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Capítulo 21

Finalmente Ausgust se fue. Jimin cerró la puerta y cayó, agotado mentalmente, en el sillón. Hasta se había olvidado del asesino al acecho dentro de su casa.

- No es necesario que sigas en las sombras - dijo con evidente desánimo pero nada más que el silencio obtuvo por respuesta.

Se levantó y buscó por toda la casa. Nada. Ni luces de que hubiera estado ahí. El único indicio de que no se lo había imaginado era el aroma a comida y el plato lavado.

¿Qué diablos? ¿Se había ido así sin más? No tenía cabeza para analizar nada. Entre Ausgust y él lo tenían agotado. Sin fuerzas. Apagó las luces y se dirigió al dormitorio. Una nota en su velador destacaba como si tuviera luces de neón.

Se acercó despacio y la tomó. Una letra firme y definida de trazos elegantes figuraba en el papel.

" Necesitas descansar. La conversación queda pendiente. Toma los analgésicos y sigue alimentadándote adecuadamente. Y no tienes permitido tomar café esta semana... Te verde o aguas de hierbas. Dulces sueños, cachorro."

Jimin en un acceso incontrolable de ira arrugó el papel dejando salir todas aquellas emociones que había tratado de mantener bajo control. ¿Quién se creía? ¡Tomaría café cuando se le diera la gana! No necesitaba un maldito niñero y menos uno como él. Ese monstruo estaba cruzando la línea. Metiéndose en su vida sin autorización. Conociendo todo lo que nadie más conocía. Estaba harto.

¿Cuánto habría escuchado de su conversación?¿Se habría ido antes o después de que Ausgust lo hiciera?

Ni siquiera se desvistió y tampoco tomó los analgésicos en un acto de rebeldía. Claro que dos horas después no tuvo más remedio que hacerlo. Maldijo cuando el dolor de la costilla lo obligó a tragarse las pastillas. Luego durmió. Un sueño inquieto y plagado de imágenes de él, mirándolo burlón en la oscuridad donde lo único que veía eran sus refulgentes ojos negros.

Por la mañana vio todo con más optimismo, bajo otro prisma más alentador . No se iba a dejar. Resuelto se quitó la ropa arrugada y la echó al cesto del lavado y luego se quitó cuidadosamente la venda para meterse a la ducha. El agua tibia se llevó el resto de malhumor qué quedaba y una sensación de entusiasmo se apoderó de él.

Se vistió con unos pantalones de vestir y una camisa blanca. Tenía que estar presentable si iba a ir a la universidad, pero primero abrió su portátil y se metió a Identi kit pulsó la opción de búsqueda del retrato que había hecho el día anterior. Después de unos minutos arrojó tres posibles coincidencias. Dos de ellos eran demasiado mayores así que los deshechó el tercero lo sorprendió. La foto era de una persona desaparecida hacía once años atrás. Un chico de dieciocho años, delgado, de lentes, la única similitud con el asesino era su pelo oscuro y desordenado, pero por las gafas no podían distinguirse sus ojos. No era la mejor fotografía. Jeon Jungkook. La información no era mucha. ¿Cómo podían haber tales falencias en el sistema? Algo le decía que era él. La "J" tatuada en su dedo. Cerró el portátil tomó las llaves de su camioneta y se fue. Algo le decía que estaba cerca. Muy cerca de saber quien era el monstruo.

Las instalaciones de la UE, eran bastante fastuosas. Los jóvenes que circulaban eran de la clase pudiente de Ciudad Escarlata. Se podía ver y oler dinero. Agradeció su buen tino al vestir ropa más formal.

Se dirigió a la secretaria de la recepción y pidió hablar con el rector.

- ¿Tiene cita?- preguntó la rubia y estilizada mujer.

Jimin le mostró su placa y ella asintió. Después de una llamada lo acompañó a un despacho en el tercer piso del edificio de administración.

Un hombre gordito con evidente calvicie y un anillo de oro con una intrincada filigrana en la parte superior.

