. Necesito revisarla y curarte. Ponte de costado - le indicó Jungkook ayudándolo.
Jimin se quedó quieto mientras Jungkook a sus espaldas sacaba el parche. Sentía su respiración tibia rozando su piel. No pudo evitar estremecerse.
- ¿Duele? - preguntó Jungkook deteniéndose.
- No. Es soportable. ¿El cuchillo hizo mucho daño? - preguntó para olvidar el toque de los dedos.
- Entró y salió limpiamente por tu escápula izquierda, conocida comúnmente como omóplato. Tuviste suerte y no hizo mucho daño. Te quedará una cicatriz de unos cuatro centímetros. - Jungkook le tomó el codo y levantó suavemente su brazo hacia arriba - ¿Duele?
- Sí - dijo Jimin apretando los dientes.
- Puede que el primer mes tengas algunas molestias y tu brazo izquierdo sea un poco torpe. Pero con ejercitarlo de a poco las molestias desaparecerán.
- ¿Volverá a funcionar bien? - preguntó Jimin.
- No puedo asegurártelo en un cien por ciento, pero casi el noventa y nueve sí. Además de asesino, recuerda que te atendió un cirujano de excelencia.
Jimin esbozó una sonrisa.
- Lo sé y gracias.
Jungkook no respondió y volvió a sentir sus manos manipulando la herida. Cuando puso un parche nuevo le puso una almohada en el costado.
- Trata de dormir de lado por hoy. Te dolerá menos.
Jungkook se llevó las cosas que utilizó y las dejó ordenadamente en la mesita. Luego entró al baño para deshacerse de lo que había utilizado para curarlo. Cuando volvió a aparecer se dirigió hacia la puerta para irse.
- Jungkook...
Él se quedó de espaldas, quieto con la mano en el picaporte.
- Jungkook... Yo... - empezó Jimin y vio su espalda tensarse.
- Duerme. Buenas noches. - Jungkook salió y Jimin se quedó otra vez solo.
No sabía cómo iba a hacer para derribar el muro qué Jungkook había erigido en torno a él. Seguía preocupándose, tratándolo con suavidad y consideración, pero no lo dejaba verlo. Era impersonal y frío. Y el en esa maldita cama sin poder levantarse.
No podía hacer nada más que armarse de paciencia. Era como si el tiempo se hubiera detenido en esas cuatro paredes. Era como estar en pausa... Y de cierto modo sentía alivio. Cuando regresara tendría que enfrentarse a todo. Incluida la constatación de que Stella ya no estaría.
El día siguiente, bueno Jimin supuso qué era otro día porque en esa habitación no sabía si era de día o de noche, Jungkook siguió en la misma tónica... Lo alimentó, le movió el brazo, para que empezará a moverlo, y luego de eso salía sin siquiera intentar hablar. Ya por la noche, cansado de mirar el techo y conocer cada muesca de la pared estaba qué explotaba. La paciencia nunca había sido una de sus virtudes. Se volvería loco si todo seguía igual.
Ahora le tocaba a él. Jungkook ya lo había hecho y él lo había arruinado. Era hora de que hablaran. O por lo menos él. Apenas entrara otra vez...
En ése preciso instante, como si lo hubiera invocado, Jungkook entró a la habitación. Llevaba un vaso de agua y un pote de frutas.
- ¿Crees que podría darme un baño? Estoy pegajoso y sudado. - Jimin no le quitó la mirada mientras Jungkook se enderezaba con gesto ceñudo.
- Todavía no es prudente. La herida puede abrirse...
- Por favor - Jimin insistió - me moveré lo mínimo- me pica la piel...
Jungkook lo miró y luego asintió.
- Tendré que ayudarte. Si estás bien con eso...
Jimin sonrió internamente y asintió.
- Claro. No tengo problema.
Jungkook gruñó por respuesta y se dirigió a la puerta, luego volvió con un piso de madera y entró al baño. Su cara era de poker cuando se acercó a la cama.
- Vamos - la orden salió tensa de su garganta.
- Ayúdame a levantarme. Tengo las piernas débiles.- Jimin volvió a sonreír en silencio al escuchar un nuevo gruñido.
Se quedó de una pieza cuando jungkook le arrancó las mantas y lo cargó en sus brazos sin ningún esfuerzo. Jimin se aferró a su hombro con el brazo bueno.
- Dije que estoy débil, no qué no puedo camin...
- Es más rápido así. - la voz le salió tensa y ronca mientras a pasos rápidos caminó hacia el baño y lo depositó inmediatamente sobre el retrete. A Jimin le asaltó una duda...
- ¿Cómo hice mis necesidades si estaba...?
Jungkook sonrió burlón. La primera que asomaba genuina a su boca.
- Te puse una sonda.
Jimin abrió la boca y la cerró. Un violento sonrojo le quemó las mejillas. Jungkook había manipulado su pene, lo había tocado... ¡Mierda! Dejó de mirarlo, estaba avergonzadísimo.
- Fui profesional. No te preocupes.
Jimin notó diversión en su tono. Si hubiera sido personal médico, a Jimin ni siquiera le habría importado, pero fue precisamente él quién... Se puso carmesí mientras asentía.
- ¿necesitas ayuda para sacarte los pantalones? - le indicó el pantalón de algodón a rayas que seguramente era de él por lo grande que le quedaba. Tragó saliva.
- No... Creo que puedo yo sólo.
- ¿No estás muy débil?
Jimin le dirigió una mirada furibunda.
- ¡Mierda Jungkook! Si dije que puedo es porque puedo.
Jungkook enarcó una ceja y se recostó en el lavabo sin dejar de mirar sus dificultosos intentos de bajarse el pantalón. No tenía ropa interior. Se quedó con ellos a media cadera.
- No tengo ropa interior...
- No. Era más fácil mantener la sonda en su lugar sin ellos - una sonrisa torcida curvó sus labios.
- ¿Podrías dejar de mirar mientras termino? - gruñó Jimin tratando de bajárselos sin exponerse demasiado. Claro que Jungkook ya lo había visto todo, pero el estaba inconsciente. Era otro cuento.
- Déjate de ser tan infantil. Tenemos lo mismo - Jungkook lo tomó de la cintura y lo levantó unos centímetros del suelo y le sacó el pantalón en un dos por tres.
Jimin sólo lo miraba atónito. Consciente como nunca de su mano rodeándole cintura sobre su piel desnuda, de su anatomía delantera pegada al cuerpo de Jungkook.
¡Que Dios le diera fuerzas para no quedar en evidencia!
Sería el más torturador baño de su vida. ¿Débil? Estaba seguro que después de eso quedaría peor... En realidad ni siquiera podía imaginarlo.
* crédito al dueño del fanart.
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