Capítulo 20
- Listo - dijo apagando el quemador de la cocina.
Jimin apretó los dientes. Si seguía así terminaría teniendo bruxismo.
Vio, como nuevamente abría los armarios, y sacaba una fuente y un plato bajo, que luego colocó en la encimera. Se arremangó las mangas de la camisa dejando a la vista sus brazos de músculos definidos y en uno de ellos un intrincado laberinto de tatuajes. A la distancia que se encontraba, Jimin, no lograba verlos con precisión. Sus manos de dedos largos se movían con soltura mientras lavaba unas hojas verdes y las estilaba en un colador metálico para después partir una palta y sacar la comida de una de las mitades. En la fuente mezcló las hojas con la palta y las aderezó con aceite de oliva y soja (shoyu). Por más que se devanaba los sesos no podía entenderlo, no sabía que era lo que pretendía. ¿Tal vez pretendía mostrarse como un ser humano?¿No como la bestia que Jimin veía?. Lamentablemente perdía su tiempo si ese era su objetivo. Una comida no lo haría cambiar su percepción de él. Pero en realidad no estaba seguro de que motivación lo movía para hacer aquello.
- Piensas demasiado - Jimin no se había dado cuenta de que lo estaba observando - ése es tu problema, cachorro. Complicas las cosas simples.
Jimin le dirigió una mirada furibunda.
- ¿Me vas a decir que tú eres alguien simple? - Jimin resopló tirando de sus manos atadas en un vano intento de soltarse- déjame dudarlo.
- Soy lo que soy, no pretendo aparentar algo distinto. No me muestro ante ti como algo diferente. Soy un depredador, un lobo.
Jimin largó una risotada no exenta de ironía.
- Por eso tienes uno.
Él no respondió, en cambio le dio la espalda y puso el atún en el plato con la ensalada, luego acercó una silla que colocó frente a Jimin y se sentó con el plato en una mano y un tenedor en la otra.
- Hora de alimentarse, cachorro.
- Jódete...
Él enarcó una ceja y pinchó un trozo del pescado como si no lo hubiera escuchado.
- Abre la boca. No lo hagas complicado.
Jimin lo fulminó con la mirada y apretó los labios.
- Tienes una linda hermana. Supongo que quieres que siga así. ¿Te comportarás, cachorro?
La velada amenaza no le pasó desapercibida.
- No podrás llegar a ella...
- ¿Se te olvida cuantas veces he entrado a tu casa y no te has dado cuenta siendo tu un detective? ¿Crees poder impedirlo?
- Ni siquiera te atrevas...
- No tengo interés en ella... Ahora comportate como un cachorro dócil.- le puso el tenedor en los labios.
Jimin abrió la boca y tragó. Tenía la sangre golpeando su cerebro. Se sentía humillado. Si lo hizo fue por Stella. Se comió todo el maldito pescado y también la ensalada. Decir que disfrutó la cena sería un eufemismo. Con la ira que tenía le sabía a cartón. Cuando hubo acabado, él llevó el plato para lavarlo, sacó un trozo de papel y se dirigió a Jimin y le limpió la boca. Jimin no tuvo tiempo de reaccionar. Se quedó de una pieza.
- Ahora que estás debidamente alimentado, hablaremos, cachorro.
Jimin iba a responder cuando el timbre de su casa sonó.
- ¿Esperas a alguien, cachorro? Es un poco tarde, ¿no crees?
Se acercó a la ventana y miró amparado en la oscuridad y luego volvió.
- Es el novio de tu hermana... ¿Encuentro clandestino, cachorro? - sonrió espeluznantemente enarcando una ceja. Sus ojos negros refulgían.- debo decir que no me lo esperaba.
- No me importa lo que pienses, pero no esperaba a nadie - dijo aludiendolo a él también. ¿Qué mierda hacía Ausgust en su casa? ¿y a esa hora, prácticamente de madrugada?
- Escúchame bien. Vas a abrir esa puerta y verás que quiere. Yo estaré cerca. Ni se te ocurra hacer una tontería... Supongo que no quieres que...
- Entiendo - masculló Jimin entre dientes - pero también puedo dejar que se aburra de llamar y se vaya.
- No, cachorro. Ahora tengo curiosidad.- le desató las manos y pies luego tomó las evidencias y las llevó con él desapareciendo en la oscuridad.
Jimin sentía que esto estaba más allá de su control. Odiaba la sensación. Se sentía expuesto.
Se dirigió a la puerta y la abrió. Ausgust lo miró largamente con nerviosismo.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - dijo con voz fría.
- Necesitamos hablar... Nunca me has permitido hacerlo y la situación entre nosotros se está haciendo insostenible.
Jimin sintió un leve olor a alcohol en su aliento. ¿No podía haber elegido otro momento? ¿Porqué ahora que el asesino estaba oculto en las sombras pendiente de él?
- Es tarde, August. Has bebido. No es el momento.
Una risa amarga brotó de la boca de Ausgust.
- Nunca es el momento contigo. Lo siento no me voy hasta que aclaremos las cosas.- Ausgust pasó sin ser invitado.
Jimin maldijo para sus adentros. En esos momentos no sabía a quien odiaba más. Si al monstruo o al novio de su hermana.
- Lo siento, pero era ahora o nunca- se disculpó Ausgust sentándose en el sillón.
Jimin encendió la luz y lo vio sosteniendo la cabeza agachada entre sus manos. Se veía más viejo y cansado de lo que recordaba.
- Di lo que tengas que decir y luego márchate- le dijo sin ningún asomo de piedad.
- ¿Cómo puedes ser tan frío, nene? - alzó la cabeza para mirarlo. Había dolor en su expresión. Dolor y culpa.
Jimin no le dijo cuanto le revolvía el estómago que lo llamara nene. Esa simple palabra era un recordatorio de lo que había sucedido entre ambos.
- Le debes respeto y lealtad a Stella. Si me he mantenido alejado de ella, no es por ti, es por el amor que le tengo a mi hermana. Cada vez que te veo me siento sucio y traidor. Si pudiera retroceder el tiempo borraría sin pensarlo el haberte conocido.
- ¿Crees que no lo sé? La amo, Jimin... Pero desde ese fin de semana contigo no he podido sacarte de mi cabeza, ¿crees que no lo he intentado?
- Yo solo siento vergüenza. Si no eres capaz de dejar todo atrás, hacer como que nada sucedió, pensar en mi sólo como el hermano de tu novia... Es mejor que la dejes.
- No puedo. La amo demasiado. Sólo quería sacar esto, decirte que no fuiste un polvo y nada más, que ese fin de semana fue algo inesperado y que fue hermoso. Necesitaba decírtelo porque creo que te herí. Si no hubiera existido Stella habría ido por ti sin dudarlo. Te conocí en un momento equivocado y cometí el error de dejarme llevar. Suena horrible, lo sé, pero soy humano y a pesar de la culpa que vino después, los momentos vividos contigo fueron reales y sinceros. Quiero que las cosas sean más normales entre nosotros de ahora en adelante . No quiero que te mantengas alejado de ella por mí. Quiero que me perdones, lo necesito tanto.
- La traicionaste. Independiente de que hubiera sido conmigo. Eso es lo que no te perdono. Yo... Fue un momento fugaz no hubo sentimientos involucrados.
Jimin mentía. Su efímera relación con el novio de su hermana lo había marcado. Hasta el punto de nunca más involucrarse con nadie. Hasta el punto de no querer volver a vivir otra desilusión. Ausgust había sido su primera vez. Y la única que había tenido. No lo amaba. Pero si lo había lastimado más de lo que nunca le diría.
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