- Buenos días, detective...- se detuvo esperando a que se presentara.

- Park Jimin, Brigada de Homicidios.

- ¿En qué puedo ayudarlo, detective Park? Disculpe, tome asiento, por favor.- le indicó una silla frente a su escritorio.

- Bueno, no le quitaré más tiempo del necesario, así que al grano - Jimin sonrió educadamente y le tendió la mano antes de tomar asiento - estoy buscando a una persona que creo que estudió en esta universidad.

- ¿De qué área específicamente?

- Cirujano. Un médico cirujano. - Jimin le acercó el celular con el dibujo - ¿le resulta conocido?

- No lo creo. Bueno son muchos los estudiantes que pasan por esta universidad, usted comprenderá que es difícil conocerlos a todos... Pero si me dice los años en que aproximadamente cursó los estudios, tal vez pueda ayudarlo.

Jungkook le indicó el año que posiblemente había ingresado. El rector llamó a su secretaria y le dijo que buscará a un estudiante como el del retrato.

- Deberá tener paciencia. Aunque son alrededor de una veintena los que llegan a cursar los estudios de cirujano, toma su tiempo revisar uno a uno.

Jimin asintió. Y le dijo que iría con la secretaria. Tal vez podía ayudarla en la búsqueda. Se despidió y salió de la oficina.

- ¿Puedo ayudarla? - Preguntó Jimin acercándose a la secretaria del rector. Era una mujer mayor, y se veía que tenía años de experiencia.

- Tome un piso y siéntese a mi lado. Así será más rápido.

Cuando lo hubo hecho, empezó a mostrarle los estudiantes de ése año uno a uno. Ninguno era el asesino. Jimin se empezó a sentir frustrado. La mujer muy amablemente le hizo ver los estudiantes de dos años atrás, pero tampoco hubo resultados.

- Lo siento, señor. Tal vez estudio en otra universidad o en el extranjero.

- Gracias de todas formas - dijo desanimado Jimin. Ya iba a salir cuando ella lo llamó.

- Sabe que hay algo que me resulta familiar... ¿Me puede enseñar la foto nuevamente?

Jimin se la mostró albergando una pequeña esperanza mientras ella la observaba concienzudamente.

- Ese lunar... Lo he visto... Pero el hombre no me resulta familiar. ¿Es actual la imagen?

-  Sí - respondió Jimin.

- Tal vez ha cambiado su imagen...es increíble como cambian las personas con los años, ¿verdad?

Jimin recordó el chico desaparecido.

- ¿Puedo enseñarle otra foto?

- Claro.

Jimin le mostró la fotografía del muchacho con gafas.

- Sí. A él sí lo recuerdo. Era un estudiante destacadísimo de la UE. Jeon Jungkook. ¿Es el mismo hombre? - preguntó curiosa.

- Tal vez. Es una corazonada.

- Bueno éste muchacho no terminó la carrera, le faltaba un año para titularse cuando desapareció como si la tierra se lo hubiera tragado. Su tío, qué es profesor de ciencias aquí en la universidad, dijo que se había traslado al extranjero tras la muerte de su madre. Lo recuerdo muy bien, porque el muchacho se la pasaba en la biblioteca de la universidad cuando no estaba en clases. Era tan retraído y tímido. Era un genio. Coeficiente intelectual por sobre la media. Entró a la carrera de medicina con apenas quince años y nunca reprobó ni un solo semestre. Por eso no lo hallamos, ingresó tres a cuatro años antes de la fecha que usted me dio.

Jimin la escuchaba y no podía creer que estuvieran hablando de la misma persona. ¿Un genio?

- ¿Su tío aun trabaja aquí?

- No. Por ese mismo tiempo se retiró. Ahora, si no me equivoco y la memoria no me falla... trabaja en una farmacéutica de la que es el dueño... Usted debe haber oído de ella. Labs Wolf. Su logo es un lobo.

Jimin sabía que por descabellado qué resultará. Jeon Jungkook era su hombre. Sonrió triunfal.

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