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Capítulo 33

Jimin reconocía, a regañadientes, qué desde que había dejado el asunto de Glenda en manos de Jungkook , respiraba más tranquilo.

Sólo le quedaban dos días para volver a la brigada y todavía le faltaba resolver qué haría con Marcus mientras él trabajaba. Así que llamó a su jefe y le pidió una cita, después de hacerlo fue por Marcus y con él se dirigió a la brigada. Una estrategia fríamente analizada para que el jefe no le pusiera trabas.

Marcus corrió a sus brazos en cuanto llegó a buscarlo y Jimin sintió como la ternura se anidaba en su pecho. Ya no podía dejar a Marcus. Lo quería con él. Ya se las arreglaría para que todo funcionará. Renunciar al niño no era una opción ahora.

- ¿Cómo lo pasaste?¿Te divertiste? - le preguntó Jimin con él en brazos.

- ¡Mucho! ¡Stella es genial! . Ella y su novio me llevaron a pasear.

Jimin miró a su hermana que le sonrió.

- Ausgust vino y nos invitó a salir. Supongo que no te molesta...

Jimin le sonrió.

- No, Stella. Por mi esta todo bien. Ahora Marcus y yo nos iremos.

- ¿Desayunaste? - preguntó Stella.

- No. Lo haremos con Marcus. Gracias nena - se acercó y le besó la frente con Marcus aún aferrado a sus brazos.

- Adiós Marcus - Stella le besó la mejilla - espero que vengas a visitarme de nuevo.

El niño miró a Jimin esperando su opinión al respecto.

- Te vendremos a visitar, parece que Marcus se encariñó contigo, ¿es así Marcus?

Marcus sonrió asintiendo con su cabecita.

Ya iban saliendo cuando Stella lo detuvo.

- ¿Quién es Jungkook, Jim? Marcus no paraba de nombrarlo...

- Mmm, un amigo de Marcus. Lo visitaba en la institución dónde estaba.

-  Ahhh. Bueno que se diviertan. - Stella agitó la mano antes de cerrar la puerta.

- ¿Estas enojado, Jimin? - preguntó Marcus tocándole la frente arrugada.

- No Marcus. Estaba pensando. Pero no hables de Jungkook con nadie más, ¿de acuerdo?

El niño asintió.

- No lo volveré a hacer. ¿Me perdonas? - su vocecita salió tan afligida qué Jimin lo abrazó fuerte.

- No hiciste nada malo. Así que tranquilo. Tú quieres a Jungkook y él a ti. Pero es mejor no mencionárselo a otras personas para no crearle problemas.

El niño se quedó en silencio unos segundos y luego asintió sonriente.

- Nosotros lo cuidaremos, ¿verdad?

Jimin sonrió.

- Sí, Marcus. Nosotros lo cuidaremos.

Jimin pensó que en estos momentos era Jungkook quien los cuidaba a ellos.

Cuando llegó a la brigada el jefe lo miró con curiosidad al ver al niño tomado de la mano de Jimin, pero no hizo ningún comentario. Nam-joon apareció y se llevó a Marcus a su oficina para que esperara a Jimin.

- ¿Estás bien? - le preguntó el jefe - te ves bien por lo menos.

- Lo estoy, gracias- y no mentía, la costilla apenas molestaba y los moretones ya iban desapareciendo.

- Me alegro. Supongo que Nam-joon te puso al día con lo de Glenda. - Jimin asintió - Bueno, ¿qué es tan urgente que me pediste una cita?

Jimin le explicó quien era el niño que lo acompañaba y sus intenciones de adoptarlo en un futuro cercano. También le pidió su ayuda para dejar al niño bajo su custodia hasta que lo lograra. Y también le pidió que intercediera para que Marcus pudiera asistir a clases en el colegio para los hijos de funcionarios de la institución. Mientras más hablaba, más se fruncía el entrecejo del jefe.

- ¿Puede ayudarme? - finalizó Jimin.

La cara del jefe era un poema. Y terminó explotando.

- ¡Qué diablos te pasa últimamente, Park!¡Insoburdinación, Glenda tras tu culo! ¿¡Qué otras sorpresas debo esperar!? ¡No somos una institución de benficiencia, por Dios!

Jimin vio su cara enrojecida y su ceño fruncido, pero aguantó estoicamente la diatriba en silencio. Cuando el jefe dejó de gritar Jimin habló con respeto y humildad, sin su habitual frialdad.

- El niño... Me siento responsable y quiero hacerme cargo. Es lo único que puedo decir en mi defensa. No le hago daño a nadie al querer darle un hogar...

- Me tienes sorprendido.- se quedó callado unos instantes y finalmente suspiró derrotado - Dame un día. Veré como lo soluciono...Pero no quiero más contratiempos ni sorpresas. ¿Quedó claro?.

Jimin sonrió y le tendió la mano.

- Muy claro. Muchas gracias.

Jimin salió con una enorme sonrisa hacia la oficina de Nam-joon. Taehyung estaba con él y Marcus. El niño estaba sentado y Taehyung le estaba contando algo gracioso porque Marcus reía.

- ¡Jimin! - Taehyung gritó cuando lo vio entrar - es bueno verte por aquí.

Jimin sonrió y se acercó.

- Hola, Taehyung, lo mismo digo. Ya veo que conociste a Marcus.

- Sí. Ahora somos amigos, ¿verdad campeón? - Taehyung le cerró un ojo.

- Sí. Taehyung es divertido - asintió Marcus.

Jimin lo tomó de la mano.

- Despídete, Marcus. Es hora de irnos. Espérame afuera, voy enseguida. -  Marcus salió.

- Taehyung no comentes con nadie sobre Marcus. Nam-joon te lo explicará. - se giró hacía Nam-joon - gracias, Nam. Nos vemos el lunes.

Jimin salió y se fue con Marcus quien sonreía y parloteaba sobre sus compañeros. Pasaron el resto del día paseando y divirtiéndose, hacía mucho que Jimin no se relajaba tanto con algo tan simple.

Esos dos días pasaron rápidamente. No había tenido noticias de Jungkook, tampoco había vuelto a ver a Eyolf merodeando. De cierto modo se había acostumbrado a sus visitas imprevistas. La convivencia con Marcus se fue dando de forma natural y no sentía que el niño lo invadiera. Pasó a ser parte de su vida sin darse cuenta.

La mañana del lunes fue un poco caótica. Tenía que dejar a Marcus en su nuevo colegio y eso lo tenía ansioso. Su jefe lo había llamado el sábado por la noche para darle la buena noticia, él niño ya estaba inscrito el el School Start y comenzaba el lunes con su evaluación para nivelarlo y ver en que curso quedaba. Jimin estaba confiado. Marcus había demostrado ser maduro e inteligente para sus cortos siete años.

Todo el crédito era para su madre. Lo había enseñado muy bien y era un niño muy juicioso y cooperador. Jimin supuso que debió aprender a tempranamente a cuidar de si mismo cuando su madre estaba trabajando. Una madre que le pesaba duramente en la conciencia todavía.

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